·Página Seis - Capítulo Cuatro - Tsukasa Tenma Kagamine·


Rui sonrió, con los rasgos gatunos que se le formaban al hacerlo.

"Como usted desee, mi princesa..." suspiró, sintiendo el calor creciendo en su interior.

Tsukasa sonrió burlescamente.

"'Mi rincesa'? Si lo que quieres es complacerme, creo que será mejor... un poco más rudo, digamos..."
La previa sonrisa que había aparecido en el rostro de Rui se convirtieron en una mueca de asombro.
"Tsukasa... tu- nuestra, primera vez, y lo quieres... fuerte? Salvaje...?" preguntó, ciertamente nervioso. Empezó a juguetear con sus manos, tras su espalda desnuda, pero decidió que, si así lo quería Tsukasa, él debía complacerle.

Haciendo un acopio de valor, se levantó, y con cuidado de no herir al rubio, le profanó sus partes íntimas.
Casi al instante, en Rui despertó un instinto casi de supervivencia, convirtiéndole de nuevo en una criatura salvaje. Al mismo tiempo, en Tsukasa habían aparecido por enésima vez los gemidos entre lastimeros y llenos de pasión abrasadora.

"C-calma, Rui..." aulló Tsukasa, tratando de hacerse oír entre el sonido que hacían sus caderas, sus cuerpos, al chocar entre sí de manera harmoniosa y melódica.

Rui no pudo evitar ir a más, durmiendo toda consideración que pudiera haber tenido durante el acto de la penetración, y empezó a golpearle de forma brutal, casi al límite de lo permisible.

Todo esto parecía hacer feliz a Tsukasa, quien, ante la salvajez denotada por Rui, se doblegaba sin un ápice de vergüenza, pasando de todo, y disfrutando del efímero momento.

"R-Rui..." gimió. "me vengo-"
"Tmabién, Tsu-Tsuk-" suspiró como si le atravesaran el costado. "Ju-juntos-"
Aún con la poca información que se pudieran dar entre sí, se comprendían. Y casi al instante, los fluidos de ambos salían de sus respectivos cuerpos. Tsukasa se zafó de Rui, y casi sin darle tiempo a recuperar el aire perdido entre la respiración entrecortada y el dolor inicial, le besó.

Rui cayó en los brazos de Tsukasa, tan suaves, que tan seguros se sentían, y que siempre estaban allí para él.

"Tsukasa... Te quiero..." soltó Rui, en cuanto el beso se rompió.

Tsukasa sonrió, ahora tímido de nuevo.

"Si te apetece de nuevo, en unas semanas..." la frase quedó en el aire, resonando en el corazón de Rui, feliz por haberle complacido.

Un nuevo beso selló la promesa.

"Deberíamos limpiar esto, y... bueno, pasar la noche aquí, volver mañana, supongo?" propuso Tsukasa.

Rui sintió. "De nuevo, duermo contigo?"

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