Oscuridad, final.

Todos tienen un límite.

Día 8 - Knifeplay, shibari, creampie, spanking, punishment.

──────────

Desde una esquina de la oscura habitación observaba el cuerpo inconsciente sobre la cama. Las túnicas amarillas se encontraban intactas, al igual que la máscara dorada seguía cubriendo el misterioso rostro del antihéroe. Pero había algo distinto. Unas cuerdas medianamente gruesas que rodeaban parte del pecho, ajustando los ropajes de Golden Peony dando una mejor muestra de su silueta. Los brazos de este estaban atados a su espalda, con las manos juntas y fuertes nudos en esa zona para evitar cualquier desastre.

El shock eléctrico que Golden Peony lanzó, desapareció aquella bruma dentro de la cabeza de Sizhui, ayudando a que se diera cuenta de algo importante.

No quería seguir viviendo de esa manera.

El hombre atado comenzó a retorcerse en la cama, en un vano intento de levantarse pero por las ataduras de su cuerpo era imposible. Una expresión de complacencia se hizo presente en su rostro cuando notó como el antihéroe finalmente pareció caer en cuenta de su situación al mover su cabeza, deteniéndose en su dirección.

—¿Sizhui?—murmuró con suave voz llena de desconcierto.

La sonrisa en su rostro se amplió aún más. Lentamente se acercó a la cama para mostrarse ante el enmascarado.

—¿Qué pasa?—preguntó con fingida inocencia.

Ayudó a Peony a quedarse sentado en la cama sobre sus piernas. Hubo un silencio por parte del antihéroe, Sizhui esperó pacientemente. El golpe que le había dado para dejarle inconsciente había sido demasiado fuerte.

—¡Tú! ¿Cómo pudiste atacarme?—Parecía que Peony finalmente recordaba todo lo que había pasado a juzgar por el tono enfurecido de su voz.

Sizhui se mantuvo tranquilo cruzándose de brazos.

—Tu lo hiciste, ¿lo olvidas?

—Pero eso se esperaría de alguien como yo. No de ti que te encanta jugar al niño bueno.

Era cierto que le gustaba ser bueno. Su sueño siempre había sido usar sus poderes para ayudar a las personas y aunque lo consiguió, ¿qué le había traído ese camino de seguir las reglas? Ser chantajeado por una basura como Golden Peony, volviéndolo su juguete sexual.

—Desatame ahora mismo. —ordenó Peony con severidad.—Si lo haces, seré benévolo y te daré una última oportunidad.

En algún otro momento Sizhui habría bajado la mirada mientras cumplía sus órdenes, movido por el miedo de que su secreto saliera a la luz y, teniendo como único escape las oscuras fantasías que plagaban su mente, donde las intimidaciones del antihéroe no tenían efecto en él.

Pero ya no dejaría que le afectara.

—¿Olvidas lo que dijiste cuando me chantajeaste?—No esperó una respuesta, simplemente siguió hablando al momento en que una de sus manos iba a la máscara de Peony.—Dijiste que yo no tenía coraje, y que no contaba con ese instinto de los Wen de destruirlo todo. Adivina qué, —Su pacífica sonrisa cambió, volviéndose maliciosa al tiempo en que sus ojos plomizos se oscurecían. Acercó su rostro al enmascarado, quedando a tan solo unos míseros centímetros de distancia.— gracias a ti desarrolle ese instinto.—Soltó una risa burlona.—Puedes contar a todos mi secreto, ya no me importa nada.

Perder a sus patrocinadores, a todas esas personas que le apoyaban y ser visto como un traidor...

Estaba cansado de todo. ¿Por qué tenía que proteger sus verdaderas raíces? Él no había cometido ninguno de los pecados de los que acusaban a su familia. Si las personas realmente estuvieran agradecidas por todo lo que había hecho en esos años de ardua labor le apoyarían aun sabiendo de dónde venía, y si no entonces Sizhui desperdició valiosos años de su vida.

—Ya no tienes poder sobre mi, Peony.

Retiró la máscara de oro y bajo parte de la capucha, finalmente revelando el rostro de aquel que le había torturado por más de dos semanas.

Bajo aquella máscara había una cara conocida.

Ojos castaños con una oscuridad inquietante, un cabello café que caía por sus hombros con libertad y una sonrisa en unos labios rosados.

—Jin Ling.

Jin Ling, el sobrino de Jin GuangYao. La familia Jin era antigua y adinerada, estos fueron parte de quienes decidieron que los héroes debían ser regulados. Además actualmente eran los principales promotores de aquel concurso.

Sizhui conocía al heredero, casi siempre le había visto de lejos pero en una ocasión JingYi y él fueron encomendados a la tarea de protegerlo tras una amenaza de rapto. En esa ocasión Jin Ling no había hablado, ahora podía imaginarse la razón por la que nunca escuchó su voz.

—¿Sorprendido?—preguntó el antihéroe manteniendo su sonrisa. No parecía afectado por la revelación de su identidad civil.

Claro que estaba sorprendido. Miles de preguntas comenzaron a arremolinarse en la cabeza de Sizhui. ¿Por qué Jin Ling tenía poderes? Jamás les habían notificado eso cuando lo cuidaron. ¿Jin GuangYao estaría metido en algo turbio? ¿Quién era Jin Ling, y cuál era su objetivo?

Eran demasiadas preguntas, que dudaba que en algún momento consiguiera la respuesta a estas.

La sonrisa del castaño cambió a una mueca de presunción, parecía mas que feliz de haber causado una reacción en él.

Chasqueó la lengua, encontrando molesto como Jin Ling no se mostraba preocupado al encontrarse en esa situación. Pero entonces, se dio cuenta de algo: en realidad no le importaba sobre Jin Ling o Golden Peony.

Solo quería algo de él.

—¿Qué pasa? Ahora que conoces mi identidad te volviste tan tímido, ¿acaso no ibas a hacer algo conmigo? Seguramente el saber que tengo más poder que tú te hizo temblar. —Peony rió, era esa risa que a Sizhui enfurecía.—Sabía que habías cambiado un poco, pero aún eres un cobarde, Lan Sizhui. Atándome porque sabes que no puedes contra mi. Ahora sé un buen chico y desatame.

Era cierto, le había atado porque iba a hacer algo con él. Iba a desquitar toda la humillación de esas semanas.

Jin Ling podía ser una persona peligrosa por sus conexiones y por sus poderes. Pero en ese momento no podía utilizar su poder al tener sus manos unidas, y por sus conexiones aunque solo necesitaba una llamada para arruinar su vida como héroe a Sizhui había dejado de preocuparle. En ese momento, él tenía las de ganar.

—Te equivocas Jin Ling. Esta vez tu estas a mi merced,—Le tomó de las mejillas, de la misma manera en que Peony solía hacerlo. Tomaba la suave piel con fuerza, asegurándose de apretar lo suficiente para que su toque fuera doloroso. La comisura de su boca se curvó al notar como la orgullosa risa del castaño desapareció siendo reemplazada por una dolorosa expresión.— y yo voy a destruirte.

Le soltó para poner sus manos en el cintillo de su propio traje. Un sonido metálico resonó en la habitación.

Sostuvo el mango de su espada, acercando la afilada punta a las mejillas del castaño quien la seguía con la mirada.

—¿Te da miedo?—Apoyó el borde en la pálida mejilla, disfrutando de ver el miedo en sus ojos.—Eres muy hermoso, sería una pena dañar un rostro como el tuyo pero solo estaremos iguales si arruino un poco esa carita.—inclinó la espada haciendo un movimiento hacia abajo, realizando un rápido corte superficial en la piel.

Peony soltó una maldición mientras apretaba sus cejas.

Sizhui solo sonrió, disfrutando de ser él quien tenía el control y de ser quien cause daño.

—No te preocupes, ese corte sanará en menos de dos días y no dejará ninguna marca. Sé lo cuidadoso que eres con tu piel.—murmuró recordando cuando se frotó entre sus piernas y Peony mostró su preocupación por su propia piel.

—Lan Sizhui tu...déjame ir ahora mismo.

Sonrió al ver el ceño fruncido de Peony, la oscuridad que siempre había acompañado sus ojos ahora estaba reemplazada por una sombra de miedo y furia.

—Creo que no me has entendido, —bajó la punta de su espada por su cuello, rasgando suavemente la piel dejando un camino de rojizas líneas hasta llegar a su pecho.— entre nosotros quien ahora tiene el mando soy yo.

Con un movimiento preciso cortó parte de la zona superior de su túnica, sus años de entrenamiento le habían servido para poder evitar cortar la cuerda que mantenía amarrado a Peony. Admiró como la pálida piel de su pecho estaba a la vista, y su sonrisa se amplió al notar como sus pezones estaban tan duros, claramente excitado ante la situación a pesar del pánico en su rostro.

—Mirate nada mas. Dices que me detenga pero, ¿no estás emocionado por esto?— Su voz retomó aquel tono burlón.

Se acercó nuevamente a su rostro, sacando su lengua para lamer aquel corte en su mejilla. Jamás creyó que el metálico sabor de la sangre podía ser tan dulce para él, pero la mezcla de esta con el de la piel de Jin Ling hacían una experiencia disfrutable. Bajó su boca, recorriendo aquel pequeño camino de piel rojiza en su cuello dando algunos besos por este.

Jin Ling jadeo bajo su boca.—Es en serio, para.

Su mano subió a aquellos botones, frotandolos con sus yemas y escuchando al antihéroe jadear más fuerte.

—Aún no hemos avanzado tanto pero parece que solo debo tocarte un poco más para que te corras. Siempre te burlabas de mí por ser un virgen, pero ¿no eres tú quien se está portando como uno?

Alejó su boca y sus manos, Jin Ling seguía temblando cuando tomó nuevamente su espada. Dio otro corte, en esta ocasión en la zona inferior pero este fue bastante largo. Las túnicas ahora eran un desastre, algunos pedazos de la tela aún cubrían al antihéroe de la zona de su cintura pero pero los muslos de éste junto con su intimidad habían quedado expuestos tras esas medias blancas que gustaba usar.

—Oh, mira como tu miembro está tan duro. Debe de ser muy incomodo para ti, pero no te preocupes pronto te ayudaré.

Volvió a usar su espada, relamiéndose los labios al terminar de realizar los cortes. Los muslos del antiheroe ahora estaban completamente a la vista.

Blancos como porcelana, con finas gotas carmesí que salían de la carne rota manchando parte de las sabanas y la pureza de las medias mutiladas.

El ver a Peony de esa manera, como su pecho subía y bajaba, su rostro avergonzado y la forma en que su dolorosamente excitado miembro aún era apresado por los últimos trozos de esas medias a la cintura causaron que la excitación de Sizhui aumentara.

Necesitaba con desesperación cogerse a Peony, pero primero tenía que terminar de romper todo su ego y dignidad de la que tanto hacía alarde.

Sus manos primero fueron a esos muslos que hace unos días le habían dado tanto placer, posicionando su cabeza entre estos para lamer la sangre de las heridas. Sus manos no se quedaron quietas, una de estas se posicionó sobre la suave tela comenzando a dar caricias a través de esta al cálido pene de Jin Ling. Se deleitó al escucharle gemir mientras que el castaño seguía intentando ordenarle que parara pero Sizhui lo ignoró.

Bebió la sangre de su piel, lamiendo las heridas como si con su saliva pudiera sanarlas pero una vez que daba su "tratamiento", clavaba sus dientes en estos arrancando gritos de dolor del castaño. Se mantuvo de esa manera por unos minutos hasta que estuvo conforme con su trabajo.

Los muslos estaban completamente lustrosos por su saliva, rojizos por las heridas y lleno de marcas de sus dientes que algunas también habían comenzado a manar sangre.

Su mirada subió al rostro de Peony. Tragando saliva ante la expresión de este.

Jin Ling le miraba con sus labios entreabiertos y sus ojos llenos de lágrimas.

Era una expresión bastante patética. Su rostro estaba congestionado, mejillas rojas al igual que su nariz, unos labios entreabiertos y sus ojos...Esos ojos castaños que más de una vez le habían intimidado, que siempre le miraban con burla, ahora estaban húmedos por las lágrimas que amenazaban con salir.

Ese era el verdadero Golden peony. No era más que un niño llorón cuando no tenía el poder de la situación.

Ver ese rostro lleno de lágrimas le calentó aún más. Curioso que tras todo lo que le había hecho a él, este no pudiera soportar algo así...

Se posicionó tras de él en la cama, empujando para que su rostro quedara contra las sábanas. Terminó de acomodarlo para que estuviera con sus rodillas apoyadas sobre el colchón y con su trasero aún cubierto alzado.

—No...Sizhui por favor...—lloriqueó Jin Ling.

Pero sus lloriqueos no hacían más que excitar a Sizhui. Haría un desastre de ese niño llorón.

—¿Por favor? Eso no es algo que dirías, Peony.

Un corte de su espada y quedo a la vista aquel trasero respingon con el que había fantaseado en tantas ocasiones.

Durante aquella vigilancia no había podido hacer nada, pero ahora él era quien estaba a cargo y no tenía que preocuparse de ser vistos.

Usó su espalda, golpeando el par de suaves bultos con la zona plana de la hoja, apenas causando pequeñas heridas sobre la pálida piel pero la temperatura de ésta junto con el impacto fueron suficientes para que sus oídos fueran bendecidos con otro jadeo llorón.

—Detente...¡Sizhui!

Sonrió dando otro golpe con su espada, formándose pequeñas líneas rojizas sobre la suave piel.

—¿Por qué debería? Si es lo que te mereces, debo castigarte por todo lo que hiciste.

Dio otro golpe escuchando los gemidos de dolor de Peony. Aunque usar su espada para castigarlo era satisfactorio, tenía una fantasía que quería cumplir.

Dejó su espada al lado en la cama, sus manos frotaban la piel del más joven, acariciando la sensible zona rojiza, mirando como las piernas del antihéroe temblaban ante su toque.

Mordió su labio inferior ante aquella vista, sintiendo como su erección crecía ante esa visión.

Entonces alzó una mano, golpeando con fuerza el cachete derecho arrancando un gemido doloroso de Jin Ling.

—Aw cariño, ¿te duele?—Repitió sus movimientos, encontrando bastante seductor la forma en que sonaba su mano cuando se impactaba con la piel contraria.—¿Quién diría que el gran Golden Peony terminaría de esta manera?—Siguió golpeando, cada vez con mayor fuerza deleitándose de la forma en que la piel del antihéroe temblaba ante cada golpe y la rojiza coloración se hacía más intensa.—¿Debería de castigarte por todas las veces que me humillaste? Entonces dudo que tu trasero pueda soportarlo.

—Sizhui por favor...para..—gemía el chico bajo él.

—Pararé cuando digas un nombre para llamarte que me satifaga.

Él había sido humillado siendo comparado con un perro y un juguete. Era el turno de Peony de sufrir todo eso, aunque era tan amable que dejaría que éste eligiera su nuevo nombre.

—Ah..no..eso es vergonzoso.—murmuró el antihéroe con una voz temblorosa. Sizhui le hizo gritar con una nueva nalgada.

—¿Lo es? Y aun así no tenías miramientos para llamarme tu juguete. Yo puedo seguir con esto, y si logras soportarlo entonces seré más que feliz dejarte sin poder siquiera recostarte boca arriba por el dolor.

Después de todo, una de sus fantasías era llenar el cuerpo de Jin Ling con hematomas y marcas causadas por sí mismo.

Escuchó al chico maldecir por lo bajo.

—¿Qué dijiste?

—Ah...mascota.

Dio una nalgada mas fuerte, sonriendo al ver el cuerpo del menor removerse sobre la cama.

—Sé que puedes hacerlo mejor cariño, vuelve a intentar.

Mientras esperaba los golpes eran más suaves, los intercalaba con manoseos por su trasero y como sus dedos lentamente se colaban entre sus nalgas.

—Es...esclavo.

Dio otra nalgada, arrancando un gimeto de Jin Lung.

—No. Te ayudare un poco, ¿por qué no piensas en algo más femenino?

Vio como las manos de Golden Peony temblaban, pero solo frotó sus dedos contra su entrada escuchandole lloriquear.

—Puta...perra...ah...zorra

Sizhui sonrió deteniendo sus nalgadas, el cuerpo de Jin Ling pareció relajarse al no recibir otra así que dio una última lo suficientemente fuerte para dejar una marca en su piel.

—Me gusta la primera. ¿Serás mi pequeña puta?—preguntó bajando el pantalón de su traje, soltando un suspiro placentero al momento en que su miembro se libró de aquella prisión de tela.

Sus manos fueron nuevamente a aquel trasero rojizo. De solo verlo podía saber que la piel ardía, sus manos hormigueaban por los golpes dados, pero el saber que Jin Ling se encontraba tan sensible solo haría las cosas más interesantes.

Abrió sus nalgas, rozando la punta de su pene contra aquel anillo de carne, escuchando al antihéroe volver a gemir pero esta vez de forma placentera.

—Oh mi putita, aún ni lo meto y ya estás tan emocionado. Pero debes estar incómodo por tu pene. Disculpame por no haberme dado cuenta.

Sizhui estaba muy divertido con el cambio de papeles.

Tomó su espada haciendo un corte en la banda elástica de las medias de Jin Ling, esta había sido lo único que había mantenido su miembro apresado. Sonrió al escuchar el aliviado suspiro del castaño.

—Ahora si, te destrozaré desde adentro mi pequeña puta.

Alineó su miembro contra la entrada de Jin Ling, metiéndolo de una sola estocada sin preocuparse en prepararle, gimiendo a la par que el antihéroe.

El interior era tan cálido y estrecho, sentía como Peony estaba tan apretado que era difícil moverse pero le encantaba la sensación.

—Maldición mi putita, se siente tan bien dentro de ti.—elogió ignorando los llantos de Jin Ling.

Se había maravillado con la sensación inicial, así que posicionó sus manos en sus caderas para tomarle de esta ,mientras empezaba a moverse dentro de él.

Estaba desesperado por tomar a Jin Ling de esa manera. Su sueño era cogerle, y ahora que finalmente lo estaba cumpliendo necesitaba terminar dentro de él.

Movió sus caderas con violencia, sin importarle los quejidos y dolorosos gemidos del menor y mucho menos como este le suplicaba que parara. Su interior simplemente era tan bueno, tan seductora la manera en que le succionaba para que se quedara dentro.

Sizhui gimió, sacando y metiendo su pene hasta que este llegaba al fondo del antihéroe. El interior de Jin Ling se había humedecido gracias a parte de su líquido preseminal, retomó un poco de su propia compostura solo para acomodarse mejor, penetrando pero en búsqueda de aquel punto placentero que volvería aún más débil a su enemigo.

Cuando finalmente lo encontró, ambos gimieron al unísono pero los gemidos del castaño habían cambiado a ser unos de placer. Que estimulara aquel lugar ponía a Jin Ling más apretado por lo que concentró sus estocados en ese punto, mientras que una de sus manos iba a los largos cabellos, jalando de estos escuchando al antihéroe gemir con mayor fuerza.

Sizhui siguió de esa manera hasta que la forma en que Jin Ling se movía, buscando estimulación en su miembro le hizo notar como el antihéroe había manchado las sábanas con su presemen y estaba por llegar a su orgasmo.

Soltó su cabello sin detener sus embestidas, acariciando su miembro antes de posicionar su dedo en la punta, presionando para evitar que este se corriera.

—Ah, ¿olvidas que hiciste eso conmigo?—preguntó mientras movía sus caderas con más fuerza, torturando la próstata de Jin Ling con cada estocada.

Jin Ling parecía intentar quejarse, pero en ese momento se había vuelto un desastre. Sus palabras se combinaban con sus jadeos, haciendo que fueran inentendibles.

Sizhui mantuvo las fuertes y erráticas penetraciones hasta llegar a lo más profundo del antihéroe. Derramó su semilla en su interior, finalmente cumpliendo su fantasía de cogerse a Golden Peony.

Pero el haber tenido su orgasmo no le hizo detener sus movimientos. Esa noche tomaría venganza de Golden Peony, pero no solo eso.

Lo volvería suyo.

Lo odiaba pero, amaba ese cuerpo. Se encargaría de que Golden Peony fuera su pequeña puta para siempre.

—No..qgh...detente...lo siento, lo siento.—seguía lloriqueando el menor con una voz agitada y llorosa.

Sizhui podía acostumbrarse a tenerle así de servicial y siendo tan suave.

—¿Por qué me detendría? Mi putita hace sonidos tan adorables, pero dejaré que te corras cuando digas que eres mío.—condicionó frotando con sus dedos la extensión de su miembro, sin dejar de mover sus caderas contra Jin Ling.

—Ahhh Sizhui...soy tuyo ahhh por favor.

Eso fue rápido. Pensó, pero no se quejaba. Aún había bastantes cosas por hacer y solo por ese momento sería bueno, dejando que Peony se corriera.

Retiró su mano, escuchando a Jin Ling soltar un gemido antes de manchar las sábanas oscuras con su esencia.

Sizhui salió de su interior, sonriendo al ver como parte de su semen caía por sus muslos mezclados con algo de sangre.

—Tenía mucho tiempo frustrado. ¿Te gustó?—preguntó aunque era retórica, no importaba realmente si le había gustado a Jin Ling.

Una dolorosa sensación recorrió su cuerpo. Era una sensación vagamente familiar, porque en esta ocasión era mucho más intensa y dolorosa. La electricidad que recorría su cuerpo agresivamente le hizo caer recostado, respirando con pesadez por el dolor e incapaz de moverse pero haciendo su mayor esfuerzo para hablar.

—¿Cómo...?

Pero no terminó su pregunta, mirando como el castaño se levantaba lentamente de la cama con sus piernas aún temblorosas. Peony se acercó a Sizhui con una sonrisa burlona en su rostro húmedo por las lágrimas y manchado de sangre de su mejilla. Se inclinó pero por el choque eléctrico sólo alcanzaba a ver al castaño moverse por el rabillo de su ojos.

Tras unos segundos Peony volvió a estar frente a él, totalmente desamarrado, y sumado a las marcas de las cuerdas sus pálidas muñecas sangraban. Al parecer había cortado de más en algunos lados, pero su rostro no mostraba ninguna expresión de dolor. Seguía con esa sonrisa burlona.

—¿De verdad creíste que no podía usar mis poderes si tenía mis manos juntas? Todos dicen que mi amado juguete es muy listo, pero en realidad eres algo estúpido.

Sizhui parpadeó varias veces sin entender. El punto débil de Peony era sabido por todos los héroes, además no entendía porque no se había liberado antes.

—Pero antes ...

—¿Antes? ¿Te refieres a que haya dejado que me hicieras todo eso? Solo fue por diversión.—explicó con una amplía sonrisa.— El ver cómo mi juguete creía que me había vuelto su puta fue realmente entretenido. Pero me temo que no soy tan dócil. Te lo dije antes, ¿no es así? Yo soy quien tiene el control aquí.

Entonces pasó lo que Sizhui temía.

Esas manos volvieron a tomarle del rostro.

Jin Ling le miraba con una sonrisa maliciosa mientras que toda la seguridad y defensas que había armado al creer haber logrado humillar al antihéroe de esa manera, ahora caían.

La oscuridad se reflejaba en esos ojos castaños con mayor intensidad. Era como si las cosas volvieran al principio.

—No te preocupes, mi juguete. Aunque voy a castigarte, solo necesitas tener tu boquita abierta.

Los pulgares del antihéroe ya estaban en sus labios, repasandolos lentamente antes de internarlos en su boca, obligando a que la abriera. Hilos de saliva caían por sus dedos pero Jin Ling mantenía esa traviesa expresión que tanto molestaba a Sizhui.

Peony aprovechó la posición en que se encontraba Sizhui, para posicionarse sobre él con sus piernas abiertas y su pene nuevamente erecto presionaba los labios del azabache.

Sizhui alzó la mirada para ver el rostro del castaño, la manera en que este sonreía de placer y en parte de burla, internando todo su miembro dentro de él con un solo movimiento.

Su boca adquirió un gusto agridulce por los restos de semen del antihéroe, aunque estaba acostumbrado a darle orales jamás lo habían hecho de esa manera y Jin Ling jamás había comenzado a mover sus caderas tan pronto contra su boca.

Sizhui sentía sus ojos llorosos y evitaba arcadas, por como el miembro se adentraba hasta el fondo, frotándose contra su paladar.

—Ah, ¿te gustó que actuará como tú pequeña puta? Debo decir que verte reaccionar tan excitado a mis lágrimas falsas casi me hace reír pero me contuve muy bien. ¿No crees que debería volverme actor? Aunque...—Sizhui apenas podía escucharle, su boca comenzaba a doler conforme el antihéroe movía más rápido sus caderas.— no sabía que una espada podía excitarme tanto, supongo que tendremos que agregarlo a la lista de cosas que haremos con frecuencia.

Cosas que haremos con frecuencia.

Sizhui le miró alarmado, Jin Ling le miraba con una gran sonrisa en el rostro.

—¿Por qué te haces el dificil? Se que en realidad adoras que te use. Solo aceptalo, Lan Sizhui.—Con cada palabra movía sus caderas más profundo, casi simulando el mismo ritmo que él había usado para penetrarle.—Ya te lo he dicho muchas veces. Eres mi juguete, ¿creíste que iba a dejar que todo terminara tan fácil? Ah...

Dijo lo último corriendose en su boca pero sin retirar su miembro, obligando a Sizhui a tragar con sus ojos llorosos.

Peony retiró su miembro, para bajar quedando sentado sobre su regazo y tomar nuevamente su rostro entre sus manos. Le acariciaba con dulzura, mientras sus dedos limpiaban los rastros de semen.

—Naciste para ser usado por mi. Y eso te encanta.

Sizhui no podía negarlo más.

Peony le beso con hambre, mordiendo sus labios con fuerza hasta que estos sangraron y dominando su boca con un beso húmedo.

──────────

Es un final feliz o un final triste? Es un final y basta. Jajaja no pregunten sobre la historia de JL, estamos aquí por lo hot 😈
SZ tuvo su pequeño momento como dark!Sz pero pueees...nadie le puede ganar a JL (*ꈍ꒳ꈍ*)

Espero les haya gustado! Muchas gracias por todo su apoyo con este AU que si estuvo muy fuera de mi zona de comfort, lo cual es bueno que me sirve para tener algo de experiencia. Además si les terminé tomando cariño a estos bbs 💖

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top