Capítulo V.


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¿Alguna vez sentiste ese sentimiento de inquietud cuando esperabas que un día llegara? Bueno pues Remus sentía eso y más, sentía que sus manos le sudaban de solo pensar en que ya se encontraban en miércoles, solo faltaban dos días para su cita con Elin.

—¿Podrías dejar de mirar tu escritorio como si este fuera a comerte? —la voz de Sirius hizo que el castaño girara a verlo, estaban en clase de Encantamientos y ciertamente Remus estaba totalmente distraído, ni siquiera sabía lo que estaban aprendiendo ese día.

—Tengo miedo —dijo de la nada, Sirius dejó a un lado su sonrisa divertida para mirar a su amigo con comprensión, Remus era por mucho el más tranquilo de los merodeadores y si se trataba de chicas el que más respetaba y se mantenía al margen de coqueteos y juegos como lo hacían James y él—. No quiero arruinarlo, Sirius. Tardé tanto en si quiera atreverme a ver directamente a Elin que me da miedo decir u hacer algo que arruine las cosas.

—Remus, por Merlín tranquilízate, no lo arruinarás —abrazó a su amigo por los hombros para reconfortarlo—. Solo sé tú mismo, lunático. Estoy seguro de que caerá enamorada de ti en cuanto su cita termine, solo respira hondo y deja que tus sentimientos fluyan —levanto su mano y señaló con su dedo índice la frente de su amigo—. Deja de pensar con eso y piensa con esto —esta vez apunto el pecho del chico en donde se encuentra su corazón.

Remus no pudo evitar sonreírle agradecido a Sirius, si bien James y Peter también eran sus mejores amigos, Sirius al que más confianza le tenía, él le había apoyado en más de una ocasión, cuando Remus quería estar solo para no abrumar a sus amigos con sus problemas Sirius estaba ahí, cuando se despreciaba por su condición Sirius le hacía ver cuanto valía como persona y muchas cosas más, le debía tanto a Sirius y esperaba algún día poder recompensárselo.

—¿C-crees que le gusten las flores? —su pregunta hizo a Sirius soltar una carcajada, orgulloso de su amigo, cosa que hizo que el profesor les callase y les advirtiera que si no guardaban silencio les sacaría del aula.

—Ese es mi amigo, le encantaran un par de flores —le guiñó un ojo después de terminar de susurrar aquello, para después hacer como si en verdad estuviera prestando atención a lo que decía el profesor.

Remus por otro lado se encontraba más animado gracias a Sirius e hizo una pequeña lista con lo que tenía en mente para la cita, encerrando varias veces las flores que tenía en mente para Elin, mismas que creía combinaban perfectamente con la chica y su personalidad. Remus Lupin estaba seguro de una cosa, estaba completa e irremediablemente enamorado de Elin Olson.


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Si el miércoles Remus estuvo nervioso ahora estaba peor, pero ciertamente la plática que había tenido con Sirius le había ayudado a aceptar de mejor manera sus nervios, era Viernes y ya tenía todo el día para su cita mañana, había planeado cada cosa para que fuera algo lindo tanto para él como para Elin, solo faltaba una cosa, misma que se suponía debió conseguir primero, las flores, estaba entrando en pánico al no saber cómo conseguir en especial aquellas flores que deseaba regalarle a Elin.

—¿Por qué no escoges otra flor? —los merodeadores estaban en su habitación tras un día de clases, usualmente se encontraban haciendo alguna broma o coqueteando con chicas, pero se habían quedado en su habitación ante el problema de su amigo.

—Es complicado, desde el primer momento que vi a Elin esa flor vino a mi mente, mi madre ama las flores por lo que sé un poco de ellas y quisiera que esa fuera la primera en regalarle en un ramo —soltó un suspiro mientras miraba el techo de su cama, le apenaba un poco el abrir su lado romántico a sus amigos, pero confiaba en ellos y sabía que no se burlarían por ello.

—¿Y si le regalas chocolate? Eso es más significativo para ti —a pesar de que Peter quizá hablaba en serio Remus no pudo evitar reír a carcajadas, a su risa se le sumaron la de los demás, hacía mucho que no reían de aquella manera, Remus en verdad agradecía haber conocido a aquellos chicos, no sabía cómo sería en esos momentos si nunca hubieran coincidido en el vagón del tren en su primer año.

—Ya tengo eso contemplado, Peter —habló Remus tras recuperarse de la risa—. En verdad quería regalarle flores —miró a sus amigos con una pequeña sonrisa haciéndose a la idea de que debería descartar las flores al menos por esa vez si es que salía bien para que hubiera más de una cita.

—Y se las darás —Sirius se puso de pie en el colchón de su cama—. No aceptaré que en tu primera cita algo falté, a partir de hoy seré tu cupido, no te acostumbres —Remus miró a su amigo como si este estuviera loco, en verdad no entendía por qué Sirius se había preocupado tanto desde el inicio por su relación con Elin—. Te estoy ganando, cornamenta. Seré el padrino —tras esas palabras Remus entendió el por qué se preocupaba, Sirius y James se habían metido en una competencia sobre quién sería el padrino en la boda de Remus.

—¡Eso ni loco, yo seré el padrino! ¡Déjalo en mis manos, encontraré las flores esas que parecen nombre de anciana! —nuevamente Sirius y James se enfrascaron en una discusión entre almohadazos por ser el padrino de una boda inexistente, Remus por otra parte se puso a pensar en cierta chica castaña y en unas flores que se asemejaban por mucho en como el chico veía a la chica y esperaba que ella no supiera el significado de aquellas flores, porque si lo conocía moriría de pena en ese mismo instante.





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Yo sintiéndome poderosa tras recuperar la inspiración para poder actualizar tras cinco meses de dejarlas con la duda:


Ya sé que me tardé, pero eh las risas no faltaron... Ya, bueno espero que les haya gustado el cap y también gracias por leer, votar y comentar en la historia, los amo ♡.



Pelirroja W

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