El rubio llorón, el chico de rostro femenino y la pelirosa.

Los hermanos Kamado entraron tomados de la mano a Kimetsu Academia, veían como bastantes estudiantes entraban a la academia algunos de forma organizada y otros prácticamente como unos salvajes. Tanjiro podía sentir el nerviosismo de su hermana con sólo tomarla de la mano y verla con su expresión asustada, alguna que otra vez ella le apretaba la mano un poco más fuerte de lo común, otras veces abrazaba su brazo entero, aferrándose a su hermano, a Tanjiro no le importaba que su hermana estuviera tan aferrada a él, aunque Tanjiro también estaba un poco nervioso, quería que su hermana menor se sintiera segura.

—Tranquila hermana, todo saldrá bien— Dijo el pelirrojo acariciando el cabello de su hermana.

—Juralo— Dice Nezuko con un tierno puchero.

—Asi será— Afirmó su hermano mayor.

—¿Ustedes son Tanjiro y Nezuko Kamado?— Preguntó el portero de la academia.

—Si, somos nosotros— Dice Tanjiro con un poco de nervios.

—Síganme por aqui— Dice el portero luego de cerrar la puerta de la academia caminando a una dirección que los Kamado desconocían.

Los tres caminaron por los pasillos de la academia, literalmente caminaron por unos minutos debido a lo grande que era el edificio principal de la academia.

—¿A donde nos lleva?— Pregunta el Kamado.

—A la dirección— Murmura el portero.

No puede ser, acabamos de llegar y ya nos mandan a la dirección— Pensó Nezuko con una mirada nerviosa.

Después de otros minutos de caminata, los tres llegan a la dirección. Con solamente estar en la entrada se notaba que era gran, tenía dos puertas. El portero abre la puerta de la dirección, no sin ates tocar la puerta claro, el respeto que todos los adultos en la academia era algo novedoso para Tanjiro y Nezuko, quienes venían de una academia sumamente mala.

—Disculpe Sr. Ubuyashiki, los hermanos Kamado acaban de llegar— Dice el portero entrando a la dirección.

—Gracias por la noticia, haz que entren— Dice Oyataka con una voz suave y cálida, causándole un escalofrio a Tanjiro.

—Bu-Buenos dias— Titubea Tanjiro.

—Es todo un placer, bienvenidos a Kimetsu Academia— Dice el director levantadose de su silla para estrechar su mano con los hermanos.

Kagaya Ubuyashiki estaba vestido con un saco negro, franela blanca, corbata negra, unos pantalones elegantes y zapatos negro.

La dirección era casi del tamaño de la sala de estar de la casa de Tanjiro, paredes y techo de pintura blanca, el suelo tenía unas baldosas de color beige, algunas más claras que otras. En el centro de la habitación estaba el gran mesón de Kagaya, detrás estaba una gran ventana que dejaba ver el gigantesco campo de la academia, a los lados estaban dos estantes que poseen libros de todo tipo, ya sea para lectura o estudio. En medio de las dos puerta se encontraban un gran sillón para 4 personas.

—Por favor, tomen asiento— Dice amablemente a los hermanos Kamado.

Tanjiro se da la vuelta y ve el gran sillón, en el cual estaban sentados dos chicos más que parecían ser nuevos en la academia también. Uno era un chico rubio de ojos amarillos, tenía el respectivo uniforme de la academia, lo que resaltaba de él era que estaba llorando, quizás por el nerviosismo de entrar a una escuela nueva. El otro era un chico de cabello azul oscuro con las puntas con un azul más claro y de ojos color verdes, a diferencia del rubio, este solo llevaba la franela blanca y algunos botones suelto, el chico de ojos verdes se encontraba casi que arrecostado del sillón, sus piernas estiradas hacia adelante y sus manos por detrás de su cabeza; un detalle que era imposible dejar pasar por alto, era que el rostro del peliazul tenía una apariencia un tanto femenina.

Tanjiro y Nezuko toman asiento, Tanjiro al lado del peliazul y Nezuko al lado del rubio.

—Tanjiro, conoce a Inosuke Hashibira— Dijo el director señalando al peliazul.

—Mucho gusto, soy Tanjiro Kamado— Estira su mano con tal de estrecharla con Inosuke.

—Tks... Como sea— Murmura el peliazul.

—Tu rostro parece de mujer, eso de seguro te hace muy especial— Dice Tanjiro halagando a Inosuke, el cual voltea la mira a otro lado con un leve sonrojo.

—Nezuko, conoce a Zenitsu Agatsuma— Dice Ubuyashiki señalando al rubio llorón.

—Hola, soy Nezuko Kamado— Dice la pelinegra con una gentil sonrisa.

Zenitsu se sonrojó de manera abrupta y sus ojos brillaron de una manera inexplicable por la belleza de la chica, ¿se enamoró de la hermana de Tanjiro?.

—Mu-Mucho gu-gusto— Titubeó el rubio nerviosamente. —¡KYAAAAAAAAAAAA, ES TAN HERMOSA QUE ME VOY A MORIR!— Pensó Zenitsu al ver a Nezuko.

—Muy bien, supongo que al ser nuevos, no conocen el lugar ni a sus maestros, y mucho menos a los estudiantes— Murmuró Kagaya. —Por eso que le dije a una estudiante que ya tiene bastante tiempo aqui— Dijo con una sonrisa cálida.

—¿Ya puedo irme de aquí?— Pregunta Inosuke a regañadientes.

—Desde que estamos aquí no dejas preguntar lo mismo— Dice el rubio amargado.

—¡¿A ti que te importa lo que diga?!— Gritó levantándose del sillón. —¡Soy el gran Inosuke Hashibira y no voy a dejar que alguien me gobierne!— Gritó poniéndose la mano en su pecho.

—Inosuke, silencio— Dijo Kagaya de manera calmada pero con la vena de su frente brotada.

—Lo siento— Dice el peliazul sentandose con un sonrojo de vergüenza. El que dijo que no se dejaba gobernar había sido gobernado.

—¿No dijiste que no te dejabas gobernar?— Dice Zenitsu de forma burlona, Inosuke sólo gruñó por el comentario del rubio.

—Zenitsu, no es momento de juegos— Dice Nezuko entre risas.

—Disculpame— Dice Zenitsu bajando la mirada. —Haré todo lo que quieras, mi amada Nezuko— Pensó el rubio enamorado.

—Volviendo al tema, le dije a una estudiante que les de un tour por toda la academia y que les presente a los profesores. Pueden retirarse— Dice el director amablemente.

Los cuatro simultáneamente se levantan y hacen una pequeña reverencia y se retiran de la dirección.

A unos segundos de haber salido de la dirección, Inosuke toma su camisa y la abre bruscamente, haciendo que los botones de la camisa salgan disparados a todas la direcciones que existe, dejando al descubierto su pecho y su abdomen tonificado.

—¡El gran Inosuke es libre nuevamente!— Gritó con una gran sonrisa y con sus puños en su cintura.

—Baja la voz, idiota— Dice el rubio con sus manos tapando sus oídos.

—¡Kanjuro Tamaro, te desafío a que me golpees en el abdomen!— Exclamó el peliazul señalando a Tanjiro.

—¿Quien es Kanjuro? Soy Tanjiro, Tanjiro Kamado— Dijo Tanjiro un poco exaltado.

—¡¿Que importa tu nombre Kentaro? Golpeame ahora!— Inosuke seguía diciendo mal el nombre del pelirrojo.

—No voy a golpearte, tu abdomen está bastante tonificado, se te ve bien— Halagó Tanjiro, Inosuke solo que quedó inmóvil y con sus mejillas rojas.

Tanjiro dirije su mirada detrás de Inosuke y ve a una chica con un cabello super llamativo, de color rosado con las puntas verdes. Esta estaba sentada en una banca columpiando sus piernas, esta estaba inflando un globo de chicle. En un momento, la chica pelirosa se da cuenta de que el Kamado la estaba observando.

—¡Ah, ustedes deben ser los nuevos!— Exclamó la chica mientras se acercaba a Tanjiro y a los demás con una sonrisa.

—Si, somos los nuevos— Dice la hermana de Tanjiro jugando con sus dedos.

—Que lindos son todos, mi nombre es Mitsuri Kanroji, pero pueden decirme Mitsuri— Se presenta la pelirosa amablemente con una hermosa sonrisa en su rostro.

—¡Soy Inosuke Hashibira, me gusta tus enormes pechos!— Exclamó el peliazul. Tanjiro y Zenitsu por poco no le daban un fuerte golpe en la cabeza.

—¡Muchísimas gracias, Inosuke!— Mitsuri se tomó el halago bastante bien, pero obviamente con un leve sonrojo.

—Disculpalo, creo que es así por naturaleza— Dice Tanjiro un poco avergonzado por la actitud de Inosuke.

—¡Descuida! El director me dijo que les diera un tour por la academia— Murmura la pelirosa.

—¿Tu eres la estudiante?— Pregunta Nezuko.

—Si, siganme— Dice Mitsuri con una sonrisa en sus labios, a lo que los cuatro la siguen.

Mitsuri le dio un tour al cuarteto por toda la academia, enseñándole todos los salones, los salones de actividades, todo el patio, el comedor, los baños, la piscina, biblioteca, literalmente cada rincón de la academia.

—Y bueno, este es su salon— Dijo Mitsuri señalando el salón de Tanjiro y los demás.

—Gracias por el recorrido, Mitsuri— Agradece amablemente el Kamado.

—No agradezcas, en fin, me iré a mi salón, ¡Nos vemos en el receso!— Se despide la pelirosa mientra se va corriendo.

—¡Nos vemos pronto, pechos grandes!— Exclama Inosuke.

—¡Tengo miedo de entrar, Tanjiro!— Exclamó alarmado el rubio. —¡Pequeña Nezuko, protegeme!— Exclama mientras se aferra a la mencionada, la cual solo se sonrojó.

—Vamos Zenitsu, todo estará bien— Dijo Tanjiro mientras tocaba la puerta de su respectivo salón.

El clan Kamado estaban por entrar a su salón de clases... ¿Que podría salir mal?.

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