𓏲 Capítulo Final

— Date la vuelta, bestia— Winter le chilló molesta, pero finalmente se dio vuelta hacia la pared del pasillo fuera del departamento de Mina.

La risita de Mina fue evidente, pero también muy corta cuando Chaeyoung la jaló de la cintura para chocar ambos pares de labios en un beso matutino de buenos días, Mina dejó morir su risa, envolviendose en el beso que Chaeyoung le estaba dando y subiendo sus manos al cabello de esta misma para jalarle hacia sí y profundizarlo.

Los labios de Mina sabían a manteca de cacao, dulce y suave, a Chaeyoung no le gustaba específicamente pero en Mina sabía bien, lo disfrutaba.

Mordisqueó esos labios con entusiasmo, haciendo tambalear a Mina en su puerta y sacarle un bonito jadeo bajo.

Se separaron de forma abrupta, ambas respirando profundamente y Mina con un adorable sonrojo y una sonrisa suave adornando su bonito rostro. Chaeyoung estaba satisfecha con el resultado, los labios de Mina estaban rojos por sus mordidas y bien besados, con su rostro contraido en una mueca de satisfacción.

— Buenos días, preciosa — murmuró relamiéndose los labios para quitar el exceso de manteca de cacao.

— Buenos días, Chaeyoungie, ¿como amaneciste?— preguntó la mayor, tomando del perchero su chaqueta y su bolso para finalmente salir del departamento donde vivía.

Chaeyoung le tocó la cabecita a Winter, quien se giró con un mohín en los labios y caminó a pisadas de pingüino hacia Mina, atrapando la pierna derecha de esta en su cuerpito y refregando su naricita de poroto en la tela del pantalón de esta mientras cerraba la puerta.

— Mucho mejor ahora que te veo, Minari unnie— Mina soltó un bufido en broma, incapaz de ver a Chaeyoung a los ojos y extendiendo su mano para acariciar las suaves hebras de Winter y disimular su vergüenza.

— ¿Y tú, bebé?— preguntó dulcemente a la niña, que seguía refregando su nariz en su pierna.

Winter se separó mínimamente de Mina, alzando su cabeza para mirarle bien.

— Unnie me dió leche con sal de desayuno— murmuró, tomando por sorpresa a Mina quien miró con el ceño fruncido a Chaeyoung.

Chaeyoung hizo una mueca de arrepentimiento, llevándose una mano a la nuca para rascar el cabello de allí.

— Tenía tanto sueño que le eche sal a la leche de Winter— confesó avergonzada, recibiendo otra risita de Mina.

La castaño terminó por cerrar la puerta de su departamento, y le extendió la mano a Winter que seguía en su pierna. La niña le miró por un par de segundos, antes de soltarse y agarrar entre su manito 4 dedos de Mina con dificultad.

Mina suspiró contenta, sintiendo a su otro lado su mano ser acaparada con el tacto de Chaeyoung contra su palma, y como esta le elevaba su mano y besaba el dorso de esta cariñosamente antes de ser suavemente jalada al ascensor para ir al primer piso y por fin dirigirse al jardín infantil.

Dejó que Chaeyoung apretara suavemente sus dedos, le gustaba esa sensación, era como una pequeña descarga eléctrica que le movía todo el cuerpo cuando Chaeyoung apretaba su mano suavemente y con cariño.

Tomando a Winter por su cintura, subió a la niña al auto cuando llegaron a este y la sentó en su sillita especial, abrochándole el pequeño cinturón de seguridad para finalizar tocando la pequeñita nariz de la bebé con su dedo índice. Winter le bostezó de vuelta, con sueño.

Chaeyoung caminó hasta el asiento del piloto, subiendo y acomodando su chaquetón antes de mirar con una sonrisa a Mina subir en el asiento del copiloto.

— Hoy debo salir un poco más tarde, tengo que hablar con uno de mis compañeros por un proyecto y no podré ir a buscar a Winter justo a la hora— anunció, llamando la atención de Mina— ¿Te molesta si Winter se queda contigo en tu departamento y luego voy? Podríamos pedir pizza para cenar.

Mina pestañeó un par de veces, antes de girar la cabeza por sobre el hombro hacia la sillita especial de bebé que tenía Winter y en donde dormía placidamente con los cachetes abultados. Una sonrisa brotando inconscientemente de sus labios por la simple vista adorable de la pequeña bebé.

— Si, no hay problema Chaengie — ante el apodo, ambas se sonrieron con cariño.

Chaeyoung de pronto recordó la cartulina que Winter le pidió ayer por la tarde y que ordenó en la mochila de esta hoy en la mañana, y la curiosidad le ganó.

— Winter ayer me pidió una cartulina, ¿tiene una actividad?

Los ojos de Mina se abrieron en sorpresa que Chaeyoung no supo cómo tomar, y vio los bonitos labios de Mina abrirse pero sin soltar ninguna palabra durante un par de segundos.

— Eh, si, es una actividad recreativa.

— Dejame procesarlo bien...— Nayeon extendió su mano con los dedos respingados por sobre la mesa, con los palillos en la otra y mirando a Chaeyoung— Tú pensabas que... ¿yo y Jeongyeon nos gustábamos?

Chaeyoung asintió, mascando su comida lentamente, y soltó una risa tapando su boca cuando vio el rostro de Nayeon contraerse en una mueca de asco y disgusto por su pensamiento.

— Ew, no, ¿cómo crees que me gustaría una tonta como esa?

— Oye, estoy aquí, enana— gruñó Jeongyeon con la boca llena a un costado de Nayeon.

— No me importa, estoy hablando con Chaeyoung— Nayeon revoleó los ojos sin girarse hacia Jeong, y Chaeyoung observó cómo esta terminaba de tragar y miraba a Nayeon empujando su lengua contra la mejilla.

Nayeon y Jeong habían tenido una pequeña discusión para nada pacífica sobre el asunto de la castaña y su gusto por Chaeyoung, y a pesar de haber pasado casi toda una semana, aún había resentimiento por ambas aunque Chaeyoung sabía de sobra que se habían perdonado -a la manera de ambas, sin decirlo en voz alta por lo orgullosas que eran-. Y de hecho, le divertía la situación, ambas mayores a veces se trataban como si no existiera la otra para despotricar a la contraria con Chaeyoung, y ella debía escucharlas sin parar.

— Bueno, a mi tampoco me gustaría una enana con aspecto de duende que le vomitaron un arcoiris encima.

Nayeon se giró furiosa hacia Jeongyeon, pero antes de siquiera decirle algo, Nayeon se quedó callada al ver a un bonito par de la mano caminando hasta quedar detrás de Jeongyeon. Chaeyoung abrió los ojos más de lo normal al reconocer quienes eran. Nadie más ni nadie menos que la bonita pareja de estudiantes de veterinaria, Park Jihyo y Minatozaki Sana, las justamente, chicas que tenían algo jodida e idiotizada a Yoo Jeongyeon.

— Jeongyeon unnie — habló la japonesa de cabello rubio, Sana, llamando la atención de Jeongyeon quien se giró como alma que lleva al diablo al escuchar esa voz aguda.

Chaeyoung pudo ver a Jeongyeon tragar saliva pesadamente, jurando que era la primera vez que la veía tan nerviosa frente al par de novias que le miraban con una sonrisa tímida.

— Uh... Hyo y yo queremos hablar con usted— Sana volvió a hablar, algo nerviosa — sobre nosotras — terminó, causando conmoción en las tres amigas en la mesa.

Nayeon se atragantó con un arrocito, comenzando a toser descontrolada al instante. Chaeyoung dejó caer la mandíbula y los palillos se resbalaron de sus manos mientras sus ojos viraban entre Jihyo , Jeongyeon y Sana.

Jeong se había sonrojado levemente, apretando los labios y Chaeyoung notando que su mano estaba temblorosa encima de la mesa.

¿Para qué querrían Jihyo y Sana hablar con Jeong? Por lo que Chaeyoung sabía, Jeongyeon el único contacto con gente que tenía era ella, Nayeon, y su familia.

— Eh, si, claro— murmuró la mayor, levantándose rápidamente, sin dejar de mirar a la parejita tomada de la mano y seguramente evitando a sus amigas. Tomó apenas su celular antes de guardarlo en su bolsillo y su bolso, antes de colgárselo al hombro y suspirar— . Vamos.

Nayeon y Chaeyoung se miraron entre si cuando la rubia se recuperó con ojos húmedos, viendo como Jeongyeon ni si quiera se despedía de ellas y se marchaba entremedio de Jihyo y Sana y se perdían entre toda la gente que estaba en el casino.

— Dime que no fui la único que vio eso.

— No, unnie.

— ¡Dejó hasta su comida!

Chaeyoung miró el asiento donde estaba Jeongyeon sentada hace apenas unos instantes, fijándose exactamente en que si, Jeongyeon había dejado su comida a medio comer, abierta y hasta con los palillos tirados a un lado sin cuidado. Cuando se sabía que Jeongyeon amaba la comida más que nada en el mundo.

— Bueno, ¿no se suponía que a Jeongyeon unnie le gustaban esas dos? Capaz y en una se trata de eso— Nayeon abrió los ojos, asintiendo y dándole la razón.

— Y así pensabas que nosotras dos nos gustabamos— soltó con molestia fingida.

— Yah unnie, no sabía...— Chaeyoung cerró los ojos y se llevó la punta gruesa de los palillos a la frente.

— No pasará, nunca— aseguró Nayeon, cruzándose de brazos.

Ambas siguieron comiendo luego de la pequeña sorpresa que arrastró a Jeongyeon, y sabiendo que cuando su amiga se decidiera a aparecer frente a ellas dos de nuevo, le preguntarían hasta cansarle en qué carajos estaba metido. Por otra parte, Chaeyoung agradecía con el alma que su relación amistosa con Nayeon no se hubiese estropeado por aquella torpe confesión, seguían igual de siempre, tonteando y hablando con la confianza que siempre tuvieron desde que se conocieron y realmente se sentía liviana.

A pesar de que no le gustase Nayeon, la coreana era alguien fundamental en su vida amistosa y el temor de haberla perdido se había esfumado ahora que la tenía cómodamente frente a ella.

Chaeyoung finalmente se despidió de Somi en el estacionamiento a la lejanía, marcando las 5 de la tarde finalmente se había desocupado y podía ir a ver a su pequeña hermana y a su linda Mina.

Tal vez sus ansias fueron demasiado grandes que ni le avisó a Mina que iba de camino ya mientras se metía al auto y lo encendía. Tampoco quería encontrarse con el tráfico de la tarde, por lo que colocando maps en su celular y ajustándolo en el soporte al lado del manubrio, salió del estacionamiento con facilidad y se apresuró en conducir hasta el departamento de Mina.

Tamborileó los dedos en el volante cuando en la radio sonó una canción pegadiza. Odiaba que su universidad quedase tan lejos del departamento de Mina, y eso solo aumentaba sus ganas de llegar y hundirse en los abrigaditos brazos de Mina y sentir esas babosas manos de Winter en su cara.

Cuando luego de media hora pudo ver el complejo de departamentos de Mina, suspiró victorioso y se estacionó rápidamente en el mismo lugar de siempre. Quitando el cinturón apenas apagó el motor y dejando hasta el bolso en el asiento trasero asegurándose de tener la copia de las llaves que Mina le había dado a mano. Salió del auto rápidamente colocándole el seguro y se acercó al portón para abrirlo con una de las dos llaves que tenía. Apenas cerró el portón detrás de ella, echó a correr al que recordaba era el gran edificio de Mina bajo la atenta mirada de los pequeños niños que estaban jugando afuera a pesar del frío.

Pasó por la entrada, saludando cortesmente al conserje que estaba allí y no dudó en pasar del ascensor hacia las escaleras con la excusa de que demoraba menos y podía entrar más en calor.

Cuatro pisos arriba y ella soltando una exhalación, llegó al piso de Mina y rebuscó nuevamente en sus bolsillos las llaves que Mina le habia entregado. Reconociendo cual era la del departamento, se acercó a la puerta al final del pasillo, sonriendo enseguida al escuchar dentro la risita juguetona y chillona de Winter y sin dudar en insertar la llave para girarla con facilidad y abrir la puerta en un santiamén.

Incluso pensando en qué pizza comerían en la tarde, entró sin saludar y quitó sus zapatos rápidamente, ansiosa al seguir escuchando bullicio en la pequeña sala de estar, por lo que sin quitarse el chaquetón, entró en la salita de estar.

— ¡Hola! He llega- oh— se detuvo abruptamente en su eufórico saludo al encontrarse con tal escena en la sala de estar, su sonrisa borrándose y pasando a ser una mueca de asombro.

La sala de estar estaba decorada con pequeñas serpentinas y un par de globos color rojo y verde agua por las esquinas de las paredes. La mesita de café de Mina tenía un montón de chuches y chatarra servida, pudo ver la mochila de Winter en el sofá tirada descuidadamente, pero eso no era lo que llamó totalmente la atención de Chaeyoung.

Encima del sofá, exactamente en esa vacía pared, estaba la cartulina que le pasó a Winter pegada a esta, y totalmente decorada con brillantina, dibujos que eran obvios dibujados por su hermanita y una frase hecha con distintos colores y más cartulinas coloridas que le apretó el corazón al leerla y entenderla. Mina estaba cargando a Winter por encima del sofá, quien se encargaba con sus pequeñas manitas y entre risitas colocar más serpentinas por encima de la cartulina. Pero ahora que había llegado y hecho acto de presencia, Mina lo miraba con ojitos de cachorro aterrado y Winter tenía un puchero en los labios.

"¿Quieres ser mi novia, Chaeyoung Pinky?" eso era lo que exactamente decía la cartulina que Chaeyoung no dejaba de ver con los ojos como huevos cocidos.

— ¡C-Chaeyoung!— gritó Mina al verla allí, por instinto soltando a la pobre Winter quien cayó como saco de papas al sofá, llevándose las serpentinas que estaba colgando con ella al suave sofá y con un gritito que alarmó a Mina— ¡Winter!— gritó otra vez, pero esta vez mirando a la bebé que berreaba en un berrinche.

Pestañeó un par de veces, mirando sin hacerlo realmente como Mina revisaba rápido que nada le hubiese pasado a la bestia ni se hubiese golpeado con algo, antes de girarse con rapidez hacia ella y mirarle con algo de pena, nervios y desánimo que preocupó un poco a la coreana. Mina tenia los hombros caidos con ese sweater calentito y peludo color crema, por mucho que se viera adorable y besuqueable, la carita de pena era notable.

— ¿Q-Qué haces aquí?— preguntó como si no lo supiera.

— Eh, terminé recién y se me olvidó avisar... no pensé que estarías haciendo algo... así— Chaeyoung habló con voz suave, Mina puchereó, pendiente de como Chaeyoung miraba todo estática en la entrada de su pequeña sala de estar.

— Se supone que... era una sorpresa— Mina sonrió con ojos tristes, apretando los labios y apuntando con mas manos todo el lugar antes de guardarlas en los bolsillos de sus jeans— Pero, uh, llegaste sin avisar y aún no terminabamos... se arruinó, creo— se encogió de hombros, bajando la vista incapaz de ver a Chaeyoung por la vergüenza y sintiendo las manitas de Winter por su espalda, empujándole para que se moviera e hiciese algo de lo que habían practicado.

Chaeyoung volvió a ver todo con atención, algo impactada aún pero dándose el tiempo de mirar todo mejor.

La cartulina era claramente la que le había pasado a Winter, y de seguro su misma hermana la hizo junto con Mina porque podía ver letras mal recortadas y llenas de brillantina y stickers, dibujos por allí y por acá, reconociendo uno como ella por el cabello, tomando de la mano con Mina y con un montón de corazoncitos alrededor justo al lado del signo de pregunta. Utilizaron aquel bobo Chaeyoung Pinky, que recordaba como Mina le había nombrado de esa manera la primera vez que se vieron, a sabiendas de que era Winter quien hablaba de ella con ese tonto apodo que aunque odiara, ahora sonaba demasiado lindo en su cabeza.

Y por fin procesando la situación, una sonrisa brotó de sus labios que no fue vista por ninguno de los dos contrarios, ¡Mina le estaba pidiendo ser su novia! Se supone que ella iba a hacerlo dentro de un tiempo más cuando estuviese más preparada, pero el hecho de que Mina se hubiese atrevido a hacerlo en conjunto con su hermana era quizás una de las cosas más lindas que le hubiese sucedido.

— ¿Por qué arruinado?— preguntó con un tono alegre y los ojos entrecerrados. Dió el par de pasos que le separaban del cuerpo de Mina, y elevó con su indice ese dulce rostro de cachorro que se encontraba triste, sorprendiéndole cuando Mina le vio con esa gran sonrisa— Esta es la forma más original, creativa, y bonita que me han pedido noviazgo— aseguró, saltándose el hecho de que era la primera vez que lo hacían de igual forma para no hacer sentir peor a Mina.

— ¡Yo ayudé a Minari unnie!— escuchó la parlanchina voz de Winter detrás de Mina, y como apareció gateando al otro cojín del sofa para ver a Chaeyoung contenta— ¡Yo hice dibujos y colgué serpentinas!

— Y te han quedado estupendos, bestia— aseguró, recibiendo una gran sonrisa de su hermana antes de volver a un sonrojo y avergonzado Mina— No se ha arruinado nada, en realidad, creo que haber llegado antes fue mucho mejor.

— U-uh yo... tenía cosas que decirte, pero las olvidé— Mina volvió a sonreir, esta vez no tan apenada pero si sumamente nerviosa, sus ojos por fin conectándose con los de Chaeyoung, quien sujetó sus manos frías para tranquilizarle un poco y asegurarle de que todo estaba bien— P-pero... de verdad quiero ser tu novia y quise pedirtelo ya, porque te quiero.

— Yo te amo— Mina respingó ante esa confesión precipitada, Chaeyoung estaba relajada, y no había dudado ni un segundo en soltar esas palabras que aceleraron su pobre corazón. Sonaba tan segura con sus sentimientos que Mina a pesar de estar nerviosa, el miedo se había casi extinguido de ella— Y me ganaste con querer pedirtelo, pero si quiero ser tu novia, Minari unnie.

Ambas escucharon los festejos de la niña a un costado, pero Chaeyoung solo se pudo concentrar en la gran sonrisa que le brindó Mina, tan feliz y llena de amor que le brindó una paz y euforia abismante. E inclinándose hacia ella, juntó sus labios en un pequeño beso simple, un choque de labios suave y parsimonioso, cerrando los ojos y sintiendo las manos de Mina temblar bajo las suyas, las apretó con fuerza y cariño y movió sus belfos contra los de Mina, sin necesidad de ir más allá y dejándolo en un beso lleno de amor y suavidad donde intentaba volcar todos sus sentimientos para mostrarselos a Mina. Y demostrarle que realmente lo amaba con fuerza y aceptaba ser su novia

Chaeyoung nunca pensó que, meses atrás al ser obligada a ir a dejar a su hermana con la cual no tenía mucho tacto ni cariño, al jardín infantil, se encontraría y conocería a la que ahora llamaba al amor de su vida, y que ahora quería tanto a esa bestia que tenía como hermana que la necesidad de cuidarla era genuina.

Recién estaba empezando su relación oficial con Mina y comenzando a ser una mejor hermana para Winter, pero se prometió desde ya que no dejaría de amar a ninguna de las dos.

Fin 💞

N/A: Y así esta cortita historia llega a su fin 💗

Quiero agradecerles por el apoyo que le dieron a esta historia, en especial a los que están en el grupo de whats quienes me recordaban actualizar, los tqm a todos 😞🤍

Sin nada más que decir, espero hayan disfrutado leyéndola así como yo lo hice adaptándola. Espero seguir contando con su apoyo en próximas adaptaciones ♡︎

psdt: hay extras 💗

¡Gracias por leer!

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