Capítulo 5

En las puertas estaba el hombre con barba esperándonos junto con Karen y una mujer de cabello corto, que según oí se llama Carol.

-hola, mi nombre es Rick Grimes.

-Betty Williams- estrecho su mano.

-Ruby Hale- estrecha su mano.

-ellas son Carol y Karen.

-hola- saludamos a las dos mujeres.

Ambas tienen una sonrisa cálida, muy maternal. Es una sonrisa que hace un año no veo y no podré volver a ver. Entramos a las puertas y El chico y la chica de acercan.

-ellos son Glen y Maggie.

Saludamos a ambos. Glen nos sonríe y Maggie asiente. No somos mucho de fiar para ella, la conozco hace tan sólo un par de segundos y puedo decirles que es la clase de persona que daría su vida por cuidar a los que ama. Mi sexto sentido siempre activó.

-no se lo tomen a mal, pero tenemos que revisar sus mochilas- dice Rick. Si parece ser el líder aquí, me muestran mucho respeto.

-claro, no hay problema- me quito la mochila del hombro y se la entrego-. Sólo un favor, que alguna de las mujeres revise la bolsa de afuera.

Rick urga dentro. No traigo muchas cosas: comida, ropa, un pequeño botiquín, algunos cartuchos para mis armas, una brújula. Le pasa la mochila a Maggie para que revise la bolsa de afuera, ella la abre y Glen que está a su lado, al ver lo que hay, mira en otra incómodo.

-todo bien- me entrega mi mochila, sonríe poco.

-gracias.

Revisan la mochila de Ruby. Nos presentan a la mayoría aquí, no creo recordar todos los nombres. Bob, Tyreese, Beth, Judith, Sasha, Hershel, Zach, Patrick, Michonne. Rick nos hizo las mismas tres preguntas y su cara cambio por completo en cuanto mencioné lo del robo y violación. Nos pregunto también si estuvimos en grupos anteriores, lo cual la respuesta fue no. Hemos estado solas. Le contamos un poco de nuestra vida.

-¿traen más armas?

-tengo dos armas bajo mi sudadera- se las muestro- y un cuchillo en la parte baja de mi cadera, justo en la parte del cinturón.

-yo nada más lo que ves- repsonde Ruby.

-nadie trae sus armas, salvo los que se van de expedicion. Les pido por favor que las dejen, no será necesario su uso.

No voy a ningún lado sin mi espada o armas. Nunca se sabe cuando puedas necesitarlas. La cosa es así, yo no dejó mi espada y todo normal.

-nunca se sabe cuando pueda necesitarlas. No dejaré...

-deja sus armas- ordena-. Si se quedarán aquí tienen que seguir nuestras reglas.

Oh no, no acaba de darme una orden ¿o sí? ¡¿o sí?!

-en primer lugar: nosotras no pedimos venir aquí, ustedes fueron a buscarnos, y en segundo lugar: ya dije que no dejaré mis armas, fin de la discusión- sentenció.

Estuvimos discutiendo varios minutos, hasta llegar al acuerdo que solamente podríamos portar un cuchillo y las demás cosas se quedaban en nuestra celda. Ruby puede ser muy persuasiva cuando se lo propone.

-¡papá!- lo llama su hijo.

-dime, Carl.

-¿puedo hablar contigo a solas?

Rick asiente, se aleja lo necesario para que nosotras no escuchemos nada. En lo que hablaban, aproveché para observar bien el nuevo lugar donde nos vamos a quedará vivir... temporalmente.

En la puerta por donde entramos están Daryl y Carol hablando. Cuando él mira en nuestra dirección me quedo como tonta mirándolo. De lejos se ve más jodidamente guapo.

-no lo veas tanto- me sugiere Ruby, al mismo tiempo que ríe-. A este paso, media prisión sabrá que Rapunzel te atrae.

-cállate- me cruzo de brazos. Dejo de mirarlo para ver a unos Grimes acercarse.

Demonios, cuanto tiempo estuve mirando a Rapunzel. Volví a mis andadas donde me gusta alguien, sigo como acosadora compulsiva y después lo cambio por otro mucho mejor. Díos, ¿por qué soy así? No me podías haber mandado con, yo que sé, más hermosura u otra cosa que no sea eso de cambiar de amor platónico como cambio de calzones.

- se quedarán en el pabellón C- informa Carl.

-de acuerdo- asentimos.

Rick se despide de nosotras. Carl nos lleva a donde nos quedaremos a dormir. Sabía que algún día vendría a prisión, tarde o temprano tenía que pasar y paso temprano.

En el pabellón esta Hershel con la que creo es Beth y la pequeña hermana de Carl. Le está cantando una canción de cuna, no es la típica canción para dormir a un bebé.

-linda canción.

-gracias. Soy Beth- se las arregla para estrecharnos la mano.

-por lo que veo te gustan los bebés. Soy Betty, por cierto.

-Ruby.

-siempre quise tener uno- mese a la bebé de un lado a otro-. ¿Daryl las encontró?

Toda mi atención estaba puesta en la pequeña Grimes, hasta que nombró a Daryl. Mi vista se despegó de la pequeña y mire a Beth.

-nosotras lo encontramos a él- bromea.

-¿en verdad?

-sí, Betty salto la cerca para recuperar una flecha mía y fue cuando todos se le echaron encima. Nos fuimos porque los zombis se dieron cuenta de nuestra presencia y después Carlangas y Rapu... Daryl nos fueron a buscar.

-nuestra ropa estaba llena de sangre, por eso no nos atacaron antes- aclaró, al ver la cara de confusión de Beth.

-¿cómo saltaste la cerca? Esta muy alta y tiene alambre de puas- pregunta interesada.

-fue fácil, se algo de parkour asíque no se me hizo tan complicado.

-debiste ver vomo lo hizo,- llega Carl- fue increíble, Beth.

-no es para tanto- le resto importancia.

-¿me enseñarás a hacer eso?

-claro, Carl- sonrío poco.

-¿te molestaría hacer un truco de esos?- pregunta está vez Hershel.

-para nada.

Me alejo lo suficiente. Hershel me recuerda a mi abuelito, él también era granjero. Era como un segundo papá para mi, mejor que eso, era mi héroe. Por desgracia murió de cáncer, mucho antes de que todo está basura comenzará.

Corro hacia la pared que tengo a mi derecha y hago un mortal hacia atrás. No es un gran truco, lo sé, pero algo es algo.

-eso es increíble- aplauden.

-no es la gran cosa. Puedo llegar hasta allá arriba sin usar las escaleras.

-a ver- dice Beth entusiasmada.

Me preparo, corro hacia en el pasamos junto a Beth, me impulso y me sujetó del barandal que está más arriba, subo mis pies hasta que quedan apoyados en el concreto, me sujetó de más arriba del barandal y lo cruzo de un salto.

Vuelven aplaudir. Hago una reverencia teatral. Me acerco al pasa manos y me deslizó por éste tal cuál niña de cinco años.

-sin duda tienes que enseñarme- dice Carl.

-un día de estos, Carlangas- bajo su sombrero hasta cubrirle los ojos.

-deben estar cansadas, Beth por que no las acompañas a la celda- le pide Hershel.

-siganme.

Subimos las escaleras, dormiremls en la última celda. Ruby me gana la cama de abajo, tendré que dormir arriba; adiós a mi poca cordura. Soy un poco inquieta a la hora de dormir así que me la pasaré cayendo a cada rato.

***

Para haber sido nuestra primer noche en la prisión, no estuvo nada mal. Todos aquí se levantan temprano, hacen guardias en las noches, se turnan para ir a las torres a vigilar, ¿cómo lo sé? Bueno, cuando te acostumbras a hacer vigilancia cuatro horas en la noche, te das cuenta de muchas cosas.

No dormí mucho por vigilar a estas personas. No vaya hacer que en la noche se metan a la celda y nos corten la cabeza.

Rick organizó un grupo para ir a nuestra casa por la comida y las armas. En el cual no estamos incluidas nosotras.

-vamos a ir.

-no, ustedes se quedan.

-hay trampas en el bosque. Ayer por poco pierdes a Daryl- comenta Ruby.

-¿ustedes pusieron las trampas?- asentimos-. Esta bien, irán. Asegurence de quitar todas las trampas.

Sonreímos. Vamos por nuestras cosas y nos reunimos con el grupo en la puerta principal.

-¿a dónde creen que van ustedes?- cuestiona Sasha.

-es obvio. Vamos a ir por las cosas.

-no irán a ninguna parte- sentencia.

-ayer aquí su amigo Daryl- señaló al susodicho- tropezó con una de nuestras trampas y casi pierde la cabeza, literalmente.

-¿ustedes pusieron esas trampas?- pregunta Tyreese.

-¿quién más, entonces?- contesta Ruby.

-pueden venir- acepta Sasha.

La cara de fastidio de Daryl me dio a entender que no quería que fuéramos. Abrieron la puerta y salimos camino a nuestra casa.

La señal que tenemos para saber que llegamos a las trampas es una línea rosa en un árbol, cortesía de Ruby.

-cuidado donde ponen el cuerpo- advierto.

Adelante de nosotros aparece un zombi. Daryl levanta su ballesta, pongo mi mano sobre el arma haciendo que la baje.

-¿qué muerda haces?- pregunta molesto.

-espera...

El asqueroso zombi camina unos pasos hacia nosotros, rompe un hilo y en segundos tiene una flecha en la cabeza.

-la trampa ocho esta oficialmente desactivada- anuncia mi amiga.

-quitaré las otras. Denme cinco minutos- trepó el primer árbol.

Salto de árbol en árbol. Logró quitar todas las trampas, ahora tenemos cinco flechas más y un cuchillo. Me bajo del árbol.

-todo listo, vayamos por las armas- le entregó a Ruby sus flechas.

Entran a la casa y toman todas las armas que pueden. Tyreese es el que carga más, Karen llena una bolsa, Sasha llena otra. Les ayudo cargando unos cuantos rifles.

-¿hace cuanto que vivían aquí?- dice Karen.

-dos meses. Después de encontrarte, hallamos esta casa y nos quedamos aquí desde entonces- habla Ruby.

-¡Caminantes!- grita el chico de la puerta.

-yo me encargo- tomó un rifle-. Cierra la puerta, no lograrán derribarla y las ventanas tienen barrotes no tienen nada que temer. Ruby las balas.

Me lanza una caja llena de las balas para el rifle. Voy al piso de arriba, salgo por la ventana del baño y me subo al techo. Cargo el rifle y les disparó, acertando siempre en el cabeza.

Suele haber muchos zombis a esta hora de la mañana, es molesto ¿saben?

Soy buena disparando, pero prefiero usar la espada que era de mi papá. Me la dio antes de morir al igual que sus armas, por esa razón nunca voy a ningún lado sin ellas, es como si el viniera conmigo.

-¡baja de ahí, te vas a caer!

-¡no me caigo!- le respondo al chico.

Entró por donde salí. Me siguen con la mirada mientras bajo las escaleras, ¿tendré algo en la cara?

-les dije que era buena.

-¿de qué me perdí?- guardo el rifle en la bolsa.

-les estaba diciendo que eras buena con las armas, que lo de francotirador es lo tuyo- responde mi amiga.

-¡ah! Eso- sonrío timida.

-nada mal para ser una jodida niña- dice Daryl.

-¿gracias?- digo confundida.

-ya tenemos todo lo necesario, vamonos.- ordena Sasha- Zach trae la comida.

Él va a la cocina por la mochila con la comida. Volvemos por donde venimos, Ruby va hablando con Sasha y Tyreese.

Es agradable ver que está asiendo amigos. Yo por mi parte voy como Llanero Solitario, apartada de todos. Voy a una parte si va Ruby, mientras tanto no. Saludo a una persona si ella me saluda. Hablo con alguien si ese alguien me habla primero. Es la ley de Betty.

-¿eres una clase de estúpido ninja juvenil?

-nop, y no pretendo serlo- rio por lo bajo.

-¿para que cargas con esa espada, entonces? te pareces a Michonne.

-esta espada era de mi papá, él era un gran fan de las películas de Bruce Lee y de cualquier cosa que tenia que ver con chinos o japoneses- respondo-. Recuerdo que una vez estaba jugando con la espada en la sala, era un hermoso día, papá hacia movimientos de samurái y rompió la vajilla más preciada de mamá. Durmió en la sala todo un mes.

Ese fue un gran día. Él estaba como loco buscando un escondite para la vajilla rota, al final se decidió por echarlas a la basura y cuando mamá saco la basura, de tanto peso la bolsa se rompió y encontró su preciada vajilla echa añicos. Nos hizo un interrogatorio peor que los de un agente de servicios secretos. Mi mamá era un poco exagerada con eso de cuidar sus utensilios de la cocina.

Daryl ya no dijo nada más. Este hombre es más frió que el iceberg que undio el Titanic, siento que si lo toco, de tan frío que es, me quedare pegada; como esas veces que tus dedos se quedan pegados en las paredes el congelador.

Le entregamos las armas a Rick. Ya que no tengo nada interesante que hacer, voy a ir a molestar a Carl y Patrick.

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