Oscuridad, parte 3.

El avistamiento de un importante criminal ha movilizado a todos los héroes, Blue Dragon debe mantenerse vigilante pero la aparición de cierto enmascarado puede complicar las cosas.

Día 7 - Public sex, intercrural.

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—Blue Dragon, ¿estás en posición?

—Estoy listo. ¿Hay alguna señal del criminal?—preguntó mirando desde el techo del edificio donde montaba guardia.

Aún nada. HangGuang-Jung avisará en cuanto haya algún avistamiento.

—Entendido. Estaré en espera.

Sizhui estaba por apagar el micrófono de su comunicador cuando escuchó un sonido del otro lado.

Ah, Sizhui.—Era una suerte que se encontraran en su canal privado, o ya habría regañado a JingYi por llamarle por su nombre de civil.—¿Has estado bien?

—¿Eh?—A la mente del pelinegro vinieron todos los encuentros que había tenido las últimas dos semanas con cierto antihéroe de máscara dorada.

Bajó la mirada a la transitada calle, intentando no pensar en Golden Peony. De solo hacerlo su boca se llenaba de un sabor amargo y sus cejas se apretaban con molestia.

Lo odiaba tanto.

—Estoy bien.—mintió arreglando el tono de su voz, esperando que JingYi no notara las pequeñas notas de oscuridad en esta.—¿Por qué?

Últimamente has estado distraído. Apenas y has podido ganar algunos puntos en las capturas de las últimas semanas, y eso solo porque has conseguido no ser el último en llegar a las capturas.

Sizhui rodó los ojos. Le fastidiaba todo el tema de las puntuaciones.

El hecho que las personas desarrollaran sorprendentes poderes no era algo inusual, pero sí problemático cuando estos decidian la forma de usarlos. Algunos preferían mantener una vida común y corriente, otros buscaban la forma de usarlos en razón de proteger a las personas mientras que otro sector lo usaba para su beneficio propio. Por eso se creó una burocracia alrededor del tema de héroes y villanos, y por ende, también un negocio.

Quienes quisieran convertirse en héroes debían ser parte de una agencia, esta tendría contacto con el gobierno para conseguir los permisos y seguros del héroe. De ahí, dependiendo de qué tan ventajoso fuera este, dependia de a qué división entraría. Algunos tenían que trabajar duro en la segunda división antes de ser ascendidos, pero había aquellos que eran tan hábiles que de primer momento entraban a la primera división, Blue Dragon era uno de esos.

Pagar los daños de edificios y hospitalización además de conseguir salarios no era fácil, por lo que los héroes se volvieron un negocio bastante lucrativo gracias a un show televisivo. Se trataba de una competencia entre los héroes de primera división. Ciertos puntos les eran dados en cada llamado de emergencia dependiendo de sus acciones. Realmente el ganador del año solo se llevaba el orgullo, mientras que el resto mantenía su lugar asegurado en la primera división a menos que cayeran en último lugar.

Blue Dragon había mantenido su lugar en los primeros puestos desde que empezó su carrera, pero últimamente se encontraba tan distraído que cometía errores de novato o no era lo suficientemente rápido para atacar, todo eso a consecuencia de sus últimos encuentros con Golden Peony. A Sizhui no le importaba ganar la competencia, pero no quería ser degradado a la segunda división. Ya estaba esforzándose para no ser eliminado del mundo de los héroes con tener esa clase de relación con el enmascarado, no podía ser degradado a la segunda división de donde muy pocas veces los héroes podían salir.

—No te preocupes, solo tenía algunas cosas en la cabeza. Pero ya estoy bien.—Sonrió pensando en que debía de mantener su cabeza enfocada en el trabajo.

Aunque se lo prometiera, una figura enmascarada apareció en su mente.

—JingYi, ¿has visto a Golden Peony?

¿A ese loco? No, y espero que no aparezca. Al parecer él y Zidian también están tras este criminal.

Sizhui no fue capaz de evitar chasquear la lengua, haciendo reír a JingYi desde el otro lado de la línea.

¿Tanto te desagrada Golden Peony?

Su mirada fue a sus manos. Aunque los guantes cubrían a la perfección sus muñecas, cuando estaba en sus ropas de civil le era difícil esconder la violencia del antihéroe. Peony realmente amaba encadenarlo, y aunque no lo hacía todos los días, por sus movimientos desesperados y el deseo de Sizhui por tocar el cuerpo del otro, movía sus brazos terminando con feas marcas rojizas alrededor de su muñeca.

—Sí. No sabes cuanto lo odio.—murmuró antes de volver a suspirar.—Seguiré vigilando por aquí, me avisas si hay algun cambio.

Está bien, nos vemos después.

—¿Qué no hablar de otras personas tras sus espaldas está prohibido? ¿O es una regla hipócrita de tu rara familia?

Sizhui volteó encontrándose al protagonista de su conversación. Peony se encontraba con sus brazos cruzados, apoyado contra una de las barandillas de cemento. El héroe maldijo la sorprendente sincronización del antihéroe, por lo menos JingYi había cortado la comunicación antes que este hablara, salvandole de tener que dar incómodas explicaciones.

—Solo de quienes son malvados.—murmuró Sizhui agriamente.—¿Qué haces aquí?

Sabía que Peony iría tras el criminal que la liga de héroes buscaban, este era demasiado peligroso y ya había escapado de prisión dos veces. Por eso no le sorprendió cuando canceló su encuentro al darse una pista del avistamiento del hombre.

—Aw, ¿por qué esa cara? Vine porque extrañaba a mi querido juguete.—El antihéroe se levantó de su lugar, caminando lentamente hasta él.

Sizhui se mantuvo en su lugar sin apartar la mirada, mantenía una expresión indiferente pero cuando el antiheroe eliminó la distancia y sus manos tomaron sus mejillas, el pulso de Sizhui se aceleró y su fachada cayó por un momento.

Peony tenía una fijación con tomarle del rostro, parecía que le encantaba mostrarle quien dominaba ahí. Golden Peony no era más alto que Sizhui, y su contextura era muy delgada pero de esa manera, con sus manos a cada lado de su cara y esos ojos almendrados llenos de una oscuridad desconocida para el joven héroe le hacían intimidarse.

Detestaba que tocara su rostro, porque traía consigo la anticipación.

—Tonterías.—murmuró desviando la mirada.

Quería alejar esas manos de su rostro, pero no podía. Era débil ante Golden Peony, su cuerpo se negaba a hacer algo en contra del antihéroe por más que quisiera.

—¿Acaso no me estabas buscando hace unos momentos? Es una pena que hoy no podamos hacerlo.—A pesar de sus palabras su voz era pícara e insinuante. A Sizhui no le gusto a donde iba eso.—En realidad, sí podríamos hacerlo.

Una de las manos se alejó de su mejilla, bajando lentamente por su cuello hasta su pecho. Sizhui apoyó una mano en la barandilla, aferrándose a esta mientras que se estremecía por el contacto de las yemas sobre su pecho. La tela de su traje de spandex era especial para evitar que fuera quemada por sus poderes, y aunque según los científicos contaba con mil maravillas para llevar a cabo su trabajo sin preocupaciones, esta era delgada.

Casi podía sentir la calidez de los dedos de Peony sobre su propia piel. El antihéroe tocaba siguiendo ese camino bajo el espacio entre sus clavículas, lo hacía de forma lenta como si buscara aquellas líneas rojizas que dejó la noche anterior tras rasgar su peño.

El héroe se había comenzado a dejar llevar, respirando lentamente y entreabriendo sus labios con su mirada fija en aquel dedo junto con la exasperación que este no se moviera más rápido a tocarle.

El perro de Pavlov.

Peony solo necesitaba tocar su rostro para que su cuerpo se volviera más sensible ante Peony, causando que su intimidad reaccionara a los pequeños toques del antihéroe y su mente se llenara de deseos.

Peony estaba condicionando tan bien, que ya no necesitaba estar en la intimidad de aquel oscuro estudio para reaccionar a este.

El sonido de un auto tocando el claxon le sacó de su letargo.

No podía tocar a Peony, por lo que intentó mover su cabeza para liberarse pero el antihéroe fue más rápido. Su mirada se tornó peligrosa mientras apretaba su mandíbula con una sola mano.

—No puedes.

—Claro que podemos.—Con un movimiento Peony se presionó contra su cuerpo, eliminando cualquier distancia entre ambos. Sizhui aguanto un jadeo mientras que nuevamente maldecía.—Mira lo emocionado que ya estas.—murmuró mientras movía su cintura, frotando su pelvis contra aquel bulto entre las piernas del héroe causando que el héroe mordiera su labio inferior para soportar los jadeos. Peony detuvo sus movimientos mas no se apartó.— Pero dado que no estamos en nuestro lindo lugar, solo por hoy haré feliz a mi juguete cumpliendole un deseo. ¿Qué quieres?

Sizhui odiaba a Peony, porque ya no sabía la verdadera razón tras su odio. Podía ser por su filosofía de asesinar gente, o por el tema del chantaje o por...todo lo que causaba en él.

Los toques de Peony quemaban su cuerpo. En solo esas dos semanas el antihéroe le había manejado a su antojo. En su presencia Sizhui no solo se volvía débil sino que su cuerpo reaccionaba con demasiado sensibilidad a sus toques, y constantemente se encontraba fantaseando con el antihéroe. Con esos ojos castaños que le miraban como si fuera una presa, esa boca que todos los días recorría su piel y como su voz sonaba tan vulnerable cuando estaba llegando al clímax.

Sizhui decía odiar ser el juguete sexual de Peony, pero él mismo tenía una fantasía con el antihéroe.

—Quiero que me dejes en paz.—murmuró en voz baja, evitando mirar el rostro del enmascarado.

Peony río, con la mano en su rostro dio caricias en su mejilla, en aquella zona que muchas veces había sido abusada por las uñas de este.

—Dices eso, pero estás tan emocionado. ¿Debería dejarte con esa erección?—Peony hablaba con burla mientras su mano ya se había colado entre ambos, frotando lentamente por la tela de spandex del traje de Sizhui haciendo que este mordiera su labio para evitar jadear.—¿Y si te necesitan? ¿Qué dirá la gente? Ya puedo imaginar los titulares, "Blue Dragon, el héroe al que le excita el peligro, en más de un sentido".

—¿Y qué tiene de diferencia hacerlo aquí? Es riesgoso.—respondió volviendo a mirar al enmascarado.

—La diferencia es que no nos atraparan, y que no tendrás que estar incomoda con esa erección. Nadie creerá que es tu espada.—bromeó continuando con los toques. Lentamente aquella mano se internó entre sus pantalones arrancándole un gemido al azabache por el toque tan directo en su piel. Su pantalón era demasiado ajustado y Peony apenas tenía espacio para moverse pero, su palma se frotaba contra la punta haciendo que sus ropas cada vez fueran más incómodas. —¿Y bien? Tu mejor que nadie sabes que no soy tan amable.

Era cierto. En todo ese tiempo, como era de esperarse Golden Peony había hecho todo lo que había querido, usualmente el antihéroe parecía interesado en darle placer con su boca y dedos, además de mantenerle con los ojos vendados la mayor parte del tiempo. En todo ese tiempo Sizhui no había podido más que ver partes de su cuerpo cuando este no se retiraba la máscara.

—Ese silencio...sabía que querías algo. Que sea algo sencillo, no tenemos mucho para trabajar aquí. ¿Qué quiere mi juguete? ¿Quizás eres un fetichista de pies y no lo sabía?—bromeó.

Con cada palabra su mano se movía más rápido, haciendo a Sizhui gemir y aferrarse de la barandilla de cemento. Al estar volteado era imposible que alguien se diera cuenta de lo que estaba pasando en aquel techo.

—Quiero penetrarte...—Finalmente confesó Sizhui en voz baja.

—¿Qué? No pude escucharte.

El héroe bufo, mirándole a los ojos para decir con seriedad.

—Quiero cogerte.

Otra cosa que Sizhui detestaba era como sólo podía adivinar las emociones del antihéroe por sus ojos. Pudo ver una sombra de sorpresa iluminarlos antes que esta se volviera picara.

Creyó que Peony le diría que estaba bien, considerando que últimamente al antihéroe no solo le gustaba que le penetrara con su lengua sino también con sus dedos. Pero para su sorpresa, Peony sacó su mano haciendo que Sizhui soltara un quejido de dolor ante el repentino impacto de la ajustada tela contra su pene.

Peony se alejó dejándole confundido.

—¿Cogerme? Creí que los Lan no sabían usar ese vocabulario. Creo que decir algo como "lo que hacen la mamá y el papá para tener hijos" o "las abejitas y las florecitas".

—No creas que por chantajearme puedes burlarte de mi.

A pesar de sus palabras sabía que no tenían sentido. Peony adoraba burlarse de él, cada encuentro era seguido por una humillación a Sizhui. El antihéroe nunca dejaba de recordarle como se excitaba por alguien como él.

Peony dejó de reír, mirándole con sus manos tras su espalda.

—Hm que curioso, has cambiado un poco. La verdad no creo que un virgen como tú pueda hacerlo. Aún recuerdo que la primera vez que te hice un oral ya estabas corriendote a los segundos. —El antihéroe se apoyó contra la barandilla del edificio, mirando los autos pasar bajo ellos. El edificio no era muy alto, solo cuatro pisos pero cualquier persona notaría al par de figuras.—Pero ¿sabes?, soy un creyente de dar oportunidades a las personas.

—Matas gente.—le recordó Sizhui.

Peony se encogió entre hombros, apoyando sus brazos en el barandal continuando con su mirada enfocada en la calle.

—Solo primeras oportunidades, los criminales no merecen una segunda y menos las personas que me fallan. Entonces, —Peony inclinó el pecho hacia el frente, mientras movía un poco sus caderas y volteaba a mirarle. Sizhui no necesitaba ver su rostro o sus ojos para saber la coquetería tras estos. — muéstrame cómo me vas a coger pero debes hacerlo entre mis muslos. ¿Entendiste?

Sizhui asintió algo conmocionado, pero no perdió más tiempo acercándose por detrás a Peony, rodeando sus caderas con sus manos y primero frotando su miembro contra su trasero aun cubierto por su traje de combate.

Detestaba lo dependiente había vuelto por el cuerpo del enmascarado, encima de todo que esa propuesta le hiciera feliz era alarmante.

Pero por otro lado estaba emocionado. Era la primera vez que podía sostenerlo entre sus brazos, que él tendría el control.

—Apresurate, si ese tipo aparece también lo harán las cámaras y no creo que tus patrocinadores aprueben que muestren cómo el ,siempre correcto Blue Dragon, sacía sus impulsos con una basura como yo.

Debía ser rápido, no solo para que las personas en la calle no se dieran cuenta de lo que pasaba en esa azotea sino también para terminar antes de tener que ponerse en acción.

Con ese recordatorio en mente, bajó el ajustado pantalón de su traje junto con su ropa interior, suspirando al momento en que su miembro finalmente salió de esa tortuosa prisión de ropa aunque el aire frío de la noche le hizo estremecerse. Sus manos fueron a la túnica amarilla de Peony, alzandolas para bajar aquellas medias blancas ajustadas que cubrían hasta su cintura. A la vista quedó aquel delicado trasero respingón al que muy pocas veces había podido ver, pero que sus dedos y boca conocían muy bien.

Quería hacer tantas cosas. Amasarlo entre sus manos, morder y que hematomas adornaran la nívea piel pero no podía. No debía.

Dio una mirada hacia el frente con nerviosismo, las calles estaban plagadas de gente e incluso en los edificios cercanos tenían sus luces encendidas. Mordió su labio inferior como una forma de contenerse, y comenzó a posicionar su pene entre aquellos gruesos muslos pero el antihéroe le dio una señal para que se detuviera.

—De verdad eres un virgen.—murmuró el antiheroe.—No puedes solo ponerlo ahí. Pon saliva en tu mano, úsala en mis muslos y en tu pene. No quiero que esa zona termine rozada, por algo yo no uso esos ridículos spandex como ustedes.

Abochornado el azabache siguió sus indicaciones, apoyando una mano libre en la cadera de Peony mientras que su mano acariciaba aquella zona. Los muslos de Peony eran muy suaves. Anteriormente había notado que Peony parecía ser bastante superficial aunque no mostrara nada de piel, toda su piel era tan suave y clara. A Sizhui le causaba mayor curiosidad saber cómo era el rostro del antihéroe.

Una vez que estuvo listo posicionó su pene entre sus piernas, con sus manos a los lados de su cintura. Sizhui comenzó lentamente esa fricción, el uso de la saliva había sido una buena idea al hacer que su miembro se moviera con mayor facilidad.

Era distinto a cualquier cosa que hubieran hecho antes. No era penetración, pero la calidez entre las piernas del antihéroe era tan buena que le hizo excitarse aún más.

Entonces Peony apretó sus piernas, y Sizhui soltó un alto gemido que le hizo cubrir su boca con una mano.

—¿Tan pronto te encanta?—preguntó Peony con diversión.

Sizhui mordió su labio inferior comenzando a mover su cadera, decir que le encantaba era poco. La manera en que aquellos muslos tan suaves y grandes le apretaban era exquisito. Lentamente movía su miembro acariciaba los testículos de Peony y parte de su miembro ya alzado.

Fue lento por unos segundos, antes de aumentar el ritmo manteniendo sus manos contra su cuerpo para mantenerlo ahí. Estaba haciendo frio, pero entre las piernas de Peony se sentía una deliciosa sensación de calidez

Cuando aumento el ritmo supo que no era el único. Aunque Peony le molestaba, su cuerpo se había relajado y también movía sus caderas contra él, como si buscara aumentar el ritmo de aquella penetración tan superficial.

Su miembro se resbalaba con facilidad entre las piernas del antihéroe, frotando bajo el miembro de este llenándolo de parte de su saliva y aquel líquido preseminal que su miembro comenzaba a emanar.

Peony soltó un caliente gemido, y Sizhui supo que estaba disfrutándolo tanto como él.

Ambos siguieron moviéndose, aunque Sizhui se detenía cuando notaba que alguien se quedaba demasiado tiempo parado en la calle.

Peony reía, y como castigo apretaba sus piernas con mayor fuerza haciendo que el azabache gimoteara sosteniéndose de su cadera antes de volver a moverse con mayor fuerza. Era peligroso, cualquiera podría verlos pero el mismo hecho que podrían ser descubiertos le hacía sentirse más excitado.

¿Qué pensarían sus compañeros de encontrarlo así con su enemigo?

Ah...sigue mi juguete...lo estas haciendo muy bien.—gemía Peony apoyando su cabeza entre sus brazos mientras que seguía jadeando.

Movido por el elogio Sizhui aumento el ritmo, simulaba rápidas penetraciones mientras que una de sus manos se colaba bajo las ropas amarillas, acariciando la piel de la pelvis del antihéroe. Este por un momento no hizo un comentario más Sizhui le sintió volver a tensarse, solo para relajarse en el momento en acarició su cuerpo con movimientos circulares y su mano bajo para comenzar a masturbarlo.

Ngh...no sabes..cuanto te odio.—gimió continuando con sus movimientos, estos volviéndose más erráticos conforme estaba por correrse.

—Mentiroso.—murmuró el antihéroe entre gemidos más altos. Peligrosamente altos.—Adoras esto...ah...Te encanta darme tanto placer, ser tan buen chico. Ahora mismo, ¿no eres igual que un perro en celo? Rogándome para cogerme y frotandote en mi.—El antihéroe hablaba entre gemidos, con una risa burlona a pesar de estos e incluso alzaba su voz en los jadeos.

Sizhui observó con terror como comenzaba a atraer miradas curiosas. No sabía que pasaba, Peony ahora parecía decidido a que alguien los descubriera cuando hace unos minutos aun modulaba el nivel de sus gemidos.

Sizhui comenzó a sentir miedo por ser descubiertos pero también esa sensación de odio que se disipaba cada que comenzaba a disfrutar del cuerpo ajeno, volvió.

Subió su mano con la intención de hacerse paso bajo su máscara para hacerle callar. Pero el antiheroe previno sus acciones. No solo alejó su mano, sino que solo tuvo que hacer un movimiento con ambas manos para que una descarga eléctrica recorriera el cuerpo de Sizhui.

Peony no solo detuvo al héroe, sino que esa dolorosa electricidad le hizo llegar a su orgasmo manchando los muslos y parte del miembro del antihéroe con su esencia. Había llegado a su orgasmo, pero Sizhui no sintió nada más que el dolor.

Peony se separó sin mirarle, subiendo sus medias y bajando su túnica sin molestarse en limpiar el semen que resbalaba entre sus muslos.

—No te equivoques, Lan Sizhui. Entre nosotros tú eres el juguete, y yo soy quien da las órdenes. No creas que tienes el derecho a tocarme como te plazca solo porque dejé que hicieras esto.

Sizhui aún estaba confundido, respirando agitadamente con su piel hormigueante por la electricidad. Iba a responder, a defenderse pero una voz en su oído le interrumpió.

¡Blue Dragon! ¡Ya apareció y está por la zona del muelle! ¡Ve para allá!

Sizhui miró al antihéroe quien hizo un gesto con su mano.

—Nos vemos allá, mi perrito faldero.

El azabache lentamente se paró, con las piernas temblorosas subió sus pantalones.

Nuevamente estaba esa inquietante sensación de humillación.


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Una disculpa si he tardado en actualizar. Entre las tareas, mi otro fictober y que hubo una tormenta que nos dejó sin electricidad unas horas ha estado complicado.

Espero que les haya gustado, aunque siempre que escribo de este AU siento que debo de purificar mis dedos por las cosas que le dice JL a SZ (◕︿◕✿)

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