Capítulo 9: Sabio I

Cuando por fin abandonaron el pantano sus piernas y ropas estaban completamente sucias, todo era una mancha marrón oscura difícil de limpiar. Decidieron detenerse en cuanto encontraran aguas limpias donde poder asearse.

Fii, como siempre, preguntaba por cada cosa nueva que veía. Sin embargo, esta vez la que respondía sus preguntas era Rai. Al parecer pretendía ganar su confianza de alguna manera. Por otro lado, Piero aprovechaba la oportunidad para confirmar si sus conocimientos eran ciertos o si había alguna incongruencia con lo que decía Rai y con lo que él "sabía". Para su mala suerte Rai solo tenía conocimientos superficiales de la vegetación.

"¿Pero si ella no existe solo tendría conocimientos que yo sé?"

— ¡Mira, otra vez esa criatura! —Señaló una especie de lagartija cabezona.

— Son muy escurridizos y su sabor es extremadamente desagradable, no recomiendo que los pruebes aunque te mueras de hambre. Meh —sacó su lengua.

Piero lo confirmó. El año anterior la pasó muy mal al pensar que por fin podría comer algo, solo para sentirse asqueado al intentar comer una de esas criaturas.

— ¿Y esta planta de aquí? ¡Se ve muy bonita!

— ¡Eh! ¡No te acerques! —apartó la mano de Fii— podría arrancarte una garra si la intentas agarrar.

— ¡Heeee! Ok...

— Fii, deja de molestar a Rai, camina a mi lado y no te alejes mucho.

Fii corrió tras su hermana y sacudió su mano a Rai como diciendo "adiós".

— No me molesta, es agradable conversar con ella. —Respiró profundo — Bueno, creo que ya puedo ir por el chico lindo.

— ¿"Chico lindo"? ¿Hablas de Piero? Espera, él...

— ¿Pasa algo? —La volteó a ver un poco desafiante.

— No... Nada. —Las antenas de Camila se agacharon.

Algo dentro de ella la hacía enojar al escuchar a Rai hablar así de Piero pero no entendía el por qué.

"¿Dejarás que te lo quite? Una recién llegada quiere arrebatártelo ¿Acaso no conoce su lugar?"

Camila apretó sus puños y decidió hablar.

— ... Sobre Piero... ¿Rai?

Cuando Camila buscó a Rai esta se estaba lanzando contra Piero que había estado conversando con Fron un poco más adelante.

Los movimientos de Rai eran rápidos y el ruido de sus pasos era mínimo, demostrando lo hábil que era en la caza. A pesar de esto, antes que llegara a agarrar a Piero este giró rápidamente, pero no pudo sacar su arma, la veloz Rai cayó sobre él, inmovilizándolo en el suelo.

— Jeje. Te atrapé. —Mencionó acomodando a Piero debajo suyo.

— Hug.

— ¡¿Qué estás haciendo?!

Piero intentó agarrar el arma en su mochila pero Rai lo empujó contra el suelo con su cuerpo encima de él, por lo que Piero no pudo moverse. Miró con enojo a Rai pero esta solo le devolvió una sonrisa coqueta y le guiño un ojo, lo cual lo confundió.

— Tienes un cuerpo muy fuerte, lástima que tus sentidos no están tan afinados.

Con sus manos recorrió los brazos de Piero presionándolos para sentir su masa muscular, lo cual tensó el cuerpo de Piero. No era una acción brusca o desagradable, por lo contrario, sentía un toque de suavidad y contemplación, como si lo estuviera examinando. Esto lo confundió más de lo que ya estaba.

"No me está atacando? ¿Qué está tramando esta chica?" — Tú-

— ¡Alto ahí! ¡Sal de su encima! —Gritó Camila.

Antes de poder preguntar por sus acciones Camila llegó hasta ellos gritando. No se veía preocupada, sino enojada con Rai.

— No hice nada malo, solo lo estaba examinando jeje. Ustedes no son tan malos como pensaba.

Ayudando a Piero a levantarse Rai siguió hablando.

— Fii es una buena niña, no podría ser así si no viviera en un buen lugar con gente buena, además es obvio que es su primera vez saliendo de su aldea. No parece que tuvieran los mismos conocimientos, por lo tanto, deben de haberse conocido recientemente, ¿Su aldea reúne refugiados? ¿O son pocos sus números?

Todos quedaron en silencio, Rai había sacado información de ellos con las preguntas recurrentes de Fii. Piero no sabía qué decir por lo que trató de desviar el tema.

— ... ¿Eso qué tiene que ver con que te lances contra mí?

— Solo estaba contenta por saber que podríamos formar una relación más cercana.

— ¡Eh! ¡Yo tengo una relación más cercana con Piero! —Interrumpió Camila.

— Me refería entre aldeas... Pero, ¿Eso es cierto, Piero? —Volteó a ver a Piero.

— ... Eh, sí... Pero tienes razón en algo, nos conocimos recientemente.

Al escuchar la respuesta Rai volvió a sonreír, mientras que Camila sentía que perdía cada vez más.

— ¿Es así? ¡Me alegro! ¿Sabes?, deberías mejorar esos sentidos, no quisiera que alguien más te atrape así de nuevo.

— ... Sí, ok, no soy bueno con emboscadas, normalmente era yo quien las hacía y no quien las recibía...

— Jeje, ok llevémonos bien, Piero —Ofreció su mano para levantarlo.

— ... Sí, eso espero...

Su poca experiencia con otros de su especie le hacía dudar si era algo normal o no, ya que Rai se veía muy tranquila quizás en su aldea era algo similar a un saludo o muestra de afecto, como cuando Fii se aferra a Camila. Aun así decidió tener más cuidado con su alrededor, además de prestar atención especial a Rai, ya que sentía que su presencia lo quería devorar.

Fron que había estado observando la situación se les acercó y se disculpó con Piero.

— Pido disculpas. Por el comportamiento. De Rai. Ella es muy enérgica. Pero no tiene. Malas intenciones.

— ... Está bien, eso me enseñó algo nuevo, además creo que quedó claro que no somos enemigos...

— Jeje, sip. —Rai le sonrió a Piero.

Con la situación estable retomaron su camino mientras que Camila se deprimía al lado de Fii.

— Piero, una pregunta. —Rai habló sin mirarlo directamente.

— ... Pregunta, veré si puedo responderla.

— En su aldea... ¿Les permiten tener hijos libremente?

"Qué clase de pregunta es esa? ¿Acaso está prohibido tener descendientes en su aldea?"

— ... No está prohibido pero...

La animada Fii que había escuchado la conversación levantó una mano y respondió antes que Piero.

— No está prohibido pero deben de cumplirse condiciones para tenerlos. Eso fue lo que escuché.

— ¿... Condiciones? —Además de sorprenderse por el comentario se sorprendió más por quién respondía.

— Sí, debes de tener un lugar, comida, agua y números —levantó una garra por cada condición que decía.

— ... Se refiere a que primero deberíamos tener una fuente de alimentos continua, además de agua limpia, un lugar seguro, cultivos y cierto número de individuos. —Explicó Piero.

— ¡Eso mismo! —Asintió Fii.

— ¿Solo eso?

— ¿"Solo"?

La pregunta de Rai parecía subestimar las condiciones que había formulado.

Después de pensarlo un poco Rai habló.

— ¿... Su aldea no cumple esos requisitos?

— ... No, todavía...

La mentira de tener una aldea estaba creciendo por lo que Piero empezó a sentirse culpable acerca de lo que habían conversado sobre llevarse bien entre ellos.

— Nuestra aldea cumple todos esos requisitos, pero no está permitido tener un hijo hasta que el líder tenga uno primero, así ningún descendiente será mayor al próximo líder. Además, para definir un líder todos los hijos mayores se enfrentan para elegir al más fuerte.

— ... Entiendo, de esta manera el sucesor tendría ventaja, interesante. —Llevó su mano al mentón.

__———__

Fii estaba confundida por la costumbre. No queriendo interrumpir al concentrado Piero, recurrió a su hermana que estaba detrás de ellos un poco sombría.

— Hermana, ¿por qué harían eso?

— ... Hummm, ellos definen al líder por la fuerza... Intenta exagerarlo, ¿Qué pasaría si te enfrentas con el señor Fron que es mayor que tú? ¿Crees ganar?

— Heeeee, no, da miedo pensarlo...

Acariciando la cabeza de su pequeña hermana Camila miró a Rai, por alguna extraña razón sentía que había perdido al ser menor que ella. No sabía su edad, pero al verla podía distinguir que Rai era mayor en muchos puntos, por ejemplo su voluptuoso cuerpo, sus largas antenas o su gran habilidad para la caza.

— He perdido. —Susurró.

"¿Te das por vencida tan rápido? Estoy segura que puedo ganarle, solo déjamelo a mí. Ella está distraída, podrías tomarla por la espalda, no se dará cuenta, un solo corte bastará, solo imagina la trayectoria."

Los ojos de Camila se dirigieron al cuello de Rai y una delgada línea roja apareció, como si le estuviera señalando que ese era el lugar indicado para cortar. Múltiples imágenes llenaron su cabeza donde ella era la protagonista. En estas se mostraba los pasos que podía tomar, el recorrido de sus brazos, la fuerza necesaria, la sensación de cortar carne, los patrones de la sangre al salpicar y el cadáver de Rai cayendo al suelo después de ser cortado.

Inmediatamente, Camila sumergió esos pensamientos, ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué estaba teniendo esas ideas? ¿Cómo es que sabía esa información?

Camila se detuvo bruscamente y todo volvió a la normalidad, los otros cuatro seguían caminando, pero ella no tenía sangre en sus manos. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, su estómago se apretó y un sabor amargo se sintió en su paladar.

— Hay aguas limpias. Más adelante. Por esta zona.

Camila respiró profundo y tragó el sabor amargo en su boca. No quería mostrarse así ante los demás, especialmente frente a Piero.

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Dirigiéndose al arroyo señalado por Fron, dejaron sus mochilas al entrar al río.

— ¡Por fin un baño! ¡Mis piernas están muy sucias! —Exclamó Fii.

— ¿"Piernas"? ¿Te refieres a tus patas? —Rai la miró raro.

— ¿... No se llaman piernas? También mencionó "garra" en vez de "dedo".

Al ser corregida Fii se puso nerviosa y buscó con la mirada a Piero

— ... Creo que se pueden utilizar cualquiera de las dos palabras...

— ¿Estás seguro? Nunca había escuchado esa palabra... ¿Es de su aldea?

— ... Se puede decir que sí...

Ya dentro del río limpiaron sus cuerpos pero demoraron mucho más al intentar lavar sus piernas, que estaban embarradas con fango seco del pantano.

— ...

Fron que también había estado aseándose, se quedó inmóvil repentinamente, por lo que llamó la atención de todos. Este al darse cuenta de su comportamiento agitó su cabeza y siguió con su limpieza, pero esta vez prestaba más atención a los demás, en vez de a él mismo. Miraba tan fijamente a Piero que se empezó a volver sospechoso.

— ... ¿Pasa algo?

— ... ¿Podrías salir del agua. Un momento?

Piero no entendió el comportamiento de Fron, pero no vio inconveniente, ya que casi había terminado de limpiarse.

Todos los miraron confundidos. ¿Qué quería conseguir con ese pedido?

Rai miró a Fron, intentando adivinar sus pensamientos, pero este no se había quitado su "Cráneo trofeo" por lo que no podían distinguir sus expresiones. Además, este ni siquiera le dirigió la mirada, sino que estaba completamente atento a Piero quien aún estaba saliendo del agua.

Sin hallar ninguna respuesta en Fron volteó a ver a Piero quien aún escurría agua en la orilla. De alguna manera, Rai sintió más atracción hacia él al verlo estar completamente mojado, sin embargo, estos sentimientos desaparecieron en un instante y sintió otras emociones, estas eran: miedo, pánico, nerviosismo, ansiedad y terror. La combinación de emociones la dejaron inmóvil, sintió su corazón detener. Su mera existencia estaba en juego ahora, y no solo la de ella. La imagen de su hermana apareció en su cabeza.

__———__

Durante todo el trayecto Piero había estado conversando con Fron reuniendo información sobre la aldea a la que se dirigían.

La aldea parecía estar dividida en tres grupos. El primero sería la familia del líder, que eran quienes dirigían toda la aldea. Otro grupo lo conformaban los guerreros, quienes eran los encargados de la caza, la patrulla en la aldea y el reconocimiento de los alrededores. Fron y los otros cuatro pertenecían a este grupo. Por último, estaban los no combatientes, que serían los restantes, eran en mayor número mujeres, se encargaban de la crianza de criaturas y agricultura además de la construcción de casas en la aldea.

Todo esto le sorprendió, ya que descubrió que criaban criaturas y habían tenido éxito al sembrar plantas comestibles, nada nuevo ya que él también había tenido esa idea, pero supuestamente ellos habían tenido exito. Pero hubo un punto que más resaltó fue sobre el líder, este era alguien especial, un líder que nunca antes habían tenido, porque era el tan aclamado "Gran sabio".

No era un líder cualquiera, era un "Sabio" un título entregado a seres superiores, capaces de crear y destruir lo que querían a su antojo y muchos poderes más. Seres tan poderosos y escasos que solo habían conocido de ellos por los cuentos de los ancianos.

Al gran sabio lo conocieron hace seis años, sin embargo, subió al liderazgo hace cinco.

Piero apenas tenía recuerdos de un año atrás por lo que hablar de varios años antes de que él tenga recuerdos lo emocionó un poco. Más como él, una comunidad, creencias y costumbres nuevas, historias del pasado y nuevas por conocer, eso ya no parecía una ilusión.

Dentro suyo estaba aceptando lo que estaba viviendo, pero primero quería conocer a ese gran sabio, si su título no era mentira quizás podría saber la respuesta del por qué había perdido sus recuerdos.

Pero si existían seres así de poderosos, ¿No era posible que un sabio haya sido el responsable de usurparle todos sus recuerdos? ¿Acaso era un castigo dado por algún sabio? Piero decidió ser más discreto al hablar sobre él y su grupo.

Y si un sabio podía quitar recuerdos, entonces ¿Otro sabio podría ser capaz de regresarlos?

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— Estoy afuera, ¿Qué quieres?

Cuando salió del río, Piero giró en dirección a Fron. Este parecía temblar por algún motivo.

"¿Acaso el agua estaba demasiado fría para él? Bueno el ambiente está frío, pero verlo temblar con ese cuerpo se me hace muy extraño..."

Fron y Rai salieron rápidamente del río y se lanzaron contra el suelo arrodillándose ante Piero. Ambos temblaban al hacer esa acción.

— ¡LO SIENTO MUCHO, NO ME DI CUENTA A TIEMPO!

— PI- PIDO DISCULPAS POR MIS ACCIONES, POR FAVOR NO SE ENOJE CON OTROS. SOLO DESQUITE SU IRA EN MÍ.

Camila, Fii y Piero miraron la escena completamente asombrados. Los dos no habían mostrado tal actitud frente a Piero, pero ahora estaban arrodillados y temblando, hasta parecía que rogaban por sus vidas.

— PREFERIRÍA QUE SOLO ME EJECUTE A MÍ POR EL DESCARO DE MIS COMPAÑEROS, MENTÍ, YO SOY EL LÍDER DEL GRUPO QUE DECIDIÓ EMBOSCARLOS.

No, efectivamente estaban rogando por sus vidas, sin ser amenazados. Ninguno de los tres entendía lo que estaba pasando. Piero volvió de su asombro y decidió preguntar.

— ... ¡Esperen, esperen! ¿Qué está pasando? acordamos que tendríamos una relación amistosa ¡No planeo matarlos! ¡Explíquense! —La ansiedad de ellos parecía estar afectandolo también.

Rai temblaba en el suelo y estaba a punto de llorar, por lo que Fron fue quien respondió.

— ¿Me permite hablar? —Preguntó sin despegar la cabeza del suelo.

— ¡Es lo que quiero que hagas!

— S—si... Usted es, a quien llamamos, Sabio.

Con esas palabras Piero quedó completamente desconcertado. Él planeaba buscar a su sabio para hallar respuestas, pero todo se desmoronó con esta afirmación. ¿Desde cuándo un ser con tanto conocimiento se asemeja a alguien que ha perdido completamente sus recuerdos? ¿Por qué alguien con tanto poder, tendría que sufrir tanto por conseguir comida? ¿Acaso alguien que puede crear lo que sea puede terminar casi muerto por no poder comer? ?¿Eso es acaso posible?

Piero miró sus manos, aquellas manos con las que tuvo que matar para sobrevivir, con las que se aferró a su supervivencia durante un año entero. Aquellas manos que maldijo por no ser más fuertes, más rápidas, más resistentes, más útiles.

Rápidamente descartó la idea de ser un sabio, él no podía serlo. Miró en dirección a Fron y habló con furia.

— Explícame detalladamente lo que significa ser un sabio.

__———__

Después de haber salido corriendo del regazo de Fii, Speedy siguió en dirección del olor de una hembra cercana. Esta estaba escondida unos metros más adelante que ellos, sin embargo, al tenerla al frente de ella se percató de otros tres seres más. Estos eran similares a Piero, pero no desprendían el aroma de un macho esto debería ser imposible, todas las criaturas eran diferenciados en machos y hembras y los que no se podían clasificar desprendían otro tipo de aroma, pero estos no lo hacían.

Speedy quedó desconcertada por lo que decidió verlos a la distancia. Empezó a volar para tener una mejor vista, pero llamó la atención de otra criatura que pasaba volando por la zona.

Esta medía el triple de largo que ella y sus largas garras podrían partirla a la mitad si la agarraban.

Speedy empezó a volar a toda velocidad para evitar ser atrapada, pero la velocidad de la otra criatura era mucho mayor, con lo cual, decidió volar entre los árboles para disminuir su movilidad. Sin embargo, la criatura a pesar de ser grande podía volar muy flexiblemente a través de los árboles por los que se metía.

Speedy utilizó todos los atajos disponibles pero de todas maneras la criatura continuaba alcanzándola, lanzando zarpazos de vez en cuando.

La persecución duró mucho más de lo que pensó, habían abandonado el pantano hace mucho y la noche ya estaba cayendo. Speedy ya no podría seguir volando. Miró a su alrededor y vio las raíces que sobresalían de los árboles, sobresalían de la tierra y se sumergían después de formar un arco, esto le dio una idea. Bajó la altura de su vuelo y empezó a volar entre las raíces provocando el que la criatura tenga dificultades al alcanzarla. Sin embargo, la distancia entre ellos no aumentaba.

Si no cambiaba de estrategia, su fin estaría cerca.

Su perseguidor tenía cuatro alas en su espalda, en la punta de su cola sobresalían tres largas y afiladas garras. Una forma desagradable para Speedy, ella prefería seres con pelo en vez de plumas.

Dejando de lado sus gustos, Speedy se elevó al cielo a gran velocidad. La altura no la beneficiaria en una persecución donde el perseguidor tiene mayor velocidad. Sin embargo ella tenía un plan.

La criatura la siguió a gran velocidad, su trayectoria esta vez era en línea recta por lo que no le sería difícil alcanzarla, agitó rápidamente sus cuatro alas aumentando su velocidad. Cuando la criatura estuvo a punto de atraparla Speedy dejó de volar y giró su pequeño cuerpo de tal manera que logró esquivar sus garras.

Inmediatamente empezó a volar en picada.

La criatura que se encontraba completamente enfurecida la siguió. La velocidad de ambos había aumentado drásticamente por volar perpendicularmente contra el suelo.

Ambos dejaron de agitar sus alas, ya que la misma gravedad podría aumentar su velocidad sin que ellos hagan algo, sin embargo, el cuerpo redondo de Speedy no era aerodinámico por lo que su aceleración era mucho menor a la de la otra criatura, que obviamente estaba diseñada para grandes velocidades.

La distancia entre ellos apenas era unos metros y ya habían alcanzado la copa de los árboles. Segundos después, la criatura ya estaba abriendo su pico para morder a Speedy, sin embargo, ella desplegó sus alas y levantó su cuerpo dando un giro extremadamente cerrado, esto no podría ser replicado por la criatura a la velocidad que iban. Su velocidad le había jugado en contra, ya no podía seguir a Speedy, debía de frenar lo más rápido posible. Desplegó sus alas con dificultad. Levantó su pico y bajó su cola para frenar, pero era muy tarde.

La criatura impactó contra el suelo formando una flor de color granate.

Speedy se elogió a sí misma y decidió volver con Piero, sin embargo, la distancia entre ellos debería ser extremadamente larga, por lo que no había forma que ellos se encuentren cerca. De repente, un olor llegó a ella. Un olor que había percibido recientemente. El olor le recordó a la hembra que había estado rodeada de los machos sin olor. Se acercó a la fuente y descubrió a una pequeña hembra recogiendo agua en un depósito de madera. Esta tenía el pelo largo hasta sus rodillas y una expresión triste en su cara.

Esto la molestó, no porque estuviera triste, sino porque sería otra contrincante más, pero ahora no estaba Piero para detenerla.

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