Persecución
Importante
Los personajes de KHR le pertenecen a Akira Amano
POV Hikari
Cometí un gran error haber esquivado de esa manera, no tuve que haber saltado. Sólo caí en su trampa. Estaba corriendo por el bosque, a veces me caía o tropezaba. Era un bosque muy espeso que no daba paso a la luz de luna. Escuchaba como Amirov sólo caminaba con parsimonia. Me colocaba más nerviosa, iba dirigirme a la izquierda cuando uno de sus ataque golpea mi brazo izquierdo, provocando que yo rodará.
-Mierda...- la sangre caía, rompí un poco mi vestido para que la hemorragia se detuviera, por lo menos hasta que llegará a un lugar seguro. Volteé a verlo, y ahí estaba, con su sonrisa petulante. Poco a poco la pena y tristeza que tenía, se iba para darle pasó a la ira. Como buena ilusionista, hice que las ramas de los árboles lo agarraran y que del suelo, muchas anacondas se acercaran a su cuerpo, para estrangularlo.
-Nos vemos en la otra vida Amirov...no fue un placer haberte conocido- le di una sonrisa de satisfacción, sin embargo luego me puse seria, cuando sentí su horrible risa.
-Jajaja... si me muriera... te vería todos los días ¿no? ¿No que eres la portadora de la llama espiritual? ¿No te vería siempre?- le quedé mirando extrañada ¿cómo sabía de mi llama? Me acerqué con paso firme y lo tomé del cuello de la camisa.
-¿Cómo sabes?- él no se inmutó por contestar, así que volví a repetir la pregunta -Te pregunté ¿cómo sabes?-
-Tú crees... que no sé tú historia familiar... que naciste muerta... que eres portadora de esa llama única... sobre la "Gioiello della vita"... aunque hay algo extraño...-
-¿Qué cosa?-
El sólo sonrió y vi que su mano estaba liberada, acumulando su llama del cielo. Abrí mis ojos desmesurados, e intenté alejarme pero no lo logré.
-¡Agh!- producto de esa explosión, salí volando de ahí, cuando luego mi espalda azotó con el tronco de un árbol. Abrí lentamente mis ojos, el muy desgraciado se había escapado de mis ilusiones. Mi respiración se hacía más potente, necesitaba que llegara oxígeno a mis pulmones, un dolor inexplicable sentía en mi estómago, había sido quemado gran parte por la llama de Amirov. Me levanté, pero sentía mis piernas desfallecer, sentía que iba a perder. Pero con algo de esperanza, cree un campo ilusorio a su alrededor para tomar una ventaja y lograr escapar de ahí.
-Maldita, sabes que no tienes oportunidad, no huyas más maldita rata- era consiente que me estaba provocando, para que escuchara un sonido de la realidad y poder huir de mi poder. Pero no era estúpida, así que sin más, deje el lugar, lo más rápido que podía. Veía como mi brazo perdía más sangre, y mi zona abdominal ardía como los mil demonios, mis pulmones cada vez más pedía oxígeno, el cual sentía que ya no era suficiente, me estaba por desmayar, pero me pegué una cachetada, tenía que mantener mis convicciones.
-Debo... sobrevivir...- me repetía mientras caminaba por el largo camino frondoso. El cual sentía que no iba a terminar nunca. Escuche unos leves ruidos de ramas quebrarse, mire a todos lados, pero no percibí la presencia de Amirov, aunque me tenía algo preocupada, tragué un poco de saliva, seguí caminando, escuche ahora unos ruidos por los arbustos, escuchaba murmullos, risas, lloriqueos, gritos. Me detuve a mirar a todos lados.
-¿Quién está ahí?- silencio absoluto, sentía mi cuerpo algo extraño, como más ligero, más perceptible a todo, a los aromas, a los sentimientos, a los humanos. -Puedo sentir otros entes- yo sabía que nuestra familia tenía contacto con el mundo espiritual, sin embargo nunca nos relacionamos con los espíritus errantes de este mundo, o más bien con los espíritus guardianes de este mundo. Trate de tranquilizarme, y vi como mi collar empezó a desprender una leve luz. Pero todo se apagó cuando sentí una presencia peligrosa, ya sabía de quien era, mi único peligro de momento, Amirov Mazzini.
-Veo que... lograste... escapar- dije con una sonrisa que me salió más bien como una mueca, estaba demasiado cansada y agitada, había intentado avanzar lo más posible, pero al parecer no fue lo suficiente.
-Por supuesto que logré huir de una ilusión tan débil, sólo quería ver tus reacciones- eso me llenó de sorpresa, ¿había huido desde un principio? vi que al final del camino, se podía ver un lugar despejado, iluminado por la luna.
-¿Ver... mis... reacciones?- él se acercó, mientras tomaba la misma esfera que nos llevó a esta época, nunca en mi vida la había visto, pero se me hacía conocida.
-No la conoces- yo negué mientras retrocedía.
-Es la joya familiar de los Minami, que ha pasado en generación en generación... se lo robé a tu padre el día de tu nacimiento- solté un jadeo, había muchas cosas que no estaban funcionando bien... ¿habrá viajado en el tiempo desde mucho antes?
-¿Por qué tanto interés con nosotros... y los Vongola?- no había relación alguna, excepto yo. Pero eso no debía traer el interés de Amirov.
-Hmp, si piensas que no tienen nada que ver los Minami con los Vongola, estas equivocada... o ¿es que no sabes que Giotto di Vongola se casó con una chica japonesa?- mi imaginación comenzó a trabajar, pensando lo peor. Mi cara era pálida, demasiado para mi gusto, sentía como mi estómago se revolvía con algo de asco.
-¿Es... mi ascendencia?-
-No... Es por eso que quería ver tus reacciones, de tu llama, pero veo que no las has despertado-
-Que tiene que ver mi llama-
-La llama espiritual te permite conectarte con toda persona, viva o muerta, que haya tenido esa llama- no comprendía sus fines, no podría conseguir mucho con esa llama. Él cambio su semblante, el cual había estado sereno, por uno más temible. Sentía su sed de sangre -Sabes tu familia es un total misterio... porque cuando investigué de la primera Minami, no apareció nada, absolutamente nada, a excepción de que tuvo dos hijos, bueno más bien, una niña y un niño. Pero no había más información, solo recién aparece información en la era de tu abuela, ¿qué cosas?¿eh?... bueno como eres una ignorante en el tema de tu vida familiar, no me sirves... así que... no fue un placer conocerte espía Vongola- vi cómo llegamos al espacio despejado, que solo era iluminado por la luna. Pero me di cuenta que había caído en una leve trampa, otra vez.
-Un barranco...- vi como su mano se iluminaba por sus llamas condensadas, solté un suspiro. No me iba a rendir ahora. Me acerque a él para levantar mi pierna y golpear su cara con todas mis fuerzas. Vi como cayó, mientras se sostenía la quijada y botaba un escupitajo con sangre. Amirov se levantó con rabia y vi como su iba dirigida a mi cara, cruce mis brazo para defender esa zona, aunque nunca llego el golpe a ese sector, asesto en otro lado.
-Maldición, agh- agarré con fuerza mi estómago, la quemadura combinada con un golpe no era anda lindo. Me mareé levemente, pero me levanté, mientras hacia una ilusión de que las rocas se levantan y caían encima del Mazzini.
POV Giotto
Después de esas dos explosiones no vimos más, eso no servía de mucho porque no podíamos ubicar las personas que estaban peleando, ya presentía que era Hikari con ese tal Amirov. Pero me preocupaba el hecho que haya adelantado las batallas, me acerque a una distancia prudente al Décimo para exponer mis dudas
-¿Por qué Amirov atacaría a Hikari?- el castaño me vio serio, para luego seguir mirando a lo largo del bosque. Soltó un suspiro y volteó a verme de nuevo.
-Bueno... ella es muy buena en combate, o ilusiones, magia, cualquier cosa. Si se deshace de ella, nosotros perderíamos a alguien muy importante y no solo porque es fuerte, sino es un pilar esencial tanto para mi familia como para la tuya- así que solo lo hacía para debilitarnos sentimentalmente. Yo también después de esa respuesta seguí mirando a lo largo del bosque para encontrar a la peliblanca, sin embargo no veía nada. Me estaba comenzando exasperar la situación, mi corazón palpitaba con mucho miedo, respiraba hondo para calmarme, pero no funcionaba. A lo lejos del bosque, pude observar como venían los otros guardianes del Décimo y mis camaradas. Tsunayoshi se detuvo y miro a un sector que se encontraba despejado, yo observe atentamente el lugar cuando pude ver a la peliblanca pelando fervientemente con todas sus fuerzas contra ese anciano de cuarenta años.
-Amirov...- dije con todo mi odio y el castaño comenzó a dejar pequeñas llama del cielo en el bosque, luego vi como nuestros compañeros se guiaban por eso. Era muy inteligente de su parte. Vi como el señor se acercó peligrosamente a Hikari y la golpeó, mandándola a rodar, llegando al borde de aquel barranco.
-¡Hikari!- el castaño apresuró el vuelo, al igual que yo. Vi como Amirov la vio con su maldita sonrisa y la pateó por última vez, para vez a la peliblanca caer al vacío.
-¡No!- volé lo más rápido que pude, y fui directo a ella para tomarla en mis brazos. Como la primera vez que nos vimos. Esa situación se me hizo parecida, estaba totalmente dañada y caía del cielo, yo me dirigí a salvarla, acunarla entre mis brazos. Solté un suspiro, la había alcanzado a tomar. Pero ella se encontraba muy grave, se retorcía de dolor.
-Ja, siempre se salvan, son como las cucarachas- dijo molesto el enemigo, pude apreciar que su cara estaba magullada, sus brazos presentabas leves cortes, su pierna tenía una hemorragia. Definitivamente Hikari era una experta en combate.
-La única cucaracha eres tú, Amirov, deberíamos acabar con esto, o acabaras muerto-
-No quiero tu lastima Décimo, no la necesito- de repente su cuerpo se ilumino un poco, para luego mostrar que estaba totalmente regenerado.
-Maldito desgraciado-
-Oh, Primo, no me diga esas horribles palabras, yo sabía que usted era un hombre muy piadoso, capaz de perdonar incluso aquellos que lo traicionan, después de todo usted es el Gran Cielo-
-Pero perdono aquellos que se lo merecen- baje a Hikari de mis brazos, para tenderla en suelo. Vi que llegaron Knuckle con el guardián del sol del Décimo, se acercaron a la chica, para poder curar toda herida grave con su llama. Me acerque al castaño, esta batalla la pelearíamos los dos, juntos.
Amirov se acercó rápidamente a nosotros, Tsunayoshi se calmó unos instantes, para luego ver como liberaba una gran cantidad de llamas, su cuerpo en si emanaba llamas. Yo lo vi sorprendido, porque intuí que era muy poderoso de esa forma.
-Modo Supremo de Ultima Voluntad- vi como el enemigo se tensó cuando dijo esas palabras, por mi parte me alegre que tuviera mucho más poder, porque me tranquilizaba más al saber que Vongola se encontraba en buenas manos. Por mi parte, mi llama comenzó a liberase de manera irregular, como si parpadeara. Ubique al enemigo y llegue rápidamente para apresar su mano, con las mías
-Zero Point Breakthrough: First Edition- inmediatamente sus llamas comenzaron a congelarse, para luego pasar a su mano y por último, congelar su brazo*. Éste se agacho intentando romper el hielo de su mano, el castaño suspiro y negó con su cabeza, por la equivocada actitud del señor.
-Ese hielo no se descongela Amirov, no tienes salvación- dijo con una voz serena, profunda y tersa, muy lejos a la voz que tenía sin esa transformación, el castaño me miro y me dijo -Primo-san es mejor que se aleje- yo hice caso a su palabras, él levanto su mano para activar su anillo, dejando ver un objeto de metal que rodeaba su pierna, que se unía con una cadena con su guante. También vi a un pequeño león, con llamas del cielo.
-El objeto metálico se llama Vongola Gear- dijo el Hitman de patillas rizadas, yo lo observé y asentí. Al parecer el anillo había sido modificado.
-XX-Burner- se dejó ver una enorme cantidad de llamas que provenía de sus dos manos, mientras de sus codos, gracias al Vongola Gear, tenía dos propulsores para no perder el equilibrio. La potencia del ataque era devastadora, destruyo todo a su paso. Cuando el ataque acaba, el cuerpo de Amirov cayó al suelo, mientras se podía ver que emana algo de humo. Al parecer ya estaba derrotado. Todo había salido bien.
-¡Giotto!- vi que Knuckle me llamaba preocupado, todos vimos a su dirección para encontrar algo que no nos gustó. El collar de Hikari comenzó a emanar una luz blanca con dorado, de repente comenzó a envolver su cuerpo, todos nos íbamos a acercar. Sin embargo esa luz reaccionó como un escudo, porque todo aquel que se acercara liberaba una ola de poder, alejando lo más posible a todos.
-Hikari... ¿Qué le está sucediendo Décimo?-
-No lo sé... nunca la había visto en ese estado- Reborn oculto sus ojos con su fedora y comenzó a sonreír, al parecer todo había funcionado. Sin embargo, las cosas nunca salen como uno desea.
-¡Agh!- Tsuna era atravesado por una mano que poseía llamas del cielo, el castaño comenzó a toser sangre y luego su cuerpo fue botado. Amirov se lamió la mano, saboreando la sangre del Vongola. Se veía en buen estado.
-¡Tsuna/Décimo/Sawada!- todos se inquietaron y desesperaron ante semejante escena, Amirov solo soltó una gran carcajada.
-¿Quién será el siguiente?- esto sería más difícil de lo que ellos pensaban. Reborn solo pedía que Hikari despertara luego para salvar a Tsuna, porque o sino, todo estaría perdido.
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