CAPÍTULO 23
AMBER
"Aprender que hay personas que te ofrecen las estrellas y otras que te llevan a ellas; esa es la diferencia entre quien quiere y quien ama" – Mario Benedetti
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La declaración de los chicos del antiguo equipo de Troy fue inesperada, pero, ayudó a controlar a la prensa y hundió la carrera de Troy en lo más profundo; Raquel había venido a verme para explicarme la situación y tanto Asher cómo el resto del equipo vino a apoyarme, así como el entrenador que se estaba comportando como un padre para mí, lo que era agradable, pero, aunque tenía el apoyo de muchas personas, Nathan no estaba y eso comenzaba a preocuparme.
Cuando él y Asher se marcharon, Katherine me explicó lo que estaba sucediendo con el mayor tacto posible; pero cuando solo Asher regresó, empecé a preocuparme y la angustia no hizo más que aumentar cuando me dijo que había ido a ver a su padre.
En este tiempo que pasé con Nathan, aprendí mucho sobre la relación que mantenía con su padre y lo conflictiva que podía ser; Nathan me habló sobre su niñez, sobre las estrictas reglas que tuvo que seguir y las consecuencias si no obedecía; me habló de cómo se sentaba en silencio en la mesa en cada comida, porque estaba prohibido hacer incluso el más mínimo ruido; Nathan me contó muchas cosas, algunas peores que otras, pero al final, la conclusión era la misma; su padre era despiadado y siempre terminaba afectándolo, más de lo que él estaba dispuesto a admitir.
La verdad es que me costaba comprender cómo su padre podía comportarse así con él; como podía minimizar todo lo que había logrado solo porque no estaba en sus planes; Nathan era uno de los mejores jugadores de la NFL; era brillante, trabajador y dedicado; era un hombre admirable y caballeroso; tenía muchas cualidades que resaltaban convirtiéndolo en un gran hombre y no era justo que su padre lo despreciara o lo humillara constantemente.
No porque Nathan haya decidido vivir su vida de manera diferente, significaba que no había conseguido nada; su trabajo era igual de valioso que el de su padre y se esforzaba cada día por mejorar; Nathan no estaba por ahí solo divirtiéndose, estaba entrenando, avanzando y esforzándose; siguió sus sueños y luchó por lo que quería, así que nadie debía de menospreciar todo su esfuerzo.
Los minutos seguían pasando y mis nervios aumentaban; Katherine estaba en la cocina junto a los chicos preparando algo para que todos pudiéramos comer y mientras tanto, yo estaba en la habitación, dando vueltas como loca sin poder concentrarme en nada más que mi miedo a que Nathan estuviera en problemas.
- Estrella – escuché de pronto y levanté la mirada, encontrándome directamente con Nathan
- ¡Nathan! – exclamé prácticamente tirándome a sus brazos y lo sujeté mientras dejaba que los nervios abandonaran mi cuerpo
- Parece que me extrañaste – dijo devolviéndome el abrazo
- Estaba preocupada – admití bajando la voz y no tuve que verlo para saber que sonreía
- Lo siento, tuve que ver a mi padre; al parecer no le basta con atormentarme en casa, ahora también va a seguirme por el país – dijo con enojo, pero debajo de eso, detecté un tono de dolor que me estrujó el corazón
- ¿Estás bien? – pregunté separándome para mirarlo a los ojos
- No debería seguir doliendo; no es que dijera algo nuevo o me tratara peor que de costumbre
- Cuando alguien que queremos nos lastima, siempre duele – dije por mi propia experiencia y Nathan apartó el cabello que estaba cayendo sobre mi rostro antes de darme una sonrisa
- ¿Cómo te sientes tú? – preguntó con una delicadeza que me hizo sonreír
- Honestamente, no lo sé; todo lo que ellos dijeron; lo que admitieron... - murmuré sin ser capaz de seguir mirándolo a los ojos – No lo sé, fue difícil, pero también me hizo sentir mejor
Cuando escuché todo lo que ellos admitieron; lo que contaron sobre cada uno de esos viajes y fiestas; dolió y fue muy difícil de oír, pero que admitieran lo que Troy me hizo; que le dijeran al mundo que yo no mentía y que todo lo que Troy estaba diciendo de mí no eran más que difamaciones y mentiras bien planeadas para engrandecerlo; la verdad es que sentí alivio, porque de alguna forma; la verdad poco a poco estaba ocupando toda la luz.
- Gracias por buscarlos y hacer que dijeran la verdad
- Merecías la verdad, estrella y creo que ellos lo lamentan; no solo por no decir nada, si no también por no ayudarte todos estos años
- ¿En serio lo crees?
- Se veían arrepentidos; aunque tampoco soy de la idea de que los perdones; no lo merecen – dijo acariciando mi mejilla y me incliné hacia su toque
- ¡Chicos! ¡Ya está la comida! – gritó Katherine sacándonos de la burbuja en la que nos habíamos metido - ¡Vengan o se terminará!
Nathan tomó mi mano y regresamos a la sala para sentarnos junto a los demás que estaban dispersos por todas partes; si era completamente honesta, disfrutaba de la compañía de todos ellos y era más fácil reír cuando estaban cerca; los chicos eran muy buenos levantándome el ánimo; Chase era como un gran hermano mayor que mantenía el orden de toda la manada; Asher era responsable y se preocupaba constantemente porque Katherine estuviera feliz y la forma en que la miraba era casi etérea; Zack era despreocupado, divertido y bromista, además, de alguna forma siempre conseguía sorprenderme tanto a mí como a los demás; Xavien por otro lado, era un misterio, sin duda era brillante, amable y extrovertido, pero en ocasiones se quedaba en silencio confundiéndome por completo y luego estaba Travis, que era juguetón, dramático y no tenía idea de cómo pero a dónde iba, los problemas lo seguían; los chicos eran increíbles y me alegraba haberlos conocido, al igual que a Katherine quien me había dado su amistad y su apoyo cuando más lo necesitaba.
La noche con todos en el departamento fue agradable, pero a la mañana siguiente, las cosas volvieron a complicarse, porque la agencia no dudó en informarme de mi participación en el festival de música que se llevaría a cabo en dos días en el centro de Miami y no había forma de negarme a participar, porque ya todos los contratos estaban firmados y ni siquiera la situación por la que estaba pasando era una excusa para apartarme de mis responsabilidades, así que a primera hora de la mañana, Raquel pasó a buscarme en la camioneta y nos dirigimos al lugar en dónde se realizaría el festival para comenzar con los ensayos, aunque lamentablemente los chicos no pudieron acompañarme porque tenían una rueda de prensa sobre el juego y Katherine tenía una sesión de fotos importante en la playa, así que por el momento estaba sola.
El ensayo se me hizo eterno y el hecho de que todos a mi alrededor se comportaran como si yo estuviera hecha de cristal estaba por volverme loca; la banda me trataba con delicadeza, todos me perseguían y no dejaban de preguntarme si estaba bien; pero al menos tenía mi música y ese escape era algo que nadie nunca podría quitarme.
Cuando terminamos de ensayar, tuve que pasar un largo tiempo probándome los diferentes vestuarios que usaría y repasando la programación, dado que no era la única artista que se presentaría en el festival y para cuando terminamos, era tarde y estaba exhausta.
Los chicos me recibieron con más pizza de la que podía comer en esta vida y nos quedamos en la sala disfrutando de una película infantil, elección de Zack y Travis que de alguna forma habían conseguido convencernos de lo grandiosa que era la película y así pasamos el resto de la tarde, entre risas y comentarios que me tuvieron sonriendo por horas.
- ¿Estás emocionada por el festival? - preguntó Nathan mientras me acurrucaba a su lado
- Sí – admití con una sonrisa – Las últimas semanas han sido caóticas y complicadas, así que cantar me hace feliz
- Cuando estás en el escenario siempre te iluminas – respondió Nathan sacándome otra sonrisa
- Cuando me subo al escenario, me siento real; me siento libre y puedo expresarme mejor que nunca – dije perdiéndome en mis pensamientos – La música siempre ha sido mi refugio y me gusta como las personas gritan mi nombre o cantan a todo pulmón mis canciones; es como si pudiera conectarme con todos ellos y se siente maravilloso
- Sentí esa conexión cuando te escuché cantar la primera vez; es algo inigualable; la fuerza y la intensidad con la que transmites tus sentimientos; tu música es especial, estrella; al igual que tú
Me acurruqué más contra Nathan y poco a poco fui quedándome dormida mientras él acariciaba mi cabello con dulzura; mañana me esperaba un día difícil, pero también estaba emocionada por volver a los escenarios, en especial dado que, de acuerdo a Raquel, tenía la opinión del público de mi lado y los que quedaban que apoyaban a Troy, eran cada vez menos; en especial ahora que estaba oficialmente fuera de los Miami Panthers.
A la mañana siguiente Raquel vino a buscarme mucho más temprano de lo que esperaba y después de entregarles los pases especiales a los chicos para que pudieran acompañarme detrás del escenario; me llevó con ella, ya que tenían que prepararme y todavía nos quedaba el ensayo final con el resto de los artistas que se presentarían en el festival.
Una vez que llegamos al lugar y comenzó el ensayo, me crucé con múltiples artistas que conocía desde hace un buen tiempo, aunque nunca los había tratado demasiado, pero esta vez no tenía nadie que me retuviera o me impidiera conversar con los demás, así que con algo de timidez fui acercándome a ellos y agradecí que ninguno me preguntara por la situación actual de mi vida, la entrevista o los problemas que estaba teniendo y para cuando estuvo por iniciar el festival, me sentía mucho más cómoda con ellos y también me sentía feliz de por fin poder hablar libremente sin sentir miedo.
- ¡Amber, pronto será tu turno! – exclamó Raquel entrando al camerino que estaba ocupando y sonreí - ¡Pero tenemos una sorpresa antes!
Los chicos entraron como locos al camerino trayendo cada uno un ramo gigante de flores mientras que Katherine entraba con un peluche de estrella que me hizo reír y justo detrás de ellos entró Nathan, que me observaba con una sonrisa y traía en sus manos un ramo de lirios tan preciosos que me quedé sin palabras.
Cada uno de ellos estaba aquí sonriéndome y dándome su apoyo; me sentía cálida, reconfortada y feliz como hace mucho tiempo no lo era; los chicos hicieron que este espacio fuera perfecto y me hicieron reír mucho antes de finalmente salir del camerino para dirigirse a la zona preferencial desde dónde estaban viendo el festival y después de que Katherine me abrazó deseándome suerte; me quedé a solas con Nathan quien me entregó los lirios y sacó una caja de su bolsillo.
- Tengo un regalo para ti – declaró abriendo aquella pequeña caja y de inmediato quedé maravillada
En la caja se encontraba un pequeño colgante con una constelación que brillaba intensamente y no podía dejar de sonreír; era precioso, pero en el momento en que fijé mis ojos en los Nathan, otro brillo diferente me sorprendió.
- Desde que te conocí, entendí que el universo es cómo un gran instrumento musical del que se desprenden las más hermosas melodías; me he maravillado durante cada segundo a tu lado y cada vez que te escucho cantar o te veo sonreír, entiendo porque nos maravillamos al ver las estrellas; así que pensé en darte algo que sin duda me recuerda a ti – mi corazón latía frenético en mi pecho y me faltaba el aire – Sabías que la constelación de Orión es una de las constelaciones más brillantes del cielo nocturno y aunque la relacionan con muchos mitos; todos ellos la asocian con la fuerza y la lucha de un guerrero valiente y venerado; pero además de eso, su significado a través del tiempo siempre ha sido, la luz del cielo y eso eres para mí, estrella; una luz tan brillante que lo ilumina todo a su paso
Mi madre solía decir exactamente eso; ella me contaba historias sobre las estrellas y cómo en la antigüedad creían que estaban ligadas con la música; ella dijo que cada cuerpo celeste producía un sonido característico al girar en su órbita y esos sonidos, al sincronizarse entre sí, componían la música de las esferas; mi madre solía decirme que cada uno de los cuerpos celestes; ya fuera el Sol, la Luna y los cinco planetas visibles correspondían con una de las siete notas de la escala musical y por eso es que la estrella en mi pecho que ella me habían obsequiado significaba tanto para mí.
- Nathan... - murmuré con las palabras atrapadas en mi pecho – Es hermoso
- Pedí que le colocaran unos pequeños espacios en estas estrellas – dijo mostrándome el colgante - De esa forma podrá encajar con la estrella de tu madre; así podrás llevarlos ambos
No pude contenerme más y me arrojé a sus brazos rodeándolo por el cuello; este era el regalo más hermoso y considerado que había recibido en años; era sencillamente perfecto y era un gesto tan dulce que me estrujaba el corazón; Nathan me conocía, me escuchaba y me quería; tal vez no nos conocíamos hace demasiado tiempo, pero no hacía falta para tener claro que la conexión que habíamos formado era fuerte y preciosa.
Nathan colocó el colgante dentro de la cadena que ya llevaba la estrella y encajó ambos dijes de tal forma que parecía que estuvieran destinados a permanecer juntos y esa sola sensación me llenó el corazón de un sentimiento cálido y reconfortante.
- Amber, es hora – dijo Raquel entrando al camerino y asentí antes de girarme hacia Nathan
- Es perfecto; muchas gracias, por esto, por cuidarme, por apoyarme; por siempre estar ahí; gracias por cada palabra y cada vez que has tomado mi mano – dije sin apartar mis ojos de los suyos
- Soy yo quien agradece que pese a todo lo que has pasado, confiaras en mí – respondió acariciando mi mejilla – Ahora ve al escenario y deslúmbralos a todos como solo tú sabes hacerlo – dijo antes de besarme y sonreí sobre sus labios
- Cada canción será para ti – susurré apartándome para mirarlo a los ojos – Cada una de ellas – murmuré antes de besarlo
Cuando salí al escenario, el público estalló en gritos y sonreí con fuerza antes de dar inicio al concierto; la primera canción fue suave, algo lenta y romántica, pero ahora ya no se sentía forzada, al contrario, se sintió pura y sincera; sin embargo, la segunda canción arrasó con toda la tranquilidad que nos rodeaba y me apropie del escenario mientras me dejaba llevar por la música; para cuando llegó el primer coro, las personas ya estaba gritando y bailando al ritmo de la canción; una que hablaba sobre sueños y esperanzas que ahora parecían mucho más reales; no podía dejar de sonreír y con cada paso que daba sentía el peso de las estrellas en mi pecho y eso solo aumentaba mi alegría y mi fuerza.
Para la tercera canción, el público ya estaba enloquecido y bajé las escaleras mientras cantaba e iba acercándome tanto a los artistas invitados como al público que gritó más fuerte al verme acercarme a ellos; comencé a bailar con los artistas que se encontraban en las primeras filas y tomé la mano de algunos de mis fans que cantaban emocionados la canción que parecía ser un eco de miles de voces.
Me sentía fuerte y libre; me sentía cómo yo misma, como si una parte de mí, esa que estuvo encadenada por el miedo por fin estuviera dispuesta a abrir las alas y ese simple indicio aumentó la intensidad de mi voz hasta que para la quinta canción el mundo parecía estallar en conjunto con la música que me envolvía casi como algo hipnotizante.
Cuando terminó mi turno me despedí del público con una sonrisa y recibí gritos emocionados junto con ovaciones; adoraba a mis fans, adoraba la música y la energía que sentía en el escenario, era sin duda algo estimulante e intenso que nunca me cansaría de experimentar.
Regresé a mi camerino bastante agotada, pero sin ser capaz de dejar de sonreír y me senté frente al espejo para acomodar un poco mi cabello antes de salir a buscar a los demás, pero mientras estaba ajustando mi peinado, la puerta del camerino se abrió y me giré con una sonrisa esperando encontrarme a Nathan, pero en lugar de eso, frente a mí estaba Troy con los ojos encendidos de rabia y los puños apretados a sus costados.
- Por fin estamos solos, cariño – dijo con tanta ira que por un segundo me costó respirar y cuando avanzó hacía mí, me levanté de golpe e intenté alejarme de él lo más posible
Podía oler el alcohol que emanaba de su cuerpo; se veía terrible, con la ropa sucia y el cabello revuelto; pero además de eso parecía estar seriamente intoxicado y eso solo aumentaba mi terror.
- Te dije que me las pagarías, maldita perra – dijo enfurecido y siguió avanzando mientras yo intentaba controlar mi miedo y reaccionar – No podías quedarte callada, ¿verdad? ¡Tenías que arruinarlo todo! ¡Y luego vas a convencer a los demás de respaldar tu historia! ¡Eres tan patética! ¡¿Qué hiciste?! ¡¿Les abriste las piernas para que te follaran?! ¡No eres más que una perra que necesita una lección! ¡Te dije que lo pagarías todo!
Sus ojos estaban muertos y oscurecidos sin más emoción que la rabia; jamás lo había visto así y estaba segura que su intención era matarme; Troy se abalanzó sobre mí con toda su fuerza y entonces finalmente reaccioné; intenté defenderme y lo rasguñé, pero él era más fuerte y poco a poco fue sometiéndome mientras yo me esforzaba por luchar y gritar pidiendo ayuda.
Troy se levantó mientras yo me quedaba adolorida en el suelo y entonces lanzó una patada a mi estómago para después sujetar mi cabello sacándome otro grito; me dejó caer al suelo y volvió a patearme mientras yo luchaba por respirar; cada inhalación era difícil, me dolían los pulmones y mi corazón latía con fuerza al igual que mi cabeza.
Troy se colocó sobre mí e intentó destrozar mi ropa como solía hacerlo cuando estábamos juntos y por más que todo mi cuerpo ardía por el dolor, continué luchando y a pesar de los golpes, seguí gritando hasta quedarme sin aire; necesitaba pelear, necesitaba aguantar y entonces tal vez por un milagro, la puerta se abrió, aunque solo fue un breve destello para mí y pronto sentí como el peso de Troy desaparecía, pero no podía mantener los ojos abiertos; el dolor era demasiado y mi cabeza estaba por estallar; me sentía débil y poco a poco me dejé arrastrar por la oscuridad.
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NATHAN
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Cuando Amber salió del escenario, me maravillo lo mucho que el público gritó su nombre; ella había estado asombrosa, tan radiante que todo palidecía en comparación, pero mientras pasaban los minutos, empecé a preocuparme de que no volviera con nosotros como estaba planeado y al parecer Katherine tuvo la misma preocupación por lo que en compañía de Asher, nos dirigimos a la zona de los camerinos y justo en la entrada nos cruzamos con Raquel que también iba a buscar a Amber, pero cuando nos acercamos, escuchamos los gritos y corrí tan rápido como pude, abriendo la puerta de un tirón para encontrarme la imagen que me perseguiría de por vida en mis pesadillas.
Troy estaba sobre Amber y la sangre estaba por todas partes; él la tenía sujeta del cuello con tanta fuerza que sus ojos estaban cerrándose y su ropa estaba hecha jirones como si él hubiera intentando arrancarla de su cuerpo; en cuanto entré me arrojé hacia Troy apartándolo de Amber y aunque él intentó defenderse, lo golpeé con fuerza tirándolo al suelo para luego seguir golpeándolo con toda la rabia que se estaba acumulando en mis venas hasta que unos brazos me detuvieron y escuché la voz de Katherine que me llamaba entre sollozos.
- Ella te necesita – la escuché decir en medio del llanto y corrí al lado del Amber para sujetarla en mis brazos con delicadeza
- Estrella... - murmuré mientras las lágrimas inundaban mis ojos – Por favor, estrella, resiste; todo estará bien, por favor...- seguí suplicando mientras Asher gritaba, Raquel llamaba a seguridad y a emergencia entre sollozos y Katherine lloraba a mi lado
- ¡¿Cómo diablos entró hasta aquí?! – gritó Asher y por un segundo lo escuché hablando por teléfono, pero honestamente no podía concentrarme en nada más que en Amber
Estaba seguro que Asher se encargaría de que la policía se llevara a Troy y aunque deseaba con todas mis fuerzas acabar con él, no me atrevía a soltar a Amber; nunca en mi vida tuve tanto miedo como ahora; pero la sola idea de perderla me estaba matando y tenía tanto miedo que estaba a punto de perder el control.
- Está respirando... - murmuró Katherine mientras tomaba su mano y solo entonces noté que también yo estaba llorando
- Debí estar aquí... - respondí con impotencia y dolor
Le prometí que nadie volvería a lastimarla y había fallado; le juré que la protegería, pero cuando llegó el momento, no estuve a su lado para defenderla; me sentía culpable, impotente, furioso y el terror se estaba apoderando de mí.
- ¡¿Dónde está la ambulancia?! – grité mirando a Asher y a Raquel
- Están llegando... - murmuró Raquel entre lágrimas
- La policía también está cerca, así como los agentes de seguridad – añadió Asher que hacía todo por mantener la calma, algo que yo ciertamente era incapaz de hacer en este momento
Tal como ellos dijeron, tanto los paramédicos como la policía y los agentes de seguridad no tardaron mucho en llegar, seguidos del resto del equipo que en cuanto vio la escena, se quedaron helados y tuvieron que apartarme de Amber para que ellos pudieran hacer su trabajo.
La policía esposó a Troy y se lo llevaron en custodia mientras que nosotros salíamos junto a los paramédicos; me subí a la ambulancia colocándome al lado de Amber mientras le colocaban una mascarilla de oxígeno y los chicos dijeron que nos seguirían al hospital, además de otras cosas que francamente no escuché.
Durante todo el camino al hospital, no solté la mano de Amber, pero tampoco pude detener mis lágrimas; no soportaba verla así de herida, no podía soportar verla cubierta de sangre con los ojos cerrados y tenía tanto miedo que me consumía por dentro.
Una vez que llegamos al hospital, se la llevaron a cirugía y me senté en la sala de espera perdiendo el poco control que me quedaba; quería gritar, llorar y volver dónde Troy para golpearlo hasta acabar con él, pero tampoco me sentía capaz de moverme.
¿Qué estaba sucediendo? ¿Qué tan grave era el estado de Amber?
No podía perderla; pero tampoco podía pensar en nada más y estaba justo al borde de la locura; los minutos eran eternos y no teníamos noticias; los chicos estaban a mi lado al igual que Katherine y el entrenador estaba en camino junto al resto del equipo, pero aun así me sentía a kilómetros de distancia de todos ellos; solo podía pensar en Amber, en cómo su mano se sentía fría en la ambulancia y cómo le costaba respirar.
Raquel no tardó mucho en llegar y antes de que volviera a llorar, me levanté para acercarme a ella y le pregunté que había sucedido con Troy cuando se lo llevó la policía; ella me aseguró que tenía las grabaciones de seguridad en las que se le veía entrando al camerino de Amber y con esa información decidí llamar a alguien que estaba seguro podría ayudar, aunque francamente nunca imaginé que terminaría pidiéndole un favor como este, pero esperaba que al menos me escuchara, antes de tomar una decisión.
- Papá, necesito tu ayuda – dije con la voz entrecortada y sin poder detenerlas, las lágrimas regresaron
Le expliqué a mi padre lo que había ocurrido y mientras más hablaba, más difícil me era respirar; le dije en que estación de policía se encontraba Troy Clement y las pruebas que teníamos para corroborar que entró a atacar a Amber y después de explicarle la situación, decidí también sincerarme con él de una forma en que nunca lo había hecho.
- Sé que tú y yo hemos tenido muchos problemas, pero por favor, necesito tu ayuda; él no puede salir libre, no puede salir ileso de esto; la lastimó tanto y yo... no estuve ahí para protegerla, le fallé; le prometí que la protegería y no lo hice; si hubiera estado ahí... - seguí murmurando mientras el dolor crecía en mi pecho – Nadie nos dice nada y no tengo idea de cómo se encuentra; pero la sangre... - murmuré mientras las lágrimas continuaban cayendo – No puedo perderla, papá; no puedo perderla – no podía dejar de llorar y me sentía perdido en el miedo y el dolor
- No la perderás; es una mujer fuerte – respondió mi padre rompiendo el silencio – Ella saldrá de esto y después espero conocerla en persona, en mejores términos
- Papá... - murmuré entre lágrimas
- Me encargaré de ese sujeto; pondré a todo el equipo legal a trabajar en el caso y después iré al hospital; permanece a su lado y sé fuerte; ella te necesita
- Gracias... - dije con sinceridad y un poco más de calma
- Eres mi hijo, Nathan y sé que he cometido muchos errores, pero jamás te he deseado el mal; sé lo que se siente perder a quien amas y no se lo deseo a nadie; me aseguraré de que él pague por lo que hizo – declaró con seriedad y eso elevó un poco mi ánimo
Mi relación con mi padre siempre había sido conflictiva, pero quizá las cosas podían cambiar, tal vez era cuestión de que ambos pusiéramos de nuestra parte; algo que sin duda nunca había intentado, porque si era sincero; al final siempre terminaba gritando al igual que él y jamás nos permitíamos escucharnos entre nosotros.
Ahora que mi padre estaba en el caso, me sentía mucho más seguro de que obtendríamos la justicia que Amber merecía y Troy tendría que afrontar las consecuencias de todo el daño que había provocado; así que, por ahora solo necesitaba concentrarme en Amber y en nada más; por lo que, volví a mi lugar con los chicos y esperé durante un largo tiempo hasta que finalmente un doctor salió apresuradamente hacia nosotros.
- ¿Son los familiares de la señorita Amber Miller? – preguntó el doctor y asentimos poniéndonos de pie
- ¿Cómo está Amber? – preguntó Asher colocando su mano en mi hombro como un gesto de apoyo silencioso que siempre había existido entre nosotros
- Sufrió un derrame pleural a causa de los golpes y tiene algunas costillas rotas, pero salió de la cirugía con éxito y el pronóstico es bueno; todavía estará sedada por algunas horas y tendrá que estar en recuperación por unos días, pero se encuentra fuera de peligro – aseguró el médico y todos suspiramos como si un peso hubiera salido de nuestros hombros
- Gracias, doctor – dije sintiendo el alivio invadir mi cuerpo
- Es una chica fuerte; saldrá de esto y se recuperará; sin duda es una luchadora – aseguró el médico y sonreí
- Lo es – admití mientras mis amigos me apoyaban - ¿Puedo pasar a verla? – pregunté y él asintió
- Brevemente; necesita descansar – aceptó el médico y me llevó por un largo pasillo hasta la habitación de Amber
Cuando entré a la habitación y la vi tendida en la cama, la impotencia y el dolor volvieron a ocupar todo el espacio en mi pecho; estaba viva, pero también estaba muy lastimada y desearía ser capaz de quitarle ese dolor, aunque no podía hacerlo, así que solo tomé asiento a su lado y sujeté su mano con cuidado dejando suaves caricias en su piel como solía hacerlo cuando estábamos juntos.
- Lo siento, estrella; lamento no haber estado ahí para detenerlo; por favor, necesito que seas fuerte, necesito que luches como la guerrera que eres; vuelve a mí, estrella; vuelve a mí, Amber, por favor – supliqué mientras me hundía en las lágrimas – Te amo, no quería decirlo hasta que estuvieras lista, pero lo hago, te amo, estrella y no me imagino una vida en la que no estes a mi lado; si pudiera elegir un lugar al que volver, sería al momento en que coincidimos por primera vez, porque haría lo que fuera por tenerte en mi vida mil veces más; te amo, estrella; por favor... sé fuerte; por favor... vuelve a mí
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ESTE CAPÍTULO FUE FUERTE DE ESCRIBIR, PERO SIENTO QUE ES NECESARIO
¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO?
¿QUÉ PIENSAN QUE SUCEDERÁ?
NOS LEEMOS PRONTO
LOS QUIERO
NO OLVIDEN VOTAR Y COMENTAR
ME ENCANTA LEERLOS
❤️❤️❤️❤️
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