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Gomen 7^7, se que ha pasado mucho tiempo desde que actualizé, no pude tener vacaciones por tener clases -3-...Bueno, no los dejo esperar ^^

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Pov. Yona

Estaba durmiendo cuando Tae-Woo gritó que Han Dae había vuelto, me levanté como resorte y corrí a la habitación de Tae-Yeon, este ya estaba tomando la medicina con los otro dos hablando y haciendo bromas.

- ¿Te sientes mejor, Tae-Yeon?, ¿te duele algo?, ¿hay algo que quieras?- le pregunté mientras me sentaba a su lado, él solo me sonrió.

- Gracias, estoy bien.

Al ver tan linda sonrisa, y además que soy débil contra las cosas lindas, no pude evitar lanzarme a abrazarlo, y no fui la única quien pensó lo mismo.

- Aww, ¡eres la cosita mas tierna!

- ¡Déjame abrazarte!

- Wahh

Reí por la cara de susto de Tae-Yeon, luego vi como Tae-Woo agarraba a Handae del cuello de su ropa y lo arrastraba a la puerta.

- Bien. Iré a mostrarle mi simpatía a los comerciantes...y luego enterraré este cadáver...

- Voy a vivir...

Mientras salían los seguí y vi como corrían hacia una gran casa, estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que alguien me llamaba, y que mi intuición sonaba.

- ¡¡Con permiso, con permiso!! - y algo chocó contra mi espalda, pero fue con algo suave, un golpe leve. Volteé sorprendida y vi a la misma señora de ayer.

- Oh, Lena.

- Señora - le salude con un asentimiento de cabeza.

- ¡Oh, dios!, ¡¿me estás llamando señora "abuela"?!, ¡que formal! - le sonreí apenada - En buen momento, ayúdame con esto - mencionó y me extendio la mitad de las sábanas, las cuales agarré con cuidado - La gente de la tribu del fuego está fuera de control, así que...hay mucha gente herida.

Aquello me preocupó, y al entrar al establecimiento quedé en shock, los comerciantes estaban todos heridos, algunos recostados mientras les cerraban las heridas, otros en paredes, gritaban de dolor, algunos lloraban...todo esto por tratar de esconderme aquí... De pronto sentí un empuje en la espalda...van dos veces... y me encontré con Handae.

- ¡Ups!

- ¿P-p-p-por qué sucedio esto...? - miré rapidamente a una señora que lloraba, estaba llena de heridas y sangre, mientras la señora de la lavanderia le daba ánimos - He estado en este negocio por 20 años...¿qué fue lo que hicimos?

- Mientras estés con vida nada más importa - le sonrió - Cuando el tiempo lo requiera cuidaré de ti, así que no llores.

Estas personas...no tenían nada que ver con esto...¿Cuán lejos iría la tribu del fuego para coronar a Soo-Won?, ¿acaso esto está siendo permitido?...¿estás permitiendo que esto suceda, Soo-Won? De la nada, el rostro de Handae estaba frente mió.

- ¡Está bien! - parpadeé confusa - El joven jefe y el viejo están con nosotros. Ellos dos nos consideran a todos como familia, a pesar de que parezca lo contrario.

- ¿Familia...? - aquella palabra me trajo los recuerdos de mi antigua vida, nostalgia comenzó a rodearme.

- Sí, todos de la tribu del viento son parte de la familia. Así que la señorita Lena...tú eres un miembro...de nuestra familia...también.

...Olvidé la calidez que sentía siempre con ellos, su amor incondicional, mi familia. No pude evitar que algunas lágrimas se escaparan de mis ojos...si que los extraño mucho. Tapé mis ojos con mis manos mientras me calmaba y reí, ellos siempre estarán en mi corazón, nadie los reemplazará. Handae y Tae-Woo se asustaron, pero luego sonrieron y empezaron a bromear para calmar mis lágrimas, cosa que lograron...

Pero...

No me parece bien que estas personas sufran por mi causa, ellos sonríen incluso cuando están sufriendo, o cuando están enojados, ellos son magníficas personas...esta gente...no debería estar involucrada en ésto.

- ¿Señorita Lena? - la voz de Handae me sacó de mis pensamientos - ¿Está bien?

Lo he decidido.

Levanté mi rostro y seriamente les conté todo, no voy a dejar que sufran más.

[...]

Corría por los pasadizos, buscando a Hak, y Mundok también, pero no los veía por ninguna parte. Al girar una esquina, vi a Tae-Yeon frente a una ventana, antes de que pueda llamarle, una mano entró y acarició su cabeza, para luego desaparecer y Tae-Yeon comenzó a lagrimear.

Esa mano...era de Hak.

Sonriendo me acerqué a Tae-Yeon, y este al notar mi presencia, seco sus lágrimas.

- Ese...¿fue Hak?

- ...Sí - dio una de sus características sonrisas - ¿Qué sucede, Lena?

- Yo...vine a darte las gracias.

- ¿Agradecerme?

Me reverencié en el suelo, y le hablé de corazón.

- Te agradezco...por darme comida caliente...por secarme las lágrimas...y por animarme - levanté mis rostro y sonreí - Te agradezco por cuidar de mi.

- ...¿Te vas? Pensé que te quedarías a vivir aquí para siempre, Lena. Eso es... - de pronto su voz comenzó a quebrarse, y cubriéndose sus ojos con su gorro comenzó a llorar - Eso es...

Tae-Yeon... un niño que sin importar que sufriera, sonreía y animaba, que con su fuerza, su voluntad...me dio el valor que necesitaba.

Lo envolví en mis brazos, con su rostro en la curvatura de mi cuello, sentí sus lágrimas, y cómo devolvía el abrazo unos momentos después. Acaricié su espalda en círculos y también le daba palmaditas en la cabeza...lo mismo que hacía con Lambo cuando se sentía mal...Pude sentir como se relajaba, y fue ahí que lo alejé lo suficiente para ver su rostro.

- Yo no te olvidaré a ti, ni a las personas aquí - limpié las lágrimas restantes y di un beso en su frente - Cuida tu salud, cuídate mucho.

Me levanté y con una caricia más en su cabeza, me dirigí a donde mi intuición me llevaba, a la entrada al pueblo.

Pov. Hak

- Bueno...ya me voy.

Salí del pueblo, y pude ver en la entrada a Tae-Woo, quien raramente estaba despierto y apoyado en uno de los muros con su arma al lado.

- Tae-Woo...parece que hoy estás tomando la guarida seriamente.

- No puedo dormir si la persona que se supone que me acompaña no está aquí.

- No te duermas entonces.

- ¿A dónde va, Lork Hak?

- Me voy de éste lugar.

- Oh...nos vemos luego - pasé a su lado, y me detuvo.

- ...¿Hablas en serio?

- Así que la próxima cabeza de la tribu del viento probablemente seas tú.

- ¡No, eso sería muy molesto! Hay muchas cosas de las que quiero hablar primero... ¡¿Vas a dejar atrás a la señorita Lena?! – aquello me trajo a la memoria lo que me dijo ayer en la noche: "Si estás pensando en dejarme aquí para ocultarme, para luego irte y distraer a la tribu del fuego o cualquiera que nos esté buscando...mi respuesta es no".

- Pensaba verla una última vez – y sin dudar, retomé mi andar. – La dejo en tu cuidado.

- Cuidando a una princesa bajo esas circunstancias...es una gran responsabilidad. – aquello me sorprendió.

- ¿Entonces lo sabías...? – pero este se hizo el dormido, antes de que diga algo más un grito, muy conocido, escuché.

- ¡¡¡HAK!!!

Sorprendido e incrédulo, vi como la princesa venía corriendo hacia donde estaba. Cuando estuvo frente mío, no sabía cómo reaccionar. ¿Cómo supo que hoy día me iba?, más importante, ¿alguien se lo dijo? Pero los únicos que sabían eran Mundok y Tae-Yeon...

- ¡Hak! – aquello volvió a atraer mi atención, la princesa me miraba...y se encontraba...molesta, pero a la vez decidida. – Hak, ¡me voy de este lugar! – levantó su mano y con una dedo señaló sobre mi pecho – y tú, ¡vienes conmigo!

Estaba perplejo, sobretodo sorprendido. La princesa, se había vuelto alguien...más madura, y testaruda. Sonreí de lado mirando a la nada, y cerré los ojos.

- ...¿Qué acabas de decir?

- Me voy de aquí. Si me quedo aquí, la capital Fuuga caerá en conflicto, y mientras pueda, evitaré que suceda. – mirándola fijamente, y seriamente le contesté.

- ...Regresa – la princesa abrió la boca para protestar, pero la corté. – Ya le dije al viejo qué es lo que quiero que haga, así este lugar estará a salvo; podrás vivir aquí en paz.

- ¿Qué hay de ti, Hak? No recuerdo haberte permitido irte.

- No es problema si me permites o no hacerlo, ya no soy más un general, ni tampoco tu sirviente; podré viajar libre desde ahora...sin la problemática obligación de tener que cuidarte – mis palabras parecieron haber tenido un efecto en la princesa, sus ojos perdieron un poco del brillo que tenía, y ya conociendo las facetas de la princesa, sabía que estaba dolida.

Giré y continué mi camino a las afueras del pueblo.

- Siempre que no llames la atención, Soo-Won no te pondrá la mano encima. - Sin embargo, no pude avanzar más porque la princesa se interpuso.

"¿Por qué lo haces más difícil?"

- Apártate.

Pov. Yona

Negué fuertemente con la cabeza.

- Ya lo he decidido. - Hak sólo me dio una mirada aburrida y resopló.

- No importa lo mucho que quieras venir, note voy a llevar conmigo. 

Fruncí el ceño y me mantuve con los brazos abiertos impidiéndole continuar su ida.

- ...Bueno, ¿qué tal algo de dinero? - abrí los ojos sorprendido. - ¿Tienes dinero? Si vamos a ir juntos, entonces págame. Tendré que protegerte. - Me rehusé a responderlo. - Te estoy preguntando si puedes pagar mis habilidades con dinero. 

El hecho de que Hak se esté haciendo el difícil para protegerme es estresante...

- Ah, o... - Repentinamente agarró uno de mis brazos y me jaló acercándome más a su cuerpo; logrando tener su cara a sólo unos quince centímetros lejos de la mía. - ¿Quizás vas a pagar con tu cuerpo?

Aquella pregunta me sorprendió, pero lo miré seriamente. - No tengo nada que darte. - Eso hizo que diera una sonrisa de lado y me soltara.

- Qué bueno que lo entiendes, ahora vuelve. - Volvió a darme la espalda. - Adiós, princesa Yona. 

Aturdida vi como su espalda se alejaba lentamente, y en un impulso sujeté de su vestimenta.

- Te quiero... - por alguna razón sentí mi cara arder. - ... A mi lado. - Agarré la ropa de sus brazos y lo jalé hacia mi y grité. - ¡Entrégate a mi, Hak!

Sentí cómo su cuerpo se tensó y se congeló en su lugar, sus ojos brillaban con sorpresa y algo más que no llegué a descifrar a tiempo. Una de sus manos tapó parte de su cara, pero pude observar sus mejillas de un rojo leve. 

Estaba avergonzado.

Y fue de ese modo que me di cuenta de mis palabras, que obviamente eran algo vergonzosas, pero eran la verdad.

- ¡¿Pero qué demonios...?! Eres increíblemente egoísta... - Se sentó en el suelo y suspiró profundamente. Tch, exagerado. - Ah, mierda. Me cabreas. - Me dio una mirada y volvió a suspirar. - Así que tú ganas, princesa.

Abrí los ojos al ver su sonrisa, una leve sonrisa sincera que me hizo sentir rara. No sabía cómo reaccionar.

"Tsuna, no puedes distraerte de esta manera. No es el comportamiento de un jefe quedarse sin palabras".

No obstante, antes de poder decir algo.

- Hak...... - Miramos a nuestro costado, y el abuelo Mundok emitía una sed de sangre algo fuerte, que iba directamente hacia Hak, y que lo afirmaba la dirección de la flecha que estaba usando el abuelo. 

- ¡Gah!, ¡viejo!

- ...Llevo un rato escuchando, y podría haberte disparado varias veces por tus tantos insultos a la princesa... ¡¿En qué estabas pensando?! - dijo mientras se acercaba hacia nosotros.

. ¡Mundok!, ¡te estaba buscando...! Yo... - más la mano de Mundok colocada suavemente en mi rostro impidió que diga algo más.

- Sieto que estoy dejando ir a otra nieta. - Miré su triste y melancólica sonrisa; correspondí su gesto colocando mi mano sobre la suya y sonreí sinceramente.

- Todos me han dicho que soy parte de su familia. Me hicieron feliz. Por eso me voy. - Agarré su mano con las dos mías firmemente. - Mundok, por favor protege la tribu del viento.

El abuelo Mundok sujetó uno de mis hombros firmemente y me sonrió.

- Si algún día vuelves a ser presa de la desesperación, y necesitas ayuda... Nosotros, los de la tribu del viento, nos enfrentaremos a quienquiera que sea tu enemigo, y te apoyaremos. 

"No importa lo lejos que estemos"

Esas palabras no dichas la entendí claramente, no aguantando la felicidad salté a abrazarlo fuertemente. Sentí su sorpresa, pero de inmediato correspondió el abrazo.

- Lo haré abuelo. - Me separé y sonreí. - Volveremos. 

Mundok sólo me miró fijamente por unos segundos y comenzó a reír.

- De verdad has crecido, princesa.

Taek-Woo quien todo este rato estuvo callado se acercó y me entregó un objeto envuelto con un pañuelo.

- Esto...

- Tenlo siempre contigo princesa, úsalo cuando sea necesario.

Con sólo sujetarlo sabía lo que era, una daga. Lo agarré con fuerza y la sujeté en uno de los lazos del vestido. Me coloqué la capa que me extendieron y con ello lo cubrí.

- Gracias, sabré cuándo usarlo. - Le sonreí a Mundok y Tae-Woo antes de alcanzar a Hak y continuar descendiendo la montaña.

Pov Narrador

Por otro lado...

- Jefe Tae-Jun - se acercó un soldado a uno de los príncipes de la tribu del fuego quien miraba a través de su ventana aburrido.

- Dímelo luego, estoy deprimido. - Sus intentos de recuperar a la princesa hicieron que su padre lo regañara. . Mi padre se ha enfadado conmigo por actuar por mi cuenta. 

- ¡No!, ¡estas son buenas noticias, jefe Tae-Jun!

- Oh...

- Hemos recibido el aviso de que han visto a la princesa Yona cerca de la capital Fuuga.

- ¡¿Estás seguro?! - volteó rápidamente.

- Sí. El soldado confirmó que era una chica pelirroja. También se le ha visto al general Hak con ella. Es probable que estuvieran saliendo de Fuuga. - Ese dato no le agradó para nada al príncipe quien con un gesto de disgusto decidió mandar a algunas de sus tropas, junto a él, a la última ubicación donde podría estar la princesa.

- Ha llegado el momento. ¡Reúne a los soldados!, ¡vamos a capturar a la princesa Yona!

[...]

- ¡Achuu!

- ¿Está bien princesa?

La mencionada pelirroja se abrazó a si misma sintiendo un escalofrío repentino.

- Si... Debe de ser alguien hablando de mí.

- Mmm, eso sería muy raro. ¿Está enferma? - dijo el azabache con una sonrisa burlona.

- ¡Hak!


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Ha pasado tiempoooooooooo (mucho).

Ya tenía este capítulo, pero me faltaba terminrlo. No he tenido la insporación de contiuar, pero yratré de hacerlo (probablemente no regularmente). Tengo que comartir mis ideas xd, se viene lo bueno jsjsjjsjsjs.

Arrivederci~~

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