ACTO II (Dieciochoava Escena)

Escena XVIII: El rencor de Rintero Irkilo y su experiencia personal

Fecha: 6 de mayo del 2019 (Noche)

Personajes:

· Rintero Irkilo

· Urtillo Kirto Yoro

· Yultela Urtila Hujeta

Lugar: La entrada de la casa de Kiluano

(Descripción del lugar: La entrada de la casa de Kiluano es un espacio amplio que consta de los siguientes aspectos. En el lado izquierdo, se puede observar una puerta marrón que luce deteriorado y sucio. En el lado derecho, se puede apreciar un pequeño jardín que contiene muchas flores como margaritas, rosas, girasoles, etc. También se muestra un cerrojo marrón en esa puerta.)

(Se abre el telón)

(Ingresa Rintero Irkilo caminando al escenario por el pasillo izquierdo)

(Ingresa Urtillo Kirto Yoro caminando al escenario por el pasillo derecho)

(Ingresa Yultela Urtila Hujeta caminando al escenario por el pasillo izquierdo)

Rintero: (malvado) Espero que ustedes no sean amigos de Rintula, porque sigo enojado con Kiluano. Ese maldito chico me las va a pagar, porque mis padres siempre me pegaron cuando yo era un chico. Incluso puedo decir que en algún momento yo he podido ser víctima de varios golpes. Encima mi madre siempre me protegía constantemente por los golpes.

Urtillo: (cordial) Señor, a usted no lo conocemos, porque usted es desconocido para mí. Puedo reconocer que he podido charlar con tipos como usted antes. El rencor es dañino para cualquiera, porque siempre nos invita a cometer pecado. Nosotros incluso podemos llegar a estar de malhumor en varias ocasiones.

Yultela: (amable) Señor, yo conozco a Kiluano. Es un reconocido alumno que llevo enseñando constantemente y en la última clase le enseñé una manualidad para que se lo haga a su madre. Incluso me comentó que la situación en su casa estaba difícil. Mi esposo y yo hemos venido para hablar con la madre y su futuro padrastro para hallar una solución.

Rintero: (malvado) Yo soy el padrastro y debo decirles que ese chico les mintió. Nosotros nunca tuvimos problemas, pero Kiluano era demasiado berrinchudo y me tuve que ir. Además, yo siempre he tratado bien a Kiluano y nunca los engañaría. Lo que pasa es que yo he tenido mucho miedo de volver a casa y por eso estoy tan molesto.

Urtillo: (cordial) Señor, ahora he venido para ayudar a Kiluano acerca de apoyarle en realizar un bello poema a su madre. Para cualquier persona la madre es una persona importante para él, porque esas mujeres son las que siempre nos quieren. Espero que su madre no haya sido tan dura como su padre para que se ponga a enojarse enfrente de la puerta. No quiero echarlo de esta entrada por favor.

(Rintero Irkilo observa con ira a Yultela y Urtillo)

Yultela: (malhumorada) Rintero, usted parece un maleducado, porque siempre quiere parecer fuerte ante los demás, pero en realidad es más débil de lo que cree. Yo no he tenido oportunidad de recibir algún golpe por parte de otro hombre. Mi esposo es demasiado protector con cada hombre que converso. Siempre está conmigo en todos lados.

Rintero: (malvado) Ustedes vienen juntos justo como lo hacía con Rintula. Ella es la madre de Kiluano y estaba enamorada de mí hasta que Kiluano me alejó de ella. Espero que ustedes no lo crean, porque ese muchacho es capaz de manchar mi reputación de una forma injusta. No merezco que hablen mal de mí, porque es injusto.

Urtillo: (sorprendido) No sabía que usted era el padrastro. Espero que su boda no sea interrumpida. Me hace acordarme de mi propio matrimonio, pero es distinto al de usted, porque yo no tuve un hijastro. Justo me di cuenta de que mi esposa llegaría a estar embarazado, pero luego abortó de una forma espontánea.

(Urtillo Kirto Yoro abraza a su esposa Yultela) (Yultela comienza a derramar lágrimas de su rostro)

Yultela: (llorando) Urtillo, no me hagas acordarme de ese momento, porque ahí tengo ganas de llorar por mucho tiempo hasta que me quede totalmente dormida. Yo no puedo hablar de ese tema, porque siempre tengo ganas de llorar como una niña pequeña, ya que no me gusta hablar de ese asunto importante para nosotros.

Rintero: (malvado) No se preocupe, porque ya lo voy a embarazar de nuevo, ya que ahora busco una nueva novia para poder vengarme de Rintula y de su maldito hijo. Creo que es una buena oportunidad para demostrarles a esas personas de que yo no voy a parar hasta hacerles la vida imposible una y otra vez. Incluso las voy a torturar.

Urtillo: (enojado) Yultela, tranquila. Yo no voy a mencionar de nuevo ese aborto, porque creo que nosotros ya hemos tenido malas experiencias como para estar recordándolas una y otra vez hasta que nosotros podamos superarlas por completo. Creo que ya tenemos suficientes problemas y no debemos tener mayores dificultades por el momento.

Yultela: (llorando) Querido esposo, la verdad es que no hemos podido llegar a tener un hijo, porque yo me golpeé contra una puerta y digamos que sentí un dolor dentro de mi cuerpo que me hizo preocuparme por el bebé. Íbamos a tenerlo en dos días, pero al final falleció por culpa mía. Por eso no quiero recordar nada de eso.

Rintero: (malvado) Ustedes me van a hacer enojar y cuando esté a punto de explotar por la ira que puedo sentir entonces ustedes se van a arrepentir. No quieran provocarme, porque no suelo tener compasión cuando se encarga de hacer sufrir a las personas. Ya les digo que a mí no me interesa ser educado con nadie.

Urtillo: (enojado) Yultela, creo que mejor debemos irnos de aquí, porque ese hombre podría comenzar a lastimarnos y luego nosotros podríamos estar heridos o lastimados por culpa de ese hombre. No quiero mostrarme débil ante él, pero tampoco quiero provocar su ira y luego que probablemente termine en el hospital y tal vez termine demasiado lastimado.

(Yultela Urtila Ujeta respira profundamente y se limpia las lágrimas de su rostro)

(Urtilo Kirto Yoro empieza a mover su mano izquierda de forma temblorosa)

Yultela: (llorando) Urtillo, recuerda que hemos venido para poder acompañar a la madre de Kiluano. Me intriga saber de su papá, porque ese señor no lo hemos visto mucho y eso se me hace misterioso. Nosotros le queremos pedir a esa mujer que debe cuidar a su hijo. Yo podría enseñarle manualidades y tú con tus escritos.

(Rintero Irkilo gruñe de ira y empieza a apretar sus puños)

Rintero: (malvado) Ahora me conocerán y mi ira no se detendrá hasta que acepten que debo vengarme de Kiluano y Rintula. Quiero que sufran lo mismo que yo viví cuando era un niño. Espero que ustedes no sean tan testarudos o molestosos como Kiluano y su madre, porque tenemos que asegurarnos de no defraudar a nadie. 

Urtillo: (cordial) Yultela, mejor debemos plantear alguna solución para lo que sucedió. Lo que pasa es que nosotros no podemos darnos el lujo de perder a un ser querido de nuevo. Tal vez vuelvas a estar embarazada de nuevo y tu bebé pueda morir, aunque no quiero que suceda eso. Necesito protegerte.

Yultela: (cuidadosa) Urtillo, creo que mejor hay que irnos, porque este hombre peligroso nos va a empezar a hacer daño. No quiero quedar con heridas graves o lastimada de nuevo. Quizás nosotros podamos empezar a alejarnos o distanciarnos de ese hombre para no quedar con moretones en el rostro o heridos en gravedad.

Rintero: (malvado) Ustedes se van a arrepentir profundamente, porque ustedes no me conocen. No soy ningún hombre peligroso, porque primero tengo una vida personal que es desconocida para ustedes. Mis padres tienen la culpa de que yo sea violento con los demás. Me justifico con mi pasado para que yo golpeé a los demás.

Urtillo: (disgustado) A mí no me parece que eres un hombre para que confiemos en ti. Eres solo un hombre que ni siquiera tiene voluntad para convivir de manera pacífica. Ni siquiera te dignas en cambiar tu comportamiento, porque lo vuelves repetitivo una y otra vez hasta que cansas a las personas. No quiero ser malo, pero creo que no eres de fiar.

Yultela: (cuidadosa) Señor, por favor aléjese de nosotros antes de que empiece a pedir un teléfono. Yo solo soy una profesora de manualidades que no quiere salir lastimada por su ira incontrolable. Solo pido que nos deje tranquilos a los dos para poder regresar a nuestro hogar sin enfrentar ningún problema.

Rintero: (malvado) Debo advertir que yo planeo secuestrar a Rintula para hacerla mi esposa a la fuerza. No me importa que su ex esposo quiera rescatarla, porque yo la voy a torturar y me voy a casar con ella ya sea incluso de forma ilegal. No me importa de qué forma, pero lo voy a hacer.

Urtillo: (disgustado) Usted es solo un hombre malvado que ni siquiera sabe sobre cómo hablar de una forma calmada con las personas. Mejor invierta en una buena terapia para que le hagan cambiar de idea acerca de organizar un secuestro de una forma ilegal y peligrosa. No voy a permitir que usted maltrate a cualquier mujer que usted quiera.

(Urtillo Kirto Yoro se retira caminando del escenario por el pasillo izquierdo)

(Yultela Hurtila Ujeta se retira caminando del escenario por el pasillo derecho)

(Rintero Irkilo se retira caminado del escenario por el pasillo izquierdo)

(Cierre del telón) (Fin de la escena XVIII)

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