Jojos: DioJona

Dio se arrepentía de haberle dado alcohol y un par de ideas a su hermano, tenía la mano bastante dura para esos azotes, y el collar que amarraba su cuello junto con sus muñecas no ayudaba

El látigo rebotaba en su trasero con fuerza, sus gritos se escapaban y a su hermano el buenecito no perdía inmutarle, y lo poco que podía ver cuando trataba de voltearse era su miembro, su grueso miembro a punto de salir de su pantalón

-M-Maldita sea!! Ah! Para!!

-Lenguaje!

Dijo en un tono monótono antes de golpearle el trasero de nuevo con fuerza, ésta vez acabó por sacarle lágrimas, ese golpe había sido más fuerte que los anteriores, y Jojo lo notó

-Oh...

La marca que el látigo dejó no solo enrojeció su trasero, sinó que lo hizo sangrar y encojerce, empuñando fuertemente las manos aún amarradas por ese collarcito, haber llegado a ese punto hizo a Jojo soltar el látigo, cosa que a Dio le dió algo de alivio

Hasta que escuchó el inconfundible sonido de un cierre bajándose, y sintió las manos en los costados de su piel

-Conste... que practicar ésto fue tu idea~

Dio simplemente se tragó sus palabras, al mismo tiempo que relajaba su trasero para su hermano adoptivo, ya que el tamaño que tenía no era pequeño, y deseaba que le quitara ese maldito collar para tocarlo

Para la próxima el amarrado será Jonathan