2. Shibari - IsaRin

Ruégame

Alguna vez por ahí, cree que alguna conversación femenina mientras subía en el autobús, no, no era chismoso, simplemente escucho por casualidad, una de ellas menciono que de vez en cuando variaba con su pareja, no solo posiciones, si no algunos curiosos fetiches y demás, alegando que eso fue lo que hizo que su matrimonio fuera un rotundo éxito.

E Isagi, queriendo ver si era cierto y también porque no estaba dispuesto a algún día tener que darle el divorcio a su hermoso Rin por ser ''aburrido'', decidió comenzar a investigar... uff vaya mundo que descubrió y más cuando Chigiri se enteró de su investigación, decidiendo compartir su experiencia con Otoya.

Nunca más volvió a ver a su amigo de la misma manera, pero, también le dio varios tips interesante, así que... ¿Qué más da?

En sus manos recibió el curioso regalo que le ofreció Chigiri en una de sus tantas reuniones de amigos, cuando lo abrió, encontró esas curiosas sogas y su rostro se coloreo al saber que era eso, miró a su amigo algo conflictuado, causando que este se riera por su supuesta falta de perversión.

-- No quiero ni imaginarme que tanto haces con Otoya por las noches -- le dijo algo preocupado por su paz mental.

-- ¿Quieres saber? Acércate que te cuento.

Corrió lo más rápido que pudo al sentido contrario ese día.

Ahora estaba pensando cómo usarlo... cuando... bah, ¿A quién engaña? Quiere probarlas lo antes posible con Rin ya que sabe cuándo él necesita tiempo juntos bajo las sabanas.

Y ese tiempo, ¡Es ahora!

-- ¿Qué es esa estúpida sonrisa? ¡Quítala!

Rin no supo que en ese momento acababa de despertar el verdadero monstruo que significaba Isagi Yoichi.

-- Espera... ¿Para qué es esa cuerda?

Hasta hace unos momentos, Rin había llegado de un arduo entrenamiento, maldiciendo entre dientes a Shidou ya que, por su culpa, tuvieron una pelea, lo que genero un regaño que solo empeoro su humor.

Pero ahora... ¡¿Qué mierda hacia amarrado en una posición tan vergonzosa mientras su pareja casi babeaba como perro hambriento?

-- ¡Oe! ¡¿Qué mierda es esto Isagi?! ¡Desátame!

Cuando se recuperó de la primera impresión, el peliazul se limpió la baba, sonriendo un poco en modo de disculpa ha Rin quien, a pesar de verse molesto, tenía un sonrojo en las mejillas, esto producto a que cuando se movió algunas cuerdas apretaron algunas de sus áreas sensibles.

Miro con atención como la soga escarlata retrataba las hermosas curvas de su pareja, era la combinación perfecta con su piel pálida.

Rin observo como el chico se acercaba, creyó por un momento que era para desatarlo de la cama, pero cuando vio que esa mano traviesa iba hacia sus muslos, solo pudo soltar una maldición en voz baja, mientras un cosquilleo llegaba debido al contacto frio.

Es tan erótico, pensó Yoichi encantado con la vista.

Se acercó al cuello del más alto, comenzando a dejar pequeños besos y chupetones, mientras que sus manos comenzaban a recorrer el cuerpo atrapado bajo las cuerdas.

-- M-Mhmmm~...

Fue extraño, el maldito no se atrevió a mirarlo a los ojos, ni siquiera a besarlo por más que le estuviera murmurando que lo hiciera, como si lo único que tuviera Isagi en la cabeza fuera marcas su cuerpo, cuando intentaba poner resistencia, las cuerdas lo apretaban, generando espasmos involuntarios.

Mientras tanto, Yoichi saboreaba el blanco cuerpo de Rin, lamiendo y marcando con sus dientes la piel inmaculada mientras sus manos tantean los muslos ajenos, apretando tal vez un poco demás, dejando las marcas de dedos en la piel casi como un moretón.

-- I-Isagi... t-tu...

Su lengua ya se encontraba fuera y su pene estaba goteando por el placer que sentía, pero era tan sofocante no poder moverse, cuanto deseaba cabalgar la polla de Yoichi como en otras ocasiones, pero por mas suplicas que hacía.

-- Todavía no, Rin -- murmuro demasiado enfocado en su obra maestra.

Cuando alejo la vista, vio como diferentes lugares de la piel de Rin estaban llenas de marcas de dientes, chupetones e incluso por la fuerza de las cuerdas, aunque lo que se llevó el show fue ese lindo pene goteando.

No lo niega, una sonrisa arrogante se forma en su rostro, pensando que ya era suficiente, toma a su chico de la cadera, hasta acercarlo a él, se agacha hasta estar frente a frente a ese bonito miembro goteando.

Juro mirar estrellas mientras soltaba un alto y vergonzoso gemido, que casi sonó mas a un chillido que salió de sus labios cuando sintió la cálida boca de Yoichi envolver su pene desatendido.

-- A-ahhhh~! ¡I-Isa...!

Apenas podía ver por las lágrimas, pero sus manos seguían intentando moverse, doliéndole las ataduras en el proceso, era frustrante el hecho de no poder tomar el pelo del contrario y marcar el ritmo de aquella mamada... ¿A quién engaña? Desde el inicio quería sentir la boca contraria junto a la suya, pero el maldito seguía sin verle a la cara.

-- Ghhh...

Su límite llego poco después, todo dentro de la boca de Isagi quien trago el esperma sin problema, incluso parecía que lo disfrutaba, ya que se relamio los labios con victoria en sus ojos.

-- Wow... jaja, ¿Cuándo fue la última vez que te habías corrido tanto?

La respiración era entrecortada, su lengua goteaba saliva y sus ojos estaban cerrados, pero había un camino de lágrimas por el placer recibido.

Sintió como pequeños besos comenzaron a ser dejados en su rostro, pero no lo besaba...

-- T-Tú... ba-bastardo...

Escucho el tarareo ajeno en su oído, causando un pequeño escalofrió.

-- Besa... me... idiota...

Lo dijo al fin, justo al momento en que Yoichi termino de agradecer en su cabeza a Chigiri por la brillante idea de probar esa soga.

Rin sintió como sus lágrimas eran limpiadas, dejándolo ver mejor, teniendo el rostro de Yoichi cara a cara.

Quería decirle muchas cosas, entre ellas, bueno, la mayoría, insultos y maldiciones hacia el bastardo que lo tenía amarrado como un perro.

-- Eres tan lindo sonrojado, Rin.

Finalmente, sus bocas se juntaron mientras ambas lenguas comenzaban a bailar entre sí, Rin estuvo por morderlo cuando un gemido suyo se ahogó en el momento cuando sintió como era penetrado sin piedad por el idiota.

Yoichi sabe que hizo mal en no preparar el agujero de Rin, pero ya no aguantaba no sentir ese apretó y caliente orificio envolviendo todo su falo, era la mejor sensación luego del beso.

Hubo un constante chapoteo, junto a varios gemidos ahogados y algunos que llegaron a escucharse más fuerte en aquella casa.

Al final, cuando Rin fue llenado hasta el punto de gotear semen de su agujero, es que las cuerdas fueron desamarradas.

Y las horribles marcas en sus muñecas eran una prueba de lo mucho que hubiera deseaba aferrarse al chico para continuar.

-- La próxima yo estaré arriba -- amenazo dándole una mirada de muerte desde la cama ya que le dolía la espalda como para golpearlo.

Isagi acepto su destino con agrado, había sido la mejor noche de su vida.

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