Un chico amargado y otro irritante
Todos hemos escuchado hablar de Romeo y Julieta, el romance más famoso en la historia de la dramaturgia, escrito de la mano de William Shakespeare, se han hecho un sinfín de adaptaciones basadas en dicha obra, pero el día de hoy voy a contarles una versión de esta historia un poco diferente.
🌌🌌🌠
En el Aeropuerto Internacional de Incheon se encontraba un hombre de cabello rojo y ojos bastante peculiares. Su nombre era Hoseok, de 28 años, se encontraba en aquél lugar esperando la llegada de alguien muy preciado.
—El vuelo cuatrocientos treinta y nueve procedente de Italia acaba de arribar por la puerta doce —escuchó por el altavoz.
Se encaminó a la sala de espera y unos minutos después los pasajeros comenzaron a descender, entre ellos alcanzó a distinguir una cabellera oscura, así que alzó un brazo para llamar su atención.
—¡Jungkook!
Quien corrió hacia él era un chico de veinticuatro años, cabello negro y ojos brillantes como las estrellas, apenas llegó con el pelirrojo, éste le jaló una mejilla.
—¿Cómo estas niño irrespetuoso? —No pudo evitar mirarlo con cariño, Jeon Jungkook, recién graduado de Literatura Universal en Italia, era el hijo único de su prima Yeihji y además su sobrino favorito (el único que tenía, a decir verdad). Siempre había cuidado de él desde que era niño, así que lo hacía feliz el volver a verlo luego de más de cuatro años.
—Ah, Hoseok, hay alguien que quiero presentarte.
Lo guió hasta donde estaba un joven de cabello y ojos negros, piel blanca, que esperaba junto a las maletas. El chico sonrió en cuanto vio a Jungkook arrastrando a un pelirrojo que lo observó de manera evaluadora.
—¿Es el amigo del que hablaste? —preguntó su tío.
—Sí, su nombre es Min Yoongi.
—Mucho gusto —saludó con una reverencia.
—Lo mismo digo, soy Min Yoongi.
—Pero si quieres puedes llamarlo Yoon —añadió Jungkook con gracia.
—Jungkook me ha platicado de usted y el resto de su familia, espero que mi presencia no les cause molestias.
—Te he dicho que no necesitas hablar de esa manera tan educada. Él ha vivido en Italia desde hace diez años, Hobi, pero quiere intentar vivir un tiempo en Corea y por eso lo invité a quedarse en casa.
—Ya veo, tus papás están esperándolos ansiosamente, así que vamos.
—¡Me muero por un enorme tazón de ramen! —exclamó Jungkook
—¡Démonos prisa!
Se fue corriendo dejando a los otros dos atrás, Hoseok volvió a sonreír, ya que había extrañado mucho la desbordante energía de su sobrino, miró a Yoongi quien parecía bastante acostumbrado a la actitud de su sobrino.
—¿También en Italia se comportaba así?
—Demasiado, diría yo —contestó, divertido. —Rompió la imagen del asiático serio y reservado que todos allá tenían.
—Yoongi-ssi, disculpa mi imprudencia, pero ¿sales con mi sobrino?
—Jejeje, no. Jungkook me gusta, pero como amigo, casi como un hermano, ha sido un gran apoyo para mí.
—Ya veo. Como dije, lamento habértelo preguntado, necesitaba asegurarme.
—No se preocupe, se nota que usted es muy protector con él y francamente no lo culpo —suspiró, —Jungkook puede llegar a ser bastante torpe y despistado.
—Sí. Bueno, alcancémoslo antes de que cause algún alboroto y se meta en problemas.
🌌🌌🌠
Mientras tanto en una elegante mansión, un hombre de piel aterciopelada y ojos café se encontraba leyendo un libro. A sus veintiseis años, Kim Taehyung, segundo heredero de la prestigiosa familia Kim y estudiante genio de Medicina, ejercía como médico en el hospital Konoha con especialidad en Neurología.
—Hey, te traigo una noticia.
El joven volteó encontrándose con un hombre alto de cabello castaño, ojos del mismo color, aparentaba unos veintiocho años. Kim Namjoon, su hermano mayor, era un brillante abogado que manejaba todos los asuntos legales de su familia, tenía una gran inteligencia y sentido de responsabilidad, pero a veces lo exasperaba.
—¿Qué noticia? —preguntó Taehyung.
—Acabo de escuchar que tu aborrecido némesis regresará a Corea, aunque no sé cuándo, ya pasaron cuatro años, sí que vuela el tiempo.
—¿Jungkook volverá? Lástima, se acabaron mis cuatro años de paz y tranquilidad.
—No digas eso, estoy seguro de que lo extrañaste.
—Para nada.
—¿Ni siquiera un poquito? Al menos para pelear con él.
—Sabes perfectamente que él y yo nunca hemos podido llevarnos bien, ¡no nos soportamos! Sólo me causaba migrañas.
—Eres un cruel, Taehyung. A mi parecer Jungkook siempre ha sido muy agradable, seguro que ahora debe estar más atractivo.
—Te acusaré de infidelidad.
—¿Con quién me estás siendo infiel, Namjoon?
Ambos hermanos voltearon, encontrándose con un rubio muy guapo quien sonreía de manera cínica. De inmediato Namjoon se le acercó.
Kim Seokjin, de la misma edad que él, era un escultor que daba clases de arte y organizaba exposiciones, además podía presumir ser el amado esposo del primer heredero de los Kim.
—Tú sabes que jamás te engañaría, Jin —le dijo mientras llevaba una mano para acariciarle el vientre. ¿Te sientes mal?, ¿quieres que Taehyung te revise?
—Tranquilo, no me pasa nada.
—Y te recuerdo que soy neurólogo, no obstetra.
—Pero debes tener conocimientos útiles para esto, y si no, pues ponte a estudiar por el bien de tu futuro sobrino o sobrina.
Taehyung suspiró y prefirió retirarse a su habitación, no tenía ganas de presenciar uno de los momentos melosos de la parejita, llevaban dos años de casados y ahora estaban en espera de su primer hijo.
Antes de comenzar a subir las escaleras Taehyung le lanzó una última mirada a su cuñado, su aspecto le recordaba vagamente al de otra persona que tenía tiempo sin ver. Arrugó el ceño y sacudió la cabeza; recordar todos los enfrentamientos que había tenido con aquél le provocaría migraña.
🌌🌌🌠
Por la tarde Hoseok y compañía llegaron a la enorme mansión Jeon. Yoongi miraba con admiración todo a su alrededor; le parecía increíble que su amigo se hubiese criado en un ambiente así y de todas formas fuera tan sencillo y amable.
—¡Jungkook!
—¡Mamá!
Hacia ellos corría una hermosa mujer de largo cabello rojo y ojos castaños. Jeon Yeihji, la madre de Jungkook, era una mujer alegre, pero con un carácter bastante voluble, apenas se acercó abrazó a su hijo con mucha fuerza.
—¡Mi niño! ¡Te he extrañado tanto! —le acarició la cara. —Mira nada más que alto y guapo te has vuelto, cariño.
—Jejeje, muchas gracias, mamá, yo también estaba ansioso por verte. Ah, sí, deja que te presente a mi amigo.
Guió a la mujer hasta el pelinegro quien hizo una respetuosa reverencia. La pelirroja sonrió ante tan educado chico.
—Min Yoongi, muchas gracias por aceptar acogerme en su casa.
—Jeon Yeihji. Al contrario, gracias a ti por haber cuidado de mi hijo en Italia.
—Oye, ¿quién dijo que era él quien me cuidaba?
—Te conozco, cariño, además se nota que es más tranquilo.
—Eres su hijo —le recordó Hoseok —obviamente te conoce porque te pareces mucho a ella. Auch —se sobó la cabeza, —me dolió, Nuna.
—Para que no hables de más, —lo jaló del cuello. —Y te he dicho que no me llames así, me haces sentir vieja.
—Ni muerto, Noona.
—Qué primos tan peculiares —observó Yoongi, sonriendo levemente.
—Sí, les gusta llevarse de esa manera.
Apenas llevaban unos minutos en la sala de la mansión cuando la puerta principal se abrió de golpe y escucharon un fuerte estruendo acercándose. De inmediato Jungkook se levantó, sonriendo con alegría.
—¡Papá!
Un hombre muy parecido a él, salvo que lucía mayor, apareció en el lugar y extendió los brazos, emocionado.
—¡Jungkook!
Ambos se fundieron en un abrazo, los demas miraban la escena felices, mientras Yoongi estaba un poco sorprendido por las reacciones de padre e hijo. Definitivamente Jungkook se comportaba tan hiperactivo y escandaloso por herencia de sus genes.
—Qué bueno que finalmente regresaste, hijo –dijo JunHo, jefe de su familia y uno de los empresarios más influyentes de Corea del Sur.
—Muchas gracias, los extrañaba a todos. Ah, sí, papá, deja que te presente a mi amigo.
Llevó al mayor hasta estar frente a él quien como las veces anteriores se puso de pie e hizo una reverencia.
—Min Yoongi. Es un placer conocerlo.
—Lo mismo digo, —inclinó la cabeza. —Soy Jeon JunHo y espero que disfrutes tu estancia con nosotros. Cualquier cosa no dudes en preguntar.
—Sí, se lo agradezco.
—Disculpa, Yoongi –habló Yeihji, —Jungkook me había comentado que eres pintor, ¿es cierto?
—Así es, aunque apenas estoy tratando de ganar reconocimiento.
—Mentira, si hasta quieren que des algún curso en la Escuela de Artes —intervino Jungkook. —Eres demasiado modesto, Hyung.
—No tiene nada de malo, además así te gusto.
—Jajaja, en eso tienes razón.
Aquellos comentarios llamaron la atención del matrimonio Jeon, por lo que Yeihji decidió sacarse la duda.
—Eh... ¿de casualidad ustedes son pareja?
—No —contestaron al unísono
—Simplemente así nos llevamos —explicó su hijo con naturalidad
—Incluso en Italia muchos pensaban que teníamos una relación —añadió Yoongi.
—Menos mal —suspiró la pelirroja, aliviada
—¿Por qué lo dice señora?
—¿Ah? No, por nada, cariño, sólo lo decía —sonrió, nerviosa
—Bueno, pasemos al comedor —dijo Hoseok, —los chicos vienen hambrientos luego del viaje tan largo.
—¡Sí, quiero ramen!
—Yo me conformo con algo comestible.
Los chicos siguieron al pelirrojo dejando atrás a los mayores. Yeihji tomó el teléfono sin borrar su sonrisa emocionada.
—¿Les comento a los chicos que planeas hacerles una fiesta de bienvenida? —le preguntó su esposo
—Por favor, Junho. Yo llamaré a Hyeri.
—Yeihji —lo miró, —no me digas que todavía tienes esa idea en mente.
—Entonces no te lo diré. Vamos, es algo que tú y Taemin también desean.
—Sí, siempre y cuando ambos accedan, no forzándolos.
—No te preocupes, —rió de forma malévola. —Ya verás que lograremos unirlos, jajaja.
—A veces me das miedo, querida.
🌌🌌🌠
Por la tarde Taehyung se preparaba para irse ya que le tocaba guardia nocturna en el hospital. Namjoon y Seokjin estaban en la sala mirando televisión cuando llegó una hermosa mujer de largo cabello azabache: Kim Hyeri, la matriarca de la familia. Tras ella venía un hombre pelinegro de apariencia muy seria y firme: Kim Taemin, su esposo y líder del clan Kim.
—¿Ya te vas? —preguntó él a su hijo menor
—Sí, papá, regresaré por la mañana.
—Espera, Taehyung —lo detuvo su madre. —Vas a estar libre mañana por la noche, ¿verdad?
—Sí, ¿por qué?
—Jejeje, es que Yeihji me llamó hace un rato para invitarnos mañana a la casa Jeon, ya que le hará una fiesta de bienvenida a Jungkook.
—Oh, ¿entonces ya volvió? —preguntó Namjoon.
—Llegó hoy, pero quieren dejarlo descansar y por eso la fiesta será hasta mañana.
—Tengo muchas ganas de verlo —sonrió su hijo mayor, —siempre ha sido como otro donsaeng para mí. Y podré presentarle a Jin, por supuesto.
—Jungkook es el chico que te mandó aquella carta diciendo que lamentaba mucho no poder ir a nuestra boda, ¿cierto? —preguntó el rubio —Desde entonces deseo conocerlo.
—Sólo es un muchachito irritante —le dijo su cuñado, —no te pierdes de gran cosa, salvo de soportar su escándalo.
—No hables así de él, Taehyung —pidió su madre. —Creía que cuando crecieran podrían llevarse bien.
—Pides mucho, mamá. Un momento —la miró, —¿quieres que vaya a esa fiesta?
—¡Por supuesto! Sabes que tu padre y yo hemos sido grandes amigos de Yeihji y Junho desde hace muchos años, además tú y Jungkook prácticamente crecieron juntos.
—Puedes decirles que estoy enfermo.
—Irás, Taehyung –ordenó Taemin. —Además también podrás platicar con Junho, ¿no te da gusto?
El azabache tuvo que tragarse sus palabras. Jeon Junho era un excelente médico. Aunque ahora se dedicaba más a administrar sus negocios, nadie negaba su talento, por eso Taehyung lo admiraba mucho. Lástima que la relación que llevaba con su único hijo fuera pésima.
—Grr, de acuerdo, los acompañaré.
🌌🌌🌠
Al día siguiente Jungkook llevó a Yoongi a recorrer la ciudad. Si bien el pelinegro nació en Corea, desde muy joven se crió en Italia, de modo que había que habituarlo a las tendencias de la cultura actual.
—Todos parecen tener una vida muy ajetreada aqui —comentaba el pintor, —pero el lugar donde está situada tu casa es muy tranquilo y agradable.
—Sí, Yoongi hyung, quería un lugar donde pudiéramos vivir de manera más relajada.
—Comprendo —miró su reloj. —Tal vez deberíamos volver ya, la señora Jeon dijo ayer que la fiesta de bienvenida empezaría a las siete. Todavía necesitas arreglarte para ella.
—Necesitamos —corrigió. —Recuerda que la fiesta es en honor a los dos
—Cariño, van a creer que nuestra relación es en serio —le rodeó con un brazo. Me pondré celoso de verte interactuar con gente que, a diferencia de mí, se encuentra en tu mismo nivel social.
—No te preocupes, sabes que te prefiero a ti.
La gente a su alrededor los observaba. Algunas chicas parecían maravilladas con la escena, otros lucían envidiosos por la pareja tan atractiva que aquellos dos chicos formaban. Jungkook y Yoongi contuvieron la risa porque uno de sus pasatiempos favoritos era precisamente confundir a la gente haciéndoles creer que tenían una relación amorosa.
—De todos modos estoy preparado para renunciar a ti cuando aparezca alguien de quien te enamores —comentó Yoongi con alegría
—Gracias, qué considerado —lo miró fijamente. —Yo también deseo que encuentres a una persona que puedas amar y viceversa.
La expresión del pintor se tornó triste y soltó a su amigo, suspiró alzando la vista al cielo y luego volvió a contemplar a Jungkook, esta vez con un semblante melancólico.
—Lo sé y te lo agradezco, pero... no lo creo posible.
—No digas eso —le sujetó la mano al tiempo que le sonreía. —¡Estoy seguro que hay una persona perfecta para ti! ¡Sólo es cuestión de que la encontremos!
Yoongi no pudo evitar corresponder a su sonrisa, por eso Jungkook era su amigo más valioso y preciado, era su alegría y fortaleza, su fuente de consuelo en los momentos tristes. De todo corazón deseaba que él llegara a ser muy feliz y se encargaría de protegerlo para que nadie lastimara sus sentimientos.
La noche llegó y la mansión Jeon estaba inundada de barullo. Sirvientes iban y venían atendiendo a los invitados, muchos de ellos eran socios, otros conocidos de años atrás, pero todos estaban ahí con el fin de ver al único heredero de una de las familias más poderosas del país. Jungkook se reencontraba con varios amigos de su infancia, no había tenido mucho contacto con ellos durante su estadía en el extranjero, se encargaba de presentarles a Yoongi, quien estaba un poco incómodo en aquél ambiente tan elegante, sin embargo todos intentaban hacerlo sentir bienvenido.
—Es un joven encantador —comentaba un invitado viendo al pintor platicar con Jungkook. —¿Acaso es pareja de su hijo?
—Claro que no —contestó de inmediato Yeihji, son grandes amigos. Nuestro Jungkook sigue soltero en espera de un candidato digno de él.
—Yeihji, creo que estás explicando de más —susurró su esposo
—Debemos dejar todo muy claro desde el inicio, Junho. No quiero que haya rumores que pudiesen afectar nuestros planes —suspiró con aire soñador. —Me muero porque ellos dos se reencuentren.
Jungkook dejó a Yoongi conversando con un grupo de jóvenes para ir y saludar a algunos invitados que, según recordaba, eran socios importantes de su familia. En eso estaba cuando sintió a alguien tocarle el hombro.
—Has crecido mucho, Jungkook.
—¡Namjoon Hyung!
Jungkook lo abrazó con fuerza, Kim Namjoon era un hombre inteligente, responsable y agradable, él siempre lo admiró mucho y quería llegar a ser tan genial como él. Fue entonces que reparó en la persona a su lado.
—Usted debe ser el esposo de Hyung, ¿verdad? —le sonrió —¡Mucho gusto! ¡Soy Jeon Jungkook y lamento no haber podido asistir a su boda!
—El gusto es mío —correspondió a su sonrisa. —Soy Kim Seokjin y puedes tutearme. He escuchado mucho de ti por Namjoon y Taehyung.
—¿Taehyung?
Fue entonces que se percató del azabache que lucía molesto mientras dialogaba con sus padres. Al parecer lo estaban obligando para que fuera a saludar a alguien que no quería, Jungkook caminó hacia ellos y sonrió a los mayores.
—Cuánto tiempo, señora Hyeri, señor Taemin.
—Te ves muy bien, Jungkook —le dijo la mujer, sonriendo
—Nos alegra que regresaras con bien —añadió con seriedad Taemin, aunque en su mirada se notaba el cariño que sentía por el joven
Finalmente Jungkook observó a Taehyung y su expresión risueña se borró de golpe. Ambos tenían el ceño fruncido mientras examinaban al otro con detalle.
—Hyung amargado —le soltó Jungkook.
—Donsaeng irritante —respondió Taehyung.
Taemin suspiró mientras veía cómo esos dos casi querían asesinarse con la mirada. A lo lejos Junho se percató que tanto Yeihji como Hyeri presenciaban la escena con esa expresión soñadora. El líder Jeon negó con la cabeza mientras comprobaba que aquél reencuentro de telenovela que su esposa y su amiga esperaban estaba a años luz de ocurrir. Ahora al ver cómo reaccionarían Jungkook y Taehyung cuando ellas les anunciaran sus planes.
Hola gente bonita, como lo prometido es deuda acá les traigo está nueva historia, una comedía romántica para variar 🤭
¿Qué les pareció? Recuerden que este es sólo el inicio, faltan muuuchas cosas por delante.
Como siempre esperaré ansiosa sus comentarios sobre este nuevo fic.
Les aclaro que este fanfic volveré a actualizarlo hasta la semana entrante, se los traje hoy para darles un pequeño adelanto, porque mi ansiedad no me deja vivir en paz jajajjaja. Mientras tanto espero leerlos por mis otras historias. Por hoy es todo, se me cuidan mucho y nos leemos luego. Bye byeee!!
Hyung: forma de referirse a alguien mayor cercano en Corea del sur.
Donsaeng: forma de referirse a alguien menor en Corea del sur.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top