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Pov. Yona
- ¡Jefe!, ¡joven jefe!
- ¡No hay agua en el río~!
- ¡No estamos en sequía!
- ¡Se supone que el río es nuestra fuente de vida!
Se quejaron los aldeanos al enterarse de la ¿sequedad? del río, aunque mi intuición me dice que es otra cosa.
- Sé eso cobardes, envié a Handae corriente abajo para que investigue.
Veía a Hak garabatear el suelo...bueno, según veo yo, calculando cuentas.
- Jefe, ¿qué estás haciendo?
- Debemos comenzar a negociar para comprar si el río continúa seco. Si calculamos el costo de la distancia que tenemos que viajar y el poder de los hombres que necesitaremos...Keh keh keh...eso me da ganas de reír - aquella risa me dio escalofríos.
Tae-Yeon se acercó, e hizo un sonido de haber recordado algo.
- Escuché que mi hermano cuidaba a la princesa por el dinero, ¿es eso verdad?
¡¿QUÉ?!
- ¿Qué otra razón tendría? - miré a Hak perpleja.
- ¡AH! - me sobresalté - ¡Es el viejo!, ¡el viejo Mundok ha regresado!
Junto con Hak, nos acercamos rápido hacia él, y Hak lo llamó.
- ¡¡Abuelo!! - volteó rápidamente, y se acerco corriendo hacia nosotros, para luego envolverme en un cálido abrazo.
- Gracias a dios - su voz se escuchaba llena de alivio y felicidad - Gracias a dios...estás a salvo. No quería creerlo, pero...el rey ha muerto, y tú y Hak...tuvieron que huir del castillo, ¿no? - lentamente lágrimas comenzaron a salir de mis ojos - Siento no haberte, protegido en ese momento - no pude evitar sonreír, estoy muy feliz, pero...
- ...No puedo respirar...
- ¡Oh! - me alejó suavemente de los hombros, y me examinó - Estás un...poco más delgada, ¿cierto? - negué con la cabeza.
- No...se me ha dado...muchos cuidados, y una deliciosa comida. La tribu del viento es cálida y acogedora - lo miré con una sonrisa - Tal como Mundok - lo vi sorprenderse, y devolver la sonrisas con una de las suyas y una suave caricia en la cabeza. Luego vio a Hak, y se le acercó con los brazos extendidos, pero antes que pueda acercarse más, lo detuvo con un dedo en su frente.
- Hak...
- Dime, abuelo.
- Vas a evitar a mi amoroso abrazo, ¿eh? Ahora ven a mi pecho.
- Lo estoy aceptando, con mi dedo.
Antes de que iniciara una pequeña riña entre ellos, Tae-Yeon intervino con una sonrisa.
- ¡Abuelo, yo también, yo también! - Mundok no se hizo de rogar, y lo cargó con sus brazos en su cintura, y le dio vueltas en el aire - ¡Más alto, más alto!
Reí un poco ante aquella escena, pero un ruido llamó mi atención. Al voltear, vi a Handae en el suelo, muy herido.
- ¡¿Qué te sucedió?!
Hak y Mundok se acercaron corriendo, yo me coloqué a su lado y con un trapo limpio comencé a limpiar un poco la sangre fresca.
- Cuando fui corriente arriba, me sorprendí al ver a la tribu del fuego bloqueando el río. Parece una de sus nuevas formas de ataque. Asi que pelié contra los que parecían desarmados...y luego ellos me golpearon.
Le di un leve golpe en la cabeza, a lo que el se quejó de dolor por un chinchón y me miró con lagrimitas en los ojos.
- Eso dolió...
- Pues sé más cuidadoso y no actúes sin pensar.
Handae me miró sorprendido, y con una risa y un leve rojo en sus mejillas, se disculpó.
- De acuerdo, lo siento Lena. Tendré más cuidado.
Asentí, y antes de poder decir algo, otros gritos me distrajeron.
- ¡¿Por qué?! ¡Están bloqueando el río e intentaron matar a Handae!
- ¡Es verdad, viejo! En este momento, la capital Fuuga...
- Cálmense - Mundok interrumpió finalmente - No se preocupen por el río. De cualquier modo, denle a Handae tratamiento médico.
Tae-woo agarró de la parte trasera de la camisa a Handae y lo arrastró hacia...algún lugar. Me levanté y acerqué a Hak.
- Abuelo...
- Es una advertencia...advertencia de la tribu del fuego.
...Me acordé de aquel príncipe de la tribi del fuego que intentaba conquistarme, su padre nunca me dio buena espina. Será...
- ...Quieren... - mi voz llamó la atención de ambos - ¿Quieren coronar a Soo-Won rey? - ambos parecieron sorprendidos, sobre todo Mundok.
- S-Sí, ¿cómo lo sabe princesa?
- Emm...intuición.
- Enronces, ¡¿La tribu del fuego...?!
- Al parecer desde el comienzo, la tribu del fuego y Soo-Won estuvieron ligados el uno con el otro. Ellos están presionándome porque no reconocí a Soo-Won como rey.
Miré al suelo, no puedo creerlo, a pesar de que mi intuición me lo afirma. ¿Soo-Won sería capaz de hacer lo que sea para convertirse en rey? Yo...simplemente no quiero aceptarlo. De repente, sentí una leve caricis en la cabeza, lo que me hizo levantarla.
- Princesa - Mundok me dio un sonrisa tranquilizadora - Está bien, no pienso reconocerlo. Si aceptara a Lord Soo-Won como rey... también tendría que aceptar la sospecha de que Hak asesinó al rey - abrí los ojos sorprendida...acusar a Hak...
- Hmph...claro, acusándome como el que cometió el crimen es la forma más fácil de cerrar el tema.
Fruncí el ceño, no me parecía bien que por rehusar a aceptar a Soo-Won como rey, hagan lo que está pasando. ¿Está bien no preocuparnos? No me gusta involucrar otros en mis problemas...¿Qué debería hacer?
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- ¡Lena! - Tae-Yeon se acercó a mi y agarró de mi mano, mirándome preocupadamente - ¿Qué sucede? ¿Tienes hambre? Tengo algo de comida.
Me encontraba contra la ñared, sentada, abrazamdo mis rodillas ocultando mi rostro en mis brazos. Tal vez aquel gesto lo asustó.
- No, estoy bien Tae-Yeon. Además, están cortos de comida, nos está bien que me den...
- ¡Está bien! ¡Mi hermano mayor Hak dijo que necesitaríamos que engordes! - ... - Además~ es el estilo de la tribi del viento el tratar a los invitados con una cálida hospitalidad, así podremos recolectar dinero de ellos... - me preocupo el ver como Tae-Yeon parecía tambalear, y en un momento cayó, pero me tiré a atraparlo a tiempo.
- ¡Tae-Yeon!
Mi grito pareció ser lo suficientemente fuerte para llamar a Hak y Mundok.
- ¡¿Qué sucedió?!
- ¡Hak! Tae-yeon se ha desmayado repentinamente...
- Es un ataque - habló Mundok - Tae-Yeon tiene problemas de pulmón desde que era muy pequeño. Agunas veces tiene problemas para respirar. Si toma su medicina pronto, entonces...Pero los comerciantes que se supone que tendrían que traer la medicina todavía no han llegado.
- ¡¡MALAS NOTICIAS!! - gritó una mujer entrando - ¡Los comerciantes que se suponía que debían venir fueron atacados por alguien!
- ¡¡Imposible!! ¡¿Todos ellos?! - entró Tae-Woo - ¡¿Y el líder?!
- No lo sé. Al parecer están muy heridos, y...los productos fueron completamente destruidos.
- Entonces... - abracé a Tae-Yeon protectoramente - ¿Qué sucederá con la medicina de Tae-Yeon...?
- Maldición...Fueron los bastardos de la tribu del fuego - Tae-Woo se apoyó sobre una pared - ¡Nos están menospreciando! ¡No se los perdonaré! - miró a Hak - Joven jefe, ¡¿por qué está tan tranquilo?! - luego miró a Mundok - ¡No es propio de ti, viejo!
Si la tribu del fuego está respaldando al cielo...entonces la tribu del viento será la que pagará, ¡no quiero eso! De pronto, volví a sentir caricias en mi cabeza, y me encontré a Handae, quien estaba envuelto en vendas.
- Handae...tus heridas...
- Cálmense, grupo de tontos. Tenemos que pensar en lo que es importante - se levantó con las manos en la cintura - Primero, necesitaremos conseguir urgentemente medicina para Tae-Yeon. Iré a un doctor de plantas en el bosque que tiene esa medicina.
- ¿Podrás hacerlo con esas heridas?
- ¡Lo estoy sugiriendo porque soy el jinete más veloz de la tribu del viento~!
- Oiga, ¿está bien eso, joven jefe?
Hak miró a Handae seriamente, y luego sonrió de lado.
- ...Sólo negocia bien el precio.
- ¡Déjeselo a Handae! ¡Estoy yendo! - y desapareció en un sagundo.
- Escúchenme - comenzó Hak, llamando la atención de todas las personas que justo se encontraban aquí - Entiendo su enojo. Sin embargo, la tribu del fuego tiene una gran cantidad de tropas. No permitiré que comience una guerra en este momento. Yo, sin duda, me encargaré de esto. Incluso si el río fue bloqueado, no está completamente seco. Confíen sus vidas en mi, cállense y esperen. ¡Estas son las órdenes del líder de la tribu del viento, Son Hak!
Al término de su discurso, la gente se alegró y alabaron a Hak. Miré a Tae-Yeon y suspiré, al menos está menos agitado que antes.
- Parece que se está recuperando un poco.
- Hak - lo miré fijamente - ¿Hay algo que pueda hacer? - se quedó mirándome unos segundos, hasta que sonrió.
- Bueno...una cortesana tendría que hacer todo lo posible para hacerse más atractiva.
- Qu...
- Mira a esta chica - agarra a una del brazo y la pega a él, aquella acción me enojo - Es de tu misma edad, pero ella es obviamente diferente a ti. Aprende de ella - luego estiró uno de mis cachetes.
- Hak...estoy siendo seria...
- Está bien - detuvo su agarre y dio una sonrisa - sólo vive aquí...a tu manera - quedé sorprendida...luego analicé sus palabras...y lo miré seriamente, cosa que lo soprendió.
Agarré su mano, la que sujetaba mi mejilla, y la bajé al suelo sin soltarla.
- Hak, sé que estoy trayendo problemas, solo por esconderme. No quiero involucrar a nadie en mis problemas, no me gusta...No - tapé sus labios con uno de mis dedos cuando iba a replicar - Me vas a escuchar, no nos quedaremos aquí, no mucho tiempo. No quiero que la tribu del viento, tu hogar, sufra - le di una sonrisa y coloqué la mano que no sostenía la suya en su mejilla - Nos iremos cuando podamos, cuando creas que estoy lista de enfrentar la realidad, aunque yo ya me creo capaz - reí en lo último - No pienses solamente en mi, también piensa en ti y los demás, Hak. Te lo digo como una amiga, no como ama, ni princesa. Valoraré lo que decidas...pero si estás pensando dejarme aquí para ocultarme y tu te irás para distraer a la tribu del fuego o cualquiera que nos esté buscando...entonces mi respuesta es no.
Hak me veía incrédulo, en shock, como si no creyera que yo haya dicho lo que dije. De repente, agarró la mano que sostenía su mejilla, y la jaló para quedar con mi cara a unos centímetros de la suya.
- De verdad...de verdad eres tú, ¿princesa...? - le di un puchero, no me creía.
- ¿No me crees...? - juntó su frente con la mía y cerró los ojos, sentí mis mejillas quemar, me estaba poniendo nervioso. Luego sonrió, y dio una pequeña risa. Abrió los ojos, y por la cercanía pude verlos mejor. Brillaban, eran de un hermoso azul oscuro, tenían un tinte negro.
- Supongo que aún hay cosas que debo descubrir de ti, princesa.
Abrí mis ojos y sonreí también, luego fui yo quien cerró los ojos y di un piquito en la nariz de Hak. Lo sentí sobresaltarse y alejarse de un tirón, abrí los ojos sorprendida y lo vi en shock, con una de sus manos sobre su narir y la otra como un muro frente a mi. Tenía un leve sonrojo en sus mejilllas, lo cual me hizo reir, aquella acción me pareció tierna.
- Tranquilo Hak, no muerdo.
Este se tapó todo el rostro y se levantó, para dirigirse a la puerta, pero antes de salir dijo que ya se fueran a dormir, y se escapó. Al parecer se puso nervioso, y eso me dejo una tranquilidad en el pecho.
Pov. Hak
Llegué a mi habitación y al cerrar la puerta me recosté en ella, para quedar sentado en el suelo.
La princesa...Yona...no podía creer que tenga un carárter así, no lo conocía. Además, parece como si hubiera leídos mis pensamientos. Todo lo que dijo, lo que afirmó, había acertado en mis planes.
Fue un impulso haberla acercado de esa manera a mi, pude ver sus ojos más claro. Eran de un morado brillante, que tenían un tinte naranja en ellos, una mezcla que me pareció muy encantadora. Yo...quería besarla, sus mejillas sonrojadas, seguro por la cercanía, me parecían tiernas. Yo...me había enamorado de la princesa, peeo sabía de lo que sentía hacia su Soo-Won, y preferí no meterme. Su felicidad era mi prioridad, y si lo era con Soo-Won, entonces estaría bien para mi...Pero, no puedo creee que Soo-Won, aquel que fue como un hermano para mi, un gran amigo, haya traicionado de esa manera a Yon...a mi...Parece que aún no lo conocía lo suficiente...al igual que Yona.
Me levanté y salí de mi habitación, se podían ver más claras las estrellas. Al parecer había estado pensando por máa de una hora, y no me había dado cuenta. Regresé a mi habitación y saqué una botella de alcohol y me dirigí a la recámara de Mundok. Lo vi sentado, escribiendo, me recosté en el marco de la puerta.
- Discúlpame, honorable abuelo. ¿Te gustaría...beber?
Mundok sonrió y asintió, y nos sentamos en un rincón de la habitación.
- Es una sorpresa que me ofrezcas un vino tan bueno.
- Bueno es de tu colección de vinos... - Mundok escupió - Que desperdicio...
- Entonces...¿qué necesitas?
- Estuve...pensando. Si te dejo solo, probablemente irías al castillo e interrumpirías...sosteniendo una lanza. O algo así.
- Los jóvenes no deberían hablar así... de otras personas.
- Probablemente sería demasiado dejárselo a un...hombre viejo como tú, abuelo.
- Hmph.
- ...Tengo un pedido. Por favor acepta la posición de Soo-Won...como nuevo rey. Mañana al amanecer...yo voy...a dejar la tribu del viento. Voy a devolverte el nombre de "Son" a ti. Deberías pensar en el bienestar de la tribu del viento. Si lo aceptas, la tribu de fuego dejará en paz a la tribi del viento.
- ...Debería entregarte y quedarme con la recompensa.
- No tengo problemas con eso. Me he convertido en el criminal número uno de Kouka, ¿no?
- ...¿Intentas...dejar a la princesa?
- ...Ella gradualmente está llegando al punto de sonreír un poco más. Pienso que estuvo bien haberla traído aquí. Tengo otro pedido.
Coloqué mis manos sobre el suelo y me agaché, haciendo la posición de dogeza.
- Por favor esconde a la princesa Yona del castillo...y déjala vivir en la capital Fuuga...como un miembro de la tribu del viento...por el resto de su vida.
- NO
- Abuelo...
- Incluso si es un pedido de mi nieto, no la escucharé. No dejaré que te vayas. Sin embargo, si es una orden de la cabeza de la tribu, no tendré ninguna opción de contradecirla...
- Es la última orden...de Son Hak, líder de la tribu del viento.
Mundok sonrió tristemente, con lágrimas en su rostro y se lo egoísta que es lo que estoy pidiendo. Pero, no puedo hacer nada más, prometí que iba a proteger a la princesa, se lo prometí al Emperador II, y cumpliré mi promesa.
Lo siento...Yona...pero haré justo lo que me negaste.
¡LISTO!
Lo siento...estuve con exámenes anuales.
¡Por fin libre!
Espero les haya gustado :3
No olviden votar y comentar ^^
Gracias~
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