Capítulo. 11: No mentí
• Troy's P.O.V •
No puedo esperar a ver las caras de mi hermano y mi padre cuando sepan lo que hemos logrado: Conseguir agua, conseguir armas y conseguir a un chaval que nos podría dar información de otra comunidad. Oh, y claro, este camión.
—No deberíamos llevarlo al rancho. —Nick comentó agotado.
—Debemos saber sobre la otra comunidad, no nos queda otra opción: matamos a todos sus compañeros y a su jefe. —le recordé.
—No creí que el golpe lo mataría. -el andrajoso argumentó sobre el último—. ¿Y en dónde lo vamos a tener, eh? ¿Crees que la gente se va a sentir segura con un asaltante en el rancho? —continuó con bombardeos de preguntas.
—Pues, se sintieron seguros cuando ustedes llegaron. —solté mi típica risita.
Nick me miró serio. Ok, no le dio risa.
—Eso déjamelo a mí: lo pondré a trabajar. Te gustan los animalitos, ¿no es así, JP? —solté el apodo mientras veía al muchacho en los asientos de atrás atado, justo como lo habíamos estado Nick y yo hace unos momentos.
El chico solo se quedó en silencio con una cara mezclada de preocupación y rencor. Ésta mugrita miedosa no se atrevería a matar a una mosca, mucho menos a matarnos.
—Deja tus inmadureces por un minuto y piensa en lo que estamos haciendo. Podría afectar a los demás.
—Cálmate, ¿quieres? Sé lo que estoy haciendo. —lo miré directamente a sus ojos obscuros.
Nick mantuvo nuestras miradas conectadas y sentí que chocaría si no hacía algo al respecto.
—Confía en mí, Nicky. —devolví la mirada al frente.
Y por primera vez, no me dijo nada por haberlo llamado así.
• Nick's P.O.V •
—¿Que hicieron qué? —Jeremiah nos miraba incrédulo desde su escritorio con Jake a un lado suyo.
—Conseguimos un almacén no muy lejos de aquí, incontables litros de agua, armas, un camión, un-... —Troy fue interrumpido.
—Mataste a hombres de otra comunidad. —Jake lo miraba aterrorizado.
No es que quería que me echaran la culpa, pero yo también lo había hecho. ¿Por qué solo miraban a Troy? Tal vez estaban seguros de que él había sido el de la idea.
—Sí, pero fue por defensa propia. —el rubio soltó como si fuera lo más obvio—. Nos secuestraron e iban a matarnos. ¡Me dispararon! —apuntó a su venda del brazo.
Mentira: Nos habían dejado ir, pero Troy rompió el trato. No, eso solo lo pensé.
—Y trajiste a uno de los asesinos aquí. —el mayor de los Otto's dijo con ironía.
"Mataste" "Trajiste": El verbo había cambiado a singular.
—Técnicamente no es un asesino porque es un chico de a penas veinte años y no-...
—Veinticinco. —lo corregí rodando los ojos.
Jake y Jeremiah me voltearon a ver instintivamente. ¿Acaso se habían olvidado de que estaba ahí?
—Lo que sea, no sabe ni disparar un arma. Lo máximo que haría es intentar matarte con sus brillantes ojos azules. —Troy continuó riendo cortamente.
Mentira: Jesse le había disparado a Troy y le había rozado el brazo. Un silencio ensordecedor apareció dejándonos en un momento algo incómodo.
—Nick. —Jake me llamó.
—¿Mm? —solté para que supiera que tenía mi atención.
—¿Es cierto todo lo que dijo mi hermano? —me interrogó seriamente.
Me quedé perplejo ante la pregunta. Debía pensar muy bien antes de hablar, pero debía responder rápido para que no fuera sospechoso. Troy había dicho dos mentiras claves: Que nos iban a matar y que Jesse no sabía ni sabe disparar.
—¿Dudan de mí? —Troy los miró claramente ofendido y dándome tiempo para pensar.
—Desde que asesinaste a una frontera llena de mexicanos o gente de habla hispana, sí. —el hermano castaño le respondió con las manos en la cintura—. Y aunque Jesse sea estadounidense, me pareció escuchar por ahí que tenía compañeros con rasgos mexicanos. —agregó a su teoría.
Odiaba que Jake tuviera razón. El menor tragó saliva y volteó a verme con unos ojos indescriptibles. "Ayúdame, Nicky. Por favor." Sé que sus ojos no podían hablarme, pero su voz sonó en mi mente como una vieja canción que llega a tu memoria en un examen cuando más intentas concentrarte. Pudieron conmigo.
—No deberían dudar tanto de él. —le di una palmada a mi compañero—. Puede que sea el menor de la familia y el más idiota, si he de agregar. —el rubio frunció el ceño hacia mí. -Pero, de algo pueden estar seguros, no mintió en nada de lo que dijo.
El menor de los Otto's me dibujó una sonrisa que no había visto antes: Una de complicidad, pero la complicidad de un niño pequeño después de haber hecho una maldad. Jake nos miraba atentamente junto con Jeremiah; parecían estar muy sorprendidos.
—De acuerdo. —el hermano mayor rascó su nuca con pena. -Supongo que me equivoqué.
—No supones, te equivocaste. —Troy lanzó las llaves del camión en el aire y cayeron en la mesa frente a su padre—. Ahí está su nueva troca con galones de agua, perdí el carro. Hidratense un poco, lo necesitan. —y sin más, dio media vuelta saliendo de la oficina.
Padre e hijo se vieron entre sí y luego posaron su mirada en mí.
—Con permiso. —no se me ocurrió algo mejor que decir y seguí a Troy a la salida.
[...]
—¡Hey! —lo llamé mientras salía de la oficina.
—Dime. —siguió caminando haciendo sus botas resonar sobre el pavimento.
—¿Por qué mentiste? —alcancé su paso.
—No lo hice. —sonrió de lado mientras veía el horizonte.
—Sabes bien que lo hiciste. —lo miré molesto porque odiaba como fingía que las cosas no habían sucedido cuando él sabía perfectamente de lo que hablaba.
—Tú mismo lo dijiste: No mentí en nada de lo que dije. —levantó sus manos en el aire y las dejó caer.
—Mentí por ti porque sé que ellos son tu familia y si decía la verdad, ya no confiarían en ti jamás.
—¿Ah, sí? —se detuvo mientras me miraba frente a frente—. Y dime: ¿Cuándo han confiado en mí de todas formas? —se cruzó de brazos.
Me congelé y quedé sin palabras. Era cierto: Ellos no confiaban en él, pero no los culpo, yo tampoco lo hago del todo.
—Exacto, nunca. No tengo nada que perder. —el rubio negó la cabeza lentamente y estaba por seguir su camino.
—No confían en ti porque has mentido durante toda tu vida. —musité cabreado y sin pensar.
Troy se detuvo una vez más. Joder, ¿qué dije?
—¿Eso crees? —preguntó aún dándome la espalda.
No era nadie para juzgarlo; no debí haber dicho eso, sin embargo, lo hice.
—Eso parece. —intenté arreglarlo.
Troy se giró para volver a estar frente a frente. Vi como sus ojos se habían incrustado en el suelo como si fuera lo más interesante del lugar. Quisiera saber en qué estaba pensando en estos instantes.
—No mentí cuando les dije que yo no había matado a aquel conejo. —murmuró con la voz rota.
Fruncí el ceño y lo miré sin comprender. ¿Conejo? Vi como cerró sus ojos lentamente.
—No mentí cuando le dije a papá que yo no había robado su dinero.
¿Se está desahogando? Sus gestos eran de sufrimiento. Quería detenerlo, pero no sabía cómo o si reaccionaría mal.
—No mentí cuando le dije a Jake que mamá estaba muy enferma y que moriría.
Escuché como su voz se iba rompiendo más y más; y eso de alguna forma me rompió a mí.
—No mentí cuando le dije a mamá que papá me había golpeado.
Abrió los ojos de golpe y en ese momento me di cuenta de que sus ojos se habían vuelto cristalinos.
—No mentí cuando te dije que Luciana solo te traería problemas.
Subió su mirada hasta llegar a mis ojos; los latidos de mi corazón sonaban más fuerte de lo usual.
—No mentí cuando le dije a tu madre que eres mi único amigo.
Y así fue como sus ojos azules en los cuales podía ver el profundo e interminable mar se llenaban de lagrimas y se clavaban en los míos como dagas manchadas de sangre inocente.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top