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Pov. Yona
- La la la~
Han pasado cinco años, ahora tengo quince, pronto a cumplir dieciséis en una semana. Me encuentro en una habitación junto a mi padre, y Hak.
- ¿Qué tarareas ahora Yona? - preguntó padre mientras tomaba una taza de té.
- Una canción que acabo de crear - respondí viéndolo con una sonrisa, mientras tomaba el té con él.
- Así que la princesa si tiene cerebro - dijo Hak con un rostro inexpresivo pero con una voz burlona, hice un puchero y le lancé un cojín, cosa que atrapó sin mirar y sin problemas.
- Moo~ Siempre he tenido una buena imaginación, Hak.
- Emperador, princesa, General Hak, Lord Soo-won ha llegado - informó Min-Soo mientras entraba a la habitación con una tetera de té.
Le agradecí a Min-Soo por la noticia y continúe tomando té con mi padre y Hak sentado al otro extremo de la mesa. Pasaron dos minutos y la puerta fue tocada.
- Pase
- Buenos días tío, Yona, Hak.
Entró Soo-won, lo miré con una sonrisa, y junto a los demás le devolví el saludo.
- Felicidades Yona, estás pronto a tener dieciséis años.
- Jeje~ lo dicen muy seguido. Igualmente, gracias Soo-won.
Hablamos un poco entre los cuatro, e hicimos bromas entre los tres // ya saben quienes // Luego me acordé que tenía algo que hacer.
- ¡Ah! Bueno los dejo, tengo algo que hacer.
- Mm, ¿te importaría decirnos qué?
Sonreí misteriosamente y negué con la cabeza.
- Nop, it's a secret~
Los tres se me quedaron viendo raro, jajaja, aquí no saben inglés.
- Es un secreto - continué y salí de la habitación con un gesto de despedida con mi mano. Caminé por los pasillos hasta llegar a mi habitación y me cambié en ropas sencillas, una perfecta para cabalgar, es hora de visitar a Natsu.
Con una cola alta, salí camino al establo, en donde me encontré con Tae-hyun, el que cuida a los caballos del castillo.
- Tae-hyun, buenos días.
- Buenos días, princesa Yona.
Tae-hyun es un joven de diecisiete año, de cabellos mieles cortos y ojos verde agua, de piel pálida, y un buen muchacho.
- Voy a cabalgar con Natsu unas horas.
- Claro, lo traeré enseguida.
En un minuto escuché un relinchar, y vi como Natsu corría hacia mi con Tae-hyun volando...de nuevo.
- ¡Natsu! - mi caballo de color castaño claro, y unos ojos ámbar preciosos, era el caballo más agresivo, pero pude domarlo - ¿Tae, te encuentras bien? - me agache y ayudé a levantarlo, le envié una mirada de reproche a Natsu y éste desvío la mirada.
- S-si, gracias princesa Yo... - se quedó callado de la nada, y de pronto su cara enrojeció, me preocupe.
- ¿Tienes fiebre?
- A-ah, n-no, no se p-preocupe princesa.
- Mmmm, de acuerdo - aún preocupada, subí al caballo y agradecí a Tae-hyun, luego comencé a cabalgar a paso lento.
Amaba el viento, y como choca con mi rostro. Ya no puedo volar, y extraño sinceramente la sensación que tenía al volar en mi modo última voluntad.
Fui a un área donde no había nadie, y jugué con Natsu por una hora, a Natsu lo conocí cuando tenia once por accidente, encontré los establos y por curiosidad entré. No había visto que Natsu estaba suelto, y comenzó a correr en mi dirección, vi como se acercaba pero mi intuición me decía que no me haría daño, y no lo hizo. Comenzó a olerme la cabeza y yo reí de ternura, después comencé a acariciarlo y a jugar con él. También conocí a Tae-hyun, que casi se desmaya al encontrarme con Natsu juntos.
Memorias...bueno, me monté en Natsu y cabalgue hasta el área de arquería, ya que mi intuición sonaba, pero nada malo. Al llegar, pude ver a Soo-won y Hak competir, estaban también en caballos, y llevaban arcos y flechas, también vi a mi padre de espectador, sonreí.
- Vamos a darle un susto, Natsu - mi caballo asintió y le di la señal para que comience a correr - ¡Hak, Soo-won!
Estos se sobresaltaron y miraron a mi dirección con los ojos abiertos, sonreí mientras agitaba mi mano en forma de saludo.
- ¡YONA! ¡Baja de ahí, es peligroso! - gritó padre y detuve mi carrera llegando a los chicos tranquilamente, mire a padre y grité.
- ¡No te preocupes padre, sé cabalgar!
- Wow Yona, no sabia que cabalgabas - dijo Soo-won al regresar de su shock.
- Así que la princesa después de todo tiene un talento.
Hice un puchero pero sonreí - Soy una caja de sorpresas - dije guiñando un ojo, Hak sonrió de lado y Soo-won río entre dientes - Natsu - éste entendió que quería que corriera y comenzó - Chicos, ¡carrera!
Pasamos la tarde corriendo, pero en un momento llegó mi padre dramáticamente diciendo que me haría daño, suspire por su terquedad. Al final con un puchero dije que pararía por ésta vez, pero no las otras, y luego escapé corriendo al establo escuchando sus gritos mientras reía.
Luego fui donde mi padre, y me dio un regañón. Hablamos de cosas pasajeras, y un tema salió en particular que me sorprendió.
- Yona, ¿te gusta alguien? - me quedé sin habla, los sentimientos que "sentía" por Soo-won ya habían desaparecido.
- No, padre - respondí sinceramente, y éste me vio con duda.
- Pensé que te gustaba Soo-won.
- Fue un amor pasajero.
Me sorprendí que quisiera hablar de éste tema, debe haber una razón, ¿acaso ya es tiempo de que me busque un prometido?
- Padre - en eso entra Hak, pero se queda callado por la atmósfera que nos rodeaba - ¿el tema va hacia que debería tener un prometido?
Todo quedó en silencio, padre me miraba seriamente y yo igual,no quitaba la mirada, hasta que suspiró.
- Si, Yona. Sería bueno buscarte un compañero de vida, a tus dieciséis no sería raro casarte - me quedé callada dejando que mi cerebro digiriera la información.
- Lo siento padre, pero no tengo deseos de casarme con nadie. Y tampoco me gustaría hacerlo con alguien que no conozco.
Me levanté y pase al lado de Hak, saliendo de la habitación para tomar aire. Fui a uno de los pasillos en donde no había nadie, y me senté mirando el cielo estrellado. ¿Ahora? ¿No es muy temprano casarme?, creo que debería buscar un libro sobre estas tradiciones.
De pronto, sentí un escalofrío, y mi intuición comenzó a sonar, algo malo se aproximaba. Sentí que alguien me miraba, y de reojo vi una mano en la esquina. No podía ver a la persona, pero si la sombra. Me preocupé, y asuste un poco. Pero me relajé al recordar las lecciones de Reborn: "Nunca muestres miedo ante el enemigo, siempre muestra tranquilidad".
Me levanté y miré al frente, luego a la sombra, y di una sonrisa de lado, aquí no hay nadie para que sea testigo de lo que haré.
- Puedes salir, no te tengo miedo. ¿Quién eres?
La mano comenzó a desaparecer, al igual que la sombra, y cerré mis ojos para enfocarme en los sonidos. Escuché unos pasos suaves, como estos se alejaban lentamente, para luego correr y desaparecer. Suspire, ¿infiltrados? Voy a hablar de esto con Hak, ya sabia que se volvería el siguiente general de la tribu del viento, después de todo es nieto del abuelo Mundok y muy fuerte para tener dieciocho...ay...soné como vieja... Mejor regreso a mi habitación, voy a pensar que es lo que debo usar para mi cumpleaños.
[ 5 días después ]
Me encontraba saludando a los invitados, era el banquete de mi cumpleaños, en el castillo Hiryuu.
- Sniff...Te has vuelto muy hermosa Yona.
- Gracias, padre - contesté mientras lo abrazaba, y éste lloraba de nuevo. Continué saludando a los invitados hasta que vi a Soo-won, quien con una seña dijo que me acercara, y disculpándome de los invitados, me acerqué a él; y salimos al patio de afuera.
- Soo-won, ¿necesitas algo?
- Sostener tu mano.
Confusa, se la di, y en ella colocó un hermoso broche para el cabello.
- Lo siento por sacarte de adentro...pero quería dártelo aquí, porque pensé que te quedaría perfecto - miré de nuevo el broche, y no pide evitar sonreír de alegría.
- Gracias Soo-won, es precioso.
Pude ver un rojo envolver sus mejillas, ¿se habrá avergonzado? De repente sentí una mirada, y al voltear a la derecha, vi la cara de Hak.
- Waah~ ¡¿Hak?!
- Su Majestad la está buscando, princesa.
- Oh, bueno gracias. Nos vemos.
Fui de regreso al banquete, y padre se había pasado de copas. Suspiré de cansancio, y con ayuda de algunos guardias, llevamos a padre a su habitación a descansar. Regresé al banquete, de nuevo, y divertí a los invitados con mi música, comencé a cantar una de las canciones que había creado: "Reborn". Todos aplaudieron y me felicitaron, lo agradecí de corazón. Luego los despedí a cada uno, y los guardias llevaron a cada invitado a su habitación, ya que la mayoría se habían pasado de copas.
Cuando llegué a mi habitación, me cambié de nuevo por algo más sencillo, y salí a decirle a Hak de los intrusos, mi intuición sonaba, algo malo iba a pasar ésta noche. Lo encontré en un área que estaba lejos a la habitación de lo padre y la mía... Sospechoso.
- ¡Hak!
Éste, sorprendido de que estuviera fuera a estas horas, me regañó.
- ¡Princesa, no debería estar fuera a estas horas! - no le hice caso y llegué a su lado, lo miré seriamente.
- Hak - éste se quedó callado al ver mi expresión - Al parecer se han infiltrado varias personas.
- ¿Qué...?
- Me olvidé contarte - ...Reborn ya me hubiera matado... - hace cinco días, después de la discusión sobre mi futuro prometido, en el pasillo del sur, un hombre me quiso atacar.
- ¡¿QUÉ?!
- Pero llegué a perderlo mientras corría - mentira c:
Hak de repente me agarró de los hombros y me sacudió levemente, su cara estaba a veinte centímetros de la mía, no se por qué, pero mi corazón comenzó a palpitar más rápido, y sentí mis mejillas arder.
- ¡Debiste habérmelo dicho desde antes! ¡¿Qué hubiera pasado si te hubieran atrapado?!
Puse mis manos en los hombros de Hak para calmarlo.
- Hak, tranquilo, estoy bien, no existe el "hubiera".
Cuando se detuvo, me soltó y yo lo abracé.
- Igualmente, gracias por preocuparte, Hak.
Pude sentir que se tensó, pero luego se relajó, y colocó una de sus manos sobre mi cabeza.
- ...De acuerdo princesa, pero a la próxima me avisa.
Asentí y me separé con una sonrisa.
- Bueno Hak, creo que algunos de los infiltrados se hacen pasar por guardias, así que ten cuidado.
Hak pareció sorprendido, pero al ver mi mirada decidida y confiada, me creyó y asintió.
- Muy bien, ahora a la cama princesa, ya es tarde - hice un puchero, pero me despedí de él y regresé a mi habitación; lo primero que hice fue agarrar un libro y continuar mi lectura.
Pasaron como dos horas, hasta que lo intuición volvió a sonar, y me decía que mi padre estaba en peligro. Me levanté y salí corriendo a su habitación con pisadas silenciosas, estos años me la pasé entrenando éste cuerpo, puedo correr varios kilómetros sin cansarme. Abrí la puerta, y me quedé en shock por lo que vi...
- ¿Padre...?
No veía muy bien por la oscuridad, pero las sombras me decían lo que no podía ver. Mi papá estaba atravesado por una espada, y el que la sostenía se la quitó lentamente, dejando caer su cuerpo de golpe al suelo.
- ¡PADRE!
Me tiré a su lado, y sujeté su cuerpo, no tenia pulso. Intenté calmarle, respirar profundamente, fui un mafioso, ver muertos no es nada. Cuando me calmé, abrí los ojos y deje que las lágrimas rodearan mi rostro, había perdido a mi padre...a mi tercer padre.
- ...Oh...
Levanté mi vista, y la luz dio de lleno al asesino, quien no era nada más que Soo-won, mi primo.
- ¿Todavía estabas despierta, princesa Yona?
Chan chan chan~
¿Qué tal? Aquí termina este hermoso capítulo -3-.
No se olviden votar y comentar ;3, hasta la próxima ~
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