Capítulo 16: Crear vida

Como lo había previsto, la sabio soltó palabras incoherentes, Quiere que finja ser un sabio y que ella finja ser una criatura. Riu pensó que estaba mal de la cabeza esa sabio. ¿Qué son las "amigas" como para dejar intercambiar posición tan fácilmente entre un ser tan poderoso y una insignificante criatura como ella?

— Jeje, es una buena idea ¿no crees?, será divertido.

— P-pero yo no soy un sabio...

— Yo tampoco. —Respondió sin dudar.

— ¿Qué?

— Bueno, eso creo. —Sacó la lengua— No soy muy inteligente pero ¿Ser un sabio no es solo ser un líder? Piero dijo que es imposible crear cosas de la nada, de eso sí está seguro. Así que el Gran sabio es un mentiroso.

— ... ¡El gran sabio no es un mentiroso! El puede hacer todo... —Nuevamente dijo cosas sin sentido.

— Hum... Bueno si eso es cierto entonces yo no soy un sabio, y si fuera falso entonces ser un sabio solo sería ser un líder, sea cierto o falso no puedo hacer lo mismo que el gran sabio y no soy la líder, el líder es Piero.

Riu se quedó completamente en silencio al escuchar el razonamiento de Fii. De alguna manera parecía tener razón pero de manera un tanto rebuscada.

— ¡Y lo más importante!

La sabio había estado relativamente tranquila por lo que la repentina subida de tono la asustó.

— ¡Para ser amigos no existen limitaciones!

La radiante sonrisa de Fii opacó sus pensamientos.

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— Parece que se están divirtiendo adentro.

— ¿Divirtiendo? Mi hermana...

Habían estado conversando su línea de acción con Rai pero su conversación fue opacada por las risas de Fii dentro de la habitación de al lado. No podían escuchar su conversación por lo que no estaban al tanto de lo que pasaba dentro. Piero trató de tranquilizar a Rai con el comentario, pero parecía haberla preocupado más.

— ¿Crees qué este bien dejarlas solas? —Preguntó Camila.

— ... ¿Por qué lo dices?

— Riu, no causará problemas se lo aseguro, pero si les molesta en algo permítanme asumir la responsabilidad...

— Te dije que dejaras de tratarnos así.

— ¡Lo lamento tanto! Por favor no-

— Esto será más difícil de lo que pensé. —Dejó caer unas hombros.

— Hablaré con Fii para que no moleste a tu hermana.

— No tiene por qué hacer eso, ella no tendría la culpa pero si mi hermana comete algo que les disguste-

La puerta de la habitación fue abierta interrumpiendo su conversación. La primera en salir fue Riu quien se veía incomoda de varias maneras, detrás de ella Fii, que por alguna extraña razón se veía tranquila y callada, pero parecía aguantar su risa.

— ... Hermana saldré a regar los cultivos... Si me permiten ir -

— ¡Hee! —Se quejó Fii por detrás.

— ... S-saldré un momento... Con su permiso...

Riu corrió hacia la puerta trasera y antes que estirara su mano para abrir la puerta, Fii la abrió por ella, además de inclinarse como si fuera una especie de mayordomo, claro que ellos no recordaban la palabra "mayordomo" pero tenían esa impresión.

Fii soltó una ligera risa y siguió la pequeña figura de Riu que se desvanecía por la puerta. Todos miraron en silencio la escena. Cuando la puerta estuvo a punto de cerrarse se abrió repentinamente y Fii asomó la cabeza.

— Hermana voy con Riu a regar sus cultivos aquí atrás.

Y así la puerta se cerró. Con la voz de Fii sonando a la distancia diciendo "Disculpe la demora señorita sabio"

— Están jugando... Creo... —Susurró Camila.

Camila y Piero voltearon a ver la expresión de Rai, esta se veía como si le hubieran sacado todo el contenido y hubieran dejado una cáscara vacía. Ella colapsaría en cualquier momento.

— ¡Fii solo está jugando! No te lo tomes en serio, solo están fingiendo. Es más, yo me responsabilizo de cualquier acción de ella, como ustedes lo verían es un sabio que traje bajo mi mando, así que no tendrían que pensar que están obligadas a seguir sus órdenes. Velo de esa manera, son niñas después de todo, hasta los sabios pasan por la niñez...

Piero empezó a soltar excusas sin pensarlo mucho, cosa que trajo términos que nunca antes había utilizado, pero gracias a aquellas palabras la luz volvió a los ojos de Rai, y sus hombros volvieron a moverse, demostrando que estaba respirando.

— ... Son... Solo niñas jugando... —Rai repitió para intentar creérlo.

— ¡Sí! Solo... Déjalas ser... —Lentamente se le acercó y agarró su hombro.

— Pero si-

Antes que pueda hablar Piero la interrumpió.

— No te preocupes, yo me haré responsable.

Estiró su mano y la ayudó a levantarse.

— Bueno sigamos con lo acordado —Trató de distraer a Rai cambiando de tema.

— Llamaré a Fii y Riu.—Se levantó y agarró su mochila.

— No déjalas jugar.

— Pero es peligroso-

— Después de ver los alrededores no creo que criaturas peligrosas ronden cerca de la aldea.

— ... No hemos sufrido ataques de criaturas en el último año. —Añadió Rai.

— ... Si es así... Es realmente sorprendente. No hay de qué preocuparse Camila.

Camila lo miró sorprendida.

— No me refiero a eso ¿No recuerdas a la chica de la mañana?

— ... ¿Te refieres a Dayana? No sé por qué la olvidé pero ahora sí la recuerdo. Si a eso te refieres...

— No, ella no. La chica que nos atacó.

— ¿Nos atacaron?...

Piero la miró con asombro, no recordaba nada de lo que le mencionó Camila. El primer recuerdo después de despertar es estar en una habitación blanca, con Camila, Fii, Rai y Dayana a su lado. No, todavía tenía recuerdos un poco antes de eso, él estaba enojado con... ¿Dayana? No, ¿Por qué estaría enojado con ella? Su mano estaba ensangrentada, pero no sabía de quién era la sangre. Los recuerdos estaban tan confusos y lejanos que los había ignorado. Miró las palmas de sus manos y no encontró ningún rastro de sangre o algún corte.

¿Qué fue lo que pasó para que perdiera sus recuerdos de esa manera? ¿Está perdiendo nuevamente la memoria? ¿Es eso normal? ¿Los sabios pasan por lo mismo cada cierto tiempo? ¿Se olvidará de Camila y Fii?

Preguntas inundaron su cabeza, Piero estaba harto de esa sensación abrumadora de impotencia. ¿Qué debía hacer para evitar perder sus recuerdos?

— ... No lo recuerdo. —Miró a Camila seriamente, respiró profundo y continuó— Por favor cuentame todo detalladamente.

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En la parte trasera de la casa de Rai había un pequeño cultivo con varias plantas, unas apenas brotaban del suelo y otras tenían frutos a punto de madurar. Riu y Fii salieron a regarlas, pero Fii terminó regando las plantas mientras Riu la observaba nerviosamente.

— ¿Entonces ahora qué harías? —Corrió detrás de Riu— O mejor dicho, ¿En qué puedo servirle? —Habló tratando de ocultar su risa.

— ... Trataría de hacer cuerdas ...

— ¡Oh! ¡Cuerdas! Sé cómo hacerlas, Piero me enseñó, pero las de él siempre salen lindas y las mías delgadas de un lado y gruesas por otro.

— ¿Te pasa lo mismo? —Preguntó sorprendida.

— ¿"Lo mismo"? ... Jiji sí. Piero dice que debo de mantener una tensión uniforme mientras se enrolla, ¡Pero no me sale! —Infló sus mejillas.

— ... Yo no soy tan buena como mi hermana... ¿"Tensión"?...

— ¡He! Disculpe mi torpeza señorita sabio por decir palabras que no conoce ¡Por favor no me castigue! —Fingió arrepentimiento.

— ¡E-Espera! ¡No hables fuerte! Y-yo yo... —miró a los lados para saber si alguien la escuchó.

— Jijijiji. —Se lanzó sobre Riu abrazándola— Que sabio más tímida eres.

Sin poder quitársela de encima Riu fue atacada por los abrazos de Fii.

— heeeheheheh...

— ¡La seguiré a donde sea!

— ... ¡Heheheee! S-sigamos entonces.

Como último recurso le siguió el juego y logró quitarse a Fii de encima. Esta vez recogieron algunas hojas largas que estaban secando al lado de los cultivos. Estas hojas eran del doble del tamaño de Fii. Pero su grosor apenas superaba su cintura.

"Me pregunto de dónde consiguieron esta hoja" —Pensó Fii.

— ¿Con esta son suficientes? —Levantó un extremo de las hojas, señalando que tenía cuatro.

— ... S-sí, yo podría ayudarte a llevarlas... —Estiró sus temblorosas manos para ayudarla.

— Usted es una sabio que se preocupa mucho por los demás ¿No cree?

— ...

— Jeje, yo puedo sola, muchas gracias ¿A dónde lo llevo?

— ... Huu, dentro ¡No! Acá en la puerta... —Señaló el piso de madera afuera de la casa.

Fii arrastró las hojas hasta llegar al lugar indicado.

— ¡Ahora a cortarlas! Haga los honores señorita sabio. —Sacó la lengua.

— ... Está bien...

Separó una hoja de las demás y la extendió en el suelo, luego con una de sus garras cortó una delgada cinta, Fii Miró el procedimiento y empezó a ayudar.

— ¡Ya sé!

Riu se estremeció cuando escuchó esa frase, ya la había escuchado otras dos veces el día de hoy y lo que sucedió después no fueron buenas ideas para ella. Pero no tenía escapatoria, sólo debía aceptar lo que esté por venir.

— Hay que hacer una competencia, yo haré una cuerda con esta hoja de aquí. —Señaló una hoja— ¡Empecemos!

— ¿Heee? ¿Ya empezó?

Fii empezó a cortar la hoja señalada mientras que Riu estaba sorprendida por el repentino comienzo de una competencia. No había especificado reglas, solo que el objetivo era hacer las cuerdas. Cortar tira por tira tomaría mucho tiempo por lo que decidió cortar con sus cinco garras.

Las dos estaban concentradas en completar las cuerdas.

Después de volver tiras las hojas las ataron en tres tiras distintas del mismo tamaño, para después empezar a trenzarlos.

Fii utilizó un barandal como apoyo, así se le haría más fácil trenzar las tiras. Al darse cuenta de esto Riu se percató de su desventaja y buscó un apoyo, decidiendo utilizar el barandal a espalda de Fii. Riu sabía que había perdido tiempo valioso por lo que apresuró sus manos.

"¡Heeeee! Perdí mucho tiempo ¡Debo apresurarme!"

Moviendo sus brazos rápidamente llegaron al otro extremo de las tiras, esta vez las dos podían ver el progreso de la otra, para su sorpresa ambas estaban atando los extremos.

"Estamos iguales"

Ahora faltaba desatar el extremo que ataron al barandal y volverlo a atar para dejar finalizada la cuerda, las dos se miraron por unos segundos y se lanzaron a sus respectivos barandales para desatar su cuerda.

"Debo terminar rápido, si no ella... Ganaría... ¿Pero, realmente debo de ganar? ¿No debería de ganar ella?... Ella es-"

— ¡Terminé! Heeeee ¿Ya habías acabado?

Riu miró a Fii que repentinamente apareció frente suyo.

— ... ¿Acabar? —Miró sus manos y allí estaba la cuerda con los dos extremos atados— ¡He! No, no yo perdí, no está terminada le falta... Le falta...

Buscando algún defecto en su cuerda para demostrar su derrota se percató que la cuerda sobre sus manos era uniforme y el trenzado era firme. Después de mirar su alrededor y mirar lo que tenía en sus manos por fin habló

— ... Esta no es mi cuerda...

— ¿Hee? Pero si la tienes en tus manos.

— ... Pero está bien trenzada... Las mías no quedan así...

— Jeje te quedó muy bien, la mía también quedó mucho mejor de lo que esperaba. ¡Mira! —Le enseño orgullosa una cuerda similar.

— ... Pero esta... No es mi cuerda... —Riu no podía creerlo.

— ¡Heeeeeeee! Es tuya. Tú ganaste.

— ... Pero yo-

— ¡Entonces! dejémoslo en un empate. —Levantó la cuerda de Riu— ¿Así está mejor? —Sacó la lengua— Mira ¿No crees que nuestras cuerdas son iguales? ¡Es la primera vez que me sale tan bien! ¿No crees que es emocionante? Éramos malas haciendo cuerdas y mejoramos a la vez ¿No crees que somos iguales?

— ...

— ¿No crees que si ambos podemos mejorar no nos hace iguales?

— ...¿Somos iguales?

— Yo creo que sí, después le preguntaré a Piero para confirmarlo. —Sacó la lengua.

Riu alternaba su mirada de las cuerdas que tenía Fii, ambas se veían similares a pesar de ser hechas por dos seres distintos.

— ... Iguales-

Antes de que pudiera terminar su frase la puerta se abrió repentinamente, asomándose Camila.

— ... Fii, menos mal no te alejaste.

— Yo no me alejaría mucho de ti. No salimos de la cerca de los cultivos. —Respondió mientras corría hacia Camila.

Detrás de Camila salió su hermana y Piero, este la miró con la misma mirada de penetrante y sin luz que le mostró cuando se vieron por primera vez, Riu solo pudo estremecerse al ser vista. Al parecer no todos los sabios se comportaban tan amigables con los de su raza, es más quizás Fii era la única.

— ... Es mejor que entren, esperen en el dormitorio mientras nosotros salimos.

— ¡Entendido! —Levantó una mano mientras respondía alegremente— Vamos Riu. —Agarró a Riu de su mano y la llevó dentro de la casa.

Camila y Rai las miraron sorprendidas, Camila por lo rápido que aceptó Fii y Rai por lo tan cercanas que se veían. Dejándolos atrás las dos pequeñas criaturas entraron al dormitorio.

— ... Parece que no le agrado al sabio Piero...

Después de asegurarse de cerrar la puerta del dormitorio mientras era arrastrada por Fii, Riu soltó ese comentario.

— Llegamos a nuestro destino, ¿He? ... Hum no lo creo, así es su mirada. Hum yo digo que él... Tenía cara de... ¡Ya sé! Él tenía cara de preocupación.

— ... ¿Preocupación? ...

— Sí, creo que sí. Todavía no logro diferenciar bien sus expresiones, casi todas son iguales Jeje.

— ... Sus expresiones...

— ¿Qué haces cuando no sales de tu casa?

Fii miró alrededor para encontrar algo con qué jugar.

— ...Cuando no salimos de la casa, mi hermana y yo pintamos las paredes...

Las cuatro paredes de la habitación estaban llenas de dibujos de plantas y criaturas que no podía reconocer. Excepto el dibujo gigante de una flor.

— ¡Oh! No conozco ninguna de las criaturas, pero esa flor me parece haberla visto antes... ¡Sí!

— ... ¿Esa flor?...

Fii giró su mochila y la abrió, no tuvo que buscar ya que fue el último objeto que guardó, una flor que le llamó mucho la atención. Había estado colgada en una cuerda mal entrelazada, que encontró en el camino a la aldea. Fii la agarró y se la mostró a Riu.

— Mira, es esta flor, la encontré en el camino, estaba atada en una cuerda mal hecha, tu hermana dijo que ella la había... —Detuvo su diálogo mientras recordaba un punto de información que no encajaba— ¿No dijiste que tu hermana era buena haciendo cuerdas?... Tu hermana dijo que ella era mala.

Fii levantó la mirada para ver a Riu, quien para su sorpresa estaba temblando y con una expresión de horror en su cara.

— ...Mi hermana... Ella...

— ¡Hee! ¿Estás bien? ¿Te duele algo? —Dejando la flor a un lado corrió donde Riu.

— ... Fii... Señorita sabio Fii...

— ¿Qué pasa?

— ... No castigue a mi hermana por mentir. —Se arrodilló y bajó la cabeza al suelo— Ella lo dijo para protegerme. Esa cuerda la hice yo y también colgué la flor...

Fii levantó la cabeza de Riu torpemente. Ella estaba temblando y parecía empezar a llorar en cualquier momento

— ¡Heeeee! Tranquila, no pasa nada, es una mentira pequeña. Levanta la cabeza. No hagas eso.

Riu agarró la pequeña mano de Fii.

— Usted es muy buena pero los demás sabios no lo verán bien, así que por favor le pido que los convenza para que no le hagan nada.

— Yo hablaré con Piero pero tranquilízate. —Fii estaba nerviosa al no poder tranquilizarla.

Riu la miró a los ojos y empezó a llorar.

— G-gracias, gracias. U-usted es muy buena, le juro lealtad por encima del Gran sabio.

Esta vez fue Riu quien se aferró a Fii llorando sin parar mientras le juraba lealtad.

— ¡Heeeeeee!

__----------__

Piero, Camila y Rai habían dejado a Fii y Riu para ir a ver a los animales de los que tanto se hablaba. Supuestamente eran criaturas creadas por el Gran sabio, criaturas dóciles utilizadas para el consumo de la aldea. Piero iba para descartar la idea de que los sabios eran criaturas capaces de crear vida ya que gracias a la información que recibía cada vez que veía criaturas sabría si lo de "crear" animales era cierto o falso. Aunque había una posibilidad que a pesar de no recibir la Información también podría ser falso que el Gran sabio los había creado, pero era una posibilidad baja.

— Es aquí, estos son los animales.

Al lado derecho de la aldea había varios tablones hasta la altura de los codos, estos estaban para aislar a los animales y no dejarlos sueltos. Piero respiró profundo y acompañó a Rai a la entrada. Ella abrió la puerta para entrar al corral.

— ... ¿Te llegó la información Piero?

Camila miró a los animales, ella no tenía la habilidad de Piero que le permitía reconocer las criaturas así que por más que los viera ella nunca sabría si era cierto o falso el tema de la "creación". Por eso en vez de quedarse viendo en los animales decidió preguntar directamente a Piero.

Al parecer Piero habló pero ninguna de las dos logró escucharlo.

— ¿Qué? —Preguntaron juntas.

Rai estaba igual de interesada por la respuesta, después de saber que Piero tenía la habilidad de reconocer animales con solo verlo y que posiblemente el Gran sabio al que tanto temía podía ser falso, obviamente estaría intrigada. Las dos se acercaron en silencio mientras esperaban que conteste nuevamente.

— ... No me llegó la información...

Delante de ellos habían tres tipos distintos de animales y ninguno de los tres le dio información a Piero.

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