XII






— Jié me mintió — Susurró Hoseok, con la mirada atónita y sin poder creer lo que había leído hace algunos minutos.

— ¿Por que dices eso?

— Lo leí en su diario, todo el tiempo me mintió, Seokjin tiene treinta y ocho años y encima, una familia. ¿En que momento, Yoongi? ¿Por que no le preste atención cuando más lo necesitaba? Pensé... pensé que ella era feliz.

Hoseok limpió rápidamente las lágrimas que comenzaban a bajar lentamente por sus mejillas, en un estado de total arrepentimiento, pero no podía hacer más, Jié ya no se encontraba entre ellos para auxiliarla como debió hacerlo meses atrás.

— Habrá tenido sus motivos, Hoseok. No puedes culparte de todo porque fuiste un gran hermano con ella, siempre te preocupaste por su bienestar pero... las cosas sucedieron así — Dicho aquello, precedió a sacar un cigarillo del bolso trasero de sus vaqueros ajustados.

— No voy a detenerme hasta que encuentre al verdadero culpable y haré todo lo posible para que mi hermana tenga justicia — Susurró, sus manos se colocaron tensas con unas tremendas ganas de golpear la mesa de puro coraje — Y empezaré con Seokjin.

— Hoseok, como tú mejor amigo, solo te pido que seas cuidadoso. No me gustaría que terminaras igual o peor que Jié por buscar justicia. Se que es terrible todo esto pero debes pensar en ti.

— Min, no voy a descansar hasta que yo vea al culpable de mi hermana pagando por lo que le hizo. ¿Te parece poco? Voy a refrescarte la memoria, logré reconocer su cuerpo solo por algunos detalles que Jié tenía, de no ser así, ni siquiera me percataría si realmente es mi hermana. Así que me gustaría que te imaginarás el como quedó su cuerpo a tal grado que me fuera difícil saber si se trataba de ella — Soltó un suspiro, su mirada se dirigió a Yoongi quien asintió ante sus palabras mientras expulsaba el humo grisáceo. Por último, Jung se levantó de su asiento despidiéndose de Min para proseguir leyendo el diario de su hermana, aún se encontraba en la página dos y se trataba de relatos sumamente largos y detallados, pero ¿ahí se encontraba la respuesta a todo? Tal vez.

Mientras Hoseok caminaba tranquilamente por las calles de Seúl, tratando de despejar su mente y disfrutar del aire puro que le brindaba la ciudad, por otro lado, específicamente en un lugar muy privado y lujoso, se encontraba Seokjin tratando de deshacerse de todas las fotografías que tenía con Jié.

No, no se encontraba tranquilo. La imagen de la chica asustada se encontraba en su mente y de manera muy clara y exacta.

— ¿Te sientes bien? — Preguntó Jimin, percatándose de una botella de alcohol destrozada en el suelo, Jin se mantenía sentado en su silla de piel mientras sostenía un vaso de cristal ya vacío, solo quedaban unas pequeñas gotas de whisky.

Jin soltó una risita, entre sus manos temblorosas, buscó la cajetilla de cigarros y encendió uno de estos. Park lo miraba serio pero a la vez un poco confuso por su actitud, algo sucedía con Kim.

— Jié — Susurró.

— ¿Que sucede? — Comenzó a caminar lentamente hasta desplomarse en la silla.

— Su imagen se mantiene en mi mente, claramente cuando ella me suplicaba que la soltara porque la estaba lastimando. Jimin, ¿que hice? — Echó su cabello hacía atrás con frustración y aún manteniendo sus manos temblorosas.

— ¿De verdad vas arrepentirte de lo que le hiciste a esa chica? — Dijo Jimin incrédulo.

— Es que Jié, ella... no lo sé. Se que era mucho más pequeña pero causaba que fuera otra persona, me repugnaba el que otro hombre de acercara a ella — Volvió a colocar el cigarillo entre sus labios gruesos, tomó una buena calada con las imágenes de la chica vagando por su mente.

Park soltó un bufido, rascó un poco su barbilla y colocó sus codos en el escritorio de Kim.

— Te entiendo, esa chica traía a muchos hombres detrás de ella... — Jin lo interrumpió con una risa sarcástica.

— Y tú estabas incluido.

— Bueno, si. No voy a mentirte sobre ello, sin embargo, lo qué pasó entre nosotros fue mucho antes que la conocieras.

— ¿Aún conservas esos videos? — Preguntó Jin con curiosidad, el chico asintió con una sonrisa en grande pero a la vez un poco burlona, como si todo lo que realizó en contra de Jié fuera un total chiste.

Si una persona tomaba sus teléfonos móviles y revisaran las conversaciones de aquel grupo de amigos, sería un total dolor y decepción. Es más, ni siquiera habría una palabra exacta para describirlos. Desde que Jin le quitó el derecho de seguir disfrutando de la vida, todos habían pensando que era buena idea burlarse sobre lo que sucedió.

Jié no tuvo la culpa de absolutamente nada. Ella solo se molestó por que Seokjin coqueteaba con otra mujer frente a sus narices, el peor error que pudo cometer la chica fue salir de esa fiesta, ¿pero como ella podría darse cuenta? Si confiaba en cada uno de los chicos que la rodeaban.

Ella solo comenzó a correr por que sabía perfectamente que Jin trataría de agredirla, pero detrás de él, todos los demás comenzaron a seguirlos porque el plan se estaba llevando acabo, ellos tenían planeado acabar con ella desde antes que aquella fiesta se realizara.

Entonces, llega el momento en donde Hoseok abre aquel diario, comenzando a leer la tercera página.


Doce de junio del dos mil dieciocho.

Él volvió a exigir que vistiera con ropas cortas. Creo que el problema no era ese, si no el objetivo por el cual Jin me obligaba.

Sabía que sus planes eran venderme para ganar más dinero, pero la realidad era que Park Jimin pagaba una fuerte cantidad de dinero con tal de que me mantuviera con él todo el tiempo.

No, nunca realizó algo en contra de.... ah, espera, si lo hizo.

Aún recuerdo como sus manos anilladas recorrían mis piel, sentí temor en ese instante, yo debía estar con Seokjin, él era mi novio pero decidió recibir unos cuantos billetes por mí. Entonces, en ese momento, me cuestioné y logré entender que no me encontraba segura en aquel círculo de amigos.

Taehyung se percató de ello pero no hizo nada por impedirlo, ni siquiera le mencionó a Jin que era mala idea. Simplemente se encogió de hombros y prosiguió a beber.

¿Haz tenido un trauma? Yo si, desde ese momento con Park, no me atrevía a utilizar faldas, porque todo el tiempo solía acosarme en el instituto.

Las cosas para mi no eran fácil.

Y todo se complicó cuando Min Yoongi decidió enviarme un mensaje de texto.

Perdón, hermano, pero él no es quien dice ser. Mucho menos debería ser llamado tu "mejor amigo".

Jung con el ceño fruncido y con las manos temblorosas, cerró aquel diario en cuanto leyó el pequeño párrafo que se encontraba al último. ¿Su mejor amigo se encontraba dentro de todo lo que había sucedido? ¿Porque Jié mencionó aquello?

Hoseok se encontraba sorprendido, no sabía cómo actuar ante la mención de Yoongi. Sin embargo, procedió a buscar una taza de café con mucho nerviosismo. En el momento, estuvo a nada de romper la cafetera pero logró establecerla, de un momento a otro, comenzó a llorar desconsoladamente.

Quería a su hermana devuelta.

Comenzó a pensar en ella, los recuerdos de aquel día antes de que cruzara esa puerta con una sonrisa en su rostro, tan alegre, esa fue la última vez que logró verla y recordarla de esa manera.  Porque la última vez que logró verla, era alguien irreconocible, le dolió tanto que ella estuviera en aquel pedazo de metal frío, en ese momento sintió que todo a su alrededor se venía encima. La abrazo y fue como logró darse cuenta que realmente ella ya no estaba más para él, que lo que estaba viviendo era la realidad y Jié se encontraba frente a Hoseok, pero era un dolor que nunca olvidaría. Y que por el cual, él sabía que siempre llevaría.

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