♡ → Capítulo décimo


Este capítulo es bueno para recordarles que la historia entre ellos avanza lento, aún faltan muchos detalles por aclarar, mientras disfruten de lo compulsivo que es Nunu y de lo digno que se hace el Kiki.

¡Arriba el Showki!

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Se conocía lo suficiente para anticipar sus acciones, sin embargo, para el lugar que le correspondía en ese momento con respecto a Kihyun no tenía ni la más remota idea de lo qué pasaría por su cabeza y posteriormente fuese capaz de ejecutar.

No era habitual en sí mismo el ser una persona compulsiva, pero existía Kihyun para romper sus paradigmas. Por ello, no le sorprendió en lo más mínimo cuando una mañana desde su oficina tomó su teléfono y de forma despreocupada ordenó un ramo de rosas para que se lo llevasen al pelirojo al café. La dedicatoria en la nota, aunque simple, bastante cursi a su parecer: "Gracias por tu arduo trabajo. Qué tengas un feliz día. Att: Hyunwoo."

Es decir, ya era miércoles y aún no había visto a Kihyun desde la cita que habían tenido, claro que se había escrito con éste todas las noches y alguno que otro mensaje durante el día, pero nada como interactuar en persona, nada como entregarse de lleno al pelirojo. Quizá las flores no fuesen su mejor táctica y estuviese arriesgándose a cualquier adversidad (que pudiese ahorrarse sólo con preguntar), pero en dónde quedaba la emoción si no se arriesgaba.

Romántico. Así le gustaba ser con sus parejas. Le atraía un buen porcentaje de todo lo considerado como 'cliché' y estaba casi seguro de que Kihyun también era de esos y, de no ser así al menos habría perdido una batalla haciendo lo que le gustaba. Estaba bien equivocarse para entender mejor al otro.

Suspiró y se dejó caer de forma pesada en la silla de su escritorio, habían pasado horas desde que había hecho el pedido lo cual significaba que Kihyun ya tendría las flores bajo su posesión. Sonrió al pensar en la adorable expresión de sorpresa y pena que hubiese puesto el barista al recibir el ramo, llevaba todo el día dándole vueltas al asunto pensando si treinta y dos rosas rojas eran una exageración. A continuación, percibió la vibración de su celular y sin mucho interés lo tomó de su escritorio para ver de quién se trataba, grata fue su sorpresa cuando vio el nombre del pelirojo en la notificación y sin pensarlo dos veces desbloqueó el dispositivo para leer inmediatamente lo que el otro le había escrito.

De Kihyun ♡  -Hyunwoo Hyung.

Para Kihyun ♡ -Buenas tardes, Kihyun. ¿Algún problema?

De Kihyun ♡ -Recibí un ramo de flores a tu nombre hace un rato, ¿por qué?

Para Kihyun ♡ -Pensé que sería un lindo detalle, algo que pudiera alegrarte el día.

De Kihyun ♡ -No se ofenda, Hyung. Es un hermoso detalle, pero creo que ha sido demasiado.

Volvió a leer la última respuesta del pelirojo un par de veces sin saber si este estaba molesto o sólo estaría definiendo los límites que ya, por obvias razones, había cruzado. Mortificado por el hecho de que sus temores estuvieran siendo parte de su realidad pensó en una respuesta inteligente que nunca llegó, por el contrario, vio que el menor le volvió a escribir.

De Kihyun ♡ -No crea que estoy molesto, Hyung. Sólo no esperaba esto y tampoco estoy acostumbrado a estas cosas, pensé era mejor que se lo dijera antes de mentir y crear una situación incómoda.

Soltó una corta carcajada tras leer el mensaje. Tenía demasiada suerte al haberse encontrado una persona tan transparente como Kihyun, pero sabía eso era una advertencia y que aunque el otro lo negase, igual estaba en problemas.

Para Kihyun ♡ -Lamento haberte incomodado, pensaré mejor las cosas ahora antes de actuar.

De Kihyun ♡ -No le de tantas vueltas al asunto, Hyung. Gracias de todas formas... Son hermosas las rosas. Debo irme, tengo que buscar a Hyeongjun a la escuela.

De Kihyun ♡ -Feliz tarde. No trabaje de más *emoji*

Para Kihyun ♡ -Está bien. Cuídate y saludos a Hyeongjun.

Bien. Bastante bien. Quizá no estaba tan equiocado, ya tendría que ver a Kihyun para corroborar los daños.

Cerró los ojos y se frotó el rostro con las manos tratando de aminorar la pesadez que de un momento a otro le cayó sobre el cuerpo. ¿Sería ese un buen momento para tomarse unas vacaciones? Hyungwon no estaría en contra de ello pero Changkyun definitivamente le mataría por tomar una decisión así en pleno apogeo del trato que habían conseguido con Minhyuk. No obstante, si se tomaba un par de días libres podía dedicárselos de lleno a Kihyun y...

-Estoy delirando, eso es. No hay manera de que eso sea posible.

-Siempre andas delirando y hablando solo, Nunu.

Dio un salto en su lugar alarmado al ver a Changkyun de pie frente a su escritorio, observó la sonrisa en sus labios junto a su risilla contenida a lo que sólo rodó los ojos, tumbándose nuevamente en su silla.

-Se vale tocar la puerta antes de entrar.

-Lo hice, pero no contestaste así que decidí entrar.

-¿Qué necesitas?

-Sólo venía a informarte sobre el cambio de horario de la reunión de mañana y... también quería saber cómo estabas.

Prestó atención al menor para darse cuenta que en definitiva eso no era todo por lo cual había venido hasta su oficina. Changkyun era impaciente y si quería algo lo buscaba (y lo encontraba).

-No. Viniste a preguntarme otra cosa y lo sé. Dime.

-Tsk... Está bien. Hyungwon me dijo que tuviste una cita el domingo, quiero saber cómo te fue.

-¿De verdad quieres saber eso? Y a todas estas... Cómo sabe Hyungwon acerca de eso.

-Lo último no es importante, Nunu. Dime, cómo te fue con... Kihyun.

Notaba que aún el tono de voz del menor titubeaba al mencionar el nombre del barista, sin embargo por como hablaba sabía sus intenciones eran sinceras.

-Estuvo bastante bien... Todo fue mejor de lo que esperaba.

-Me alegra escuchar eso y... no tuvieron nada de acción, ¿verdad?

-Changkyun no pienso hablar contigo sobre mi vida sexual.

-¡Hey! Estoy en mi derecho de preguntar además...

Percibió un ligero cambio en la forma de hablar en el menor, como si este estuviese al tanto de algo, como si tuviese un secreto y quisiera usarlo a su favor.

-¿Qué?

-Nada. Sólo pienso que Kihyun no se ve como uno de esos a quienes puedes llevarte a la cama tan rápido, yo que tú jugaría mis cartas con cuidado, Nunu.

-E-espera, espera... ¿Por qué me vienes con todo esto?

-¿Hm? No sé a qué te refieres, Hyung. Ah, cierto... ya me tengo que ir. Nos vemos mañana, ya es tarde. Te quiero, Nunu.

-Chang...

Maldijo para sus adentros cuando el menor le dejó con las palabras en la boca. Exasperado por esa conversación intentó escudriñar él mismo en lo que le había dicho el otro, más le resultaba difícil por el hecho de que Changkyun ni siquiera conocía a Kihyun, o quizá no fuera así... Negó con rapidez antes de crearse ideas equivocadas, pues, sabía que el menor sólo quería joderle la paciencia.

De camino a casa las cosas no fueron mejorando. El tráfico pesado le había desarrollado una insoportable migraña, , sin mencionar que la conversación con Changkyun le siguió dando vueltas en la cabeza incluso al cenar, al bañarse y hasta finalmente recostarse exhausto en su cama.

Pensó que no era demasiado tarde y para sacudirse el estrés tomó su teléfono para escribirle a Kihyun.

Para Kihyun ♡ -Un día agotador en la oficina. Hubiese querido pasar por un café que me ayudase a mantenerme despierto.

La respuesta tardó en llegar, pero tuvo el mismo efecto de siempre.

De Kihyun ♡ -Puedo decir lo mismo, Hyung. Demasiados clientes... estoy agotado.

Para Kihyun ♡ -Esperemos mañana sea más calmado, ¿ya te irás a dormir?

De Kihyun ♡ -Hm, sí y sí. Hace poco acosté a Hyeongjun y la verdad sólo quiero descansar.

Para Kihyun ♡ -No te robaré más tiempo de tu sueño reparador. Buenas noches, Kihyun. Qué descanses.

De Kihyun ♡ -Espero de verdad sea un sueño reparador... Buenas noches, Hyunwoo Hyung.

De Kihyun ♡ -Usted también vaya a dormir, a su edad los trasnochos no son opción. *emoji*

Se rió al leer lo que el pelirojo le había puesto, esas bromas inofensivas viniendo de Kihyun le causaban gracia, al mismo tiempo le hacían pensar que no sabía realmente cual era la brecha de edades entre ellos, no podía ser abismal, pero sí considerable. De todas formas estaba seguro de que si Hyeongjun estaba alrededor de los diez años Kihyun no podía ser tan joven.

Y hablando del hijo del menor, cada día se preguntaba cómo sería poder ser parte de la vida de ese pequeño y disfrutar de acciones tan cotidianas como llevarlo a la cama. ¿Sería Hyeongjun un niño disciplinado? No parecía dar mucho trabajo a juzgar por lo poco que Kihyun le había comentado y, aunque así fuese... la idea de ser parte de la vida de ambos era algo que ahora aspiraba.

Esa noche se durmió arrullado por el acogedor pensamiento de tener una familia junto a Kihyun.

A la mañana, abrumado por la jugada de su ensueño y no queriendo esperar más para ver al barista, resolvió desayunar en el café antes de ir a la oficina.

Para ese entonces había caído en cuenta de que al ir a visitar al barista el tiempo pasaba tan rápido delante suyo que cuando menos lo esperaba se encontraba atravesando la puerta del local; siempre recibido por ese ambiente reconfortante. Sonrió cuando vio al pelirojo ya poniéndose manos a la obra en su labor y sin pensarlo dos veces caminó hasta la barra para llamar su atención.

-Buenos días, Kihyun.

-¿Hm?... ¡Hyung! Buenos días.

Tan alegre a esas horas de la mañana. Kihyun era un santo y nadie era merecedor de esa sonrisa, pensó.

-¿Cómo se encuentra ésta mañana, Hyung?

-Bastante bien, descansé lo suficiente para una persona de mi edad.

Escuchó la risa que soltó el barista al verse acorralado por la jugarreta de la noche anterior y no pudo evitar contagiarse.

-Es bueno escuchar eso, recuerde Hyung, no puede abusar de su cuerpo estando tan viejo.

Vio como el pelirojo le sacaba la lengua y le guiñaba un ojo y fue como sentir que el destino le corroboraba una vez más que Kihyun era, en efecto, el indicado.

-¿Qué le trae por aquí, Hyung?

-Quería desayunar en casa, pero allá no tengo a un barista que haga un milagroso café para mí.

-Bueno, al menos sabe que siempre puede venir aquí a matar sus antojos.

-Sí... hablando de antojos. ¿Quisieras salir este fin de semana de nuevo?

Así como con las flores, la pregunta saltó de su boca por sí sola ni siquiera había premeditado volver a invitar al pelirojo tan rápido, pero ya que su mente le había traicionado no perdería la oportunidad.

-A-ah... Bueno, no me esperaba esto.

-Si te soy sincero, yo tampoco. Pero sería increíble si aceptaras nuevamente.

Observó al pelirojo bacilar un poco antes de tomar su decisión y cuando este se la dio tan confiado estaba que igual sonrió al escuchar ese claro "no".

-Exce... ¿Eh?... espera, ¿por qué no?

-N-no tengo tiempo este fin de semana, Hyung. Lo siento.

-De acuerdo... será en otra ocasión entonces.

-Sí, puede ser. Oh, por favor vaya y tome asiento, Jooheon le llevará su orden en un momento, Hyung.

Desalentado por el rechazo del menor se limitó a suspirar todo el rato que duró su estadía en el lugar. Sí, el café como siempre había estado delicioso, pero su desanimo no le permitía disfrutar. Ya al terminar de desayunar vio a Jooheon acercarse con una sonrisa y no dudó en devolvérsela, el chico realmente era agradable.

-Espero haya disfrutado de su desayuno, señor.

-Siempre es así. Gracias, Jooheon.

-A usted.

Le vio recoger todo en la mesa junto a la generosa propina que siempre dejaba al chico pero algo captó su atención. Él en definitiva no había dejado un papel sobre la mesa, quizá lo había dejado el chico sin darse cuenta. A punto de llamar la atención de este se detuvo cuando vio su nombre escrito sobre el papel en una caligrafía bastante pulcra a su parecer, curioso de lo que el papel pudiese decir lo tomó y lo abrió para leer su contenido.

"Lo pensé mejor, es un sí. Domingo, cinco y media a la entrada del café. Kihyun."

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¿Les parece que Changkyun se trae algo entre manos? ◤¬ ˒̫̮ ¬◥

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