¡No! ¡Me vas a a matar!

Correr para huir de un hijo de Hades no es buena idea. Lo digo en serio, o escribo.

En fin, que creía que moriría.

-¡Vuelve Evergreen!

-¡No! ¡Me vas a a matar!

-Que va, solo quiero... Jugar.

-¡Ni hablar!

-En serio, Claire.

-¡No me fío de tí!

Seguí corriendo, pero en seguida choqué contra algo, mejor dicho, alguien.

-¡Te pillé!-me sujetó por la muñecas.

-¡Suéltame!-forcejeé.

-No te voy a soltar.-me agarró más fuerte.

-¡Me haces daño!-mentí.

-No te creo.-canturreó.

-¡Ayuda! ¡Este chico intenta violarme!-grité.

La gente que pasaba me miró, pero Darks sonrió y dijo:

-Son bromas nuestras, no la hagan caso.

Las personas pasaban de largo, ignorando mis gritos.

-Nadie te va a ayudar, Evergreen. Estamos solos.

-¡Suéltame!

Hacía tiempo me habría alegrado de quedarme a solas con él, pero en aquel momento solo quería correr lejos de él.

-Devuélvemelo.-dijo con voz suave pero peligrosa.

-No.-me negué.

-Claire, te he dicho que me lo devuelvas.

-Lo sé. No estoy sorda.

-Así que, ¿por qué no lo haces?

-Porque no quiero.

-Es mío, devuélvemelo.

-No, te he dicho que no.

-Tiene gran valor sentimental para mí, ¿lo sabías?

-No...

-¿Me lo devuelves?

-Sí.

Le devolví el anillo, aquel que llevaba a... ¿Todas horas? Sipe.

Volvimos a casa tranquilamente. Yukine y yo nos sentamos juntos para hacer los deberes, le ayudé (todo lo que pude) en matemáticas.

-Yuki, esto se multiplica por dos.

-Es verdad, por la...

-Por la...-le animé a seguir.

-Por la fórmula.

-¡Muy bien, Yuki!

Le abrazé, caímos al suelo y nos miramos.

-Auch.

-¿Estás bien?-me preguntó.

-Sí, por supuesto.

-Bien, me alegro de que no te hayas hecho daño.

-Gracias Yuki.

Besé su mejilla y sonrió. Le rodeó con los brazos y susurré:

-No hay de que por mi viva favorita.

Su nariz tocó la mía suavemente, ambos nos mirábamos a los ojos. Pude ver como sus mejillas se teñían de color escarlata.

-¿Qué haceís?-preguntó Darks.

-Nada.

Nos separamos rápidamente. Me puse en pie y Darks dijo:

-Tengo que hablar contigo.

-Está bien.

-A solas.

Salimos al balcón, miró el horizonte.

-Claire, lo de el anillo...

-Lo siento, creía que...

-¿Sabes por qué tiene tanto valor para mí?

-¿Por qué?

-Perteneció a mi hermana, Bianca.

-Darks, siento...

-Ella... No pudo dármelo como hubiera querido.

-Siento habértelo quitado sin saber por que lo tenías.

-No hace falta que pidas perdón, solo necesitaba que me devolvieras el anillo.

-Sé lo que es perder a alguien, sé lo que es un amor no correspondido, sé lo que es estar solo... Nicolo... Te comprendo mejor de lo que crees.

-¿Cómo te ha...?

Con una mirada, basta para decirle todo lo que me ha pasado, todo lo que sufrí en el pasado.

-A veces todo se puede arreglar con ayuda de algún amigo. Yo puedo ayudarte.

-Por supuesto, lo sé. Pero... Siempre peleamos.

-Somos así, Darks. Somos Di Angelo y Evergreen, los malos de la clase de Sociales.

Ambos reímos a la vez. En aquel momento me dí cuenta de algo que cambiaría mi vida por completo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top