1 año atrás.

Estaba escondida en alguna esquina de la casa blanca, tenía un revolver en mi mano, vestía ropa negra con un chaleco anti balas, una capucha cubría mi cara y tenía un chícharo en la oreja. Entonces apareció sobre mi visión, él también estaba vestido similar a mí, sus botas decían que era militar, pero después del ataque que habían hecho a la casa blanca dudaba mucho que fueran militares de los buenos, ¿la única diferencia entre él y yo?, yo era mujer <<Deberían darte el premio de "la más obvia">>, la verdadera diferencia era que yo estaba aquí para salvar a nuestro presidente y estaba segura que él estaba aquí para matarlo, ¿quién era? no tenía la menor idea y tampoco me importaba, lo único que sabía era que tenía que salvar mi objetivo a toda costa.

―Te tengo― susurre y apunte hacia su cabeza.

El cuerpo cayó inerte, hay veces en la que es bueno tener un silenciador, sirve de mucho y aunque no hace que el disparo se deje de escuchar totalmente... Pues no sé escucha el sonido hueco y fuerte como normalmente lo haría; escondí el cuerpo y seguí caminando sigilosamente, pude visualizar a mi objetivo en la puerta principal, lo estaban obligando a caminar hacia fuera, sabía lo que le harían, le dispararían en la cabeza frente a toda la multitud. La muestra de que alguien es tan cobarde y necesita atención como para hacer eso.

―Hoy conocerán lo que es ver morir a su presidente―dijo el terrorista, no podía ver su cara la tenía tapada con un pasamontañas negro pero de algo estaba segura sus ojos nunca los olvidaría, en su iris había maldad pura, ira y sufrimiento, curiosamente tenían el mismo color que los ojos de mi objetivo a salvar. Qué raro...

Mi objetivo caminó hacia la entrada, sabía que no era el presidente (era mucho más joven, no digo que el presidente sea viejo, pero, bueno, ya como sea): alto, tez apiñonada, sus ojos eran de color verde oscuro, tenía el cabello casi a rapa y barba de días, era muy musculo probablemente a causa del ejercicio, sin duda era muy guapo.

Caminó hacia la entrada, vi como el terrorista apuntaba a su cabeza, de pronto el terrorista yacía en el suelo. Mi objetivo me miró, sin duda eso me aturdió. Todo se tornó lento y rápido a la vez cómo cuando estás viendo una película de acción y en la parte más interesante hacen que todo se vea en cámara lenta, en cuestión de segundos todos me apuntaban y alguien me disparó. Mierda.

Salté. La alarma empezó a sonar como loca.

Estúpido sueño dije entre mí, sin duda no vuelvo a ver una película con mucha violencia. Apagué la alarma y me quedé mirando el techo, no olvidaría la cara del "presidente" por algún tiempo y mucho menos esos preciosos ojos mirándome.

Era mi primer día en la universidad, La Universidad de Columbia era el paraíso meses atrás había recibido una carta de aceptación más aparte una beca para especializarme en artes, específicamente en baile, era mi mayor pasión, aunque mamá y papá decían que era una buena cantante, pero, no quería seguir los mismos pasos de mi padre, mucho menos quería que dijeran que gracias a él podría ser una estrella, es difícil cuando tu padre es el presidente de una disquera tan conocida.

Me vestí con unos jeans desgastados y una blusa holgada, el reflejo en el espejo aprobaba mi elección. Nunca me consideré bonita aunque siempre tenía mucha gente al rededor, mi padre decía que era porque todos me amaban, querían ser cómo yo o me envidiaban. No sabe cuánta razón tenía.

En fin todas las personas falsas se alejaron el día que decidí dejar de intentar ser alguien más y empecé a hacer lo que me gustaba.

Baje a desayunar y me encontré con Marissa, nuestra niñera

―Días Marissa―dije mientras robaba un pedazo de waffle que preparaba―¡Oh! ¡Quema! ¡Quema!

Salte de un lado a otro, Marissa sólo río bajo y movió la cabeza de un lado a otro negando.

―¿Y los Buenos dónde quedan señorita Emily?―reí, a mi nana siempre le gustaban los modales

―Se cansaron de serlo―me encogí de hombros, siempre lo mismo.

―Nunca cambia señorita― puso el plato de waffle frente mío ―¿Ya está lista para su primer día niña Emily?

Suspiré ¿Estaba lista?

―Por supuesto nana, es mi sueño―dije algo distraída―supongo que tengo que llegar temprano.

Apenas había comido lo que preparó, no tenía apetito, deje mi plato en la barra y salí de ahí.

Una de las ventajas de tener un hermano es que puedes aprovecharte de él, hice que Connor se levantara y me fuera a llevar a la universidad, la noche anterior había puesto mi maleta en la cajuela así que no tenía que preocuparme por eso. Bajé a la chochera y él ya estaba esperándome ahí, subí en el asiento del copiloto y partimos hacía la universidad

―¿Ya lista para la escuela enana?- odiaba que me dijera así y él lo sabía

―¿Por qué todos preguntan eso― rodé los ojos y le di un golpe.

―¡Oye! No se molesta al conductor ―dijo riendo.―¿Lo estas, o no?

―No lo sé ―suspire― ¿es normal que tenga miedo?

―Enana, es normal, claro que lo es. Pero vas a hacer lo que te gusta y vas a ser una gran bailarina.

―Siento como si algo fuera a pasar.

―No pasará nada lo prometo.

Dicen que la universidad es la época decisiva para completarte como persona, toda mi vida había sido un gran desastre y mis páginas se desbordan de rojo, suponía que este inicio donde nadie me conocía podía darle un giro a mi vida, sólo esperaba que no quisiera darme otra misión.

Columbus University allá voy.

NA:

Bueno aquí esta el primero capitulo \(n.n)/

Espero les guste, comenten que les parece :)

Monroe out

Emily en multimedia