¿Porqué no me sorprende que mi exnovio haya traído a una pelinegra
alta con cara de muñeca y cuerpo de sirena?, porque era lo esperado.
De todas formas ya él no me importa. Lo nuestro quedó como noviazgo escolar.

—Buenas noches, reina Laia.

Estoy tan centrada en su acompañante que no noto que se acerca a mí.

—Buenas noches, señor Frank.

La familia de Frank no vive en el reino Hill, por eso era muy lejano a su primo cuando llegaban las vacaciones. Por eso atrajo tanto mi atención cuando íbamos a la escuela real. Sus costumbres y cultura eran muy diferentes, variadas y liberales.

—Sabe, me impresiona su capacidad de ser tan discreta con inesperadas noticias.

Frunzo el ceño por su extraña confesión y cojo una copa de cidra cuando pasa un sirviente.
Mi garganta lo traga de un golpe.

—¿De qué hablas?

Se pone en frente de mí y me escanea como en mil años pensé haberlo visto.
Con mala cara.

—¿De qué hablo?.

Y como si tuviera dos cuerpos en uno sonríe.

—Hablo de que no pensé que podrías enamorarte de dos personas de la misma familia.

—¿Perdón?.

—Y sigues haciéndote la cínica. ¿Acaso no pudiste contarme que te ibas a casar con mi primo?.

Ah , es eso.
Encurvo mis labios al notar sus celos.

—A tí no tenía que contarte nada.
Más nunca me hables así. Voy a ver a mi prometido. Permiso.

Con la boca abierta se aparta de mí y yo sigo el camino hacia el jardín del palacio.
¿Qué se piensa él?, ¿que iba a caer a sus pies rendida y que iba a dejar que me rebajara por hacer algo que no le gusta?.En sus sueños vuelvo a ser la misma chica obediente e inocente de la escuela.
Además, me contuve bastante ante el aspecto que traía. Su cuerpo confeccionaba un traje veraniego y su cabello poseía un peinado hacia atrás tan exclusivo que hacía que sus atrapantes ojos esmeralda derritieran a cualquiera.
Pero ya dije, conmigo no se juega tan fácilmente. Es que ni sabe la verdadera razón por la que Andrew y yo estamos fingiendo una relación para que hable tan mal de mí.

Cuando ayer llegué a Campbell Albert me reprendió porque ya pensaba que me habían secuestrado y tenía preparado a todo el escuadrón de caballeros para ir a buscarme.
Lo tranquilicé y después mantuve una extensa charla con él sobre las reglas de la realeza, después de contar que me pasé el día en Hill .
Eso sí, me pasé todo la mañana y tarde de hoy arreglándome. Aunque fuera un matrimonio falso no iba a aparecerme fea y menos si la novia de Frank era todo un bombón.
Elegí un vestido azul oscuro que dejaba al descubierto mis hombros, con un maquillaje más abundante que el de ayer, con más retoques de bronceado y colorete. Mi pelo estaba sujeto en un moño y en los mechones traía perlitas bien pequeñas .
Así dejo una perfecta vista de mi rostro.

—¿Qué hace aquí tan solita, su majestad?

Me sobresalto al notar a un hombre detrás de mí.

—Ah, señor Donovan, es usted.

Llevo mi mano al pecho por el alivio que me causa que fuera él.
No quería reencontrarme con Frank después de haberle echado en cara que su primo era mi prometido.

Dejo un espacio para que se siente al lado mío.

—No hacía nada. Solo salía a respirar aire fresco .

Prende un puro a mi lado .

—Perdón por el humo. Interrumpí tu privacidad.

Sonrío.

—No importa, señor.Ya yo me marchaba.

—Espere un momento, joven.—la palma de su mano hace una señal de pare.

Asiento, vuelvo a su lado y me dice:

—¿Ya sabes porqué estás aquí, cierto—pregunta.

—Claro, señor—respondo.

En ese momento se gira para coger mi mano y confesar que...

—Entonces necesito que todo sea perfecto para que no haya problemas, hija.

Hasta ahí llega mi buen carácter y
me centro en el paisaje de las flores para no ver su cara.

—¿Porqué había de haber problemas?

Aquí es cuando tengo que contenerme y portarme como una sumisa.
De todas maneras hecha todo el humo de su puro en mi cara y me hace prestarle atención al toser.

—Porque si algo sale mal mi hijo perdería todo lo que yo solo he logrado. Una vida de lujos.

Aterrada por lo que dice me paro y decido irme del lugar que pensé que iba a brindarme calma. Me brindó terror.

—¿No me dirá nada?

—No. Solo me he puesto a pensar que tantos años viéndolo como familia han sido por gusto. Usted es una mala persona y más si le quiere quitar todo a su hijo, a su única descendencia y por lo que más debería vivir .

Encoje los hombros.

—¿Quién dice que no lo quiero?

Ahí me dí cuenta de que tiene una doble cara, de padre bueno frente a su hijo y de un malvado hombre frente a mí.

—El karma pagará todo lo que hace, señor. Hasta luego.

Dios.

Ya tuve dos situaciones incómodas y el día no parece terminar con tantos malos momentos.
Esto concluirá apenas empiece el plan con Andrew. La maldad en este reino se acabaría más rápido si sacáramos a su padre de la realeza.
Pero mi mejor amigo no lo entendería.
Y separarlos sería muy difícil .
¿Que digo?.Sería el comienzo de otra guerra.

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