Décimo sexto paso.
Importante
Los personajes de KHR no me pertenecen sino a Akira Amano
POV Hikari
Había llegado a la plaza de Sicilia, no me podía ubicar bien, si bien en el futuro estaba en Italia, nunca salí al pueblo.
-Ah y se supone que soy una espía- estaba cansada por el largo viaje, tenía hambre y pies me dolían por los zapatos.
-Maldito Primo-san, ya va a ver que no voy a volver. Ni aunque me ruegue, si quiere que vuelva, tendrá que cambiar esa actitud. Además ¿quién se cree que es? Sólo por ser jefe de la familia más poderosa, no lo convierte en jefe del mundo, espero que se caiga de la escalera el muy desgraciado pelo pincho- y seguí reclamando al aire sin darme cuenta que alguien me estaba escuchando.
-Jaja veo que estás hablando de mi amigo- desvíe mi mirada hacia al lado, dejándome ver a un chico pelirrojo con unos hermosos ojos como rubí. Se parecía mucho a Enma.
-Eh... ¿quién es usted?-
-Oh, cierto me llamo Cozart Shimon. Un gusto....-
-Hikari Minami-
-Veo que no eres de Italia-
-No, soy de Japón, y ¿de qué amigo me habla?-
-Pues de Giotto-
-¿Giotto? Me estás hablando del chico que es rubio, de ojos color miel y jefe de... ¿Vongola?-
-Sí, no creo que haya otro Giotto de por aquí, que sea pelo pincho y jefe de la mafia más poderosa-
-Oh... tienes razón, un gusto conocerlo Cozart-san-
-Dime sólo Cozart, por cierto ¿a dónde vas con todas esas maletas?-
-Me echaron de la mansión-
-¿Por qué?-
-Ah... una historia muy larga-
-Tengo mucho tiempo-
-Jajaja bueno- de ahí le conté todo, desde que venía del futuro y era de Vongola hasta la pelea con Primo-san. Su cara era todo un poema, una expresión distinta por todos los sucesos que he pasado.
-Fiu.... que historia, bueno ya que veo que eres amiga de Vongola, te puedo ayudar a conseguir trabajo y un hogar de momento-
-¿En serio?-
-Por supuesto, ven, vamos- de eso tomó mi mano y una maleta, yo tomé la otra y me guió por todo el camino. Escuché el murmullo de la gente, preguntándose de quien era, entre otras cosas. No me molestaba en lo absoluto, porque no me conocían y era algo común que preguntará quien soy, si una desconocida aparece de la noche a la mañana. De repente el pelirrojo se detuvo y me mostró una café, era muy rústico y bello. Cuando entramos, estaba lleno de gente, con unas meseras vestidas de sirvientes. El decorado era precioso, con enredaderas preciosas en los muros, unas hermosas mesas de madera que hacían juego con las sillas.
-Francesca, te traje una linda muchacha para que te ayude con el café-
-¡Bien! Eres un amor Cozart- la chica le dio un beso en la mejilla, dejando muy rojo al pelirrojo, era gracioso porque no se podía diferenciar su pelo de su cara. Francesca era una muchacha de cabellos castaños y ojos esmeralda, muy hermosa. Su piel algo bronceada, pero bien cuidada.
-Un placer conocerla Francesca-san, mi nombre es Hikari Minami-
-Oh, el placer es mío, y bueno ¿quieres el trabajo?-
-¿En qué consiste?-
-Mmm... Prácticamente debes atender a la gente, es decir, una mesera-
-Me parece-
-Bien, tu paga, quizás no sea alta pero te daré alojamiento y comida-
-No te preocupes por la paga- sinceramente no me importaba, mientras me diera un lugar para dormir, todo sería perfecto.
-Bien, pues empezarás ahora, te llevaré a tu habitación- ya me estaba guiando arriba, cuando Cozart nos interrumpe.
-Bueno chicas yo me tengo que ir, tengo que ver a un "amigo"- ya suponía a quien se refería - así que hasta luego, y suerte- él se dio media vuelta y se estaba yendo, yo me acerqué rápidamente y le tire su brazo, para formar un abrazo.
-Muchas gracias Cozart, no sé qué hubiera hecho sin ti-
-No te preocupes- me dijo en un lindo susurro cerca de mi oído
-Por favor, no le cuente a nadie de Vongola que me vio-
-Te lo prometo- cuando dijo eso le di un beso en cada mejilla, provocando un fuerte sonrojo por parte del pelirrojo.
-Muchas gracias- le sonreí, di media vuelta en dirección a Francesca, la cual veía cada una de mis acciones fijamente, y se veía un poco molesta, quizás le explique mi situación estando arriba.
-¿Vamos?- le pregunté y ella sólo asintió, me guió escaleras arriba. Cuando llegamos a un pasillo, fuimos directo a la última puerta y la peli castaña la abrió, la habitación era algo pequeña comparada con la anterior, pero era algo pintoresca y bonita.
El sonido de la puerta cerrándose bruscamente me asustó. Mire hacia atrás asustada y ahí estaba Francesca que había cerrado la puerta.
-¿Qué eres de Cozart y qué quieres de él?-
-Es un amigo que me ayudó en una situación algo complicada, nada más-
-Entonces ¿por qué lo besas, siendo que recién se conocieron?-
-Eh... ¿no es algo común?-
-No-
-Eh... no tienes que preocuparte, no me gusta y él tampoco gusta de mí-
-¡Ja! ¿Crees que me tragaré esa historia?-
-Es verdad, además a mí me gusta otra persona-
-¿A si? Entonces dime su nombre-
-Giotto di Vongola- todo estaba sucediendo tan rápido, que ni siquiera me había percatado que había dicho su nombre en vez de Tsuna, ahora estaba roja ¿cómo podía decir que me gusta? Bien tranquila Hikari, sólo lo dijiste porque la situación me dejó llevar.
-Ah... lo siento, yo... no quería comportarme así... sinceramente lo lamento-
-No te preocupes, cualquiera estaría celosa si una desconocida se acerca al chico que te gusta-
-A-a m-mi no me gu-gusta Cozart...- la quedé mirando con mi cara de "hablas en serio" - Bueno quizás sí, pero...-
-Pero nada, te gusta y punto-
-Tienes razón, además las dos estamos en la misma situación-
-Eh ¿qué situación?-
-Jajaja tanto Giotto como Cozart son acosados por varias mujeres. Les llueve por montón, así que, de aquí que se fije en nosotras es para mil años más-
-Puede ser, pero yo te ayudare a conquistar a Cozart-
-¿Harías eso por mí?-
-Obvio, me diste trabajo, hogar y comida. Tengo que ayudarte de alguna forma-
-¡Muchas gracias Hikari, lo lamento tanto haber desconfiado de ti!- se lanzó encima de mí y me abrazó, me sentía un poco mal porque no sabía si iba conseguir lo que le prometí.
-Bueno ahora explícame todo lo que debo hacer-
-Bien, empezaremos con tu uniforme...-
POV Giotto
Estaba en la orilla del río, donde pase gran parte de mi infancia. Estaba esperando a Cozart, hacía bastante tiempo que no lo veía.
-¡Giotto!- reconocí la voz de mi amigo, y vi que estaba todavía algo lejos, levante mi mano y lo salude. Cuando llegó éste apoyo sus manos en sus rodillas y estaba jadeando fuertemente.
-Veo que te atrasaste... eh ¿Hiciste algo con Francesca?- mi tono de voz fue algo ¿pícaro? No lo sé, sólo era para ver la reacción de mi amigo.
-D-de que e-estás hablando, y-yo no hice nada de e-eso- estaba tan rojo que no se podía diferenciar su cara de su pelo.
-Jaja, deberías verte .Bueno, pero yo me refería a ayudarle con su negocio y hablar con ella-
-Si serás un maldito ah, si te referías a lo último, si le ayudé y hablé con ella-
-Y ¿qué ayuda necesitaba esta vez?-
-Estaba buscando a alguien que le pudiera ayudar con el café-
-Ya veo, por si acaso ¿no viste a alguien desconocido en el pueblo?- tenía que saber si había visto a Hikari, para apurar la búsqueda.
Por lo que veía Cozart se estaba demorando en responder, quizás estaba recordando a las personas que vio en el pueblo.
-Ahora que lo mencionas, si vi dos personas nuevas, un señor que no recuerdo su cara y una joven de cabello blanco-
-¿En dónde viste a la joven?-
-Eh ¿Giotto está enamorado? Nunca creí que lograrás enamorarte-
-¿Qué? No, no es eso. Sólo quería saber dónde la viste- aclaré con mi mejilla algo sonrojadas.
-Y ¿para qué lo quieres saber?-
-Ah, te lo contaré- le conté de como la conocí, desde el hecho que había dicho que era del futuro, cosa que ya no estaba dudando hasta la pelea que tuvimos por haber insultado la memoria de Vera. La cara del Jefe Shimon no demostraba demasiada sorpresa, cosa que es rara ya que cualquiera se sorprendería con una historia así.
-Ya veo, entonces quieres que vuelva a la mansión para que tú le confieses tu amor hacia ella-
-Idiota, ¿me estabas escuchando?- le dije mientras éste se acariciaba la cabeza, en donde lo había golpeado.
-Sí, si entendí. Sólo era una pequeña bromita .Bueno y ¿qué harás cuando vuelva a la mansión?-
-No lo sé, quizás le ayude a volver a su "época"-
-Y ¿eso es lo que quieres tú?-
-Tampoco lo sé...-
POV Alaude
Ya estaba en el pueblo, bueno estábamos, porque estaba acompañado por el llorón de Lampo y desgraciado de Daemon. No necesitaba ayuda así que les dije.
-Bien, odio estar cerca de ustedes así que, busquen cada uno por su lado.
-Ay, que aburrido, bueno me voy- luego de eso Lampo se fue y sólo quedaba Daemon.
-Nufufu~ bueno como el chico se fue al este de plaza, yo me iré al oeste- y sin más éste se retiró. Como nosotros veníamos del sur, yo me iba a dirigir al norte. Escuchaba los suspiros de esas débiles mujeres, cosa que me estaba irritando, odiaba tener que ir al pueblo.
Había pasado unos treinta minutos desde que habíamos empezado a buscarla, pero no habíamos encontrado nada. Yo estaba algo cansado, así que decidí ir a tomar algo de café. Decidí devolverme a una tienda que había visto, cuando iba entrar escuche gritos que venían de la plaza de Sicilia, tuve que dejar de lado mis planes de tomar café y me dirigí al centro.
Cuando llegue, vi a un montón de mujeres rodeando algo, se escuchaban cosa como "oh, que guapos son" "cásate conmigo Cozart" "Giotto, me gustaría ser la madre de tus hijos" claramente esas eran las frases más inocentes que habían, porque no iba a decir las otras cosas que decían. Yo que pensé que había peligro, el único peligro era la reacción que causaban estos dos a los ovarios de esas féminas. Como estaba algo asqueado de los gritos horribles de esas mujeres.
-¡Hmn, por pertubar la paz del pueblo con sus horribles gritos, la golpeare hasta la muerte!- como si mis palabras tuvieran efectos mágicos, las necesitadas se retiraron inmediatamente del lugar. Dejando a los dos jefes solos y abrazados, con miedo. Patéticos. Siendo hombres de la mafia, les tenían miedo a esas mujeres. Cuando se dieron cuenta de que ya no estaban rodeado, se separaron rápidamente.
-Oh Alaude, que bueno que llegas, ya creía yo que no salía casto de esta situación-
-Yo también pensé lo mismo, si Francesca se llega a enterar, me asesinara-
-Hmn, dejen de ser patéticos y digan que están haciendo aquí-
-Quería ver si ya encontraron a Hikari-
-Yo no la he encontrado-
-Ves Giotto, quizás ya se fue, te dije que la había visto en la plaza, pero luego se levantó y no sé a dónde se dirigió-
-Pero, no pudo haberse ido así de rápido-
-Pero si la chica es de Vongola del futuro, de seguro recibió un entrenamiento especial y ella debe ser muy fuerte-
-Hmn, el Shimon tiene razón, quizás ya se fue del pueblo-
-Ah, no puede ser, ¿qué voy hacer?-
-Nufufu~ ¿no la encontraste Alaude?-
-Hmn. No ¿y tú?-
-Nufufu~ tampoco-
-¿Qué voy hacer? Elena me golpeara- Giotto se veía demasiado nervioso, Cozart se reía de él y a mí la situación ya me estaba aburriendo.
-Hmn, ya es tarde. Vámonos- sin más me fui de la plaza, seguido por Giotto y Daemon, Cozart dijo que iría a ver a su amiga, y sentía que me faltaba alguien ¿quién era?
Estaba cansado de buscar a Hikari y además no encontraba a Daemon ni Alaude, como tenía hambre me dirigí al café que estaba en el norte. Cuando entré me lleve una sorpresa.
-Hikari...-
-Lampo...-
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