La línea del corazón

Varios días pasaron tras la visita de Taehyung, Jungkook seguía castigado, pero aprovechó ese tiempo para meditar sobre muchas cosas, o eso intentó, porque cada vez que se acercaba a una conclusión aterradora respecto a cierto tema relacionado con él, se daba de topes contra la pared.   

En ese momento se hallaba encima de la cama revisando un álbum de fotos tomadas en su infancia, en muchas aparecía con sus padres, otras con su tío, Bam, los señores Kim, Namjoon, algunas más con amigos de las escuelas a las que asistió, pero en la mayoría estaban presentes Taehyung y Jimin.

—Cariño —llamó Yoongi al otro lado de la puerta, —¿estás ocupado?

—No, pasa.

El pintor ingresó y fue a tomar asiento a su lado, con curiosidad observó el álbum que su amigo tenía sobre el regazo.

—¿Qué hacías? ¿recordando viejos tiempos?

—Más o menos —suspiró. —Estoy demasiado aburrido y estando aquí encerrado no puedo hacer nada para resolver los pleitos familiares.

—Y eso que tu Romeo estuvo bastante tiempo de visita el otro día.

—Grr, no lo digas con esa sonrisita —murmuró haciendo un puchero.

—Jejeje, lo siento —bajó la mirada hacia el álbum. —Esos son ustedes de pequeños, ¿verdad?

—Ah, sí, a los diez años. En ese entonces peleábamos por todo, especialmente por Jimin.

Le señaló una imagen donde este se mostraba con cara de fastidio y resignación mientras Taehyung y Jungkook jalaban cada uno de sus brazos, al parecer esos dos estaban forcejeando por su amigo.

—No es como si hubiesen cambiado mucho.

—Pues aunque no lo creas realmente nos hemos calmado un poco —sonrió, divertido. —Hyung y yo somos muy competitivos desde siempre, aunque Jimin lo es todavía más, sólo que nunca ha querido unirse a nuestras disputas porque es algo así como nuestro mediador y muchas veces lo hartamos.

—Con razón él dijo que tú y Taehyung tienen mucha culpa del porque él dejo de ser un asustadizo y tímido niño doncel.

Jungkook se percató del tono con que hablaba de Jimin, sin obviar la mirada nostálgica con que contemplaba la fotografía. Suspiró; su amigo necesitaba un espejo para ver que sus expresiones hablaban por sí solas respecto a sus verdaderos sentimientos por Jimin.

—Oye Yoon, yo sé que esa chica fue muy importante para ti y lo sigue siendo, pero si continúas aferrándote al pasado perderás la gran oportunidad que está justo frente a tus ojos para ser feliz. Dudo que encuentres una persona mejor que Jimin, piensa bien si de verdad lo vas a dejar ir sin hacer el menor intento por estar a su lado.

Luego de un rato Yoongi ingresó a su habitación y se dirigió a la cama,  sacó un cuaderno de dibujos en cuya última página se encontraba un retrato del joven Park Jimin hecho a lápiz que estaba bajo su almohada. Era uno de los varios dibujos que había elaborado en secreto durante los preparativos para su exhibición.

—… Realmente extraño pasar tiempo contigo, Jiminnie.

🌌🌌🌠

Mientras tanto en la residencia de la familia Kim, Taehyung se encontraba en la sala con la vista perdida. De vez en cuando bufaba o se desordenaba el cabello, todo porque no podía sacarse de la mente su intromisión de hacía unos días en la casa de los Jeon. Pocas veces había conversado con Jungkook como ese día, a pesar de la atípica situación se sintió tan tranquilo, estando a su lado que de repente parecía como si todo el mundo estuviera perfectamente, como si todo encajara cuando estaban juntos, como si esa bonita sonrisa tuviera el poder de aliviar cualquier cosa en su mundo.

—¡Rayos! —gritó.

—¡Maldita sea Taehyung, es la cuarta vez que haces eso! —reclamó Jin ¡Soy un artista y con tus gritos arruinas mi concentración! Vas a hacer que tenga un parto prematuro.

—Pues vete a tu estudio o a la galería a trabajar.

—¡Qué cruel eres! Esa no es forma de hablarle a tu embarazado cuñado.

—Precisamente el embarazo te está poniendo dramático y paranoico.

—Eso quisieras, pero ya en serio, ¿qué te ocurre? Creí que por el hecho de regresar vivo y entero, tu visita a Jungkook había  resultado perfectamente.

—Hum… eso es lo que me molesta, no debería ser tan perfecto.

—Bueno, en realidad no lo conozco mucho, pero por lo que he visto y escuchado creo que es un buen chico y pienso que el hecho de no poder dejar de pensar en alguien significa algo.

—… Seokjin, si no estuvieras esperando a mi sobrino, ya te habría golpeado.

—Eso si es que te dejara, mocoso.

🌌🌌🌠

Por la noche Junho y Yeihji tenían una cena de negocios, así que en el comedor sólo se encontraban los dos jóvenes y Hoseok, Jungkook degustaba felizmente su comida bajo el escrutinio de su tío.

—Oye, —llamó él, —he estado pensando. Ya que tus padres te quitaron el teléfono y la computadora, ¿por qué no le escribes una carta a Taehyung?

Jungkook se atragantó con la comida y casi la escupe. Una vez logró recomponerse miró al pelirrojo con horror.

—¡¿Qué?! ¿Por qué debería hacer algo como eso?

—Se supone que quieren reconciliar a sus padres, ¿ya lo olvidaste? Para eso deben seguir en contacto y ponerse de acuerdo o compartir información, yo puedo encargarme de llevarle las cartas y traer las respuestas.

—¡Tienes que estar bromeando! —exclamó con las mejillas ligeramente rojas. —Eso es demasiado… raro. Yoongi, di algo!

—Mmm… Lo siento, cariño, pero me parece muy buena idea —sonrió con burla. —Al mejor estilo de Romeo y Julieto, nada mejor que se escriban cartas de amor.

—¡No vuelvas a decir eso! —amenazó con lanzarle el tazón vacío.

🌌🌌🌠

A la mañana siguiente Yoongi caminaba por las calles de la ciudad, quería despejarse un poco para reordenar sus ideas. Sin embargo el universo parecía estar en su contra, ya que por la misma calle, pero en sentido contrario, venía Jimin; vestía más informal que otras veces, seguro estaba en su día libre, no supo cómo reaccionar, simplemente se quedó congelado hasta que llegó frente a él.

—Ah, Yoongi.

—Jiminnie…

Jimin entrecerró los ojos al notar la expresión con que el otro lo contemplaba, seguro no esperaba verlo tan pronto luego de haberlo rechazado, soltó un suspiro porque no pensaba tolerar una situación así.

—Quita esa cara de idiota, ni que fuera a atacarte en cualquier momento o fuera comenzar a llorar —sonrió ligeramente. —No necesitas preocuparte por lo que pasó, ni ponerte nervioso o evitarme.

Yoongi se sorprendió por su fortaleza, sabía que era alguien muy particular, pero no dejaba de asombrarlo. Las palabras que le dijo lograron animarlo, pues a decir verdad él tampoco quería perder el contacto con él.

—Lo lamento, prometo que no volveré a reaccionar así.

—Eso espero.

—Pareces estar paseando, ¿hoy no tienes trabajo?

—No. Mi hermano llamó ayer y ordenó que me tomara unos días de descanso —bufó. —Incluso les dio órdenes a los empleados de no permitirme entrar a mi propia oficina.

—Jajaja, de verdad se preocupa por ti.

—Yo creo que exagera demasiado.

El pintor sonrió, contento. Eran esas pláticas las que tanto le hacían falta, tal vez estaba siendo egoísta porque ya lo había rechazado, pero realmente necesitaba seguir pasando tiempo con él, aunque fuera un poco. Sin embargo toda esa alegría se detuvo cuando escuchó sonar su celular y lo oyó contestar.

—¿Qué quieres, idiota?

Yoongi arrugó el ceño. Ya podía adivinar quién le estaba llamando, sólo una persona lo hacía poner esa expresión.

—Sí, tengo días libres, por eso no estaré en la oficina —aguardó unos segundos y tratando de ocultar su sonrojo, contestó. —Acabo de encontrarme con Yoongi y estábamos platicando.

—Vaya, —lo oyó reír un poco. —Eso significa que no te has rendido con el pintor, ¿verdad?

Jimin no pudo evitar sonreír también y reflejar determinación y seguridad en su mirada.

—Claro que no voy a rendirme idiota.

Aquella sonrisa intrigó a Yoongi, desde que lo había conocido jamás le vio poner una expresión como esa. No tenía idea de qué le había dicho Kim Namjoon vía telefónica, pero definitivamente no era para nada de su agrado.

—Cambiando de tema, te envié a tu correo unos archivos. Necesito que los revises y me des tu opinión lo más pronto posible. Es más, si quieres paso a recogerte donde estés.

—No es necesario, Namjoon. En la tarde me ocuparé de ello, así que no molestes mientras tanto.

Jimin cortó la llamada y suspiró. Iba a disculparse con Yoongi por la interrupción, pero se detuvo al ver que se estaba cubriendo los ojos, como si no quisiera mostrarle su expresión.

—¿Yoongi?

—Ustedes dos realmente son tan cercanos que me cuesta trabajo creer que alguna vez fueron novios y rompieron.

—¿Tú crees? —se encogió de hombros, restándole importancia. —Hum, tienes tiempo, ¿verdad? Ya que me contaste tu historia, ¿quieres oír la mía?

Ambos fueron a un parque cercano y tomaron asiento bajo la sombra de un árbol apartado del resto de los transeúntes. Yoongi lo miraba fijamente mientras Jimin mantenía los ojos fijos al frente.

—Yo conozco a Namjoon casi de toda la vida por los negocios de nuestras familias. Al inicio lo consideraba como un hermano mayor algo molesto y sobreprotector a veces, pero cuando cumplí doce años eso comenzó a cambiar....

Jimin se encontraba en las vacaciones previas al ingreso a Secundaria, aunque antaño era un niño tímido y algo miedoso, se había convertido en un adolescente serio y aguerrido. Ese día decidió visitar la casa de la familia Kim; los sirvientes lo dejaron pasar fácilmente y en el jardín encontró a Namjoon, de dieciséis años, leyendo bajo la sombra de un árbol.

Jiminssi —saludó con una sonrisa.

—No me llames así —se quejó tomando asiento a su lado.

—Es que es divertida la cara que pones. Por cierto, Taehyung no está en casa.

—Lo sé. Tú mamá lo llevó junto con Jungkook al centro comercial, así que escapé aquí antes de que me obligaran a ir con ellos y soportar sus peleas.

Jajaja, eso te pasa por ser el mediador entre esos dos —le revolvió el cabello. —No cabe duda que eres muy buen chico.

El niño se sonrojó levemente y desvió la mirada. Namjoon siempre le había parecido alguien confiable y admirable, le gustaba pasar tiempo con él porque era realmente culto e inteligente y también protector, debía admitir que sentía un extraño calorcito en el pecho cuando el primogénito de los Kim estaba al pendiente de él.

Auch —Namjoon se sobó una pierna, —¿por qué me golpeas?

—¡Porque eres un idiota! —gritó levantándose para alejarse de él.

—… ¿Y ahora qué se supone que hice? Dame una explicación!

Sin embargo el niño siguió caminando sin mirar atrás. Tenía que alejarse del moreno porque aquello no podía estarle pasando. ¡Se trataba del hermano mayor de uno de sus mejores amigos! Prácticamente había crecido considerandolo como parte de su familia; por la diferencia de edades él resultaba una meta a alcanzar, se negaba totalmente a creer que eso fuera amor.

Dicen por ahí que cae más pronto un hablador que un cojo, y sólo unos meses después tuvo que creer en esa frase. Había hecho todo lo posible por establecer una distancia con Namjoon, pero por alguna razón siempre terminaba encontrándoselo y debido a esto no podía dejar de notar lo detallista y atento que era el moreno. Tenía que justificar el por qué resultaba tan popular a donde sea que iba.

—Jimin, ¿qué te sucede? —preguntó Jungkook.

Ese día se encontraba en una banca de la secundaria almorzando en su compañía, lo observaba fijamente y con curiosidad, pues había notado raro a su amigo.

No me pasa nada.

—Lo dudo porque últimamente estás todo pensativo y distraído. Ni siquiera has intentado golpearnos a mí y a Taehyung cuando peleamos.

Porque ya me resigné a que no lograré nada con ustedes.

—De todos modos no estás siendo tú. Hasta pareciera que estás enamorado.

El rostro de Jimin se puso totalmente rojo y prácticamente devoró los restos de su almuerzo. Jungkook tardó unos segundos en procesar sus gestos y acciones, luego abrió los ojos de sobremanera y lo señaló, sonriendo con alegría.

—¡Entonces es eso! ¡Hay alguien que te gus…!

No pudo terminar porque su amigo le cubrió la boca y lo miró con una mezcla de vergüenza y enfado.

Ni siquiera lo menciones, eso no puede ser verdad. ¡Él no puede gustarme!

—¿Qué rayos hacen?

Ambos voltearon encontrándose con Taehyung quien arqueó una ceja ante tan peculiar situación.

Nada importante —contestó Jimin soltando a su amigo, ¿cierto?

—Eh… s-sí, nada.

Eres pésimo mintiendo, Jeon.

—No molestes, Hyung amargado.

Ese mismo sábado había un festival en la preparatoria donde Namjoon estudiaba e invitó a los chicos. Los Jeon tuvieron que salir de viaje por negocios desde unos días antes, así que al evento únicamente fueron Taehyung y Jimin, ambos recorrían los puestos hasta que se encontraron con el primogénito de los Kim vestido como mesero.

Qué bueno que vinieron —les sonrió, ¿se están divirtiendo?

—No —contestó su hermano, —es aburrido sin Jungkook.

Hay mucho ruido —añadió el otro.

—En momentos así extraño mucho a mi Jungkookie.

Quiten esas caras tan serias y relájense, chicos, esa es la intención de este festival.

—Insististe para que viniéramos.

Jimin se limitaba a observar al moreno, lucía realmente atractivo con esa ropa, se sonrojó ante sus pensamientos justo cuando apareció un chico de cabello rubio que también lucía un traje de mesero.

Oye, idiota, necesitamos ayuda en la cocina —le dijo con enfado.

Calmate Jin, sólo saludaba a mis niños.

—¿Tus niños?

—Este es mi hermano Taehyung, y un amigo nuestro, Park Jimin.

Ah, mucho gusto —saludó el rubio, —yo soy Kim Seokjin.

Tengan cuidado con él, aunque luce como alguien amable en realidad es una fiera explosiva y temperamental.

—¡Eso es porque te la pasas molestándome!

—Y eso es porque resulta muy fácil hacerte enojar.

Jimin presenció cómo Namjoon jalaba las mejillas del otro chico quien pataleaba para soltarse y no lo soportó. Arrugó el ceño y dio media vuelta, alejándose enfurruñado, le había molestado sobremanera ver al mayor comportarse así con alguien más.

Todo esto no pasó desapercibido para Taehyung que de inmediato fue tras de él, y harto de que no le hiciera caso, lo jaló del brazo para llevarlo a un lugar apartado del bullicio.

Escúpelo, mochi —dijo, —¿te gusta mi hermano?

—Y-Yo nunca he dicho eso, idiota.

Claro. Y el tartamudeo y el sonrojo son porque hace calor —bufó. —No me creas tan despistado, si te faltaba poco para asesinar a Jin con la mirada.

Ese gesto lo aprendí de ti.

—No cambies el tema —rogó un poco de paciencia. —Rayos, soy pésimo para estas cosas. ¿Dónde está Jeon cuando se le necesita?

Vaya, apenas lleva dos días fuera y ya se nota cuánto lo extrañas.

Si se lo dices voy a asesinarte de manera lenta y dolorosa, además al menos no soy yo el que se pone estúpidamente celoso.

Jimin lo miró con enfado, pero no dijo nada. Si negaba que estaba celoso,  no dejaría de molestarlo durante un buen tiempo. Además no tenía sentido seguir mintiendo, Taehyung era muy perspicaz y ya había deducido todo lo que a él le tomó meses de debate mental.

El lunes de vuelta a clases no pasó mucho tiempo para que Taehyung le dijera a Jungkook lo ocurrido en el festival y quién era la persona que le gustaba a su amigo. A veces odiaba que esos dos rivales fueran tan parecidos, Jungkook sugirió que debería declararse; para Taehyung era raro imaginar a su amigo de infancia con su hermano mayor, pero estuvo de acuerdo.

De esa forma pasaron algunos años sin que la situación cambiara, cierto día Jimin, quien ya contaba con dieciséis años, se encontraba en la biblioteca preparando un reporte para su clase de historia. Estaba muy concentrado leyendo hasta que sintió una mano sobre su hombro.

—¿Puedo sentarme contigo?

Respingó y no pudo evitar sonrojarse un poco al encontrarse con el sonriente rostro de Namjoon. Torpemente asintió, así que el moreno se sentó frente a él, observándolo con curiosidad.

Has estado actuando raro conmigo últimamente.

—Es tu imaginación. ¿Qué haces aquí?

Me apetecía un lugar tranquilo para leer.

Cada uno continuó con sus asuntos durante algunas horas, de vez en cuando Jimin lo miraba de reojo, sacudió su cabeza para despejar sus ideas, pero su subconsciente lo traicionó.

—Oye… Ese amigo tuyo, el chico rubio… Parecen ser muy cercanos.

—¿Jin? Sí, nos llevamos bien a pesar de que él tiene un temperamento voluble. Bueno, en este momento ya no somos tan cercanos debido a nuestras carreras tan distintas y además él está saliendo con un chico llamado Sunoo.

Los ojos de Jimin se abrieron con sorpresa, había dicho eso con mucha calma, significaba que no le preocupaba el hecho de que el rubio anduviera con otro.

Namjoon.

—Dime.

—Me gustas.

Namjoon seguía hojeando el libro hasta que su cerebro procesó las palabras de Jimin. Alzó la mirada de golpe y, sorprendido, se encontró con su rostro serio pero sonrojado, lo conocía desde pequeño, lo quería muchísimo y se preocupaba por su bienestar. No podía creer que él acabara de declarársele.

—¿Lo dices en sentido amistoso o romántico?

Jimin se sintió ofendido por la pregunta y se levantó, furioso. Sin decir una sola palabra se fue de ahí caminando entre unos estantes, pero antes de alejarse más fue apresado por unos fuertes brazos que lo retenían por la espalda.

Perdona, no debí si quiera habértelo preguntado, pero me sorprendiste.

—No necesito tu compasión, idiota —intentó soltarse de él.

Seamos novios —propuso. —Fue por eso que me dijiste tus sentimientos, ¿no?

—… En realidad se me escapó sin querer —agachó la cabeza con vergüenza. —Tenía pensado no decirte nada.

Namjoon sonrió, divertido, y aún sin soltarlo le depositó un beso en la cabeza, desestabilizandolo totalmente quien dejó de forcejear y mejor colocó sus manos sobre las del moreno.

A partir de ahí inició su noviazgo. Cuando Jimin se lo informó a sus amigos, Jungkook gritó emocionado y Taehyung se limitó a suspirar y pedir que él y Namjoon no se pusieran empalagosos en su presencia. Ese día Jimin y su pareja fueron de compras, ya que pronto habría una fiesta importante para los Park y por supuesto el hijo menor de la familia debía vestir de forma elegante.

—Odio asistir a ese tipo de reuniones —se quejaba él.

Mejor acostúmbrate porque como uno de los herederos es tu deber preservar el renombre de tu familia —le sonrió. No te preocupes, lucirás tan bien que seré la envidia de todos en la fiesta.

I-Idiota —desvió la cara, avergonzado

En ese momento se encontraron con Jin quien venía caminando de frente a ellos, el rubio los saludó con alegría, a lo que Namjoon respondió con una divertida sonrisa. Este gesto no fue del agrado de Jimin, pues no era la primera vez que lo veía poner esa misma expresión cuando se refería a Jin.

Hola, Namjoon, Jimin. Hacía mucho tiempo que no te veía —dijo a éste último.

—… Sí, hola —contestó él de forma seria.

Quizá Namjoon se percató de su actitud, por eso con uno de sus brazos rodeó sus hombros.

Jimin es mi novio, —aclaró.

A Jimin no le pasó desapercibida la forma en que la noticia le cayó a Jin, quien los miró más que impactado, borró su sonrisa de inmediato, se disculpo y se fue.

Actúa más raro de lo normal —comentó Namjoon.

—¿De verdad no te diste cuenta?

—¿De qué?

—Olvídalo, vayamos a conseguir ese estúpido traje que necesito.

En ese tiempo Jimin decidió que si Namjoon no se percataba de los celos de Jin, no tenía por qué ser él quien se lo hiciera ver. Además el rubio también salía con alguien, no era justo que le molestara que Namjoon tuviera pareja.

Así continuaron con ese noviazgo durante dos años. De vez en cuando tenían discusiones, pero nada serio, solo eran las típicas peleas de novios, sin embargo se enteró de que meses atrás Jin había roto con el tal Sunoo. El día que eso ocurrió Namjoon estuvo al lado del rubio alegando que no deseaba ver deprimido a su amigo. Jimin no dudaba de ello, pero también sabía que ahí había algo más, siempre lo supuso, tal vez el propio Namjoon no se había dado cuenta, pero Jimin llegó a conocerlo mejor de lo que él mismo imaginaba y por eso sabía que la forma en que cuidaba del otro sobrepasaba los niveles de la amistad. Únicamente su propio novio no lo miraba así.

Oye, Jimin, ¿qué sucede?, ¿peleaste con Namjoon?

Jungkook estaba frente a él y lo miraba con preocupación, ya que últimamente su amigo lucía bastante pensativo.

No es nada de eso, descuida.

—Pero te ves… triste. Dime si alguien te lastimó y juro que le daré un puñetazo.

Jimin sonrió un poco, agradecido por la lealtad de Jungkook. Definitivamente él era su fuente de alegría y energía.

Ya te dije que no te preocupes, sólo tomé una decisión.

Esa tarde citó a Namjoon en un pequeño parque que solían visitar de niños. Él  sabía que algo andaba mal, pues aunque Jimin era un chico serio, él conocía bien sus gestos.

Oye, ¿qué pasa? La cara que traes me está preocupando.

—Tengo que decirte algo muy importante.

Soy todo oídos.

—Yo… de verdad te quiero mucho, por eso mismo no puedo seguir engañándome más —cruzaron sus miradas. —Quiero que terminemos.

Espera, no te entiendo. Si dices que me quieres, ¿por qué me pides eso?

—Alguien tiene que abrirte los ojos y supongo que debo hacerlo yo aunque sea a puñetazos —bufó. —Sé que te importo, es normal porque me conoces prácticamente de toda la vida, sin embargo desde hace tiempo me di cuenta de que estás enamorado de Seokjin. Y por favor deja de negarlo, imbécil, o lo de los golpes será muy en serio.

Sin poder evitarlo las mejillas del moreno se sonrojaron un poco y miró con asombro al menor. Jimin sonrió levemente ante su mutismo; era difícil dejar callado al genio de los Kim.

—Además él es igual de idiota que tú porque también está enamorado de ti, pero no se había dado cuenta hasta que empezaste a salir conmigo –suspiró y se frotó la sien. —Son tal para cual, un par de idiotas.

—Jimin, yo…

No quiero ni necesito que me digas absolutamente nada —interrumpió. Si de verdad te importo entonces habla con él y aclaren la situaciónsonrió de medio lado. —Ni creas que me pienso poner a llorar o deprimirme por ti, eso elevaría tu estúpido ego.

Namjoon sonrió un poco y agachó la cabeza, asintiendo. Sujetó una mano del otro y la acarició con cariño y ternura.

—De verdad te quiero mucho y estoy muy orgulloso y halagado de poder presumir de haber sido tu primer novio —suspiró. —Perdóname si con mi ceguera y actitud llegué a lastimarte, juro que esa jamás fue mi intención.

—Querías hacerme feliz, eso lo entiendo. Si de verdad deseas hacer algo por mí, arregla tus problemas con ese tonto y dejen de causarme problemas.

Namjoon cruzó sus miradas y tiró de él para abrazarlo con fuerza al tiempo que le desordenaba el cabello.

Eres alguien maravilloso, por eso sé que te mereces a alguien que te proteja y haga más feliz de lo que yo jamás podría.

Estuvieron un buen rato abrazados hasta que fue el propio Jimin quien rompió el contacto, Namjoon lo veía con cariño fraternal y le depositó un suave beso en la frente.

Deja de perder el tiempo y suéltame, idiota.

—Bien. Realmente me importas mucho, lo sabes, ¿verdad?

Sí, como sea. Ahora largo de mi vista.

—Lo haré si eso deseas. Te veré luego.

Namjoon se marchó, sabía que lo mejor era darle tiempo a solas, además él también necesitaba reflexionar sobre muchas cosas. Por su parte Jimin seguía enfurruñado, pero luego su mirada se tornó vacía. Llevó una mano a su frente y tocó la zona donde le dio el último beso.

Realmente sólo sabes complicarme las cosas, Namjoon.

Pasaron varios meses después de eso para que finalmente ellos dos comenzaran a salir —concluyo su relató Jimin, pero recuerdo que antes de eso Taehyung golpeó a su hermano en mi nombre y Jungkook lo habría arrojado de un puente de no ser porque siempre lo alcancé a detener.

—Ambos se preocupan mucho por ti —opinó Yoongi, sonriendo. —Me sorprende que a pesar de todo eso te lleves tan bien con Namjoon y Seokjin.

—Debo admitir que al inicio con Jin las cosas no fueran sencillas, sin embargo nos esforzamos por tratar de llevarnos bien y acabamos siendo realmente buenos amigos. Con Namjoon no fue tan complicado porque acepto que hasta la fecha lo sigo queriendo.

Yoongi se quedó serio tras oír esas palabras. En sí toda la historia le pareció interesante porque era algo que ya se había preguntado en diversas ocasiones, pero el imaginar a Jimin mirando con amor al primogénito de los Kim le resultaba una idea bastante desagradable.

—Jimin, muchas gracias por contarme algo tan personal e importante para ti. Es más de lo que merezco.

—Yo…

Jimin iba a añadir algo más, pero decidió quedarse callado, tal como se lo dijo a Namjoon vía telefónica, aún no quería rendirse con respecto a Yoongi, pero ya había doblegado su orgullo por él en una ocasión y el resultado no fue del todo bueno. Todavía era demasiado pronto y no estaba preparado para exponer su corazón de nuevo.

Esa tarde Yoongi decidió visitar a Jin en la galería; le había tomado cariño al rubio y estaba muy agradecido con él por apoyarlo y darle una oportunidad a su arte. Platicaron durante largo rato hasta que al pintor se le ocurrió preguntarle sobre algo que lo intrigaba.

—Disculpa que te pregunte algo tan privado, Jin Hyung, pero escuché que antes de ser pareja de Namjoon estuviste saliendo con otro chico. ¿Es cierto?

—Ah, sí, debes referirte a Sunoo. En ese entonces me negaba a creer que Namjoon pudiera gustarme, así que fui y le pedí salir a mi Sunbaenim, quien aceptó. Cuando supe que Namjoon y Jimin estaban juntos me sentí muy molesto y herido, ahí me di cuenta de que realmente me había enamorado de él y había perdido mi oportunidad aunque terminara con Sunoo. De todos modos rompí con él y si no fuera por Jimin, quizá Namjoon y yo no estaríamos juntos ahora —sonrió melancólico y acarició su vientre, —ni en espera de este pequeño.

Yoongi sonrió también y asintió, comprensivo. Al parecer la negación de sentimientos era algo que los Kim, los Jeon y sus amigos cercanos tenían en común.

El pintor estaba abandonando la galería cuando se encontró con Namjoon cruzado de brazos y mirándolo fijamente. Parecía que lo había estado esperando.

—Min Yoongi, justo la persona que quería ver. ¿Tienes tiempo? Quisiera hablar contigo.

—Por mí no hay problema, Namjoonssi.

Fueron a una cafetería cercana y ocuparon la mesa más solitaria y alejada de todas. Namjoon ordenó dos tazas de café y sin más rodeos decidió iniciar la conversación.

—Sé que rechazaste a Jimin —dijo con seriedad. —Estoy seguro de que tienes tus razones para haberlo hecho y las respeto, pero por lo mismo quisiera que mantuvieras tu distancia con él.

Namjoon apretó con fuerza la taza de la que bebía y la dejó sobre la mesa para mirar al otro, molesto.

—No pienso hacer eso porque el propio Jimin me dijo que sigamos igual que antes.

—Por supuesto que él te diría eso, no es alguien que se deje abatir tan fácilmente. De cualquier forma creo que la distancia lo ayudaría más a olvidarse de ti y tu rechazo.

—Únicamente me apartaré si es él quien me lo pide.

La usual expresión serena y amable de Namjoon se convirtió en una demasiado fría y atemorizante, a pesar de eso el pintor no se dejó intimidar.

—Escucha, nadie lo conoce tan bien como yo, ni siquiera mi hermano o Jungkook, así que no seas tan engreído. Fui el primer hombre de su vida, él sigue siendo muy importante para mí y yo para él —sonrió, soberbio. —De modo que si me lo propongo en serio, puedo lograr que no vuelva a prestarte la más mínima atención.

Dicho eso se levantó, dejó unos billetes sobre la mesa y se marchó de la cafetería, sonriendo victorioso. Seguro había picado el orgullo del joven, su plan estaba resultando mejor de lo que esperaba, un poco más y podría lograr su objetivo. Ahora iría corriendo a recoger a su esposo para platicarle lo ocurrido.

Mientras tanto Yoongi seguía en el local con el rostro contraído, apretó los puños lo más fuerte que pudo y soltó un gruñido. Las palabras de ese hombre realmente lo habían enfurecido por lo que insinuó con ellas, le daba coraje el pensar que de verdad tuviera tanto poder e influencia sobre Jimin a pesar de lo ocurrido, pero ni él ni nadie borraría esa línea en su corazón que lo llevaba hasta Jimin, no lo alejarían de él, eso nunca.

—Yoon, ¿acaso peleaste con alguien?

—¿Eh?

Esa noche durante la cena, todos los habitantes de la casa Jeon lo observaban fijamente, especialmente Yeihji quien fue la que hizo la pregunta.

—Sí, es que traes una cara que da un poco de miedo.

—Lo siento, estoy bien, –contestó sonriendo de manera falsa.

Mejor les hacía creer que estaba de las mil maravillas, sobre todo porque ya Jungkook lo miraba de forma sospechosa. No quería contarle a su amigo las conversaciones que tuvo ese día, de sólo recordar los detalles más importantes seguro le herviría la sangre nuevamente.







Hola gente bonita, bueno este capítulo fue para conocer un poco más la historia de Jimin y para que Yoongi se diera cuenta de sus sentimientos hacia él y con respecto a nuestra pareja principal quería decirles que leyendo sus comentarios me he dado cuenta que ya quieren un beso y esas cosas, por lo tanto creo que es prudente explicarles algo, cuando yo empecé a escribir está historia me la imaginé diferente a todo lo que ya he escrito con anterioridad, en esta historia los sentimientos de Taehyung y Jungkook surgirán por sus recuerdos del tiempo compartido y la convivencia les hará entender que siempre se han amado desde niños, es por eso que aún ni se besan, pero cuando lo acepten pasará de todo no se preocupen, cómo siempre digo si no es feliz no es el final.

Bueno muchas gracias por leer todas las historias que salen de mi loca imaginación, los quiero mucho y les mando un besote.

Teongssi

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top