Décimo octavo paso
Importante
Los personajes de KHR no me pertenecen sino a Akira Amano
POV Hikari
Estaba muy cómoda durmiendo, había algo cálido que me abrazaba. Me recordaba a Tsuna, pero a la vez era una sensación mucho mejor. No quería levantarme, ya que tendría que colocarme de nuevo el uniforme y atender la gente. Sin embargo la comida de Francesca era la mejor, además le quería comentar sobre mi dolor cada ver que hablan o pienso sobre Primo-san. También iniciaría mi búsqueda de Amirov Mazzini, y para eso hablaría con Asari.
Me remuevo en mi cama, hasta que percibo un aroma particular a canela con miel. Me acerqué un poco más a ese olor y pose mi nariz en algo que era un suave. Ahora que me doy cuenta, la cama era totalmente distinta. Entonces me levanté de golpe botando lo que estaba a mi lado.
-¡Ay! ¡Ay! Me duele- cuando mire abajo de la cama, vi que estaba Primo-san en el suelo tocándose la cabeza.
-¿Qué estás haciendo aquí?-
-Eh... oh, hola Hikari-
-Hola y contéstame ¿qué estás haciendo aquí?-
-Bueno si te das cuenta... estas en la mansión- cuando dijo eso, me di cuenta que tenía razón.
-¿Cómo llegue aquí?-
-Ayer llegó Lampo al café contigo desmayada y le dije que te trajera-
-Quiero irme-
-No puedes, estas mal y no sabemos que tienes-
-Pues... tengo que trabajar-
-Ya le avisamos a Francesca que hoy no podrías-
-Mmm... Igual me quiero ir-
-Por favor Hikari, debes quedarte, te necesito... te necesitamos. Siento que algo extraño sucede con los Mazzini y tu llegada, sé que con tu ayuda lo lograremos y podrás regresar a tu época-
-Ah.... ¿ahora me crees? bien te ayudaría pero te falta algo importante que hacer- él se quedó mirándome serio, pareciera que estaba pensando en lo que dijo, hasta que agachó su mirada.
-Siento haberte echado de la mansión de esa forma ¿me perdonas?-
-Te perdono, además también quería pedirte disculpas por la forma en que insulte su memoria-
-Te perdono y Vera también lo hace-
-Muchas gracias Primo-san, pero de igual forma no puedo dejar a Francesca-
-Mmm... Puedes quedarte a vivir de nuevo acá, pero le ayudas con el trabajo-
-GRACIAS- le grite mientras me lanzaba encima de él y lo abrazaba.
-De nada Hikari, ah por cierto puedes llamarme Giotto-
-Bueno- nos separamos de mi abrazo, nos quedamos mirando nuestros ojos, la mirada de Giotto era profunda y preciosa, me podría perder todo el día mirando sus ojos. Nos fuimos acercando poco a poco.
-¿Hikari ya te levantaste?- maldición, en mal momento se le ocurre interrumpir Elena-san. Me separe rápidamente de Giotto y éste se levantó también. No nos miramos y yo fui abrir la puerta.
-Hola Elena-san, ¿qué sucede?-
-Nada, sólo quería decirte que el desayuno está listo...- se quedó viendo atrás mío y yo también vi, estaba Giotto - Mmm... Veo que no pierden el tiempo ¿eh? Bueno me disculpo por interrumpir algo importante- ambos nos sonrojamos.
Yo ya sabía que mis sentimientos estaban cambiando hacia cierto rubio, quizás todavía me guste un poco Tsuna, pero con el tiempo mi corazón ha estado aceptando a Giotto. Y cuando Elena-san interrumpió, me moleste porque de verdad quería besarle, y no pude. Pero ya será para la próxima.
Cuando Elena-san se retiró de la pieza tarareando, yo me dirigí al closet, saque un vestido y fui al baño. Vi que todavía se encontraba Giotto en la pieza, así que le quise jugar una pequeña bromita.
-Todavía estas aquí, ¿qué? ¿Quieres acompañarme a tomar una ducha?- le dije seductoramente y él se colocó muy rojo - jaja, debes irte y podrías decirle a Elena-san que bajo en un rato- el rubio solo asintió y se retiró de la habitación.
-Ah... todavía se comporta como un adolescente- y me dirigí al baño.
POV Giotto
¿Pero qué tipo de propuesta es esa? Pensando en lo que me había dicho Hikari, como "caballero" que soy no podría aceptar eso, a menos que sea mi esposa. Y no podría casarme con ella porque es del futuro... entre otros problemas.
-Agh, que difícil es pensar estar con ella-
Cuando baje, le dije a Elena que ella bajaría en un momento, provocando que la rubia se retirará a ver a su novio. Estaba algo cansado, mentalmente, con todo lo que estaba ocurriendo. Sentí unos pasos cerca de mí y vi al resto de mis guardianes.
-Eh... les quiero decir que Hikari regreso- cuando dije eso, todos partieron a la habitación de la chica, excepto alguien.
-Pensé que irías a verla Asari-
-Y lo haré después de confirmar algo-
-¿Eh? ¿Qué cosa?-
-¿Te gusta?- mi corazón de aceleró con esa pequeña pregunta. Mi cara comenzó a tomar tonos rojizos, pero mi voz no salía para intentar negarlo, aunque no me gustaba esa idea.
-Veo que dudas. Pues bien, te digo que a mi si me gusta y no quiero verla sufrir. Lucharé por su amor, cueste lo que cueste-
-Bien, yo tampoco daré marcha atrás. Si bien no sé qué es lo que siento, sé que no puedo perderla y dejarla marchar hacia otro hombre- si las miradas mataran, nuestra mansión ya estaría derrumbada junto a nuestros cuerpos. La tensión en el ambiente era notoria, hasta que llegó cierta chica.
-Asari, que bueno es verte- dijo la peliblanca mientras se lanzaba en los brazos del japonés de forma amistosa.
-Es bueno verte pequeña-
-Necesito hablar contigo, después del desayuno-
-Está bien- mi paciencia se había ido de vacaciones al parecer, porque no quise seguir escuchando esa conversación.
-Vamos a tomar desayuno-
-Si- dijeron todos y pasaron al comedor de la mansión.
POV Hikari
Después de la primera comida salí a dar una vuelta junto al flautista, necesitaba los detalles de su misión.
-Asari, me podrías decir lo que encontraste en tu última misión, antes de irme-
-Ah... te refieres a esa. Bueno encontramos el cuerpo de Bruni Mazzini sin vida en su oficina. Aseguran que un hombre con un poder misterioso con unas cajas raras fue el responsable-
-Amirov Mazzini...- dije con rencor.
-¿Es la persona que te envío acá?-
-Sí, no creo que haya otra persona, además de mí, con semejantes armas-
-Todos al enterarnos, pensamos lo mismo, es por eso que Giotto solicitó tu ayuda. Eres la única que se maneja en este tipo de situaciones-
-Si... le dije que lo ayudaría-
-¿Puedo hacerte una pregunta?-
-Dime-
-¿Te gusta Primo?-
-E-eh no, bueno algo siento, pero no es amor, es más un te quiero-
-Un te gusta...-
-Podría ser...-
-¿Y tenías a alguien que tú amaras incondicionalmente?-
-Si... de hecho todavía es dueño de mi corazón. Lo gracioso es que es el tátara tataranieto de Giotto. Se llamaba Sawada Tsunayoshi-
-Así que tiene una descendencia... así que se va a casar, me pregunto con quién- después de lo que dijo, algo hizo click en mi cerebro. Era cierto... yo no podría estar nunca con el rubio... porque si lo hacía... cierto castaño desaparecía de la historia en un futuro, y es lo menos que deseaba. Si el rubio tuvo un hijo, tuvo que haberse enamorado y yo no podría interferir.
-Tienes razón- le confirmé con el gran dolor de mi pecho. Sabía que tenía que dejarlo ir pero no quería. Sentía que ya había tenido estos mismos sentimientos anteriormente, un dolor más fuerte que el dolor de cabeza que me dio en la orilla del río, ahora fue una dolorosa punzada en mi pecho.
-¡Agh!- vi como las imágenes volvían a mi cabeza, pero era otra escena.
-¿G-Gi-Giotto a d-dónde vas?-
-Vera...Vera... te extrañare... nunca te olvidaré, ni a ti tampoco G-
-¿A dónde te vas?-
-Tengo que irme a Japón, pero volveré lo más pronto posible, para que estemos los tres juntos-
-Te esperaremos-
-¡Giotto! Nos tenemos que ir cariño-
Cuando terminé de ver esas imágenes todos se volvió oscuro de nuevo, quizás estar en el pasado afecta mi integridad física como mental.
POV Giotto
Después del desayuno subí a mi oficina para terminar los últimos papeleos y tener una semana libre.
-Ya han pasado dos semanas desde que llegó- era cierto había pasado medio mes, desde que nuestras vidas habían cambiado.
Cuando termine de leer el último documento en donde se confirmaba la reducción militar, me sentí satisfecho. Baje al salón principal dónde me encontré con el Dr. Alberti.
-Doctor ¿qué sucede?-
-Qué bueno que te veo Giotto, la señorita Hikari tuvo otra recaída cuando estaba paseando con el joven Ugetsu. En estos instantes se encuentra descansando en el sector médico-
-Gracias- y con eso, emprendí una carrera hacia el sector médico y entre en la única habitación que se encontraba con la puerta abierta.
Vi que Asari estaba a su lado, y le tenía agarrada la mano izquierda, haciéndole cariño con su pulgar.
-Asari ¿qué sucedió?-
-Íbamos caminando, cuando a ella le empieza a doler el pecho y luego se desmayó. Al principio pensé que era un paro cardíaco, pero no fue eso-
-¿Como le sucedió esto?- dije con tristeza mientras me acercaba a ella y le quite algunos mechones de su cara.
-Estábamos hablando del amor...- lo mire interrogativamente, quería saber que había dicho - dijo que quizás a ella le gustabas, sin embargo su corazón le pertenece a otro-
-Tsuna...- recordé el nombre que me había dicho la noche anterior.
-Al parecer es su diminutivo, se llama Sawada Tsunayoshi, es tu tátara tataranieto- me quedé asombrado, ¿tenía descendencia? No me había vuelto enamorar de alguien desde el incidente con Vera, sin embargo me acabo de enterar que tengo soy tátara tatarabuelo.
-¿Qué?-
-Ma ma, tranquilízate, todo estará bien. Vamos a comer y dejemos descansar a Hikari-
Y con eso, nos retiramos del sector médico.
-Por cierto Giotto, aunque ella dijo que le atraes, no me voy a rendir todavía. Eres mi amigo, pero no dejaré que te la lleves tan fácilmente, nuestra lucha sigue en pie-
-Pues yo tampoco me rendiré querido amigo- con eso, comenzó nuestra pequeña guerra, para ver quien conseguía el amor de la peliblanca. No sabía bien mis sentimientos, pero algo es claro, no dejaré que la saquen de mi lado.
POV Hikari
Tenía mucha hambre, me desperté para bajar a la cocina. Me percaté que era de noche, no sé qué hora, pero estaba oscuro. Estaba en el lugar médico, todavía me acuerdo que ellos me tuvieron aquí por unos dos días. Mientras caminaba por los pasillos, pensaba en las imágenes que había visto. En una estaba con G, luego estaba junto a Giotto, sin embargo notaba que estos dos eran apenas unos niños.
-¿De dónde vienen esas imágenes?-
"Veo que volviste al pasado Hikari" esas fueron las palabras de Bex-sama, no las entiendo. Nunca he estado acá, pero tengo recuerdos. Hay algo que falta, una pieza. Me encantaría ocupar mi magia, pero Bex-sama dijo que lo podría ver en un mes. Falta dos semanas todavía para volver a verlo.
-No puedo ocupar magia, hasta que recargue fuerza vital, al parecer tendré que conformarme con ilusiones- con eso en mente fui a la cocina.
Todos estaban durmiendo, bien mañana tendré que decirles que tendrán que entrenar si es que quieren entender el poder de las cajas.
-¿Me pregunto que estarán haciendo los chicos en estos instantes?-
Todos estaban preocupados, sobretodo el jefe Vongola.
-Giannini-san ¿cuánto falta?-
-Falta poco Décimo, sólo espero que Spanner e Irie encuentre las piezas que falten-
-No te preocupes Tsu-kun, pronto traerán a Hika-chan-
-Lo sé Kyoko-chan, pero me preocupa que le haya pasado algo, imagínate lo que nos va hacer su padre-
-No creo que nos haga algo Dame-Tsuna...-
-¿A qué te refieres Reborn?-
-Nada, mejor prepárense para terminar con los Aces Falsis-
-Si- todos salieron del taller, sólo quedó el Hitman más fuerte. De la nada una niebla azul aparece, mostrando a dos persona. Al viejo herrero que todos conocían Talbot y a un señor de cabellos negros y ojos azules, con blusa blanca holgada, pantalones blancos ajustados y una capa negra. Era el padre de la joven desaparecida, Ryu Minami, el mago más fuerte de esta era.
-¿Que les trae por aquí?- pregunto el de patillas rizadas.
-Todavía no es momento que vuelva- dijo Talbot.
-Todavía no se cumple su misión- dijo su padre.
-Si... pero no puedo detener los planes de mi estudiante-
-No importa, no llegarán a tiempo para interrumpir-
-¿Estás seguro con esto Ryu?-
-Esa fue la promesa que le hice a cambio de que ella logrará vivir, no le pasará nada malo. Se los aseguró-
Y con eso las tres personas más sabias se retiraron del taller para seguir con su misión.
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