Frank

Cuando suceda eso ya va a estar con un bebé mío en su vientre.

¡Maldito!

Cuando vea a ese moreno de nuevo lo voy a coger del cuello y lo estrangularé. ¿¡Cómo se atreve a decirme esas cosas en cara?! .
A ese le tengo contada las horas que le queda vivo.

-Señor, vamos a cerrar el local. Le serviré un último trago y después tiene que marcharse a su casa.

Inseguro de mi equilibrio me paro y pago lo que me había tomado.

-Tran...tranquiloo...amig..gho...ya me voy.

Camino hacia la salida sujetándome de la pared .
Por más que intente quitarme el nublado de mi vista las luces de las farolas y el trillo que se dirige al palacio dificulta mi caminar.

Mis ojos se aguan cuando recuerdo el rostro de Laia. Parecía una campesina con el delantal encima de su vestido.
Y con eso no quiero decir que se veía fea. Al contrario, se veía como una diosa y su cuerpo parecía el de una mujer adulta. Sus caderas tenían más curvas y el escote del vestido mostraba que sus pechos se habían desarrollado .

Saber que otro hombre está disfrutando de su cuerpo me pone mal.

Aunque más mal me pone el vómito que sube por mi garganta .
El asco de estar botando todos los tragos hace que me tire al piso y ensucie mi pantalón con el asqueroso líquido.
Me limpio los restos de mi boca con la camisa y por un momento me da ganas de quedarme ahí hasta que salga el sol. Pero no, mi padre dejaría las casas de los pueblerinos abajo y que me busquen como un niño perdido es lo último que quiero que hagan.

Inhalo y exhalo repetidamente para no volver a expulsar nada más por mi boca.

Me sujeto de una de las farolas que tengo al lado y me paro . Sacudo el polvo que queda en mi ropa y sigo caminando hacia mi hogar.

Con todas mis fuerzas abro el portón y me adentro a la entrada del palacio.
Todos están dormidos, así que aunque me tropiece mil veces por la escalera nadie se da cuenta.
Entro a mi dormitorio y me sorprendo al ver a Laia encima de mi cama .

-¿En serio, Frank?. Otra vez llegas por la madrugada y.... borracho, no te entien...

Me abalanzo hacia su cuerpo hasta dejarla acostada, acorralada por mi cuerpo.Su pelo rubio está enrredado entre mis dedos. La mantengo presa . Llevo mi mano a su cintura y cuando noto que se acerca a mis labios beso su boca.
No dejo que respire. Devoro su cuerpo
La necesitaba tanto.
Tanto que ...

-Grrrr...

-Ah... que bien. Cuando pienso que mi marido va a complacer mis deseos se duerme. Gracias Donovan, te deseo dulces sueños.

***

Otra vez me despierto al oír la puerta de mi cuarto cerrarse y a las CUATRO de la mañana. Tengo que hablar con Bea después sobre lo de la Laia. No puede escaparse de mí. Me tiene que contar porqué le están mintiendo.

Me levanto de mi cama con el insoportable dolor de la resaca .
Tomo un poco de agua que tenía en la mesita de noche y se me alivia la recequez que cargaba mi garganta.
Me asomo a la ventana y me doy cuenta que todavía es de noche.
Me fijo que hay una lucecita en el jardín . Hay dos personas paradas frente a los columpios.
No me sorprende que sean Theo y Bea. Sí tengo la curiosidad de saber que estarán planeando esta vez.

Pensando en que tengo una reunión a las siete me vuelvo acostar .

***

-Buenos días a todos. Hoy le damos la bienvenida a Paul Donovan en la Junta de Leyes . Brindémosle una reverencia a nuestro nuevo presidente y a su hijo.

Todos se inclinan ante nosotros y agacho mi cabeza como muestra de respeto .

-Estamos agradecidos con ustedes por dejarnos entrar en esta maravillosa organización.-dice Paul sonriendo.

Todos nos sentamos en nuestros puestos y comienzan las declaraciones de los acuerdos para el mejoramiento de las poblaciones.

-Con el permiso del presidente, me gustaría empezar.-dice el Rey de Wyatt .

Paul alza su mano .

-Tiene mi permiso, Fred.

Este se inclina hacia delante y pone sus manos al frente de la mesa.

-Necesitamos médicos en Wyatt.-se arrasca la frente-Si se informaron por el periódico "Vida por los Reinos" el 80% de las personas en mi pueblo están enfermándose por un virus que hasta ahora nuestros curanderos no le han encontrado una solución.

-¿Y porqué no tienen médicos?-pregunta Paul y el hombre se encoge en su silla.

Mira por un momento hacia el techo y después devuelve su vista hacia nosotros.

-No tenemos salario para estos .

Paul apunta lo que dice en su agenda.
Cuando termina lo mira con una sonrisa.

-Entonces es problema de usted, señor Fred. Sin economía no hay salud efectiva.

-No, señor Paul...-interrumpe-...recuerde que yo llegué a poseer Wyatt hace un año destruido al igual que como está ahora Campbell.-trago saliva-Nuestra economía fue empleada en la construcción de mi pueblo, lo que al no saberse que esta enfermedad llegaría nos cogió desprevenidos con respecto al dinero de los médicos.

Paul acomoda sus codos por encima de la mesa.

-¿Quiere decir que todavía su pueblo no se ha recuperado de la guerra con Venia?

Fred niega y él apunta ese dato.

-No quiero decir que no les iba a pagar, yo quise acordar con los médicos un trato donde le aportaríamos una vivienda y comida, pero parece que era poco para ellos.

Fred agacha su cabeza .

-¡Claro que era poco para ellos!.-Paul alza su voz-Haber Fred, son personas que día a día ponen en riesgo su vida para sanar a la personas, es obvio que no les guste su trato.

-Pero...

-¿Votos a favor de la propuesta del Rey de Wyatt?.

Fred y yo alzamos nuestras mano.
Mi padre y Jhon están en contra de su propuesta .

-Hagamos algo-dice Paul.

Fred y Jhon asienten.

-Te daré cincuenta médicos y me los devolverás dentro de un mes.

-¿No puede darme treinta fijos?

Paul niega .

-No puedo, Fred. Ahora mismo mi palacio está lleno de personas de Campbell que necesitan un grupo de médicos para poder desinfectarlos de cualquier enfermedad y dejarlos libres como nuevos integrantes de la ciudad. ¿Acepta mi propuesta?.¿Si o no?.

Mentiroso. Lo que menos le importa es la salud de sus prisioneros.

-Si, presidente.

La cara de Fred no parece estar feliz con la oferta de Paul.
Él sabe al igual que yo que ese acuerdo no va a funcionar. A una enfermedad no se le puede encontrar la cura en un mes .

-Acuerdo #10 aceptado en el Artículo de los Reinos. Se enviarán médicos hacia Wyatt por ofrecimiento de Hill y estos regresarán un mes después .

Después de hablar sobre las habilidades de los doctores que Paul prestará, Jhon plantea la rebaja de los alimentos en los mercados de Ray y ahí nadie levanta la mano.

-¿Porqué no me pueden apoyar, en qué les molesta mi acuerdo?.

Giro mi cabeza hacia el Rey de Ray y le digo:

-Es que no podemos rebajar nada mientras los agricultores estén ganando el fruto por estos puntos de venta. ¿Acaso usted trabaja bajo el sol todo el día? . ¿Sabe lo que es tener que labrar canteras inmensas de vegetales?. No, no lo sabe, ni yo tampoco . Como nadie de esta mesa sabe lo que es pasar un trabajo de verdad mejor planteamos algo que sirva para mejorar, no para empeorar la vida de otros. Si me disculpan, necesito ir al baño.

Me retiro de la mesa sin recibir ninguna reclamación y por primera vez me siento orgulloso de haber tenido una educación tan prestigiosa como para saber defender a la clase baja en estas reuniones.

Enjuago mi cara .Al estar fría se me quita el sueño que tenía por haberme acostado tarde.
En el reflejo del espejo se marcan las ojeras bajo mis ojos .
Mi cara es un desastre.

Regreso al salón y encuentro a los reyes hablando sobre lo que hicieron en el mes respecto a festivales, concursos y competencias de deportes.
La mayoría del tiempo ignoro lo que dicen y me como los dulces que hay en el centro de la mesa .
Paul pellizca mi hombro al ver que he dejado medio plato vacío . Me pongo derecho y bebo un poco de agua de la copa. Está comprobado: Odio a las reuniones y todo lo que tenga que ver con los Reyes.

-Quiero invadir a Venia con el apoyo de la Junta de Leyes.

Plantea Paul y me quedo callado para no buscarme problemas.

-¡¿Una invasión?!-pregunta Fred.

Paul se toca el puente de la nariz y responde:

-Si. Una que con la ayuda de quinientos soldados por cada reino se podrá triunfar.

Nos desconcierta a todos su propuesta.
Jhon alza su mano.

-Mi voto está a favor de su acuerdo Rey de Hill.

Yo miro aterrorizado a Jhon porque me impacta que le siga el juego a ese ser inhumano . ¡Están jugando con la vida de personas inocentes!

-Gracias, Rey de Ray.

Paul asiente a su dirección .

-Yo voto en contra.-dice Fred-La guerra será un atraso en medio de tantos problemas que faltan por resolver.

Por fin, alguien que me entiende.

-¿Y tú, Frank? .¿Votas a favor o en contra?

Eso sí que no . Luchar contra la mirada de mi padre es muy díficil.
¿Qué hago?. Si respondo que estoy a favor posiblemente no me crea y si digo que estoy en contra me encerrará toda la semana en mi cuarto y no podré sacar a Laia de las garras de Theo.
Obviamente voto por la primera.

La sonrisa de mi padre se agranda al oírme.

-Acuerdo #11 aceptado en el Artículo de Leyes. Se llevará a cabo la invasión hacia Venia por los reinos de Hill, Ray y Wyatt. Me ha dado mucho gusto hacer tratos con ustedes, caballeros.
Tengan muy buenas tardes.

Joder, se cree el puto dios este hombre.

***

Tocar el piano es mi vía de escape después de haber tenido un momento tan...abrumador.
Las notas de la obra Fur Elise de Beethoven me llevan a otro lugar.
Los giros escalísticos me hacen recordar la carta de Laia.

Me acuerdo de las escapadas que nos dábamos de las clases para ir a besarnos sin que nos vieran, cuando
compartíamos comida frente a todos los estudiantes, cuando todos salían del comedor nos quedábamos imaginando una melodía y bailábamos un vals donde nuestros pies danzaban como si fuéramos una sola persona .
Si, aquellos tiempos eran inolvidables.
Los trinos y saltos en las notas me hacen recordar el día que nos separamos.
Fue algo imprevisto, la llama de nuestra relación se fue apagando y como vi tanto desinterés en ella en arreglar lo nuestros rompí con mucha tristeza nuestro lazo de amor.
Los arpegios me transportan al presente, haciéndome recordar que la sigo amando y que haré todo para que vuelva a enamorarse de mí .

-Amore mioo.

La pelinegra entra al salón de música y me doy cuenta que es el momento indicado de ponerle cara a nuestros problemas.

-Bea, necesitamos hablar.

Me paro del sillón .

- Lo que tú quieras, cielo.-deposita un beso en mi mejilla.

Me aparto de ella.

-Voy al grano. ¿Porqué tú y Theo le están mintiendo a Laia?.

El rostro de Bea se desfigura, pero no muestra ninguna gota de sorpresa .
Seguro que el moreno le reveló mi descubrimiento en el jardín.

-Ah. Vamos a hablar de la mocosa esa .-susurra para ella misma.

-Si, de esa misma-le respondo cortante con la cabeza inclinada a un lado.

Abre los ojos.

-Pensé que no me habías escuchado.

Me acerco.

-Y yo pensé que tú habías cambiado.

Ella sonríe.

-¿Cambiar?.Para nada.-alza su mirada enfrentando la mía y pone sus manos en las caderas.-¿Y qué me dices de tí?-apunta mi pecho y bajo mi vista hacia donde coloca su mano-¿Has dejado de amar a Laia?. Por lo que me ha contado Theo me he dado cuenta que no y maldita sea...-sale una lágrima de su ojos-...yo he intentado...intentado...e intentado romper ese vínculo que tienen ustedes dos pero no puedo.¡Aquí la peor víctima soy yo que voy detrás de tí sin que tú sientas nada por mí!.

Tiene razón, quizás yo sea peor que Theo, la estoy lastimando y nunca pensé en lo que podía sentir ella con con toda mi ignorancia hacia sus muestras de cariño.
También soy un cabrón, pero nada de eso tiene que ver con nuestra conversación.

-Lo siento. Siempre has sido mi amiga y no te puedo ver como a la mujer que en realidad amo, pero aún así te quiero, Bea.-los sollozos se escapan de sus labios y yo la abrazo-¿Porqué Laia piensa que se llama Margot y que es...esposa de Theo?.

Se pasa la mano por la nariz y me responde:

-Todo eso lo inventó Theo. Yo solo quería que la alejara de tí.-se aparta de mi cuerpo-Él dice que si tú la recuperas tu padre la encerrará en el calabozo al igual que todos los que habitaban Campbell.

Joder, no había pensado en eso.

-Sigo si comprender porqué se aprovecha de su amnesia.Le hubiera contado quién era y ella sola se hubiera ocultado sin inventar un matrimonio.

-Ay, Frank. Nunca te había hallado tan bruto.-golpea mi hombro-El apellido de Laia tenía que ser cambiado, sino las personas se darían cuenta que formó parte de la realeza.

Frunzo el ceño.

-¿Aún así no entiendo porqué le mienten?.

Bea hace un sonido con la boca.

-Tú conoces a Laia, es una guerrera.
Haría todo por volver a levantar su reino...pero te ama...y mierda Frank, ¿No acabas de entender?

Niego rotundamente.

-Se va a repetir la misma historia de Andrew, pero esta vez con ella. Laia morirá.

Ahhhhhhh.

-Creo que comprendo un poco el motivo, crreo....-estrujo mi pelo.

Bea me empuja.

-¡No puedes enamorarte de Laia y punto!.

La guitarra que estaba pegada a la puerta se cae y el sonido de unos zapatos corriendo por el pasillo me alertan de que alguien nos escuchó.

-Creo que he arruinado el plan de Theo . Alguien escuchó nuestra conversación.