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Dedicado a JaSaOl y Piscischanzodiacal
Después de verte marchar seguí contemplando aquel lugar, mi corazón era un remolino de dolor y tristeza. Quería encontrar una explicación lógica e incluso ilógica para justificar el que te fueras, pero mi mente me decía que no podía seguir engañándome. "Ya no te ama" es lo que decía mi conciencia y con un sabor amargo lo acepté. Llame a Shinzou-kun y le pedí que pasara por mi. Al llegar no le dije nada, pareció entender mi silencio y nos fuimos de aquel lugar. Llegamos al parque donde solíamos despejar el estrés de nuestros estudios, solo ahí me aferre a Shinzou-kun y desahogue todo. Fue un día eterno y doloroso para mi.
"Quería hablar de lo nuestro, pero por lo visto hace mucho ya no existe un nuestro. Me duele darme cuenta de ello. Te agradezco de corazón todo lo que me diste y me enseñaste. Ahora es momento de ir por mi cuenta. Te amo y adiós Todoroki Shouto".
Jamás me había dolido tanto en mi vida escribir unas cuantas palabras. En lo personal, considero que terminar por medio de un mensaje es algo cobarde y vil pero, ¿que más podía hacer?. Me estuviste evitando, era más que obvio que no querías verme, no contestarías mis llamadas, tampoco lo harías con el mensaje pero al menos así estaría seguro de que te enterarías.
La noche fue aun más eterna. Al día siguiente volví a desahogarme con mi madre, ella me estuvo consolando y alentó a seguir adelante. Tenia razón, estaba destrozado, pero me prometí a mi mismo que avanzaría, me levantaría de esta pena y seguiría adelante, que no importaría cuanto tiempo me tomaría al final podría superarte.
Y así pasaron 5 años.
El inicio de mi nueva vida fue sin duda difícil, un mes después de la ruptura recaí nuevamente y volví a ser hospitalizado por lo dicho por los doctores: problemas de salud emocional. Tristemente debido a ello no me quedó más que abandonar mis estudios y así concentrarme por completo en mi recuperación. El tratamiento fue realmente difícil pero pude llevarlo a cabo y logre mejorar. Al año siguiente pude volver a mis estudios, seguía contando con la ayuda de Shinzou-kun.
Al graduarme, pude entrar a trabajar en la misma empresa editorial donde trabaja Shinzou-kun aunque en áreas diferentes. Fue pesado al inicio pero me gustaba mucho mi trabajo. Me enfoqué por completo en el trabajo y en recuperar mi vida con mi familia y amistades. No te guardé ningún rencor por el pasado, nunca lo hice, pero no negare que aun me dolías bastante. Aun así te recordaba y todo lo que pasamos juntos pero poco a poco esos recuerdos dejaron de doler y pude atesorarlos ya que después de todo eres la persona que amo y por ello eres de mis más bellos recuerdos.
Solo eso, recuerdos...
O eso eran hasta que volví a verte. La empresa en la que trabajas decidió lanzar su propia revista y quería firmar contrato con mi departamento. Verte fue un gran impacto para mi, más de lo que hubiera querido. Sin embargo tú y yo ya no teníamos nada por lo que no deje que tu presencia me atormentara y por instinto tome la defensiva.
Como encargado de mi departamento tuve que tratar contigo directamente como mi cliente. Y así fue durante ese terrible mes en donde tuve que ver tu cara. Cada vez que nos veíamos tú tratabas de sacar tema de conversación irrelevante pero yo retomaba el tema del trabajo. No deseaba tratar nada más contigo, quería que todo terminara y no volverte a ver de nuevo.
El día de la celebración de la venta de tu revista yo ya me sentía un poco agotado, por lo que había decidido ir tomar un poco de aire fresco en el jardín, en un punto un tanto retirado del salón. Estaba contemplando el cielo nocturno cuando escuche que alguien caminaba a mi dirección. No había que ser genios para saber que eras tú, creí que había logrado salir sin ser visto, especialmente por ti. Desvíe mi mirada para verte, aun me sentía muy nervioso y temeroso de tenerte frente a mi. Lo primero que paso por mi mente fue felicitarte por la revista, tú solo asentiste. Estaba dispuesto a irme ya que no deseaba estar solo contigo, varias emociones me llenaban en ese momento, pero me detuviste tomandome del brazo. Me llamaste por mi nombre y supe que no me dejarías ir tan fácil por lo que me resigne, quería terminar con eso lo más pronto posible.
Trataste de explicarme tus razones por las que te distanciaste de mi y me pediste perdón, por lo visto varias cosas te preocupaban pero la principal era la enorme inseguridad que experimentaste. No podía entender mucho lo que decías además de la poca confianza que te tenias a ti mismo en nuestra relación. Una pequeña parte de mi entendía tus razones ya que yo también tuve inseguridades, creo que es algo común en todas las relaciones. Pero otra parte de mi, la más racional, tomó tus palabras como una excusa débil, recordaba todo lo que hice para hablar contigo y el como solo me evadías. Ante ello no dude y te reclame por todo, por lo mucho que me dolió tu abandono, que no creía tus mentiras y que no esperaras que simplemente iba a olvidarlo todo y te perdonaría.
Las palabras que te dije, supe que te dolieron tanto como a mi por la forma en la que solo dijiste un "entiendo" y diste la vuelta para irte. El dolor de mi corazón fue tan fuerte como día que terminamos. Lo último que hice fue pedir disculpas a mi superior para abandonar la fiesta, irme a mi casa y llorar como hace tiempo no lo hacia.
Los días pasaron y ya no volví a verte, creí que por fin todo había terminado. Dos meses después volviste para mi desgracia, me pediste, o mas bien me suplicaste, que te escuchara. Recuerdo que aquel día estabas golpeado de la cara, imaginé que habías peleado. No entendía la razón por la que querías que habláramos, pero acepté y salimos a una cafetería.
Decías que en el tiempo que no volviste estuviste reflexionando todo lo pasado en la fiesta y sobretodo, que habías ido con Shinzou-kun para saber todo lo que yo había vivido desde que te dejé, obviamente Shinzou-kun no te la dejo fácil y de ahí el porqué de tus golpes. Mientras hablabas tu voz se entrecortaba un poco y hacías lo posible por no sollozar. Te mostraste muy arrepentido pero aceptaste que no podría perdonarte tan fácil. Por lo que decidiste que enmendarías las cosas, afirmaste que te esforzarías por ganarte una segunda oportunidad conmigo sin importar cuanto tiempo te tomara.
Eso me sorprendió, pero aun así no dije nada. No te odio, pero estoy muy dolido. Tengo mucho miedo, de que si te entrego de nuevo mi corazón nuevamente lo haría por completo, y, si tú volvieras a lastimarme esta vez no podría volver a levantarme. Al final solo dije un "haz lo que quieras", me levante y salí del lugar.
¿Qué ocurrirá de ahora en adelante?...
"Cuando algo valioso se quiebra, una gran estrategia a seguir es no ocultar su fragilidad ni su imperfección, y repararlo con algo que lo haga de oro: fortaleza, servicio, virtud..."
Diez años han pasado desde entonces.
Ahora nos encontrábamos frente a frente en ambos lados de la puerta. Con una pequeña y nostálgica sonrisa te desee bien en tu camino a lo que tú solo agradeciste y pediste que me cuidara. Comenzaste a andar con tus cosas en mano y yo esperé a que tu figura desapareciera de mi campo de vista para finalmente cerrar la puerta.
Me di vuelta para recargarme en aquella puerta y sentarme en el suelo. Posé mis manos en mi pecho, apretándolo ligeramente mientras aun mantenía aquella sonrisa. Pequeñas lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas al recordar todo lo que tuvimos que pasar y todo lo que logramos.
"¿Qué tan importante resulta el enmendar?
Es importante entender que los vínculos lastimados y el corazón maltrecho pueden repararse con los hilos dorados del amor y volverse más fuertes".
Acaricié el anillo de matrimonio que ahora adornaba mi dedo recordando todo nuestra historia. Como lo prometiste, te esforzaste en enmendar las cosas y lograste reparar mi corazón.
~FIN~
ווווווווווווווווווווווו×
No se imaginan lo mucho que llore por escribir esto...espero que les haya gustado.
Curiosidades e información sobre la historia más adelante.
Los amo. Plus Ultra!!!!
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