¡Alegría!

Abrí los ojos sobresaltada. Alguien me estaba zarandeando.

-¿Qué pasa?-pregunté en un ronquido.

-Al fin despiertas.-dijo Darks.

-¿Qué ha pasado?

-Cuando Prim se fue, te quedaste dormida, después de qie me ayudatas, claro.

-Eso significa que...

Me senté al borde de la cama. Eso significaba que no había hecho nada con Yuki y con Darks. Sigbificaba que no estaban enfadados...

Pero tenía que asegurarme que era así.

-Darks. ¿Qué tal te llevas con Yuki?

-Es un buen amigo, supongo que nos llevamos bastante bien. ¿Por qué lo preguntas?

-Por nada.-sonreí-Me alegro de que sea así.

Le abrazé con fuerza, estrujándole contra mí.

-Oh Darks, cuanto me alegro de que sea así.

-Oye Claire, ¿estás bien?-preguntó preocupado.

-Perfecta, mejor que nunca, alegre como...

De repente, se me vino a la cabeza aquel grito de mi amigo Mark.

-¡Alegría!-grité saltando mientras me ponía de pie.

Gracias Mark, estés donde estés.

Darks se puso en pie y tomó mi mano. Tiró de mí hacia sí y me miró a los ojos. Yo tenía una sonrisa dibujada en los labios.

-¿Qué te ha pasado? No se pasa de la tristeza a la alegría en un par de horas.

-Nada. Me alegra que os lleveís bien.

-Claire...-me miró seriamente.

¡No podía mentirle!

¡Era demasiado mono!

¡Y caliente!

¡Y kawaii!

¡Y..  PERFECTO!

Vale.

Ya me calmo.

El caso es que no era capaz de decir que no a esos ojos castaños oscuros.

Apartó un mechón de pelo de mi cara y susurró:

-Claire, no me mientas, por favor.

-Está bien.

Le conté todo sobre el sueño, pero modifiqué un poco los hechos. En vez de... Lo que pasó, dije que Yuki me besaba y nada más. Y que él y yo también nos besábamos.

Le dije como en mi sueño se habían peleado por mí y como habían comenzado a ser enemigos por mi culpa.

Se echó a reír.

-¿Algo malo con ello?

-Eres extraña, Claire. Empezamos a salir y sueñas que besas a Yuki. Dovete ammettere che è strano.

-¡Habla para que lo entienda, baka!

-Está bien. Digo que tienes que admitir que es extraño.

-Déjame, yo hago lo que quiero.

-¿Por qué?

-Porque puedo, porque quiero y porque me da la gana.

Me lanzé sobre él, me abrazó riendo.

-¿Lo ves, Darks? Me amas.

-Sí, mucho.-dijo entre irónico y realista.

Ambos reímos ante la broma.

Di Angeleen en acción, señor@s.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top