Hola de nuevo. He vuelto después del descanso de media hora para picar.

Tenía hambre :v

El caso es que les pegué a ambos, de broma por supuesto.

Varios días después recibí la visita de Tony.

Era por la noche, estaba en mi cama, intentando dormir, cuando escuché unos golpes en la ventana.

Al principio eran débiles, pero acabaron escuchándose mucho más altos.

Me levanté suspirando resignada, abrí la ventana y, sorprendentemente, encontré a Tony con una especie de disfraz de águila.

-Hola Claire.-dijo con voz cantarina.

-¿Tony? ¿Qué haces aquí a estas horas?

-Quería enseñarte esto.-se apartó de la ventana para que viera su disfraz.

-¿Un disfraz de águila?-arrugué la nariz.

-No, es un disfraz de superhéroe. Tengo un miraculous.

-¿En serio?-alcé una ceja.

-Sí, Clay. En serio.

Salí al balcón junto a él y observé su traje. Sí, parecía un águila.

Por supuesto, el traje no llevaba capucha, sino un antifaz en el que la parte de la nariz acababa en punta, simulando ser el pico del ave.

Sonreí al ver que él también había obtenido un poder, me apoyé en el balcón, pensativa.

¿Qué era aquello que Darks tenía que contarme?

¿Tendría que ver con el hecho de que en ese momento Tony tuviera un kwami?

La verdad, no lo sabía. Pero necesitaba saberlo, quería saber cómo narices estaba pasando toda aquella locura.

-Hawk, destransformación.-dijo Tony.

Tras aquellas palabras, una luz apareció rápidamente. Me giré para mirarle, encontrándome con un pequeño kwami en forma de águila.

-Que lindo.-dije acercándome para verle mejor.

-Hola-me saludó el pequeño- Soy Hawk, el kwami águila, llevo protegiendo a los portadores de mi miraculous desde que el mundo era joven.

-Encantada-sonreí- Soy Claire. Soy una semidiosa hija de Wina.

-¿Semidiosa?-dijo pensativo- Yo conocí a Heracles, a Jasón y a Perseo. Es más, fui el kwami de Aquiles.

-¿En serio?-dije sorprendida.

-Sí-dijo orgulloso.

-Vaya-miré a Tony- Entonces tendrás que cuidar muy bien de este pequeño.

-Lo sé.-dijo Tony.

-Me refería a ti-reí divertida.

Hawk se sentó en mi hombro, decidí invitarles a pasar.

De modo que un rato después, los tres hablábamos de la historia del mundo. El kwami nos hablaba de las muertes de sus otros portadores: Robin Hood, Al Capone, Julio Cesar, Ramsés II...

Me quedé maravillada al escuchar sus historias sobre la mitología griega y romana, ya que contaba con todo lujo de detalles las formas diferentes de los monstruos y deidades.

Nos contó cómo fue el kwami de un soldado de la Segunda Guerra Mundial, como juntos, se enfrentaron a cientos de adversidades junto a Chat Noir y Ladybug.

-Debes de echarle de menos-dije sonriendo tristemente.

-Oh, bueno, sí. Le echo de menos, pero tengo a Tony. Sé que conseguiremos grandes cosas juntos.

-Eso espero, Hawk.-dijo el recién nombrado.

Poco después, ambos se fusionaron en el héroe. Salió por la ventana tal y como había entrado.

Me dejé caer en mi cama, cansada. Miré a Darks, abrió los ojos durante varios segundos y con voz de dormido, me preguntó:

-¿Qué ha pasado?

-Nada, Darks. Solo me he levantado para ir al baño.-susurré acariciando su cabello negro revuelto.

-Está bien.-susurró con voz trémula- Buenas noches, princesa.-besó mi frente.

-Buenas noches-susurré cerrando los ojos.