Hola, estoy de vuelta queridos amigos que seguramente me odien por no venir por aquí desde hace mucho tiempo.

Lo siento, tuve problemas con cierto idiota.

En fin...

Continuemos

El despertador sonó al día siguiente, ya que se me había olvidado quitar la alarma.

Me caí de la cama tirando a Darks junto a mí.

-Buenos días-le miré desde debajo de su cuerpo intentando no reír.

-¿No quitaste la alarma?

-Se me olvidó.-me encojí de hombros.

-Que cabeza la tuya.

-Lo sé.

Sobre nosotros cayó un silencio sepulcral que me incomodó un poco, más que nada porque estaba sobre mí.

-Oye... ¿Qué hacemos?-dije.

-He pensando en contarte mis presentimientos.

-¿En serio?-exclamé seguramente con los ojos brillantes de emoción.

-Sí, pero primero tengo que despertarme del todo.

-Eres un idiota vago.-reí pegándole en el brazo.

-Calla-dijo con voz de niño.

-Y lindo.-sonreí al escucharle-Muy lindo.

Rió poniéndose en pie. Se estiró cual largo era y me tendió la mano para ayudarme a ponerme en pie.

-Creo que primer debemos comer algo.

Fuimos a la cocina para desayunar, encontrando una nota de los chicos.

"Hey, chicos. Hemos tenido un pequeño problema con el microondas, pero Kirito ha sabido arreglarlo. Lauren ha llamado diciendo que han llegado unos chicos nuevos al instituto. Ya os contaremos esta tarde.

Yuki"

  Sonreí mientras leía la nota, era divertido el problema del microondas,  pero cuando Darks leyó la nota, frunció el ceño.

-Chicos nuevos... Extraño.

-¿Quienes crees que son?

-Sospecho de mucha gente, Claire. Todos ellos pueden ser...

Me miró, sacudió la cabeza y preparó nuestra comida.

-¿El que?-le pregunté mientras preparaba las tostadas.

-Será mejor esperar un tiempo para contártelo, quizá pienses que estoy siendo paranoico.

Dejé escapar un suspiro de pesar, estaba mucho más extraño que nunca.

-Escúchame Nico-le agarré de los hombros- ¿No confías en mí?

-Claro que confío en ti, pero esto no tiene que ver con la confianza. Tiene que ver con una frase que te gustaría: "Ser o no ser". Esto puede ser real o puede ser tan solo un pensamiento fruto de mi paranoia.

-Pero...

-Confío en ti, pero no en mí mismo. -tomó una de mis manos- Te prometo que si descubro la verdad te lo contaré, ¿Sí?

Asentí en silencio mientras servía las tostadas y me pasaba mi taza de leche caliente con cacao. Recuerdo haber susurrado un leve: "Gracias" y sentarme en las sillas de la cocina.

Cuando terminé dejé la taza y en plato vacío en la pila mientras que Darks terminaba el suyo.

-Saldré durante un rato, tengo algo de lo que asegurarme.

-¿Irás al instituto?

-Sí.

-¿Y si te encuentra alguien?

-Los chicos no me delatarán.

-Eso espero.

Se puso en pie al terminar, dejó sus platos en la pila también y se dispuso a irse.

Le miré fijamente, esperando a algo...

Ese algo que me hizo moverme.

-Quiero ir contigo.

-Claire, quédate aquí. No podemos arriesgarnos.

-No te lo estaba pidiendo.-dije con voz seria.-Puedo ser tan sigilosa como tú.

Suspiró, me miró fijamente y se rindió diciendo:

-Me he encontrado con la chica más terca del mundo.

-¿Eso es un sí?

-No puedo detenerte.-suspiró.

-¡Bien! Vamos

Salimos de casa sin que nadie nos advirtiera, por las sombras.

_______________________________________

Por favor, no me odiéis.

No tenía inspiración, Internet, ni lugar en el que buscar una buena inspiración.

Gracias por la espera.

Y... AQUÍ TENÉIS VUESTRO CAPÍTULO

Claire