En el momento que pudo Edric se escondio en el armario,cubriendose entre las prendas que colgaban de esta,no emitio ni el mas minimo sonido,Emira se quedo firme frente su cama,tratando de ocultar su miedo interno.

Abrio la puerta con fuerza,Edric sintio un escalofrio cuando su padre dio pasos.

—¿tu fuiste la que agarro mi libro de hechizos otra vez?,Maldita Mocosa.-sin presentacion siquiera,la apunto de manera acosadora,mirando de manera patetica como la peliverde daba pasos hacia atras,buscando con sus manos algo para recostarse.

—N-no,no padre.—tartamudeo nerviosa,pero fue silenciada por Alador,quien la empujo contra la cama de manera agresiva.

El corazón del peliverde temblobal escuchar el quejido de su hermana,si ese imbecil le ponia un dedo encima lo mataba,sobre su cadaver le haria daño a su querida hermana,a quien mas amaba.

—¡No me mientas!,¿¡DIME DONDE ESTA?!.—al solo recibir silencio,golpeo la mesa de noche,asustandola mas.–¡HABLA AHORA!

Emira empezaba a sollozar mientras se arrastraba sobre las sabanas,sus lindos ojos dorados empezaron a ponerse cristalinos.

—¡N-no lo tengo solo lo tome!.—expreso con temor.–Amity me lo pidio,ella posiblemente lo tiene...

Lentamente en silencio se aparto,sus ojos aun se planteaban en ella con asco,apretando los puños y reteniendo sus violentos impulsos de castigarla q base de golpes.

Se fue de la habitacion.

Edric de inmediato salio,mirando muy dolido como Emira liberaba su llanto sobre aquellla cama,abrazandose a si misma,con cautela se acerco y se acosto a su lado para sostenerla entre sus brazos,acariciando su lindo cabello y decoraba su rostro de besos.

—lo siento...lo siento...–decia ella con un hilo de voz,aferrandose a su gemelo con melancolia.

—Ya,ya Em...esta bien,estas bien...—le susurro con dulzura,sin dejar de mimarla.—aqui estoy....

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