Capítulo 12

Rick y el Tuerto hablaban. Estoy boca abajo con el rifle entre mis manos y apuntando justo a la cabeza del Tuerto. Secuestro a Michonne y Hershel, saco boleto.

-Betty, baja de ahí- escucho a Ruby.

-no. Tengo tiro libre a la cabeza del pendejo de un ojo.- apuntó mejor.

-guey, no seas pendeja, vas a empezar una masacre si lo matas ahora- me regaña.

-claro que no- protestó.

-¿eres idiota?- entra Daryl en la conversación-. Baja ahora mismo.

-bombón, es platica de mayores.

Tendría que bajar corriendo las escaleras, cruzar la puerta entre la zona de fuego y entrar. No soy la agente 007, sí hay disparos y salgo voy a morir al poner el primer dedo fuera. Otra opción sería correr y saltar de aquí hasta el suelo, ¿Qué podría ser lo peor que me podría pasar? Romperme una pierna.

-no repetiré tres veces lo mismo. ¡Baja ahora! Maldita estúpida, vas a morir si no lo haces- vuelve a hablar Daryl.

-¿Crees que no lo sé?- pregunto con ironía.

El Tuerto toma la espada de Michonne y la pone en el cuello de Hershel.

-hijo de puta.

Por los gestos que Rick hace dedusco que está invitandolos a quedarse. Si ellos se quedan, yo me voy. No voy a vivir bajo el mismo techo que ese lunático.

Como en las películas, paso en cámara lenta. Levantó la espada y corto el cuello de Hershel. Miro como su cuello y parte de su camisa se llenan de sangre levemente.

Ay no. ¿Cómo...? Maggie y Beth, no puede pasarles a ellas. Conozco ese dolor de ver a tu papá morir, sentir como tu mundo se viene abajo y esa impotencia que te come viva, no poder hacer algo para ayudarlo. Y como si tu mente hiciera un juego retorcido, recuerdas cada uno de los momentos que pasaste con él y saber que jamás volverás a verlo sonreír, ya no escucharas su voz... ya no estar a contigo.

Cuando el tanque derribas las rejas vuelvo a la realidad. Disparo al asar, esperando matarlos a todos. Busco al maldito Tuerto hijo de perra.

-¡¡BETTY!!

Mierda. Tengo que salir de aquí antes de que baboso del tanque me vuele en pedazos. Si bajó quedare a la mitad del tiroteo, mi única opción es saltar desde aquí.

-¡Ve por tu mochila!- le gritó a Ruby-. Nos vemos en la casa al lado del lago. ¡Vete!

-¡No me voy sin ti!- se cubre con la pared de la torre.

-¡Te alcanzó despues!

Logré derribar a dos de ellos. Rick peleaba con el Tuerto. Debatía los pros y contras de saltar desde esta altura.

Sabía que esto era demasiado bueno para ser verdad. Nada dura para siempre y lo olvidé. La vida me ha demostrado que lo bueno no dura mucho, lo malo reina sobre todo. Al igual que las personas buenas no duran.

Al chile, me la voy a rifar.

Bajo las escaleras hasta la puerta de la torre. El tanque va a derribar la reja de la estrada, todos ellos se cubren detrás de éste; cuando la derriben y ellos estén justo enfrente abriré la puerta y mataré a los que pueda.

El momento llegó. Abro la puerta, me cubro con la pared y disparó como loca en todas direcciones. Dos menos.

Corro hacia el bloque C. Tengo que ir por mi mochila, salir de aquí y reunirme con Ruby en la casa que JAMÁS debimos haber dejado.

Los caminantes no tardaron en hacer acto de presencia. Todos subieron al autobús, Maggie dejo a Beth ahí y corría de regreso a la prisión. Le cubro las espaldas. No veo a Ruby por ningún lado, espero ya este muy lejos de toda esta mierda.

Con éxito logró llegar hasta la puerta. El sonido de la pared siendo atravesada retumba en todas partes. Llegó a la celda. Gracias a Díos no está la mochila de Ruby, quiere decir que ya se fue.

Tomo mi espada, la acomodó detrás de mí espalda. Me echo la mochila a los hombros, la ajustó lo más que puedo para que no se me vaya a caer. Listo, ahora sólo tengo que lograr salir con vida. Pan comido.

Las balas de mi rifle se terminaron, ahora uso el arma de mi pierna. Me cubro cuando otra explosión se hace presente. Escombros caen a mo lado y cemento vuela por el aire. Mierda y doble mierda.

Ya no hay nadie afuera. El autobús se fue, el patio está infestado de caminantes, ¿Algo podría salir peor?

Dejo el arma y saco mi espada.

《Sólo son caminantes》me digo a mi misma.

Mi más grande miedo se hizo realidad. Quedarme sola en medio de este mundo de muertos. Me parecía algo normal matarlos antes porque tenía a Ruby a mi lado y me cubría las espaldas, ahora estoy sola y tengo un cien por cien de posibilidades de que uno de estos apestosos me muerda.

Me abro paso entre los muertos, cortando cabezas, torsos, brazos y todo lo que sea que se me ponga en mi camino.

Mi imaginación no tiene límites, cientos de caminantes viene tras de mi y para no entrar en pánico y tirarme a llorar; imagino que estoy en los juegos del hambre y que los caminantes son chicos de otros Distritos. La situación es un poco menos peor.

¿Qué hizo Katniss para librarse de ellos? Subir a un árbol. Me adentro en el bosque hasta encontrar un árbol lo suficienteme alto para que los malditos muertos no me alcancen.

Al estar frente a uno fácil de trepar, guardo mi espada y comienzo a treparlo.

-mendiga Katniss, ¿Cómo es que pudo subir uno de estos?- habló conmigo misma-. Ya me canse, apenas subí dos metros y ya necesito un tanque de oxígeno.

Mi apodo debería ser "la de la mala suerte". Una de las ramas no aguanto mi peso y en menos de tres segundos ya estaba en el suelo. Grite al sentir un dolor punzante en mi mano izquierda. Mis pulmones se quedaron sin aire, tremendo golpe.

Gire sobre mi cuerpo para ver mi mano. Intente moverla y el dolor empeoró, las lágrimas no tardaron en aparecer. Me dolía horrible la muñeca y si intentaba moverla era peor.

Los gruñidos me alarmaron. Estaban cerca y yo no podía hacer nada. Gire sobre mi cuerpo para quedar boca arriba, un caminantes estaba cerca, salto sobre mi y con mi antebrazo derecho lo mantengo alejado de mi rostro.

No es suficiente, con mi mano fracturada lo alejo un poco más. Más lágrimas brotan y esta vez un grito las acompaña. No sé por qué pensé que podría lograrlo sola, soy la persona más tonta sobre lo que queda de mundo, no soy fuerte, no soy valiente.

Mis brazos comienzan a cansarse y mi llanto ya no es sólo de dolor, también de desesperación y tristeza. Aquí termina la historia de Betty Williams.

Una flecha atraviesa el cráneo del caminante. Lo arrojó lejos de mi. Veo al dueño de dicha arma, Daryl. ¡Te amo Bombón!

Limpió mis lágrimas, es inútil más salen.

-volviste por mi, bombón- bromeó.

Daryl me ayuda a ponerme de pie. Toma su flecha y prepara su ballesta.

-¿Qué te paso?- señala mi muñeca.

-caí sobre mi mano. ¿Sabías que los árboles no son tan resistentes como antes?- tomó mi espada con dificultad.

-idiota- murmura.

¿No se cansa de insultarme? Vegete de cuarta.

-mueve el trasero, pendejo- me deshago de dos caminantes-. Y gracias.

Huimos lejos de estas cosas. Espero que más personas hayan sobrevivido, que Ruby no haya pasado por lo mismo que yo hace segundos. Flexión mi brazo izquierdo para no hacer mucho movimiento.

Esto es una prueba más de que mi sexto sentido no se equivoca. Algo malo paso, perdimos nuestro hogar y a muchos de los nuestros. Sin embargo, siento que algo bueno saldrá de todo esto.

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