·Página Cinco - Capítulo Uno - Tsukasa Tenma Kagamine·


Eso, más que tranquilizarle, pareció intranquilizarle aún más. Porque, conociendo a Rui, podría haberle mentido perfectamente para no preocuparle. A Tsukasa la cabeza le daba vueltas, y no veía la manera de quitarse de la cabeza todos los problemas que veía, y se iban añadiendo nuevos a la pila constantemente.

"Tsukasa... te importa si entro...?"
Tsukasa murmuró un tímido 'adelante', reconociendo inmediatamente la voz de Toya.
Este entró en la suntuosa estancia, mirando a ambos lados, como casi esperando que alguien le saltara encima.

Tsukasa, cansado de hablar, le preguntó el porqué de su visita con la mirada, una que Toya supo identificar.

"Oí que caiste al suelo en mitad del pasillo... tras la masacre..." más que declarar los hechos, era una pregunta de si estaba mejor ahora. "Pensaba que, siendo tú, ya estarías 'mejor'..." murmuró. Se acercó a su hermano, y sentó a su lado.

Tsukasa giró la cabeza, y le miró directamente a los ojos. Allí, vió el reflejo de sus propios miedos y sus propias preocupaciones, y sintió un repentino cariño por su hermano.

"Comprendo... bueno, lo que sientes... La masacre fue injusta, definitivamente... y no voy a defender a quienes dieron las órdenes." suspiró, y le acarició el pelo a Tsukasa. "Además, también comprendo que estuvieras preocupado por si había habido levantamientos en Satralis..."
Tsukasa, incrédulo, miró a Toya.

Este le sonrió, pícaramente.

"Créeme, Tsukasa, disimular no es lo tuyo... se ve a una legua de distancia que es tu pareja... especialmente para alguien que comprende lo que es tener que esconder quién eres."
Tsukasa volvió a mirarle, de vuelta sorprendido más allá de lo que creía posiblemente humano. Toya seguía mirando al frente, sonriendo, evitando su mirada interrogatoria.

"Quieres decir que... que tú también...?"

Toya ahora le devolvía la mirada.

"Que si yo también escondo quien soy debido a la discriminación de esta sociedad racista, clasista, y homófoba? Sí, por supuesto que sí. Acaso no se notaba, Tsukasa?" sonrió, orgulloso, "Entonces, disimular se me da bien..."
Tsukasa le abrazó.

"Gracias..." le susurró en la oreja.

Toya se levantó, aún sonriendo, feliz de haber podido ayudar a alguien, y sacarle de su estrés, aunque fuera tan solo temporalmente.

"Pero una pregunta, Toya..." farfulló el rubio. Tragó saliva. "Quién es tu... tu persona especial...?" se sonrojó por la atrevida pregunta.

Toya le sonrió, recomfortadoramente. "Akito. Akito Shinonome Hitachiin."

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