Capítulo. 4: Bingo
• Troy's P.O.V •
Sentí los rayos del sol sobre mis párpados y decidí abrirlos para ver de dónde provenían. ¿Qué hora es? Vi mi reloj de mi muñeca: 9:23 a.m. Gruñí porque la luz seguía dándome en la cara y entonces noté la manera en la que me encontraba tapado hasta el cuello. Que extraño; nunca me tapo con la cobija. Me paré para cerrar las cortinas y me detuve por el pensamiento de que alguien las había abierto; yo jamás lo hago. Alguien abrió las cortinas y me tapó mientras dormía.
Entonces, un papel llamó mi atención. Era una nota de Madison invitándome a almorzar a su casa en cuanto me despertara. ¿Qué demonios? Justo ayer me estaba acusando de ser peligroso y problemático, ¿y ahora me quiere invitar a almorzar? Ahora entiendo lo de las cortinas y la cobija. Me encogí de hombros sin darle mucha importancia. No puedo rechazar un almuerzo, mucho menos teniendo tanta hambre. Lavé mi cara y me puse mi playera verde obscuro de manga larga junto con mis botas para después salir de mi casa hacia la de los Clark's.
En el camino venía tarareando mi canción favorita de Nickelback mientras pateaba rocas; hasta que una silueta a lo lejos llamó mi atención. Bloqueé el sol de mi vista con la mano y pude identificar a una caballera despeinada.
—Nick. —dije hacia nadie en específico.
Vi como estaba agachado como escondiéndose de alguien. Me quedé ahí parado esperando ver que era lo que hacía y de pronto, como un ninja, simplemente saltó la cerca. Me quedé boquiabierto y vi como el chico salía corriendo sin más alejándose del rancho. La curiosidad me carcomía, así que no dudé en echarme a correr detrás suyo.
[...]
El chico llevaba ya casi quince minutos caminando en el solazo por la carretera sin cambiar de dirección, ¿y yo? Sigilosamente siguiéndolo para descubrir que era lo que planeaba. Vi cómo caminaba seguro de sí mismo y se detenía en seco volteando a su derecha. Me escondí mientras él corría hacia una horda de walkers. ¿Qué carajos está haciendo?
Los mataba uno a uno con rabia pura murmurando cosas cómo: "¿Por qué?" "Es mi culpa" "¿Por qué sigo aquí?". Sus murmullos y los gruñidos de los walkers eran lo único audible en toda la carretera. Este chico planeaba morirse y se estaba culpando de algo. Terminó con todos los caminantes y se quedó parado viéndolos tal como un loco. Vi cómo el aire hizo volar un poco su cabello.
—¿Cuando piensa cortárselo? —pensé en voz alta.
¿Dije eso en voz alta? Alcancé a ver que Nick se puso alerta y empezó a voltear a todos lados. Rápidamente me escondí detrás de una roca.
Seré imbécil.
Escuché sus pisadas acercándose hacia donde yo estaba, así que me moví hacia la derecha de la roca poco a poco sin hacer ruido alguno. Sus pisadas se volvían inaudibles: O me estoy alejando de él, o él la hace muy bien de ninja. Seguí dándole vuelta a la roca retrocediendo poco a poco, pero entonces, por estar caminando de espaldas, choqué con algo. Para mi mala suerte, le había dado la vuelta completa a la roca y había chocado con Nick.
—¿Troy? —me miró completamente extrañado.
—¡Hey, amigo! —le sonreí nerviosamente.
—No soy tu amigo. —sacó su cuchillo frunciendo el ceño—. ¿Por qué estás siguiéndome?
—Vamos a calmarnos, ¿vale? Baja el cuchillo. —levanté las manos en el aire.
—¿Por-qué-estás-siguiéndome? —dijo cada una de las palabras separadas mientras se acercaba a mí con el cuchillo.
—Quería ver qué hacías. —tartamudeé un poco en la oración—. Es peligroso que salgas solo; hay caminantes.
—Deja de seguirme: es raro. —hizo una pausa—. Y te puedo asegurar que salir solo del rancho no se compara con lo peligroso que es estar cerca tuyo.
—No seas tan duro, Nicky.
—Llámame "Nicky" otra vez y te aseguro que no seguirás hablando conmigo. —clavó su cuchillo en el piso.
—Ok, ok, ya no te llamaré así, pero... ¿Podrías regresar al rancho? —le pedí amablemente.
Algo dentro de mí lo quería fuera del rancho; era un sentimiento de envidia, tal vez. Pero la otra parte no quería que le pasará algo malo; siendo un sentimiento algo confuso.
—Eres tan bipolar. —se rió—. Tú eras el que más deseaba tenerme fuera de tu ranchito, ¿y ahora me pides que regrese? Déjame en paz. —dijo sin más mientras tomaba su cuchillo del suelo y seguía caminando en dirección contraria a la del rancho.
Suspiré. Sabía que algo malo le pasaría si lo dejaba ir, pero también sabía que nada de lo que dijera lo haría regresar; excepto...
—Tu mamá...
Nick se detuvo al segundo.
—Tu mamá dice que el almuerzo está listo. —mencioné.
Me di media vuelta de regreso al rancho con las manos en los bolsillos. Después de unos segundos, escuché las pisadas de Nick seguirme y dibujé una sonrisa algo boba.
Bingo.
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