Después de terminar de limpiar su cuerpo se dirigió a casa de la líder, donde la encontró esperándolo en la puerta. Con su peculiar cabeza de insecto y marcas por su cuerpo la líder se inclinó y saludó.

— Bienvenido Piero. Me avisaron que tienes información importante para mí.

— Es cierto y es muy importante que lo sepa.

— Bueno hablemos dentro. —Deslizando la cortina entró a la casa.

— Sí gracias, y perdón por enviar a Rai, tengo entendido que ensució su casa.

— No se preocupe por eso, el error fue de ella por no pensar en eso. Además ya limpié lo que ensució.

Siguiendo a la líder llegaron al comedor, donde estaba el cuerpo de la criatura sobre un plato y Rai parada a un lado.

"¿Llegó antes que yo?"

Le dió una mirada rápido, no tenía ninguna mancha.

"¿Se limpió en otro lado?"

— Tome asiento por favor. —Señaló una de las sillas.

Cuando se sentó Dayana tomó la silla delante de él.

— Rai no me ha contado nada todavía, quisiera saber todos los datos de usted y por qué trajeron esta criatura.

— Humm... Bueno, como le conté esta mañana tenía sospechas si los desertores se escondían en algún túnel de la cueva, por eso le pedí que nos dejara revisarlas.

— ¿Allí encontraron esta criatura? —Miró a la criatura sobre la mesa.

No había tenido mucho tiempo para examinar a la criatura por lo que parecía muy extraño al verla sobre la mesa. Esta era del tamaño de un brazo, tenía dos patas, una boca vertical que se extendía hasta su cuello, una cabeza muy grande para su cuerpo y dos ojos que sobresalían de esta. Además estaba escuálido por lo que se veían los huesos y tenía una hendidura en su pecho por algún golpe que recibió.

— ... Sí, en un túnel que estaban cavando... este cruzaba con otro túnel suyo.

— ... Siga. —Asintió con la cabeza.

— Al principio creímos que era el túnel de los desertores. Sin embargo cuando llegamos al final encontramos a estas criaturas, eso parecían madrigueras o eso pensé, pero no pueden ser madrigueras porque el túnel es demasiado extenso como para llegar a la superficie, además había muchos de ellos. Ahora mismo hay una montaña de cadáveres en la cueva.

— ¿Tantos? —Se asombró por la descripción— ... Nos hubiéramos dado cuenta desde antes.

Dayana volteó a ver a Rai y ella asintió con la cabeza.

— Eran demasiados en muy poco espacio. Lo más probable es que ellos habían estado cavando el túnel por una migración a causa de la época de lluvia... Eso explicaría por qué iban en línea recta.

— ¿Siguen presentando una amenaza para la aldea?

— Si siguen su camino creo que no serán una amenaza, pero si deciden quedarse seria un gran problema.

— ¿No mataron a todos?

— Es difícil saberlo, deberíamos ir nuevamente para comprobarlo. Pero es peligroso.

— ... Usted sabe sobre ellos ¿cierto?

— Es muy poca la información que tengo ¿Qué quiere saber? Responderé si es algo que sé.

— Quiero saber ¿Qué zona puede tomar como su habitad? Así sabremos si decidirán avanzar o quedarse.

Tenía razón la líder, Piero se sorprendió por su idea. Llevó su mano a su mentón e intentó recordar todo lo posible y completó información con criaturas similares que si tenía información completa.

— Ya veo ... Un lugar seco con tierra firme, normalmente viviría en cuevas. La cueva es un buen lugar, pero no hay criaturas que comer así que no se quedarían por mucho tiempo. El túnel que cavaron estaba húmedo así que se moverían... —Se detuvo un momento para pensar, algo no cuadraba bien— Ellos no desprenden baba, no debería estar húmedo el túnel. Además antes de llegar al túnel el camino ya estaba húmedo.

Encontró incongruencias en sus idea. Si detectaron humedad ellos no deberían seguir avanzando en la misma dirección.

— No tiene sentido, ellos no pudieron humedecer el túnel, es decir estaba así antes que ellos lleguen, si encontraron humedad no deberían seguir avanzando.

Se sumergió en su mar de dudas mientras que Dayana parecía estar interesada en algo más.

— Rai trae un mapa.

Rai que había estado inmóvil y callada pareció cobrar vida y empezó a moverse. Salió de la habitación y segundos después volvió con una mapa en sus manos.

— Aquí está. —Movió a la criatura a un lado y desplegó el mapa en la mesa.

— ¿Puede señalar la dirección del túnel?

Miró el mapa y distinguió la aldea, estaban las casas, la valla que rodeaba la aldea, los árboles atados a su alrededor, la cueva y el río en que se bañaban. Empezó a ubicarse y señaló un camino con su garra.

— Cruzaban por aquí. —Hizo una raya en la cueva— De este punto a este.

—Entonces venían de este lado... —Deslizó su garra por el mapa retrocediendo.

Los tres se sorprendieron al notar que el camino cruzaba por la aldea.

— ¿Cruzaron por debajo nuestro? —Susurró Dayana.

— Depende de si el camino que hicieron fue recto...

Dayana miró el mapa un rato más y luego volteó a ver a Rai.

— Rai, que más hay pasando esta parte del mapa.

El mapa era pequeño, pero como Rai era una exploradora debería saber qué había en esa dirección.

— ... Pasando esa zona solo hay pantano.

— Entonces no pueden haber venido de ese lugar. Tomaron un desvío después de todo.

— ... Húmedo... —Susurró— Ya sé por qué está húmedo el túnel. —Recordó el pozo en la aldea.

Dayana trató de descubrir de dónde venían pero Piero decidió ver en qué dirección iban. Piero deslizó su garra y se detuvo unos centímetros después.

— Se dirigían al rio.

Las dos miraron donde señalaba Piero, y se quedaron inmóviles por un momento. El rio que señalaba Piero no era el pequeño río donde se bañaban sino el rio principal.

Piero no conocía el río por lo que no sabía con exactitud qué tan grande era, pero Dayana y especialmente Rai, sabían que estarían en graves problemas si una corriente tan fuerte se dirigiera hacia ellos.

— ... ¿Dices que hay un túnel que conecta el Rio y la aldea?... ¿Qué pasaría si hubieran llegado al rio?

— ... No lo sé ¿Quizás solo se llene? La tierra aquí es firme no creo que sea un problema.

Con sus palabras las dos pudieron respirar tranquilas.

"Ahora que lo pienso todas las casas están elevadas pero la casa de la líder no... ¿Por qué?"

— ¿Es seguro seguir picando en la cueva?

— Si no pican en dirección al rio entonces estarán bien también deberían sellar el túnel, así evitan que el agua se dirija debajo de la aldea.

— Taparemos el túnel mañana por la mañana. Utilizaremos a los peleadores así que no será un problema para ellos si se encuentran con otra de esas criaturas ¿Es todo lo que tiene para informarme?

— ... Sí, es todo.

— Ha sido de mucha ayuda Piero, debe estar muy hambriento, Rai llama a los demás sabios para empezar a comer y quita esa cosa de la mesa.

Lo trataba muy bien a diferencia de Rai. Piero no podía distinguir si estaba enojada o feliz.

— No se preocupe, iré a llamarlas yo mismo.

— Como usted prefiera. Lo esperaré con la comida en la mesa entonces.

Rai rápidamente enrolló el mapa y se llevó a la criatura. Pero tropezó y cayó al suelo.

— ¡Heee!

— Quítate del camino, no vez que estorbas. —Habló completamente disgustada.

Sin siquiera conocer su verdadero rostro Piero podía imaginar su cara de disgusto con solo escucharla. No le gustó que hable así de Rai, pero no reclamó y se acercó para ayudarla a levantarse.

— Di-disculpe no fue a propósito, yo-

— No te preocupes. Sé que no fue a propósito.

Como siempre Rai empezó a disculparse y Piero la interrumpió.

— Es que no fue mi culpa. —Volvió a hablar.

Pero esta vez su disculpa sonó un poco inusual.

— El sabio te ayuda a levantarte y usted tarda en agarrar su pata, deberías sentirte avergonzada.

"Otra vez dijo "Pata""

— No, no es eso. Es el piso... Está temblando.

Los tres se quedaron en silencio al escuchar a Rai. Puede ser una excusa por su tropiezo, pero Piero no creía que ella actuara así. Bajó una rodilla y puso su mano en el piso. No pudo sentir nada.

— ¿Cuándo te caíste lo sentiste?

— Y después también...

Justo cuando lo dijo Piero sintió una vibración.

— ¡Otra vez!

— Rai deja de inventar excusas tontas.

— No, espere, también lo sentí, tiene intervalos cortos, pero no son rítmicos.

Recordó la vez que Camila tocó la puerta de su refugio. Como en esa ocasión tranquilizó su ritmo cardiaco, cerró sus ojos y puso toda su atención a su audición. Llevó su cabeza al piso para poder sentirlo mejor.

— No es agua. —Descartó la idea que el túnel se esté inundando— No parece una pelea. Es como si golpearan algo repetida veces...

— ¿No puede ser que alguien esté minando?

— Después de ver la montaña de cadáveres dudo que quieran cruzar sobre ellos para picar. Además deben estar comiendo ahora  —Despegó su cabeza del piso y continuó— El sonido proviene de abajo.

— ¿Abajo? ¿Hay una cueva debajo de la aldea?

— Si es así, entonces tendrán un gran problema si se llena de agua.

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Con su conciencia regresando a ella sintió que estaba flotando, veía borroso y los sonidos se escuchaban distantes. Sus párpados se sentían pesados, no tenía fuerza y su boca se sentía seca.

— Hummm...

Delante de ella había alguien hablándole pero no entendió qué le decía. De igual manera no le importaba, ella tenía arto sueño y tan solo escuchar le causaba cansancio. Cerró sus ojos decidida a seguir durmiendo.

Inmediatamente después todo se ilumino, su cuerpo se tensó dolorosamente, sus oídos no pararon de zumbar, dejó de respirar y su corazón dejó de latir. La mezcla de dolor, inconsciencia y estar a punto de morir invadieron su mente. Todo pasó tan rápido que no pensó ni quiera qué le estaba pasando.

Una sensación extraña invadió su cuerpo, como si el sueño mismo te estuviera arrastrando a que duermas eternamente. Pero antes de eso la luz corrió otra vez por su cuerpo. Devolviendo sus signos vitales

— ¡HAAAAAAAAAAA!

Su garganta seca dejó salir un grito desgarrador, ahora estaba consciente nuevamente y sintió el dolor que la primera vez apenas sintió.

— ¡HAAAAAAAAAAAAAAAG!

Abrazó su cuerpo y empezó temblar no entendía nada, sólo sentía dolor, su cuerpo le picaba por todos lados por cualquier brisa que le tocaba. Se tumbó al piso y empezó a rodar. Tocar el piso le dolía y por no querer tocarlo se movía y lo tocaba con otra parte del cuerpo volviéndolo un círculo vicioso.

— ¡HAAAA! ¡HAAAAAAAAA!

— Tranquila, ya pasará.

— ¡Haaaaa! ¡Haa! —Respiró por la boca.

Como aquella voz dijo, el dolor empezó a irse rápidamente hasta desaparecer completamente.

— Bienvenida, sé que es repentino pero tenemos un viaje que hacer. No te preocupes, será rápido, pero antes de eso quiero unas respuestas. Eres un Niño prodigio ¿No? Será fácil para ti.

Aquel hombre que le hablaba, soltaba palabras sin sentido, sin embargo entendió la última parte.

— ... ¿Dónde estoy?

— Bueno, terminamos varados aquí, pero eso no importa. ¡Pregunta, responde en menos de diez segundos!

Con esas palabras toda su atención fue dirigida a él. O mejor dicho hacia la pregunta que estaba a punto de realizar, ella respondería lo más rápido que pueda. Ella debía responder.

— Código genético de los humanos, tienes un lápiz y papel, escríbelo ahora.

Buscó cerca suyo, deslizó la hoja hacia ella y levantó el lápiz para escribir. Pero cuando estuvo a punto de escribir recordó la pregunta y su cabeza estalló en dolor.

— ¡Hug! —Agarró su cabeza con dolor.

— Así que también tienes un Bloqueo, no me eres útil se está forma. —Suspiró— Bueno quería una nueva incubadora la actual será difícil de transportar.

Aquella criatura levantó un aparato similar a un pequeño control y se lo enseñó.

— ¡No, espera, sé la respuesta! Solo espere yo responderé es... es... —Su cabeza empezó a doler pero prefería ese dolor en vez que el dolor que provocaba el control.

Con cada esfuerzo recuerdos empezaban a llegar a su mente adolorida.

— Eras un Niño prodigio después de todo. Pero este aparato ya no funcionara en ti, la metamorfosis se encargó de quitar cualquier cosa ajena al cuerpo original.

Las palabras no le llegaron, ahora estaba esforzándose al máximo para responder la pregunta del hombre y asimilar la lluvia de recuerdos en su cerebro. Provocandole dolor en el proceso.

— Es verdad que este pequeño aparato ya no puede hacerte nada, sin embargo no es la única manera para hacerte sufrir aquí.

Desplegando un teclado de la nada, presionó algunas teclas y empezó a encapsularla.

— Espere por favor ¡Espere! —Desesperada por no saber la respuesta empezó a llorar— E-espera yo... Yo...

Las lágrimas se derramaban por sus ojos en gran cantidad, hasta empezó a moquear de tanto lloriqueo. No quería ser castigada, ella odiaba ser castigada, era doloroso muy doloroso.

— No rompí ninguna regla, yo responderé. —Se hizo una bolita mientras lloraba y se abrazó a si misma— Wuaaaa ¡wuaa! ¡Por favor papi, por favor mami! ¡Yo seré una niña buena! ¡WAAAA! ¡HERMANAAAA!

La cápsula se cerró y la luz volvió a invadir su cuerpo junto con el dolor que la despertó.

— ¡HAAAAAAAA!

— Serás una incubadora, no necesitas tus recuerdos.

— ¡HAAAAAAAAAAAA!

La criatura salió de la habitación dejándola sola mientras gritaba.

— ¡HAA! ¡HAA! ¡HAAAAAAAAA!

Cuanto la siguiente descarga la envolvió perdió el conocimiento y su cuerpo se desplomó en el suelo como un trapo lanzado. Todo se distanció sus recuerdos parecían lejanos, si tan solo hubiera respondido. Era el lamento que siempre tuvo desde que era consciente de sí misma. Si tan solo hubiera sido un poca más inteligente no tendría porque haberlo cometido, un pecado que ahora había olvidado.

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Primero el tema de los sabios, luego el escape de algunos en la aldea, después las criaturas en las cuevas, seguido de la noticia de Camila que todos estaban locos y por último una cueva debajo de la aldea. Piero ya no sabía cuál problema era el peor. Cada vez se volvía más complicado vivir en tranquilidad.

"Sí que es difícil encontrar un lugar donde vivir y protegerlo." —Suspiró.

Saliendo de la casa de la líder Piero encontró a Camila esperándolo fuera.

— Pensé que estarías con Fii.

— ¿Ella? —Se sorprendió al escuchar el nombre— Cierto me había olvidado.

— ¿Olvidado? Es tu hermana deberías estar preocupada por ella.

— Lo estoy, solo que no dejo de pensar en que debemos abandonar la aldea rápido.

Piero la miró por un momento, no sonaba muy convincente pero si era cierto entonces debe ser lo suficientemente preocupante como para que se olvide de Fii.

"¿No debería ser al revés? ¿Por preocuparse por ella no debe pensar en huir?"

Piero sacudió la cabeza, habían más problema importantes que deberían estar en su mente.

— Bueno, comeremos primero, vamos por Fii, espera, creo que Rai no demora hay que esperarla.

— ¿Otra vez ella? —Se quejó Camila.

— Ya terminé sabio Piero.

Como si la hubieran llamado, Rai salió de la casa de la líder. Estando los tres listos empezaron a caminar de regreso a la casa de Rai.

— ... Camila ¿Escuchas los golpes en el suelo?

— ¿Golpes? —Miró a Piero confusa.

— Sí, descubrimos que hay golpes provenientes del suelo.

— Los único golpes que escuché... provenían de la casa de Merli.

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Con diez armas apuntándola, Merli no supo qué hacer, si fueran diez compañeros quizás podría ganarles, pero diez armas que utilizaba el sabio eran imposibles.

Merli iba a morir por hablar de más con una sabio. Sabía que actuó mal, pero ella no se disculparía.

Ahora solo debía esperar su muerte, quizás el gran sabio se enojaría con ella por matarla y la traería de vuelta a la vida, después de todo el gran sabio podía hacer cualquier cosa. Eso era lo que ella pensaba.

Merli cerró sus ojos y sonrió victoriosamente. Posteriormente fuertes sonidos de disparos hicieron que cayera al suelo, hasta que los sonidos se detuvieron.

Pero por mas que esperó no se sintió adolorida o algún cambio en su cuerpo, por lo que abrió un ojo.

[Es una broma, caíste]

Había aceptado su muerte y ahora resultaba que fue una simple broma, Merli estaba muy enojada no podía cuantificar su enojo en este momento.

— ¡Maldita! ¿Dónde estás? ¡Quiero patear tu cara ahora mismo! No te escondas, sal ahora mismo.

Las armas se habían ocultado así que empezó a correr por los pasillos y abrió todas las habitaciones que tenía permitido abrir y para su mala suerte no la encontró.

[Usted es muy graciosa señorita.]

— ¡No me vengas con tus halagos ahora! ¿Dónde estás maldita?

[No tengo un cuerpo físico, solo soy un IA, espero llevarme bien contigo.]

— ... ¿No tienes cuerpo? ¿Eres un... fantasma?

[Puede verlo de esa manera.]

Merli decidió dar la vuelta y regresar, su padre y conocidos le habían hablado los fantasmas y si algo aprendió de ellos es que daban mucho miedo y cualquier cosa relacionada con fantasmas erizaba todo su cuerpo a tal grado de empezar a correr.

— ¡Heeeeee!