Hola~ lo siento (de nuevo) por no actualizar. Estuve de viaje a Cuzco, además, estuve sin internet por TRES días, y yo ya tenia el capitulo listo ^^.

Bueno no las dejo esperar y lean ;3.

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Pov. Yona

Me había levantado por los cantos de las aves, y me di cuenta que Hak no se encontraba a mi lado. Me levanté estirándome y fui a donde mi intuición de decía.

Encontré a Hak en un río cazando peces, me acerqué lentamente y lo llamé.

- ¡Hak!

Este sorprendido, volteó y salió del río con cuatro peces en sus manos.

- Buenos días princesa, ¿cómo se siente?

Me senté frente a la fogata que Hak había hecho con anterioridad para cocinar los peces, Hak hizo lo mismo.

- Se podría decir que bien... - después de unos minutos, los peces estaban listos, y comí deliciosamente.

- Princesa...¿por qué está tan calmada?

Dejé de comer, y bajé el pescado ya terminado. Cerré los ojos y suspiré.

- ...No lo sé... Algo me decía que iba a pasar algo, un mal presentimiento - recordé la escena de mi papá muerto, unas lágrimas salieron de mis ojos - Pero que puedo hacer, no puedo culparme, no puedo rendirme. A padre no le hubiera gustado verme así, tengo que seguir adelante, vivir por él... - en mi mente llegaron los recuerdos que tuve con mi familia, no pude evitar que más lágrimas salieran - yo...

De repente, Hak me abrazó con fuerza. Envolvió sus brazos en mi espalda, y otro en mi cabeza, la cual comenzó a acariciar.

- Lo siento...lo siento, princesa... - cerré los ojos, y devolví el abrazo con la misma fuerza, envolviendo su espalda, y apretando con mis manos su ropa.

Nos quedamos así unos minutos, sintiendo la calidez de Hak, tan confortante, me sentía cómoda, aliviada, y en paz. Pero, Hak se separó lentamente, y con sus manos agarró mi cara, limpiando los rastros de lágrimas. Me mostró una sonrisa, tan sincera, tan hermosa, y por un motivo mi corazón comenzó a latir con más rapidez.

- Su majestad debería estar orgulloso, saldremos de ésta, no nos rendiremos; te seguiré a donde vayas princesa.

Sonreí en respuesta, y reí entre dientes. Este Hak es muy lindo, y un lado nuevo que conozco, lo que me hace muy feliz.

- De acuerdo, estás perdonado - agarré sus manos con las mías, y las bajé - No olvides tu promesa.

- No la olvidaré.

Después, habíamos terminado de comer en un silencio cómodo. Salió el sol, y vi mi apariencia, luego el río, y al final miré a Hak.

- Hak, ¿puedo darme un baño aquí?

- Mmm, si, no hay problema - señalé un lugar detrás de los arbustos.

- ¿Entonces podrías irte un poco más lejos? Quisiera bañarme en privado - Hak sonrió de lado, y acercó un poco su rostro al mío.

- ¿No sería mejor bañarnos juntos? Así terminaríamos más rápido.

Me sonroje y golpeé con un puño la cabeza de Hak, este se reía.

- Moo~ Hak, nada de bromas. Ahora, bye.

Hak se fue silbando, y al saber que estaba lo suficientemente lejos, me comencé a desvestir. Me metí al río, que estaba tibio, rápido, y tiré mi ropa hacia donde sabía que Hak podría estar.

- ¡Hak, si puedes por favor lava mi ropa!

No esperé respuesta, y me alejé hacia atrás de unas rocas, lejos de la vista de Hak. Todo iba normal, me sentía limpia y relajada, hasta que sentí algo en mis piernas. Las levanté, y vi una de las cosas que más odio...

- ¡Hieeee! - esta vez no tapé mi vergonzoso grito, salí de un golpe del río y cubrí mi pecho al escuchar los pasos de Hak.

- ¡Princesa, ¿qué...?!

- ¿Q-qué s-son esos insectos?

Hak se sentó y comenzó a quitar cada una de ellas con las manos, que asco.

- Son sanguijuelas, chupan sangre.

- S-sangre...

- No te preocupes - Hak me miró - No es un gran problema... - de repente desvío la vista y se fue trotando - ...Pondré tu ropa aquí.

Parpadee sin entender su actitud, hasta que me acordé que estoy desnuda. Me sonrojé de vergüenza y me tapé rápidamente con una toalla, me cambié tranquilamente, y lista esperé en la fogata a que Hak llegara.

Pov. Hak

- ¡Maldición, no pienses en cosas innecesarias!

Me adentré un poco al bosque y llegué a una zona un poco rocosa, en eso, siento que piso algo distinto y que suena. Me agaché y vi el objeto que Soo-won le regaló a la princesa en la fiesta. Lo apreté fuertemente y algo dentro de mi dolió, ¿ella todavía lleva algo como ésto...?

Lo guardé y me levanté, me dirigí a la fogata, la princesa ya debería haber terminado de arreglarse.

- Princesa Yona - se encontraba mirando el cielo con una mirada nostálgica, al llamarla, me miró y sonrió - Sigamos, debemos caminar bastante antes que se ponga el sol.

Caminamos durante unas horas, me sorprendía la resistencia de la princesa, además que iba estando en guardia, ¿la princesa sabe defenderse? Al final, el cielo se oscureció y busqué un lugar cómodo para descansar, hasta que lo encontré.

- Descansaremos aquí esta noche - dejé las cosas en un lado de una roca, y volteé a ver a la princesa, que veía a los insectos del lugar - No te preocupes, los insectos aquí son inofensivos. Las sanguijuelas de antes las lancé a un estanque.

- O-ok - se giró hacia donde yo estaba, pero de repentina se llevó una mano a su túnica y quedó congelada.

- ¿Qué sucede? - vi lo tensa que se ponía - ¿Acaso perdiste algo...?

La princesa quedó en silencio unos segundos, hasta que reaccionó con una negación de su cabeza, mientras miraba el suelo.

Encendí otra fogata, y nos sentamos mientras comíamos uvas que había encontrado en el camino. La princesa comía lentamente, su mente parecía estar en otro lugar.

Cuando terminamos de comer, me recosté en una roca y cerré los ojos. Pero, después de unos momentos, sentí movimiento, y al abrirlos, vi a la princesa caminar hacia el bosque. Me estiré y rápidamente agarré su mano.

- ¿A dónde vas?

- Uh...Yo...solo será un minuto...

La solté, y pensé que quería ir al baño.

- Por favor regresa pronto.

Y vi como se adentraba poco a poco, hasta no escuchar sus pisadas.

Pov. Yona

Corriendo a paso suave, me adentré un poco profundo al bosque, alejándome de Hak. El broche...¿dónde se me habrá caído? Yo por mí lo dejaría, pero mi intuición me dice que me favorecería en el futuro, que lo necesitaría.

Busqué por todos lados, sin darme cuenta que mi intuición me alertaba de algo peligroso. El viento era fuerte, y varias hojas chocaban en mi rostro. De repente, escuché un silbido...muy conocido. Volteé lentamente mi cabeza al suelo, y vi una serpiente acercándose lentamente. Vi como se lanzó a atacarme, y antes de poder hacer algo, Hak llegó y me envolvió en con su brazo izquierdo, mientras el otro estaba su Hsu (arma) y mataba a la serpiente.

- ¡¿Estás bien?! - miraba el suelo en shock - Ya decía yo que te estabas demorando, ¡¿por qué estás en un lugar como éste?! - me agarró de los hombros fuertemente, y lo miré a los ojos, que no mostraban nada más que enojo, miedo, y preocupación - ¡Estas serpientes son venenosas! Podrías perder el camino y perderte en la oscuridad...¡y viniste sola...! ¡¿Quieres morir?!

Tenía razón... Bajé mi guardia...debí haberle dicho a dónde iba y qué iba hacer...lo preocupé... Antes de que pueda decir algo, se escucharon varios silbidos, muy cerca nuestro. Miramos el suelo, y abajo nuestro habían un montón de serpientes.

- Maldición... ¿Es su nido? - Hak me levantó y cargo en su brazos estilo princesa, agarró su arma, y comenzó a hacer un camino golpeando a las serpiente. De un momento a otro sentí a Hak tensarse y emitir un gruñido de dolor, ¿lo mordieron?

- Hak...

- Solo cállate y agárrate de mi, princesa. No importa lo que tengo que hacer - las serpientes comenzaron a retroceder - Su majestad se ha ido, mi ama eres tú. Úsame...para que puedas vivir - las serpientes se habían retirado - Eso...Para eso estoy aquí.

Al llegar a nuestro refugio, Hak me dejó sentada cerca a la fogata y se retiró a un estanque cercano, en donde comenzó a tratar su tobillo, en donde pude ver la marca de mordedura de una serpiente, además de su expresión de dolor. Me acerqué a él preocupada, y al darse cuenta de mi presencia, me sonrió, forzadamente.

- Estoy bien, sé como tratar las mordeduras de serpientes venenosas - de pronto metió su mano dentro de su túnica, y me extendió el broche que buscaba - ¿Esto era lo que estabas buscando?

Agarré lentamente el broche, y vi que seguía en las mismas condiciones, se veía como nuevo. Lo sujete fuerte en mi pecho, y lo guardé cuidadosamente.

- No perdonaré a Soo-Won - me sobresalté y miré a Hak - Pero aparte de eso...quiero que vivas - sus ojos mostraban tantos sentimientos combinados, que me confundieron un poco. Comprendí que pensaba que amaba a Soo-Won, aunque no es así...pero supongo que lo que acabo de hacer lo niega. En Hak ha nacido el sentimiento de odio, tristeza, decepción, la traición de un amigo, casi hermano, no sabe que pensar.

Lo dejé pasar, y me volví a acomodar como ayer. Nos recostamos en unas ricas, y luego apoyé mi cabeza en su hombro, para quedar finalmente dormida.

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¡Chirp~!

Abrí los ojos, el enorme árbol que nos cubría perfectamente, evitaba los estos del sol. Miré a mi derecha, Hak parecía seguir durmiendo, aunque tengo en el presentimiento de que solo tiene los ojos cerrados. Miré en donde la serpiente lo mordió, y me acerqué a ver cómo iba.

- Estoy bien - lo sabía - Ser mordido por una serpiente y quedar incapacitado no es el estilo del General Hak - dijo con una pequeña sonrisa - Bueno, ahora que estamos despiertos, ¿continuamos? - mencionó mientras se levantaba, yo rápidamente corrí a su lado, y lo ayudé.

- Hak...¿por qué estamos yendo a las montañas? - Hak se acercó a su Hsu, y se acercó de nuevo a mi.

- No podemos confiar en aldeas, ni villas, algunos aldeanos son peligrosos, y Soo-Won ya debió haber enviado gente a buscarnos.

- Entonces, ¿a dónde vamos?

Hak sonrió y miró al frente, iniciando nuestra caminata.

- Estoy seguro que el único lugar donde podremos escondernos...es la capital de la tribu del viento, Fuuga - la voz en aquella palabra, nostalgia, cariño - ...Mi ciudad natal.

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Hasta aquí!
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Muchas gracias por leer~