La noche apenas empezaba y ella ya quería retirarse del lugar, estaba empezando a sentirse incómoda al estar en ese sitio.

No podía soportar verlo un minuto más y no poder besarlo o darle alguno que otro mimo, lo deseaba tanto que hasta la piernas le temblaban por debajo de la mesa  al verlo vestido de manera elegante; con esa camisa en color blanco y ese traje de lino color gris que iba perfecto con sus zapatos negros muy bien lustrados sin dejar de lado ese magnífico peinado que se cargaba, dándole un toque formal pero a la vez uno rebelde.

         ¡Todo un bombón!

—¿Me estás escuchando amor?—Su novio, Adrien Agreste, que estaba a su lado, la llamó al tomarle de la mano.—Pareces distraída.

—Oh, lo siento.—dijo apenada, se había quedado tan embelesada en sus propias divagaciones. —Estaba...intentando recordar algo de la oficina.

El blondo sonrió de manera afable, estaba tan enamorado de esa chica que incluso atrapando moscas era hermosa, siempre le parecía encantador la forma en que su mirada se perdía y sus labios se contraían un poco al momento de pensar.

—Todo este asunto de la boda te trae estresada.—se levantó de su asiento para colocarse detrás de ella y masajear sus hombros.—Pero te aseguro que será el mejor día de nuestras vidas.

Ella sonrió solamente, faltaban solo dos meses para el que debía ser el mejor día de toda su historia pero desde hace un año había llegado ese hombre que movía todo su mundo y le llenaba de dudas desestabilizando su mundo.

—Claro cuñadita, todo irá perfecto.—agregó aparentemente tranquilo, pero ella era capaz de intuir el veneno en sus palabras. —No es como si fuera a pasar algo, como dejarlo plantado el mero día ¿No?

—Félix, que cosas dices.—habló Adrien con un poco de molestia.—Eso no pasará, Bridgette y yo nos amamos como locos.—quiso besar los labios de su novia pero esta lo barrió bajando la mirada.—¿Sucede algo?

—Debo ir al baño. Creo que la cena no me ha sentado bien.

Se excusó caminando con rápidez hasta la zona de damas, dejando a los hermanos más famosos de París hablando a solas. Entrando al baño para lavar su rostro que en ese momento parecía una desolación, debía parar esto de una vez por todas pues sabía que entre Félix y ella existía algo más fuerte que los uniría por siempre.

En cuanto salió del baño grande fue su sorpresa al ver que el dueño de sus fantasías la esperaba recargado en la pared del pasillo con una sonrisa ladina.

—¿Qué haces aquí? ¿No se supone que deberías estar con Adrien?—Pregunta mirando de un lado a otro vigilando que no viniera nadie.

Él soltó una corta risa deshaciendo su postura para tomarla con agilidad de la cintura y acercarla a su rostro.

—Tú igual, y estás aquí evadiendo el tema de la boda.—rozó su nariz con la suya.—Se supone es una cena para celebrar que en poco tiempo serás la esposa de un Agreste. —apartó el cabello azabache largo que caía por su hombro. —Pero parece que estás muy ocupada devorando con la mirada a quien será parte de tu familia...No te culpo, yo también quiero hacerlo, más cuando luces tan espectacular. —acercó sus labios al hombro desnudo de la chica para depositarle un beso.

Ella suspiró fascinada con su acción, le encantaba sentirlo siempre que se daba la oportunidad, su tacto le ponía los pelos de punta aunque fuera tan mínimo.

—Fel, nos verán. —dijo en un susurro sin ganas de apartarse de él. —Vinimos al bar para tomar una copa...y dejamos a Adrien solo.

—No puedo controlarme.—ascendió por su cuello aspirando el aroma del cuello femenino, dejando cortos besos sobre este.—No cuando pronto dejarás de ser mía para estar con él por el resto de tu vida.

Ella se aferró a su espalda derramando un par de lágrimas, lo amaba demasiado y nunca pensó que esto llegaría a suceder pues toda su bendita adolescencia juraba que su corazón era de Adrien.

—Perdón.—arrugó su camisa llorando.—Perdóname por no tener el valor suficiente de romperle el corazón.

Se alejó de él para robarle un beso tan furtivo como dulce, uno que creía estaría por sellar aquel capítulo prohibido de su vida.

—Te amo, Bridgette ¿Qué no te das cuenta?—dijo él acariciando su espalda.—Por favor no te cases, podemos ser felice aún.

—No puedo.—se mordió los labios con dolor.—Debo cumplir mi promesa, no soy quien para dañarlo de esa forma.

Félix bramó dejándola libre y siendo su turno de secarse el rostro que pocas veces derramaba lágrimas.

—¿Y prefieres dañarnos a nostros?—su semblante era una mezcla de enojo y tristeza.—Prefieres hacer de cuenta que entre los dos no ocurrió nada, aun cuando sé que ese hijo que llevabas en el vientre es mío ¿Cómo quieres que lo deje estar?

—No puedo, sabes que él sería capaz de hacerse algo si lo dejo.—habló recordando como cuando conoció a Adrien, este era un chico solitario que pasaba sus días encerrado en su habitación desde la muerte de su madre.—Este hijo es el recuerdo más bonito que tendré de nuestra bella historia. —besó sus labios fugazmente.—y así como me hará inmensamente feliz al saber que me quedo con algo tuyo por el resto de mis días, así mismo será una gran felicidad para tu hermano. Gracias por los bellos días Félix, pero lo nuestro no puede ser más, él es mi novio y como tal mi lugar es a su lado.

Soltó un suspiro cargado de tristeza, apartándose del chico al darle la espalda para caminar de nuevo hacia la mesa en donde seguro la estaba esperando su chico. Ese que no amaba, pero que quería tanto como para ocasionarle un dolor tan terrible con la falta que había cometido al enredarse no solo de manera física sino también sentimentalmente.

《Adiós mi amor, espero encuentres a alguien que si sepa valorarte y no esté en el momento equivocado de la vida》

       Vuelvo con una nueva actualización después de mi pequeño lapso de descando ¡Ya falta poco para que esto acabe!

Esto va dedicado a SamanthaJaksic por que sé que ama el ship Pv ♡.