"Solo quería hablar contigo, no...?" se ruborizó. "O acaso no... no puedo hablar con mi pareja cuando me apetezca...?"
Tsukasa rió, una risa cantarina que hizo que el corazón de Rui saltara, sobresaltado.

"Por supuesto que puedes. Y sobre qué quieres hacerlo...?"
Ahora, la cara de Rui dejó de reflejar su alegría inicial, y en cambió se volvió seria y pétrea.

"Quiero... Más bien, necesito que quedemos... y ya sabes donde, no...? No, Tsukasa...?" murmuró, repentinamente avergonzado.

Hubo varios segundos de silencio incómodo, en los que se miraron el uno al otro, tratando de adivinar qué pensaba, y el porqué de la súbita tensión que había aparecido, como una pared entre ambos. Tsukasa trató de tumbarla al suelo.

"Te refieres a... Salzberg...?" preguntó, entre confundido, asustado y, mayoritariamente nervioso. Rui asintió. "Y porqué...? Ha pasado algo, necesitas que haga algo...? O decírmelo...? Si es eso, porqué no me lo dices ahora... o porq-"
"Calma, Tsukasa." ordenó Rui. Una sonrisa enigmática apareció en su rostro, como tratando de confundir aún más a Tsukasa. "Debemos quedar esta noche. Podrías excusarte con que debes hacer una visita al extranjero por una reunión con nosequién, igual para que os ayude contra nosotros, o lo que se te ocurra."
Tsukasa pareció ponerse aún más nervioso.

"Pero Rui, si ya sabes que no se me da bien mentir... Y además, los otros países han dejado claro que de esto no quieren saber nada, y-"
"Y tu padre sabe también que eres muy testarudo. Excúsate conque te sientes inútil, y quieres hacer algo bien."
A Tsukasa se le abrió la boca, incrédulo por lo que acababa de oír. Parecía muy molesto.

"Rui, qué mier-" se cortó la llamada.

Rui esperó varios segundos, y Tsukasa volvió a aparecer.

"Lo siento, pensaba que venía alguien." se disuclpó Tsukasa, pero volvió a su anterior punto. "Quieres decir que me consideras un inútil estúpido o algo así, Rui? Debo recordarte que-"
Rui le señaló con la mano que parara.

Tsukasa calló.

"No, por supuesto que no quería decir eso, y no sé porqué pensarías que quería decir eso..."
"Igual porque literalmente has dicho que le diga a mi padre que soy un inútil y que quiero hacer algo bien?" bufó Tsukasa, que parecía un gato molesto, con el pelo erizado.
"..."
"Qué? Pero si has dicho eso! Me has llamado un inútil incapaz!" murmuró.