Apesto a muerto y parezco un muerto. En cuanto llegamos a la prisión, voy a buscar los baños para quitarme la porquería de encima. Estoy furiosa por lo de Zach, por haberme caído toda esa cochinada encima, con Bob por estrellarse contra el estante , estoy furiosa con todo el mundo.

Para colmos, ya no sé dónde estoy. Los baños no quedan por aquí o ¿eran por el otro pasillo?

Tomo la linterna de mi mochila, alumbro mi camino mientras trato de recordar el camino a los malditos baños. Esto es peor que un laberinto, no podrían poner un maldito cartel o un estúpido croquis de donde queda cada lugar. De alguna forma llegue al pabellón D, tenia que haber girado a la derecha.

-mierda- murmuro.

Regreso por donde vine. A este paso me vendré bañando ya todos sean zombis y solo quede yo. Hablare con Rick sobre los carteles y la iluminación de este sitio.

-¿te perdiste?- pregunta alguien detrás de mi.

-no. Estoy buscando a un conejo parlante, soló ignorame.

-creo que tu conejo se fue en otra dirección, Alicia.

-maldición entendiste a que me refería. Sí, me perdí- admito.

-por suerte llego tu sombrerero loco al rescate- bromea Patrick.

-cuidado, Sombrerero. No por nada me apodan la Reina Roja- le alumbro la cara con la linterna.

Patrick cruza la puerta de su pabellón. Ese niño me resulta un tanto adorable, es tan ridículo a veces y parece ratón de biblioteca. Al verme toda cubierta de porquería se sorprende y se cubre la nariz por el olor. Ya sé que huelo mal, no es necesario que haga eso.

-¿qué te paso?

-un caminante, eso me paso. El muy idiota cayo del techo, se enredo en unos cables y me baño con su porquería- me rasco los brazos-. Puedes decirme dónde están los baños, por favor.

-ay Dios. Sígueme- hace un movimiento con su mano.

Estaba tan cerca de los baños, todo mi recorrido iba bien, nada más que en vez de girar a la derecha, tenía que haber ido por la izquierda y caminar derecho hasta el final del pasillo y hay estaría la puerta. Tonta.

-gracias, Patrick. Te debo una- chocamos los puños.

-no hay de que. Ayúdame a ganarle a Carl en un partido de fútbol y no me deberás nada.

-no sé como jugar fútbol.

-¿te conosco?- me mira raro.

-púdrete- le doy un pequeño empujón.

Patrick se acomoda sus gafas y se va. ¡Por fin! ya podre bañarme. Me deshago de mi asquerosa ropa, suelto mi cabello y comienzo a bañarme.

Siento como si me hubiera quitado un muerto de encima. Mi cabello ya esta limpio, mi cara se distingue a la perfección, soy yo de nuevo. Agarro mi mochila del piso y regreso al pabellón C. Ruby debe estar dormida o puede que este cenando.

Nuestra celda esta vacía. Arrojo la mochila a mi cama, dejo mi espada a un lado de la litera. No puedo borrar de mi mente la imagen de Zach siendo comido por ese caminante. La pobre de Beth debe estar devastada.

-¿estás bien?- pregunta Carl. Esta de pie junto a la puerta de mi celda.

-sí, fue un día difícil es todo.

Carl trae algo en las manos. Alumbro sus manos, tiene comics, ¿este niño tiene comics y nunca me lo dijo?

-¡es un comic!- señalo dicha cosa.

-es de aquaman. Michonne trajo un montón cuando llego de explorar y me trajo más otras veces- ojea su comic sin interes.

-¿y tienes el descaro de venir a verme? Carl, amo los comics. ¡Trae acá!- le quito el comic de las manos.

-¿te gustan los comics?- frunce el entrecejo.

-¡me encantan!- exclamo- ¿de casualidad no tendrás por ahí alguno de Marvel?

-tengo varios- apunta hacia atras con su pulgar.

-¿y qué esperas para prestarmelos?- levanto las cejas.

Sonríe de oreja a oreja, sale de mi celda. En lo que vuelve leeré el comic. Soy fan de los comics desde hace tanto, lastima que nunca compre uno por pobre. Toda mi mesada me la gastaba en otras cosas, como comprar comida chatarra, libros, vídeo juegos y más libros.

Carl vuelve con las manos llenas de comics. Esta será una noche larga.

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Mis hermosos ojos me duelen de estar leyendo tantos comics. Anoche leímos hasta quedarnos dormidos, eso vendría siendo hace dos horas. No me arrepiento de nada, me divertí con Carl, tuvimos una seria discusión sobre quien ganaría una pelea entre: Wonder Woman vs Thor. obvio ganaría Wonder Woman. Me falto leer el ultimo comic sobre el Capitán América y otro de Batman.

-¿durmieron bien?

-no dormí nada- masajeo mi sien con mis dedos indice y el d en medio-. Tuve una pequeña lectura de comics con Carl.

-¡¿pequeña?! JA, apenas se acostó hace dos horas- dice Ruby.

-Betty, no deberias quedarte hasta tarde leyendo- sugiere Karen.

-¡tenia que hacerlo!, Carl estaba diciendo que Thor patearía el trasero de Wonder Woman y tenia que cerrarle la boca a ese pequeño Comisario Woody- me excuso. Karen nos acerca el desayuno, que son ardillas asadas.

-Carl y sus comics- rueda los ojos.

Hablamos con Karen de cosas triviales. Ya no ha habido más expediciones. No tenemos tareas por hacer, en realidad no tenemos nada que hacer.

Lo único que hago es deambular por hacer toda la prisión como fantasma. Rick se dedica a cuidar la granja, Carol prepara la comida, Daryl trae gente nueva y sale a cazar. Todos tienen algo que hacer menos nosotras dos. Lo único que me dejan hacer es leer en la biblioteca, es algo aburrido cuando hay otras cosas en las que ser útil.

Patrick está jugando con Carl al fútbol. No tengo ganas de perder en ese juego, quiero matar caminantes. Ruby este ocupda ayudando a los niños con sus cosas de niños. La verdad Lizzy es muy rara, la escuché llamar Nick a uno de los caminantes de la cerca.

Fui por uno de los libros de Stephen King. No creo que algo pueda asustarme, he visto la muerte de cerca varias veces. Subí a la torre que está cerca del patio exterior. De menos haré guardia y leeré un poco, un día aburrido.

Esta enfermera está loca, tiene secuestrado a Paul,y según es su fan numero uno. No me quiero imaginar si llegará a odiarlo.

-oye!, puedes venir un momento? -grita Sasha.

-en seguida voy! -doblo una esquina de la pagina y cierro el libro. Bajo por las escaleras-. En que soy buena?

-necesito que me acompañes a revisar las trampas.

-ok, vamos. Traes un cuchillo de sobra? El mio lo deje en la celda.

-toma- saca uno de su espalda.

Sin más, nos vamos. Encontramos dos conejos y un perro salvaje que intento quitarnos los conejos. Maldito perro. No podían faltar unos cuantos caminantes.

-entonces. Williams, eh?- habla Sasha. Por primera vez desde que salimos ha dicho algo, no hablamos de nada en todo el camino- Yo también me apellido Williams.

-en verdad?- sonrío. Posible seamos familia, no me vendría mal una tía y un tío-. Tenias familia en Santa Mónica?

-no lo recuerdo, Tyreese es el que hablaba con todos nuestros familiares. Tal vez él pueda decirnos eso.

-si llegáramos a ser familia, no sabes la clase de sobrina, o lo que seamos, que te vino a tocar- rio.

-tan malo es? -me mira divertida.

-no soy la persona más normal de este mundo. Estoy algo loca- levanto los hombros.

Sasha ríe. No me conoce bien, el día que lo haga me mandará a un manicomio o me encerrará de por vida.

Entramos a la prisión. Le entrego las cosas a Carol y me voy a buscar a Ruby.

Carl y Patrick están leyendo cómics, cuando pregunto por mi amiga me mandan por un tubo. Niños insolentes.

-viste a Ruby?- le pregunto a Beth.

-debe estar en el patio exterior, dijo que te iba a esperar- trata de dormir a Judith.

-gracias.

Salgo al patio. Mi querida amiga esta moviendo el balón de Carl, desde cuando le gusta el fútbol?

-te he estado buscando- le arrebató el balón.

-te estaba esperando- me quita el balón de las manos-. Estoy aburrida. Quieres jugar voleibol?

-no sé jugar eso, ni ningún otro deporte- cruzo mis brazos sobre el precho-. Lo mío es dormir, comer y dormir.

-te dije que un día te enseñaría a bailar, a jugar voleibol y a conducir- hace pequeños pases con el balon-. Ese día llegó.

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Aquí estoy, aprendiendo a jugar un deporte. Soy terrible en cualquier cosa que lleve un balón y diga equipo. Cuando intenté jugar fútbol americano me taclearon tantas veces que termine con los brazos llenos de moretones. Intenté basquetbol y jamás enceste. En voleibol me golpearon la cabeza tres veces y con fútbol pateaba el balón y se iba en la dirección contraria a la que quería.

Soy un desastre.

-vamos como te enseñé- me entrega el balón.

-sí asesinó a alguien de un balonazo, serás la culpable- advierto.

Me pongo en posición, lanzó hacia arriba el balón y con mi mano derecha lo golpeó con todas mis fuerzas.

Salió disparado hacia arriba, poco a poco fue descendiendo. Sigo su trayecto para averiguar dónde caerá. Ruby está corriendo para atraparlo.

Tres segundos antes de que caiga me doy cuenta de dónde aterrizará. En el comedor. Hay algunas personas comiendo, Carol está cocinando algo, Karen está con ella.

-me lleva...- susurro.

La pelota cae justo en el centro de la mesa, se escucha un estruendo y después los platos salen volando. De ahí, el balón vuelve a rebotar sobre la chimenea improvisada de Carol, dos ollas llenas de lo que sería la cena, caen al suelo dejando un desastres.

Mierda. En que me metí?

Todos están furiosos por lo que acaba de pasar. Ruby ya no corría en esa dirección, sino que para disimular comenzó a correr alrededor del patio. Yo por mi parte, me puse a hacer un par de flexiones.

Hershel, Rick, Daryl, Sasha y un par más se acercan para ver lo que pasó.

Y es aquí cuando me esfumó antes de que me descubran.