- ¡¿Qué es este puto lugar?! – dije corriendo por los pasillos. Quien sabe a dónde iré a dar.

- ¡espera! - ¿aún están detrás de mí?

- ¡Ni mierda! – grité de vuelta

- ¡estás corriendo hacia las fosas comunes! – gritó un tipo de cabello negro

- ¡Pues bien, aprovechen y se meten de cabeza y se pudren junto al resto! – corrí lo más rápido que pude, hasta que entré al baño de chicas. Cualquier imbécil por más loco que esté es imposible que entré

- ¡Jeff no entres al puto baño de mujeres!- gritó alguien

- ¡Jeff malo, Jeff feo! - gritó otro

- ¡Serás cochinote! – exclamó otro ¿Cuántos me estaban persiguiendo?

- ¡Me lo van a agradecer luego, manadas de escrupulosos! – escuché como alguien empujaba bruscamente la puerta – a ver niñata, sales o te mato

- ¡Así nadie en su puta vida saldría subnormal! – le respondí al incoherente

- Otro juguete para detención, ¡qué emoción! – No sé si era para aumentar la tensión o simplemente porque el muy idiota no sabía en qué cubículo estaba. El tipo empujaba las puertas y las hacía chocar contra las paredes... hasta que llegó a la última, en donde yo estaba.- hola juguete nuevo – fruncí el ceño y salté, pero... mi pie se enredó, entró al sanitario, y caí encima del maldito bastardo

- ¡Quítate de encima! – eso fue lo más incoherente que he podido decir en mi puta vida

- ¡La que me está aplastando con sus pechos eres tú idiota! – aunque lo haya dicho, no parecía molestarle

- ¡p-primero quita ese bate de mi culo! – el tipo río

- Ese no es él bate – m-maldito, tenía un gesto burlón plasmado en su estúpida cara famélica.

- ¡Entonces suéltame! – El negó

- Es hora de tu castigo – agarró mi mano y corrimos, escapando de los otros que nos seguían.

Capítulo 1

- Por enésima vez, no quiero salir de casa - le dije a mi madre la cual me respondió con un chancletazo -¡mamá!

- Vas a ir a esa academia culinaria y ya está, sin reproches y donde lo haya – la chancla por alguna razón la rodeaba un aura oscura.

- Esa mierda es del diablo – dije mirando fijamente al arma

- ¡cuida ese jodido vocabulario! – otro chancletazo.

Y por culpa de ella estoy metida en este puto lio.

- Entonces cuando apuñalas a una persona – continuaba diciendo el profesor, pero alguien me lanzó algo

- Una bolita de papel – agarré el objeto y vi que si, efectivamente era una bola de papel. El que me las estaba tirando era un chico castaño, tenía unos lentes súper extraños. Lo dejé pasar. Pero el muy imbécil seguía con su idiotez. -¡por qué mejor no te arrancas las bolas y las tiras idiota! – sin quererlo, había alzado la voz y me había parado de mi puesto.

- ¿y si me las arrancas tu? - ¡maldito!

- ¡serás imbécil! - iba a estamparle un puño en su estúpida cara, pero el profesor me frenó.

- Ambos, ¡fuera de clase! – rodé los ojos, no es como si me importase perderme la clase, pero la ira que sentía en estos momentos debía ser drenada.

- ¿otra vez te sacaron de clase? – alcé mi vista y vi al profesor Jeff. Gruñí. – creo que en vez de un humano, tenemos una mascota. – rio- te recuerdo que el titulo de mascota oficial es de Smile Dog

- ¡Lo sé idiota! – Jeff hizo como si se hubiese asustado

- Alguien está de muy mal humor – dijo burlonamente - no solo vine a hacer tu día más miserable _________. También tengo que decirte que... tu habitación ahora la usaran para guardar las cosas del salón de gimnasia, por ende, te cambiaron de dormitorio

- ¿en dónde voy a dormir? ¿en tu cuarto? ¿contigo? No me haga reír profesor Woods – me crucé de brazos pero... Jeff simplemente sonrió aún más... ¡como si esa mierda fuera posible!

- Eres más inteligente de lo que crees... _________ Grey – maldición – no te preocupes, ya llevaron tus cosas a mi dormitorio, y como dato curioso – se acercó a mi rostro – mi habitación, es la única que está en ese bloque, por más que grites... nadie nos escuchará.

- ¡Serás imbécil! – y pateé su cara.

- Lindas panties – maldición, verdad que tengo falda.

- ¡Te odio Woods! – corrí hacía el patio, y el muy maldito me despidió con la mano.

Mi mamá se va a arrepentir por hacerme esta mierda a mí ¡a su única jodida hija! Me estremecí. Salí de la ducha de la habitación de Jeff, que ahora para desgracia mía, es también la mía y me coloqué mi camisón.

- Te demoraste una jodida eternidad. – rodé los ojos.

- Si tuviera mi propia habitación con mi propio baño... ¡no tendrías que esperar idiota!

- Si te sigues quejando te lo meto por el trasero – me tensé

- ¡Como si me fuera a acostar contigo maldito pedófilo! – Jeff rió

- Ya lo has hecho niña idiota – maldita sea, lo odio, odio a mis hormonas y ¡Odio esta jodida academia! – si te portas bien, puede que no la meta por el lado prohibido – ojala y se le caiga.

Me senté en la cama, que para mi desgracia, no era doble, y solo había una en todo el bloque. Me acomodé en la que sería mi mitad de la cama y me tapé completamente con la sabana.

Jamás debí hacerle caso a mi madre. Escuché mi teléfono sonar y como Jeff abría la ducha.

- Hola – dije cansada, somnolienta y enojada

- Hola hija ¿te diviertes en la academia de cocina? – gruñí

- Como tú no tienes idea mami - ¿sarcasmo? ¿dónde? Pero mi madre

- ¡qué bien hija! Al fin has sentado cabeza – no entiende sarcasmos

- Si, si. ¿qué necesitas? Ya estoy a punto de irme a dormir y...

- Me voy a casar ______ - todo quedó en pausa para mí – es un buen hombre, tiene una empresa prometedora

- No me interesa – dije sin pensar –papá murió hace un dos semanas y... ¿acaso tu lo mataste? – mi madre dio un grito ahogado

- ¿te estás escuchando? – la ira me consumió

- ¡¿acaso te estás escuchando a ti Violett?! ¡no digo que no rehagas tu puta vida! ¡pero por lo menos ten algo de respeto por el hombre que te dio la posibilidad de tener una maldita hija! – y colgué. Me enojaba de sobremanera. Si, ella tiene todo el derecho de hacer su vida de nuevo, pero... ¿acaso no es algo pronto? Han sido tres semanas desde que mataron a papá, y la idiota esta ya tiene nuevo novio y se van a casar. Tengo mis teorías, teorías que a mi madre... la deja por el suelo.

Jeff salió del baño unos segundos después de que terminase la turbulenta conversación con mi madre.

- Hasta con tu madre peleas, vaya que eres problemática – gruñí y me tapé con la sabana

- Cállate, no quiero escucharte – quiero olvidarme por un momento de mi madre, de todo. –Jeff.. .

- ¿mmm? – dijo con simpleza mientras se cepillaba los dientes.

- Quiero tener sexo ahora – escupió toda la espuma y me miró sorprendido

- ¿ahora de ya? – rodé los ojos

- No imbécil, ahora de, en cincuenta putos años que ya no pueda ni con mi vida – me crucé de brazos – ahora, si no quieres, me veré obligada a hacerlo por mis propios medios – me quité la sabana y me abrí de piernas de cierta forma para que Jeff pudiera ver y yo burlarme de él. Bajé mi mano hasta mi zona pélvica, pero no alcancé llegar al sitio indicado, ya que Jeff agarró mis manos, las colocó sobre mi cabeza y mis piernas sobre sus hombros.

- No te atrevas a provocarme si sabes cuales son las consecuencias que podrías llegar a tener si lo haces tú sola y me dejas a mí sin divertirme – la tolla a medio atar y mi ropa interior era lo único que nos separaba.

- Entonces, hazlo de una buena vez Woods – el rio, ambos somos unos locos de mierda

- No tendré piedad

- Espero que no