Era una cafetería al aire libre, aunque su pasado había sido llenado de pelea y sangre, justo ahora podían disfrutar de un café con 3 terrones de azúcar y un té con 4 terrones de azúcar. El viento soplaba para ambos, disfrutaban de la brisa, sobre todo el de cabello blanco, se había acostumbrado mucho al campo, y Yokohama solo era nostálgica. - ¿Cómo te está yendo?

― Sigo mejorando – dijo alegre – los niños cada vez son más ruidosos, y es amargo cuando uno se va – sonrió amplio – es lindo conseguirles hogar

― Quisiera que los míos se fueran contigo

― Ahora son tus hermanos

Akutagawa suspiro profundo – Aun... ¿no sabes nada de mi hermana?

― Desapareció por completo Akutagawa. – menciono dejando su mano en su barbilla – también quiero encontrarla, siempre cuidamos de nosotros...

― Fuiste como su hermano

― No, ella es ruda – se quejó – sobre... Kyouka-chan

― Te lo dije, desapareció

― ¿Por qué las mujeres desaparecen? – pregunto decaído

― ¿quieres quedarte hoy conmigo? – pregunto el mayor – no te vez bien

― El doctor me pidió venir por medicamentos... - menciono mirando a Yokohama – no creí que fuese nostálgico

― No creí que me topará contigo hoy

― Akutagawa, ¿estaría bien seguir así?

― ¿Por qué no? Fuiste despedido hace meses ¿verdad? – Atsushi sonrió. Bebió de su café

Por la noche, varios miembros se sorprendieron, al verlos llegar juntos. Akutagawa solo paso, Atsushi se había quedado inmóvil un momento ante las miradas pero las telas de Rashomon tomaron al chico por el torso y lo hicieron andar – Akutagawa – le llamo Kunikida

― Es mi amigo ahora – se excusó el azabache al entrar a su habitación

― Bien – dijo Kunikida y Kenji sonrió

Dentro de la habitación, Akutagawa se quitaba el abrigo y Atsushi le seguía – eso fue incomodo...

― Ellos no saben que te encontré esa vez en mi misión del pueblo

― ¿tampoco que seguimos en contacto?

― No, no suelo hablar de nosotros

― Comprendo, sería incomodo por todo lo que llevamos

― Lo sería.

Ambos chicos cenaron, ambos sabían cocinar a la perfección y aunque odiaban admitirlo se sincronizaron de inmediato, como si se conocieran de años, no necesitaban de libros para hacer una cena para dos. El dúo perfecto. 

Con la cena terminada, ambos chicos cenaron, en sus conversaciones siempre estaban "sus mujeres" Atsushi preocupado por Kyouka y Akutagawa deseando encontrar verdaderamente a su hermana. Después de la cena, su conversación seguía, habían creado una amistad a base de mensajes de texto, el agente sabía a la perfección del asunto y vida del ex mafioso, ahora era un ciudadano normal y aunque le faltaba mucho, la sonrisa de Atsushi comenzaba dar camino a la luz.

Una vez limpios los platos, la cocina y ambos chicos. Se recostaron en el futon del mayor, ambos miraban al techo aun sumergidos en su plática – Si hubiera una forma... De llegar a mí hermana

― Como saltar por el borde de un edificio...

― Y simplemente que apareciera...

Atsushi se levantó del futon, su cuerpo giro para ver al agente quien se levantó ligeramente, con ambos sentados, el agente se preocupó por el albino – Atsushi...

― ¿y si... podemos escribirlo?

― ¿Qué?

― Dazai-san... - susurro – hablo de ese libro...

― Atsushi, lo que dices es peligroso. El mismo se suicidó por ello

― Pe-pero

― No lo haré, hare las cosas correctas

Atsushi suspiro, él lo sabía, si siguiera en la mafia quizá encontrarlas sería fácil, aunque ahora el líder debería ser Chuuya y eso le hubiese costado la vida. – Atsushi – le llamo el azabache y el albino lo miro. Akutagawa palmeo el futon a su lado y Atsushi se recostó – deja de pensar en eso, duerme

― ¿Cómo sabias que pensaba en eso?

― ¿no lo han dicho ya? – cerro sus ojos – porque tú y yo somos iguales

Atsushi vio al agente con sus ojos cerrados, ya se había dormido, acomodo su cabello, ¿realmente podía ser comparado con un agente de renombre como él? Se permitió el capricho de acercarse a su pecho y cerrar sus ojos. Quizá así podría sentirse solo un poco más puro.

...

A la mañana siguiente, el agente despertó primero encontrando una masa de cabellos blancos en su pecho y sonrió, eran despeinados y flojos, viéndolo bien, aún conservaba la marca del collar que llevo por cuatro años y medio, no dudo en tocar su cuello con la yema de sus dedos, esto erizo la piel del contrario, despertó mirándolo en un shock y sonrió – buen día, Akutagawa

― Buen día.

Ambos chicos se arreglaron, limpiaron y se marcharon. En cuanto entraron a la cafetería, el dueño miro mal al albino – está vez viene conmigo – respondió Akutagawa, conocía la opinión de él – ya no es un enemigo

El dueño miro a los agentes ya sentados y ellos asintieron – entonces, eres bienvenido

― Gra-gracias – expreso tímido Atsushi.

Ambos se sentaron en la barra, aunque el albino mantenía su distancia, el azabache le volvía a acercar – se ve completamente diferente a cuando era el gran asesino – susurro Tanizaki

― Puede oírlos – dijo el azabache haciendo a su compañero tragar saliva

― E-está bien... - dijo Atsushi sin verlos, solo miraba a la barra – conozco mi lugar y mis hechos

El dueño dejo una taza con café negro frente a Atsushi – es bueno que los conozcas, tu presencia se hace ambigua cuando te alias a alguien correcto – dijo para después ver al azabache – y lo correcto te hace ayudar a las personas en necesidad – miro de vuelta al albino - ¿azúcar?

Atsushi sonrió – por favor

Con un dulce desayuno en sus estómagos, el agente pidió permiso para acompañar a Atsushi a la estación de autobuses, el albino regresaría al orfanato y la agencia al parecer entendió el por qué Akutagawa estaba más tranquilo que el inicio. – Cuídate Atsushi – pidió el agente

― Si, gracias por tu hospitalidad.

Se marchó, no era como si no pudiera verlo de nuevo, pero ese sentimiento de distancia le daba un vuelco a su estómago y un palpitar duro en su pecho.

Había pasado unas semanas donde sus mensajes continuaba, Akutagawa no podía evitar sonreír cuando el albino le enviaba una foto, literalmente era cualquier cosa, incluso un tallo de flor que le había parecido lindo. Oda le miro y suspiro – la primavera es la fecha de las flores, porque cuando estás enamorado, regalas flores – dijo al aire. Y el azabache guardo su teléfono. Arreglo su garganta disimulando un poco y continúo con el papeleo.

― Akutagawa – le llamo Kenji - ¿Cuándo volverá Atsushi?

― No lo sé, supongo que uno o dos meses para reabastecer el medicamento del orfanato

― Algunos orfanatos contratan organizaciones para que puedan llevarlos cada semana, y así siempre tener todo en orden y fresco – decía Kunikida

― Cierto, algunos orfanatos incluso piden ayuda a organizaciones para arreglar los edificios – añadió Tanizaki

― ¿deberíamos mandar un folleto? – cuestiono Oda.

― ¿Qué están diciendo? – les cuestiono Akutagawa a todos

― Digo que... Deberías ir a visitarlo, por lo menos en tu día libre. – le dijo Oda.

― Lo pensaré.

Akutagawa era sincero, iba a pensarlo. A pesar de todo, aunque tenían un secreto mutuo no podía negarlo, Atsushi fue el tan llamado "parca blanca de la port mafia" y lo sabía perfectamente, Atsushi había sufrido en grande por la muerte de aquel hombre que odio y le arrebato a su hermana, Osamu Dazai. Tanto a tal punto de no comer, y ahora solo con unos meses seguía aprendiendo de un tal "Doctor" como lo llamaba al ex mafioso. Tenía una pequeña familia con los niños del orfanato, el doctor que decía ser como un padre y su asistente que la consideraba una hermana. Uno pensaría que lleva una vida normal en el orfanato de un campo cercano a la ciudad.

El agente sabía las debilidades del albino, era ansioso y culposo, remetía contra él y su propio dolor, y aun así rebuscaba la luz. Debía repensarlo, ¿podía llevarlo en el mismo barco o sería mucho para ambos?

...

Bueno quería dejar algunos datos sobre esta historia. 

En primer lugar, esta historia lleva mucho sentimiento de mi parte, más adelante leeran sobre eso, decidí llamar está historia Kintsukuroi por que en si no tiene un significado, se refiere al "reparar con oro" es un concepto japones sobre reparar una pieza de cerámica rota con oro entiendo que la pieza es hermosa por haberse roto. En el arte de la poesía es considerado para explicar el sanar heridas. Creo que todos en la vida somos un plato roto que ha sido reparado con oro. Es por eso que está historia tiene un gran significado para mi

En segundo lugar, comence esté proyecto desde... UUuuuuy yo creo que Elizabeth y yo comenzamos a hablar de el tema de BEATS como por el año pasado, en plan de "ese final, donde Dazai muere, falta love" y pues asi terminamos comenzando a planear esto que APENAS se logró hacer (maldita y bendita cuaretena) 

EN MI OPINIÓN PERSONAL, amo BEATS, ¿por que? Buena en la novela nos dan un Atsushi que en efecto es un asesino pero odia serlo, se siente culpable y creo que eso lo hace ser un gran chico, un chico que se defendio de un abusador, por que para él eso era un abusador (luego hablamos de MI OPINIÓN sobre el director) pero al final pudo salir de la mafia y cuidar de su persona y de otros niños teniendo un gran final. 

Ahora también está Akutagawa, un chico que perdio todo y le arrebataron a su hermana, estaba decidido a perder la vida por sus amigos después de asesinar a  sangre fria a quienes mataron a sus amigos. Akutagawa supo al igual soportar de terribles tiempos viviendo en soledad y en la calle hasta que conocio a Oda y aunque es un chico frio que no dudaria en matar también es un chico que busca hacer las cosas correctas

EN MI HUMILDE OPINIÓN, BEATS es una gran obra con un lindo final feliz para todos, además de un hermoso mensaje, ES MI OPINIÓN, ustedes tendran la suya. 

En está historia veremos como Atsushi y Akutagawa además de formar una amistad encuentran el amor apoyandose el uno al otro para vencer sus miedos, pero claro, jamás sabemos hasta donde llegar si no conocemos un transfondo. 

Quería escribir esto con mucho sentimiento por que en mi opinión aunque BEATS es una obra bella, también tiene muchos casos por parte de los protagonistas para superar, así que bueno, para eso estamos aquí. 

Gracias por iniciar una nueva historia junto a mi, espero disfruten de cada capítulo

¡Gracias por leer!