9. El trato

—No puedo perderme el sepelio de mi padre —exclamó Kin sin dejar de mirar un papel que tenía en sus manos.

Fijó su mirada en la foto que estaba en el centro del mismo, al ver el rostro de su padre en aquella foto le fue imposible no recordar el momento en que lo vio muerto, volvió a sentir como si alguien le haya apretado el corazón, era un sentimiento que no le gustaba para nada pero uno que no podía dejar de sentir al menos cada vez que recordaba a su querido padre el dolor se hacía presente.

Arrugó el papel con sus dos manos y lo moldeó hasta dejarlo con una forma circular.

—No, imposible perdernos de algo tan importante —confirmó Tron mirándolo.

A pesar de llevar poco tiempo conociéndose Tron lo apreciaba, no le importaba la actitud molesta que Kin a veces solía mostrar, al descubrir que eran hermanos de sangre sintió una alegría inmensa, sabía que ya no estaba tan solo como pensaba.

Ambos hermanos se encontraban dentro de la casa de la señora Magda, la misma mujer que los trató muy bien cuando sus hijos encontraron a Kintron desnudo tirado en el suelo.

Decidieron llevar a la bestia del Lejano Mundo a dicha casa, Tron en el fondo tenía el presentimiento de que algo más estaba pasando, notó que la bestia no era tan salvaje como aparentaba.

A pesar de no estar muy de acuerdo con la idea de su hermano Kin terminó llevando a la cansada bestia hacia la casa de la señora Magda, lo cargó en sus brazos y lo recostó sobre la misma cama en la que estuvieron ellos no obstante por petición de Magda, la bestia estuvo amarrada en la cama.

El príncipe de Dersallia se encargó de amarrar con fuerza las muñecas y los tobillos de la bestia para evitar ataques.

—Si no despierta en media hora me iré a Dersallia —anunció Kin, en su rostro se notaba que estaba muy decidido—, Necesito ver a mi familia y explicar todo esto, tengo que encontrar al verdadero asesino de mi padre, su muerte no quedará impune.

Se levantó de la silla en la que estaba sentado.

—No te puedes ir, el sepelio es mañana —alegó Tron—, Si nos fusionamos llegaremos en menos de diez minutos, no hay apuro.

—Pero es que ese sujeto nada que despier... —contestó Kin rascándose la cabeza pero dejó de hacerlo cuando observó que la bestia se estaba moviendo.

Los hermanos se miraron entre sí, preparándose por si la bestia llegara a atacarlos una vez más.

La bestia de piel verdeazulada gritó muy fuerte, rápido llamó la atención de Madga y sus hijos, estos agarraron fierros y armas para después entrar al cuarto.

—Nosotros nos encargaremos —Tron se colocó de pie—, No se preocupe señora Madga no dejaremos que su casa sea destruida.

Cerró la puerta cuando la dueña de la casa salió del cuarto.

La bestia abrió los ojos lentamente, parpadeó un poco adaptando su vista con la luz del lugar, alzó su cabeza un poco y comprobó que no podía moverse como quería debido a las sogas que lo inmovilizaban.

Giró su cabeza hacia la derecha, miró a los hermanos Ozteir.

—Gracias por no haberme matado después de lo que hice —fueron las primeras palabras que emitió.

—Agradécele al blando de Tron —Kin miró fugazmente a su hermano—. Porque si no, no estuvieras hablando aquí con nosotros, yo no soy tan blando como el rubio.

—Gracias joven Tron —la bestia le sonrió.

—De nada...¿supongo...? —contestó Tron acercándose con cuidado—. ¿Queremos saber que era esa cosa que tenías en el cuello y también porque nos pediste ayuda?

—Les explicaré todo si me liberan de estas ataduras —pidió la bestia—, Es algo incómodo además de que está muy ajustado.

Los hermanos una vez más se miraron entre sí, Kin no estaba de acuerdo mientras que Tron si pensaba hacerlo.

—Prometo que no haré nada extraño —habló la bestia haciendo que los hermanos se fijaran en él—. Tener una piel gruesa no impide que me moleste.

Kin bufó disgustado y luego asintió.

—Si me ataca dale un buen choque eléctrico —dijo caminando hacia la bestia.

—Gracias —dijo la bestia al sentarse en la cama—. Antes que todo mi nombre es Selar.

Sobó sus muñecas y sus tobillos.

—Ese aparato era un objeto tecnológico capaz de aumentar la ira y las ganas de matar —empezó a explicar Selar, los hermanos Ozteir se sentaron en sus respectivas sillas de madera—. Me lo colocó un guerrero de Dersallia, esos que usan cascos.

—¿Un guerrero de Dersallia? —cuestionó Kin arrugando su frente—. Tron, él está mintiendo, no tiene sentido que un guerrero de Dersallia haga algo así, ellos matan a las bestias del Lejano Mundo y solo se llevan sus cuerpos cuando están muertos no cuando están vivos.

—Déjalo hablar, Selar tiene más cosas que contarnos —dijo Tron con seriedad.

—Lo siento —se disculpó de mala gana—, Continua.

—Sí, hace dos semanas un grupo de Guerreros de Dersallia fueron al Lejano Mundo pero solo a lugares aledaños a su entrada que es donde vivo con mi clan —Selar hizo una breve pausa—. Nos atacaron de sorpresa, hubo muchas bajas tanto de ellos como de mi clan pero los sobrevivientes los tienen como prisioneros y los más fuertes como yo fueron llevados a un laboratorio de Dersallia donde nos colocaron esas cosas en nuestros cuellos. Necesito su ayuda, a pesar de que mis movimientos eran ejecutados por el efecto de esa máquina aún estaba consciente de todo lo que estaba pasando y noté que tienen habilidades increíbles, me dieron una paliza, ustedes son los únicos que me pueden ayudar a liberar a mi familia. ¡Por favor ayúdenme!

—Okey esto ya se está tornando extraño y hasta peligroso podría decirse —mencionó Tron con algo de preocupación—, Si todo lo que dice Selar es cierto eso significa que hay alguien que está usando a las bestias del Lejano Mundo para un oscuro propósito.

—Pero esa tecnología es muy avanzada no la tiene casi ninguna empresa fabrica de Dersallia, el único lugar donde podría haber ese tipo de tecnología es en... —dijo Kin pero se quedó en silencio cuando llegó a una conclusión y sintió que todas las piezas estaban encajando—, El Castillo Ozteir.

—¿Por qué alguien del castillo usaría a las bestias como armas? —preguntó Tron.

—Me hago la misma pregunta —agregó Kin poniéndose de pie una vez más al mismo tiempo que daba vueltas de un lado pensando y analizando todos los sucesos—. Pero los únicos científicos en el castillo son mi tío Marcus y mi primo Grinmur.

—¿Y si esto se relaciona con la muerte de nuestro padre? —Tron se mostró pensativo, al igual que su hermano estaba analizando todo—. ¿Tu tío tiene posibilidades de ser rey?

—Solo si mi padre, madre, hermana y yo morimos —contestó Kin abriendo sus ojos asombrado—, O si no decidimos reinar también. Okey estoy entendiendo que estás pensando, cabe la posibilidad de que mi tío Marcus sea el asesino de mi padre.

—Tenemos que corroborar si es así pero todo apunta a que sí —dijo Tron sin despegar su mirada de Selar—, Pero antes tenemos que ayudarlo.

La puerta del cuarto sonó dos veces.

Kin caminó y la abrió despacio, quien la tocaba era uno de los hijos de la señora Madga para informarle que Bolg, el famoso caza recompensas ya había despertado y no dejaba de gritar constantemente además de que insultaba con todas sus fuerzas.

Los hermanos salieron del lugar acompañados de Selar que ya encontraba mejor, no tardaron en llegar la casa de Madga no quedaba tan lejos del árbol en donde Bolg estaba cautivo.

—¡Hasta llegaron niñitas! —gritó Bolg furioso cuando los vio acercarse—, Cuando me libere les voy a cortar las piernas lentamente.

—¡Que salvaje! —comentó Selar mirando al caza recompensas.

—¡El salvaje me dice salvaje! —dijo con sarcasmo Bolg a la vez que reía de mala gana.

—Queremos hacer un trato contigo —habló Tron de brazos cruzados.

—¡Trato mis nalgas! —contestó el caza recompensas, trató de escupirles pero los tres fueron más rápido para esquivar la saliva.

—Es toda una joyita —Kin miró a su hermano—, ¿Con estas personas haces alianza?

—Solo fue una vez —alegó Tron rascándose la nuca.

—Es un humano muy vulgar —Selar se alejó un poco más.

—Haber Bolg queremos hacer un trato —empezó a hablar Tron acercándose más al caza recompensas esperando que no intente escupirle una vez más—. Aunque no lo creas soy un legítimo Ozteir, te entiendo yo también recién me entero pero eso significa que tengo mucho dinero y te puedo pagar hasta el doble si es posible.

—Interesante —manifestó Bolg—. ¿Pero cómo sé que no me estás mintiendo?

Tron hizo un gesto de frustración, miró a su hermano y rápidamente Kin entendió lo que debían hacer, chocaron las palmas de sus manos fusionándose nuevamente.

—Si no fuéramos hermanos no pudiéramos hacer esto, es algo que solo nosotros dos podemos hacer —dijo Kintron dándose la vuelta de un lado a otro.

Bolg quedó sorprendido con lo que ellos hicieron.

—Okey niñitas les creo, ahora desátenme y vámonos a Dersallia —Bolg sonrió.

Kintron rio y se relajó al ver que Bolg comprendió la situación, un segundo después volvieron a separarse, al no usar su velocidad no terminaron desnudos como en las veces anteriores y eso es algo que ellos agradecieron.

Kin estaba desatándolo con ayuda de Selar.

—Si vamos a ir a Dersallia pero solo será brevemente antes de pagarte necesitamos que nos acompañes —mencionó Tron viendo como liberaban al caza recompensas—. Antes de pagarte debemos ayudar a Selar además tenemos que descubrir al verdadero asesino de mi padre.

Una vez desatado Bolg se unió al trio, los cuatro estaban listos para ir a Dersallia, antes de ayudar a Selar tenían que estar en el entierro de su padre para despedirse por última vez.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top