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La boda de Yanli tardó poco en celebrarse, y cuando se celebró fue una boda bastante intima, Wei Wuxian había dejado a Yanli en las delicadas y finas manos de Jin Zixuan, claramente después de haber escuchado las advertencias, por no decir amenazas, que ambos hermanos le habían lanzado, y aún después de estas, durante el intercambio de anillos Jin Zixuan sentía una muy intensa mirada sobre sus hombros, que parecía amenazar con romper sus piernas, ni falta hacía decir a quien pertenecía esta mirada.

La pareja tardó cinco meses en traer al mundo a una pequeña cosita que volvió locos a todos, incluso los padres de Wei Wuxian y Jiang Cheng habían acudido al hospital a ver al recién nacido de la mejor amiga de sus hijos, y estaría bien si solo hubieran hecho eso, pero además decidieron tener una maravillosa discusión con los padres de Jin Zixuan sobre quien sostendrían antes al bebé, Jiang Cheng que ignoraba como su madre estaba amenazando a la señora Jin mientras Wei Wuxian intentaba sujetarla, decidió acercarse a la cama en la que se encontraba el bebé, era muy pequeño y ciertamente no podría decir si era bonito o no, pero definitivamente era adorable, no quería tocarlo por miedo a despertarlo, así que simplemente se puso a revisar su teléfono mientras el mundo ardía a su alrededor, sin darse cuenta había puesto su mano en la cama del bebé y de repente sintió como algo extremadamente suave se la rozaba.

El pequeño niño había sujetado su dedo mientras dormía, y Jiang Cheng no recordaba haber visto algo tan lindo en su vida, con mucho cuidado lo cogió y el niño se acomodó entre sus brazos, de repente un silencio se hizo en la habitación

Yanli que había permanecido callada observándolo todo desde sus camilla susurró "Es el elegido " y río con las pocas fuerzas que tenía

Lo de después fue una oleada de quejas "El ni siquiera lo intentó "" Yo quería cogerlo primero" "Déjamelo a mi ahora"

En respuesta Jiang Cheng tan solo se viró hacia la ventana y acercándose aún más al bebé le susurró "Tranquilo yo te protegeré de esta manada de locos, no tienes por que preocuparte"

Había pasado ya un tiempo, y las cosas, aunque poco, habían cambiado.

Wei Wuxian y Lan Wagji se casarían pronto, en realidad no lo habían anunciado, pero ellos ya vivían juntos, las familias ya celebraban su compromiso y Yanli ya estaba tejiendo el velo.

Aunque al principio Jiang Cheng no estaba completamente contento con la pareja, debía de admitir que en estos momentos Lan Wangji era la única barrera entre Wei Wuxian y la cárcel.

Jin Ling había crecido mucho, cumpliría pronto los dos años de edad y era el orgullo de su padrino, con el que de hecho compartía la mayor parte de su tiempo.

Para Jiang Cheng las cosas no habían salido como lo planeado.

Su plan maestro era graduarse en derecho, trabajar de abogado y nadar en billetes dentro de su apartamento de la mejor ciudad de china, sin preocupaciones o compromisos.

Todo bien, lo cumplió todo en menos tiempo de lo esperado y de repente una mañana en la que una serie de sueños le perseguían, decidió que no estaba contento con su vida.

Joder estaba vacía, había algo que no cuadraba, de verdad, lo tenía todo, entonces ¿Por qué parecía que no tenía nada?

Así que lo mandó todo a la mierda, donó una parte del dinero que había reunido, otra se la dio a sus padres y se quedó con lo justo para tener una vida promedio.

Vivía en un pueblito cerca de donde vivía Yanli y Wei Wuxian, estaba bien y cada vez sobrellevaba más el vacío, un día casi por casualidad entró en una tienda bastante pequeña y escondida en una de las calles del pueblo, la tienda la llevaba una señora, bastante mayor de hecho.

Lo primero que hizo la mujer fue reírse de la cara de amargado de Jiang Cheng y más aún cuando este le dijo su edad "¿Veinticinco años? Con la cara que traes creía que tenías cuarenta "comentó entre risas.

Para ser tan vieja tiene bastante vitalidad, pensó enrabietado Jiang Cheng, iba a contestarle algo, de malas maneras seguramente, pero mantuvo su boca cerrada al ser distraído por lo que la señora tenía entre manos

"¿Qué hace?" preguntó curioso

"Trabajo" Jiang Cheng puso los ojos en blanco" Es Kintsugi"

Jiang Cheng arqueo una ceja sin entender y la señora le indicó que se acercara

"Es el arte de rellenar las grietas con polvo de oro " le comentó " Es algo parecido a nuestra memoria " intentó explicar " los trozos rotos es tu memoria actual y ... bueno ¿Recuerdas algo de lo que sucedió cuando eras un bebé?"

Jiang Cheng pensó, pero acabo negando.

" Sin embargo, eres consciente de que esa etapa, aunque no la recuerdas, alguna vez existió " ni siquiera era una pregunta aun así Jiang Cheng afirmó "las grietas que intentamos pegar con el polvo de oro, representan esos pequeños vacíos que hemos dejado en una cajita olvidados en nuestra mente, y han sido llenados con otras cosas, el oro es aquello con lo que nuestra mente intenta llenar los vacíos de nuestras vidas, ¿Alguna vez has soñado con que eres un bebé? O tal vez con personas con las que estuviste de pequeño"

"No lo recuerdo, pero no lo descarto" contestó

"Esos sueños, querido mío son el oro, es nuestra mente intentando recordar pequeños fragmentos de forma que nosotros mismo seamos capaces de pegarlos con nuestros propios fragmentos destruidos y poder ser una sola pieza, única y exclusiva, eso es el Kintsugi para mi"

Al día siguiente Jiang Cheng ya tenía trabajo.

Cuando Wei Wuxian se enteró le pareció curioso que una persona como Jiang Cheng se dedicara a algo así, no es que Jiang Cheng fuera un bicho, pero era más bien frío y calculador, como para dedicarse a arreglar los destrozos de la gente.

Wei Wuxian no pudo evitar pensar que su hermano estaba buscando algo con el Kintsugi que realmente no creía que encontrara ahí, el vació de Jiang Cheng no se iba a llenar así.

Por otro lado, para Wei Wuxian el Kintsugi significó una cosa completamente distinta.

Conocía bien de cicatrices, conocía de las de Lan Wangji, estas representaban el oro para Wei Wuxian, era lo que lo unía todo, fue el punto de flexión entre lo que Lan Wangji quería y debía hacer, hizo lo que quiso y las cicatrices fueron su castigo.

Habían destrozado la inmaculada piel del Jade en otra vida, incluso en esta se podía apreciar algunas si observabas de cerca, Wei Wuxian odiaba que estuvieran ahí, prácticamente era su culpa, pero definitivamente fue un avance en la vida de Lan Wangji y por mucho desprecio que Wei Wuxian les tuviera, siempre se tomaba su tiempo para pasar levemente sus manos sobre ellas, dando pequeñas caricias.

Wei Wuxian sabía donde estaba lo que buscaba Jiang Cheng pero había prometido no desvelar nada y hacer que el destino volviera a hacer de las suyas, confiaría en los dioses por esta vez, de alguna forma casi todos se habían vuelto a reunir en la misma época, eso debía significar algo.

Jiang Cheng era feliz, no del todo tal vez pero era conformista con la vida, trabajaba en la tienda durante la mañana, además del Kintsugi, arreglaba algunos tratos de la gente, hacía un pequeño descanso, recogía a Jin Ling de la guardería y almorzaba con él, ya que los padres del pequeño trabajaban, después volvía a la tienda donde Jin Ling jugaría un poco hasta que su madre viniera a buscarlo, terminaría la jornada sobre las cinco y si estaba de humor llamaría a algún amigo para pasarlo bien, sino tan solo se dedicaría a pensar, dormir o leer.

Simple y sencillo pero lo suficientemente armonioso como mantener su corazón tranquilo, hasta que este fuera pateado otra vez por sus sueños en la noche, de verdad, ¿Dónde habían estado todo este tiempo y por qué habían decidido volver ahora? Eran los mismos malditos sueños que tenía de niño, y le molestaba tenerlos porque había días donde no distinguía sueño de realidad, esos días prácticamente huía a la casa de la anciana para la que trabajaba y esta le ofrecía una taza de té mientras trataba de aclarar sus ideas.

Ese día una curiosa cinta había llegado a sus manos, era blanca y a pesar de parecer bastante antigua el blanco relucía, el problema era que los patrones, aparentemente de nubes, se habían descocido, los tendría que reparar.

A Jiang Cheng le dio un leve mareo cuando rozó la cinta con sus manos

"Es tuya, siempre lo fue"

Trató de alejar esos pensamientos y comenzó a cocer cuando se dio cuenta de que todo estaba sospechosamente silencioso, buscó a Jin Ling, se suponía que este debería estar en la trastienda jugando con sus peluches, pero efectivamente no lo encontró.

Salió rápidamente por la puerta de la tiendilla, justo a tiempo para ver como Jin Ling corría hacia un hombre alto que sostenía un jarrón entre sus manos, Jin Ling se estrelló contra el hombre haciendo que el jarrón acabara en el suelo.

"A Ling no vuelvas a hacer eso, casi me provocas un infarto "cogió al niño bruscamente entre sus brazos, el niño tan solo puso morritos y se escondió en el cuello del mayor" Lo siento mucho, déjeme que le ayude" Jiang Cheng se agachó a recoger los fragmentos del jarrón junto al desconocido, pero al sentir una insistente mirada sobre él, dejo de hacerlo para mirar al frente.

Ante el un hombre no mucho mayor que el lo observaba con los ojos bien abiertos, llevaba un largo cabello azabache atado en una cola baja que en ese instante caía levemente por un lado, haciendo que algunos cabellos rozaran levemente sus labios, Jiang Cheng no pudo evitar reparar en ellos pero alzó rápidamente su mirada a los ojos contrarios, y fue peor, por que la visión era aún más cautivadora, una mirada café bastante distintiva por el brillo que parecía esconderse tras las largas pestañas.

Jiang Cheng estaba fascinado, hipnotizado, y lo único que pudo soltar al notar el cristal del jarrón entre sus manos, fue un sencillo

"Puedo arreglarlo"

Hasta aquí el capítulo de hoy ¿Que les pareció?

A mi me pareció bastante corto, pero creía que debía dejarlo ahí, para dar pie a la imaginación ¿Qué creen que pasará ahora?

Agradezco mucho los votos y comentarios , hasta la semana que viene

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