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Pov. Yona
Han pasado dos años, ahora tengo ocho años. Ya no soy más "Sawada Tsunayoshi, Neo Vongola Primo, Décimo Vongola", ahora soy "La princesa Yona del reino de Kouka". Vivo en el castillo de Hiryuu en Kuuto, la capital del reino. Soy hija del Emperador II, hermano del fallecido general Yu-hon, padre de Soo-won. Mi padre es conocido como un rey cobarde por odiar las armas y guerras; y dar partes de nuestras tierras a otros reinos para evitar guerras, según lo que escuché del pueblo en mis escapadas.
Por otro lado, Soo-won y Hak dejaron de venir desde aquel día de secuestro. Aunque eso me beneficio porque tenia más tiempo para estudiar ésta época. Aunque no pude del todo ocultas mi afán de leer, y padre me atrapó, pero en vez de preguntar, me dijo que si quería podría traer más libros, lo que me lleno de una gran felicidad y lo abracé.
En la biblioteca del castillo, había encontrado un libro, que llevaba escrita una leyenda de los cuatro dragones y el rey Hiryuu, y si busco en las memorias de la antigua Yona, desde los tres años, padre le leía la leyenda antes de dormir, eso hasta cuando cambié la Yona de este mundo. Al ver esa leyenda, mi intuición comenzó a sonar, esto será muy importante en un futuro.
En estos dos años había terminado de leer toda la biblioteca del castillo, y sentía que me faltaba más información, así que me disfrace y me escapé del castillo al pueblo.
Seguí la dirección en la que mi intuición me llevaba, y termine en medio de la nada...bueno, algo así.
- ¿Qué hace una niña como tú aquí? - volteé a la voz y vi a un hombre, mi intuición decía que no era malo - Éstas zonas son peligrosas.
- Estoy buscando alguien que me ayude a recolectar información - el hombre se sorprendió - Si usted conoce a alguien, ¿podría llevarme?
El hombre parecía por negarse, pero llegué a convencerlo con "la carita de perrito", si no lo sabían, llevaba una capa que me cubría todo menos la cara.
Seguí al hombre y entramos a un lugar donde se veía a mucha gente bailar, tomar y cantar.
- ¡Kueng! - mi guía se sobresaltó - ¿Qué haces aquí? ¿No tenías que ir a un lado?
- Ah...bueno, había alguien que quería ver a Ogi...
- Pero si no hay nadie...
Kueng se movió a un lado, y quedé a la vista de los demás.
- ¡¿Una niña?!
- ¡Kueng! ¿Eres pedófilo?
- ¡¿QUÉ?! ¡NO!
Varias mujeres se acercaron y me acariciaron la cabeza.
- ¿Estás bien?, ¿te hizo daño?
Yo solamente reí y todos se callaron.
- No se preocupe señorita, estoy bien. Kueng solo estaba siendo mi guía, necesito hablar con el joven Ogi.
Todo se quedó en silencio por mi noticia...¿dije algo malo? De pronto escuché una queja, miré al fondo, y habían varias personas compitiendo en gungi...ese hombre...
Me acerqué a la mesa en donde se encontraba el mismo hombre de dos años atrás, a quien Soo-Won ayudó. Los otros salieron de su shock y Kueng me siguió.
- ¿Crees que si lo ayudo a ganar me ayudaría? - Kueng asintió.
Me acerqué a la mesa y Ogi gritó de nuevo su derrota, pero había un movimiento más. Moví una de las piezas adelante, y ganó. Ogi me miró sorprendido.
- Igual que Won...
Agarró el dinero y me miró.
- Bueno niña, tienes mi atención. ¿Qué deseas?
- Información, información del reino.
Ogi quedó en shock, al igual que todo aquel quién escuchó.
- ...¿y para qué lo quieres?
- Clasificado - contesté seriamente, después de un minuto de silencio, Ogi habló.
- ¿Qué me darás a cambio?, esto no es nada gratis.
Pestañe unas dos veces...verdad, me olvidé del dinero.
- ¿Dinero?
- ¿Tendrás para pagarme?
Suspiré de derrota, tengo dinero, mis ahorros, que es mucho a decir verdad, pero para ir y venir el mismo día es difícil con los guardias que hay.
- Entonces no será, lo siento, gracias igualmente - dije mirándolo y luego voltee, me encontraba decepcionada, no había conseguido lo que quería, caminaba a la salida pero un llamado me detuvo.
- Espera - volteé y vi como se rascaba la cabeza y suspiraba - Esta bien, ven en dos días a la misma hora.
Me quedé procesando lo que dijo y terminé sonriendo de felicidad.
- ¡Gracias!
Ogi quedó sorprendido pero luego dio una pequeña sonrisa, me despedí de los demás y salí a dirigirme al castillo, cuando llegué todos notaban mi buen humor, pero nadie preguntó.
Dos días después regresé al mismo lugar de la otra vez, Ogi me dio un pergamino largo y quedé en shock.
Hemos dado tantas tierras que perdimos varias de nuestra fuentes, varios pueblos viven en pobreza, personas sin casa, enfermas, todo está peor de lo que imaginé, entonces quise ayudar. Claro que pagué a Ogi la información, este se quedó sorprendió y solo dio una carcajada. Con ayuda de Ogi, y sus mensajeros, estos llevaban en dinero que donaba a las personas necesitadas, les dije que fuera anónimo, e igual me presenté como "Yume", que significa sueño.
Al final el nombre terminó expandiéndose porque cuando estos se emborrachaban, hablaban de mi.
Bueno, ahora me encuentro corriendo, llego tarde al castillo y ahorita va a ver una revisión. En eso choco con alguien y caigo de trasero al suelo.
- ¡Ah! Lo siento señorita, ¿se encuentra bien?
Pude ver la mano que me extendía, así que la tome y miré quién era. Era un joven de largos cabellos dorados y ojos azul cielo, llevaba grandes ropas amarillas y un arete de dragón que me parecía haberlo visto antes. Mi mirada y la del joven se encontraron, y parpadeamos al mismo tiempo, Sonreí.
- Sí, no se preocupe. Muchas gracias.
- No se preocupes señorita, Zeno igual agradece.
Me sorprendí que hablara en tercera persona, ahora que lo pienso, mi intuición suena. Este hombre es importante y creo que lo volveré a ver en el futuro, en eso me acuerdo por qué corría.
- Wah, lo siento Zeno, gracias, nos vemos - salí corriendo y a tiempo llegué al castillo, me cambié, y tiré en mi futon con un libro.
- Ahh, salvada~.
[ 2 años más tarde ]
Habían pasado otros dos años más, tenía diez años, y ya todos los del castillo habían notado los cambios. No me gustaban las ropas extravagantes, así que usaba simples, también los colores pálidos que usaba los cambie por otros, como el naranja, también siempre me veian caminar con un libro, jajaja mucho en verdad.
En estos años había aprendido a tocar música, bueno ya sabía de antemano en realidad, toco la flauta, aunque hay instrumentos que no conocía y me he dado el tiempo de aprender. También a bailar, se me daba bien, pero también habían bailes que no conocía, y aún estoy aprendiendo. Después de todo Reborn decía "un jefe debe de saber hacer de todo".
Ahora me encuentro caminado en uno de los pasillos mientras leo, eso hasta que escuché aquellas voces que había extrañado, eran un poco distintas, pero eran las mismas.
- ¡Yona!
Levanté la vista y vi a Hak y Soo-won, quién saludaba con la mano, acercándose a donde estaba. Me di cuenta que los sentimientos de la antigua Yona por Soo-won aún perduran, lo que me hace sonrojar sin que lo permita, pero se ha ido desvaneciendo con los años.
No pude evitar ponerme feliz y corrí hacia ellos, dándoles un abrazo grupa.
- ¡Hak, Soo-won, que bueno verlos!
- Igualmente Yona - contestó Soo-won, me separé de ellos y los miré.
- Wow, han crecido bastaste.
- Hmph, ¿celosa princesa? - dijo Hak con una sonrisa de lado.
- Moo~ ¡aún estoy creciendo!
Hice un puchero y Soo-won solo me empezó a acariciar la cabeza, de pronto sentí que algo faltaba.
- ¿Un libro?
- ¡Hak! Es mío~
Hak dio una sonrisa perversa, y levantó el libro más alto cuando intentaba alcanzarlo.
- ¿Lo quieres~?
Estiré mi mano hacia él esperando que me lo devuelva mientras lo miraba a los ojos fijamente, pude ver como comenzaba a debatir si era malo o no, hasta que suspiró y dejó el libro en mis manos. Lo abracé de agradecimiento.
- Gracias Hak, no sabes lo importante que es para mi.
Comenzamos a caminar y hablamos de muchas cosas, hasta que Hak me preguntó desde cuándo había empezado a leer.
- Oh, empecé a leer cuando dejaron de venir.
No me di cuenta de que lo que dije los hirió, se detuvieron, y cuando volteé vi que me miraban con culpa.
- ¡Ah! No se preocupen, no es por ustedes. No me sentí triste ni nada.
De pronto, una aura oscura los envolvió a ambos, se veían enojados, aún cuando Soo-won sonreía. Se acercaron y me redondearon en unísono.
- ¿Que no estuviste triste? ¡Debes de culparnos!
Aquello me asustó tanto que hice algo que no hacía desde que me había vuelto jefe de Vongola.
- ¡Hiie!
Nos quedamos en silencio por un minuto entero, en el me sonrojaba lentamente de vergüenza y los otros se veían sorprendidos.
- Eso...
- ¿Fuiste tú?
Me sonrojé furiosamente y abrazando el libro grité.
- ¡No escucharon nada!
Y escapé.
Después de haberme calmado, que fueron en cinco minutos, fui a reunirme con los chicos siguiendo mi intuición.
- ¡Chicos! - cuando llegué al lado de ellos me disculpé - Lo siento por lo de antes.
- No te preocupes Yona, era un grito muy lindo a decir verdad.
Le Sonreí tímidamente y miré a Hak, recién me di cuenta que llevaba un arma larga envuelta. Suspire sabiendo que era muy despistado a veces, por lo que se era un Hsu Quandao
- Hak, ¿vas a participar en el torneo?
Éste pareció sorprendido, pero sonrió.
- Por supuesto, espero encontrar buenos contrincantes.
De pronto se me ocurrió una gran idea.
- Bueno chicos, los veo luego, tengo algo que hacer.
Volteé y caminé de ingreso al castillo, mi cerquillo no dejaba ver mis ojos, pero si mi sonrisa de emoción.
¿Qué tal ingresar en el torneo también? Y pongo en práctica mis habilidades, estuve entrenando en secreto, pero no uso un arma en especial, sino manos desnudas. ¿Qué pasa si me enfrento a Hak? Hehehe~
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Omake
Pov. Hak
El torneo ha estafo fenomenal, aunque de verdad quiero enfrentarme con Geun-Tae, líder de la tribu de la tierra, o con Tsuna, aquel chico de cabellos antigravitorios y ojos naranjas, sus peleas a mano limpia han sido sorprendentes, derrotaba a sus contrincantes en pocos minutos, dejándolos inconscientes.
Ahora mismo estos dos se van a enfrentar, y pelearé con quien gane.
Al inicio de la pelea, atacó primero Geun-Tae con su espada, Tsuna esquivaba como si danzada, y daba golpes que difícilmente Geun podía esquivar. Pero a la mitad de la batalla, Tsuna se detuvo y levantó las dos manos.
- Me rindo - su voz era un poco igual a la de una mujer, que pena, pero aún está en crecimiento. Cuando sus ojos chocaron con los míos, me dio la sensación de ya haberlos vistos, éste me sonrió y se fue del estadio.
Bueno, es hora de enfrentarme con Geun-Tae.
Pov. Yona
Eso ha sido genial, ese hombre era muy fuerte, además de ser un líder, si lo hubiera derrotado hubiera atraído atención innecesaria. Fue ingenioso disfrazarse de mi antiguo yo, verme a mi mismo de esta manera es nostálgica. Bueno, hora de regresar a casa.
¿Qué tal? No olviden votar y comentar :3, el siguiente capítulo comenzará como el anime, osea del cumpleaños número 16 de Yona. ¡La acción comienza!
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