El desayuno consistía en un plato con un gran trozo cilíndrico de carne, estaba rellena con tres especies de bayas comestibles, mezclados con una crema espesa que escurría por ambos lados de la carne, la carne se veía crujiente en la superficie, pero al hundir el cuchillo se deslizaba sin detenerse. Tenía algunas hojas en la base del plato no eran comestibles, quizás eran para la presentación del plato.

"Cuchillos... Pero es fácil cortar con las garras... ¿Es para no ensuciarnos?" —Pensó Piero.

— ¿Cómo debería referirme a usted? —Preguntó Dayana mientras cortaba un trozo de carne y lo metía debajo de su máscara.

Piero fue sorprendido por la pregunta, ser llamado de distinta manera era algo nuevo. Hasta Fii lo llamaba "Piero" siendo menor que él.

— ... Solo Piero, no necesitó que me llames Sabio ni nada de eso. —Mordió un trozo de carne que cortó.

— Está bien, Piero será. ¿Y ustedes? —Miró a Camila y Fii.

— A hem... Soy Camila un gusto, ella es mi hermana menor Fii —Miró a Fii— Igual que a Piero, preferimos que nos llames por nuestros nombres.

— ... Como ustedes quieran, y sobre su estadía, ¿Cuánto tiempo planean quedarse? ¿Realmente quieren una relación amistosa entre aldeas? Pueden hablar conmigo si quieren darle un mensaje a nuestro sabio, lamentablemente él está muy ocupado... Espero sean comprensibles.

Encontrarse con el sabio no era una opción ahora mismo, su dolor de cabeza no podría dejarlo pensar apropiadamente. Además debía desmentir la idea sobre la falsa aldea a la que pertenecen.

— ... Primero, sobre la aldea que mencionamos. —Miró fijamente a Dayana.

Camila comía mientras prestaba atención a la conversación, mientras que Fii cortaba torpemente la carne en trozos más pequeños.

— Solo somos nosotros tres...

Como la cara de Dayana estaba tapada, no sabían qué expresión estaba haciendo, tuvieron que esperar una respuesta verbal para saber su opinión. Para su sorpresa fue rápida.

— ¿Es así? Bueno una aldea con solo tres sabios ya es muy destacable, no podríamos compararnos con ustedes. —Cortó un trozo de carne y lo introdujo debajo de su máscara.

Camila y Piero suspiraron en su mente.

— Muchas gracias, es muy halagador de su parte. Su comida es realmente sabrosa.

— ¡Sííí, es muy rica! —Habló apenas tragó el bocado que tenía en su boca.

Piero se alegró de haberlas traído, hacían el ambiente más tranquilo.

— Me alegra oírlo. —Asintió con la cabeza.

— ... Sobre nuestra estadía. Sé que nuestra presencia desequilibra el orden aquí... Y que no es recomendable que nos quedemos...

Camila miró a Piero sorprendida, por fin habían logrado una gran fuente de información. Pero quedarse en el lugar no se les sería permitido.

— ... Y no quiero quitarle su liderazgo. Quiero que quede claro desde el principio. Solo estamos para aprender más de ustedes... Para entendernos a nosotros.

— ... Entiendo, su curiosidad es comprensible, son sabios después de todo. Y me alegra saber sus intenciones. Se lo haré saber al gran sabio... ¿Realmente no quiere tomar el liderazgo?

— ... No, no lo necesito. Solo quisiera quedarme un tiempo y luego nos iremos. Claro que ayudaremos como agradecimiento por dejar que nos quedemos, solo eso... Si usted y el gran sabio lo apruebas claro.

Dejar en claro sus intenciones y lograr una negociación justa, es lo que Piero quería dejar en claro. No quería abusar del poder que creían que tenía, le molestaba que trataran con él con miedo.

— No se preocupe hablaré con él, pero...

— ¿Pero? —Escuchar esa palabra estremeció tanto a Piero cómo a Camila.

— Yo apruebo su estadía, con eso es suficiente.

— ¿Sí? Muchas gracias, no le causaremos ningún problema.

Se levantó de su silla por la sorpresa, resultó más fácil de lo que pensó, además parecía que la líder no se sentía inferior por su presencia. Eso era destacable, ahora podían investigar libremente, además de conseguir un lugar seguro, aunque solo sea por un periodo corto, la idea de descansar alivió su cuerpo.

— Mientras sacian su curiosidad, quisiera un favor de ustedes. —Agregó Dayana mientras dejaba sus cubiertos.

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Su plan no fue como ella esperaba, al final el sabio que llegó no era competitivo, solo quería saciar su curiosidad como el otro sabio, esto no la ayudaría. Así que decidió cambiar la dirección de su plan.

Al principio tenía la intención de revelar algunas acciones del gran sabio, pero por la falta de interés de parte de Piero, decidió dar información ambigua mientras que les deja el trabajo a ellos, para que lo descubran ellos mismos. Así cuando sepan la verdad llegarían a ella para darle la información. Ellos ofrecerían una alianza, alianza que obviamente ella aceptaría.

— Sabios, sabios, son tan simples, si yo puedo manipularlos ¿no significa que soy superior a ellos?

Riendo en su habitación Dayana disfrutaba de su premeditación. No podía esperar el momento en que el gran sabio sea asesinado y ella tomara el control completo. Solo debía esperar y la espera no sería larga, ya que las evidencias estaban a simple vista.

— Debiste aceptar mi propuesta y dejar descendencia mientras aún estas vivo, "Gran sabio"

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— Debemos investigar sobre nuestro pasado, pero la petición de la líder es igual de importante, primero debemos aprender sobre el lugar, así tendremos una base sobre la cual partir —Piero miró a sus dos oyentes— También sobre el encuentro con el gran sabio, pediré que nos veamos en dos días, así tendrá tiempo para que se desocupe, es obvio que nuestra llegada fue repentina, no, nuestra sola existencia era inimaginable. Pero no creo mucho sobre los sabio.

— También lo dudo. —Afirmó Camila que estaba delante de Piero oyendo atentamente— Lo primero que deberíamos ver son los animales de los que hablan, con tu información sabrías si es cierto o falso. —Habló un poco dudosa.

— Exacto, tuve la misma idea. —Elogió la idea de Camila— Esos animales son la clave. Pero la Información no está llegando igual que antes...

Sorprendida por la noticia se acercó a Piero.

— ¿A qué te refieres? ¿Es por tu dolor de cabeza?

— ... Ahora que lo pienso no está ligado a mi dolor de cabeza, es un problema que tuve desde mi despertar. No sé nada sobre mi raza, pensé que solo no funcionaba en mí mismo, pero cuando nos conocimos tampoco llegó la información... Y tampoco cuando nos encontramos con los de la aldea. Así que no se limita a mi raza, sino a la de ellos también, claro, si consideramos a ambos como dos razas distintas...

Piero llevó su mano a la mandíbula y empezó a meditar.

— ... No puedo afirmar completamente si es falso o no, si no recibo la información cuando los vea...

— ¿Es así?... —Camila parecía haberse quedado sin ideas.

Con el silencio llenando la habitación el tercer participante aprovechó la oportunidad para hablar.

— ¿E-está bien que yo escuche todo esto? No es que me niegue es solo que... Las cosas que están diciendo... ¿No es algo que nosotros no debemos saber?

Dirigiendo su mirada a la tercera participante Piero suspiró.

— ... Bueno, necesitamos tu ayuda, la líder Dayana está de acuerdo, así que no te preocupes.

La tercera participante era Rai, quien estaba sentada sobre sus piernas escuchando la conversación en silencio. Y el lugar donde estaban era su casa, específicamente en la sala comedor.

— Si quieren mi ayuda, cumpliré sus peticiones, pero no es necesario que escuche los temas de los sabios... P-pero yo no diré nada de lo que escuché a nadie, so-solo decía...

— ... Aunque no es necesario eres a quien más conocemos de la aldea, y saber lo que necesitamos facilitará nuestro trabajo en equipo... —Apartó la mirada de Rai.

Piero miró sorprendido a Camila, después de las palabras de Rai pensó que tenía razón, ella no debería escuchar los detalles ¿Por qué la dejó escuchar todo eso? Esa pregunta le rondaban su mente, pero la repentina y bien fundamentada respuesta de Camila lo sorprendió más.

— ... Sí... Camila tiene razón. Y sobre los temas de los sabios, no nos trates como si fuéramos superiores, al único que debes tratar así es a su líder el gran sabio. Ellos tienen la posición respetable. Si nos tratas igual sería inconveniente para nosotros y para él.

— ¿Qué quiere decir?

— ... Solo, considéranos tus amigos.

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Dentro del dormitorio de Rai había dos pequeñas criaturas, una estaba sentada mientras observaba a la otra correr por la habitación. La más revoltosa se hacía llamar Fii y era un sabio, pero uno menor. Nunca antes había visto a un sabio hembra y mucho menos a uno tan joven, hasta dijo que era menor que ella.

Fii había llegado repentinamente el día anterior con otros dos sabios, uno macho y otro hembra. El macho se llamaba Piero y la hembra Camila. Tenían nombres complejos, algo distintivo de los sabios. Sin embargo la sabio delante de ella tenía un nombre simple como el suyo, lo cual llamó su atención.

La presencia de tres sabios ocasionaría una catástrofe sin precedentes en su aún vulnerable aldea. Al principio pensó que la aldea terminaría en llamas y destrucción, sin embargo eso no pasó, el mañana llegó y hasta ahora no había ninguna señal de un incendio o disturbio con los pocos lugareños que quedaban. Esto la tranquilizó pero no negaba que el día de mañana pueda ser el último de la aldea.

El vago recuerdo de las casas siendo quemadas y conocidos ardiendo en llamas llenó la cabeza de Riu. Sacudió su cabeza para alejar esos recuerdos.

— (...) ¡Pero de pronto!... ¿Hu? ¿Estás bien? —Detuvo su diálogo y miró con preocupación a Riu.

— ... Sí, estoy bien... —Agachó la cabeza.

— ¡Entonces seguiré contando! —Levantó sus manos y dio un salto— ¡Y de pronto el suelo empezó a temblar! ¡No podía creerlo pero Piero tenía razón, era una criatura enorme! ¡Tan alto como! Como... ¡Como tres casas tuyas! —Trató de estirarse lo más que pudo para demostrar el tamaño de la criatura— Y con cada paso que daba sonaba "Bun Bun splash" y después "Plush plush" cuando llegamos al mar. ¡Oh cierto! el mar es como un charco de agua pero mucho más grande, como un río muy pero muy ancho... Aunque el agua va y viene no como el río que solo va en un sentido...

Cuando Fii volvió junto con los demás las tomaron por sorpresa a su hermana y a ella, apenas habían terminado de comer y su hermana ya estaba nerviosa nuevamente. Fueron separadas y dejaron a Fii a su lado, al parecer la querían vigilada o eso pensó al principio. Fii empezó a hablar muy animada, sobre su despertar, su encuentro con Piero y su viaje. Todo lo que contaba era muy extraño e inimaginable para ella, casi parecía mentiras.

— ... ¿Iba y venía? ... —No pudo imaginarlo.

— ¡Sí! Le pregunté a Piero pero tampoco sabía —Suspiró un poco triste— Él es muy inteligente y sabe mucho, pensé que lo molestaba por preguntar mucho... Pero él siempre me responde y si no sabe trata de pensar una respuesta mientras pone esta cara. —Llevó su mano a la barbilla y entrecerró los ojos— Algo así. Pose pensativa jeje. Daba miedo al principio pero creo que le queda bien. Sabes él no se expresa mucho, pero casi siempre pone esa cara.

Piero era el macho que llegó el día anterior, su primera impresión fue sorpresa, su hermana no solía traer chicos a la casa por lo que su corazón saltó al verlo, pero después de ver que era un sabio su impresión cambió a que era alguien peligroso, Camila y Fii miraban la casa con asombro, sin embargo Piero parecía mirar más a fondo con esos ojos negros sin luz, volviendo su mirada penetrante y casi hipnotizante. Su hermana no le contó mucho sobre su encuentro, pero le pidió que se comportara cuando estén presentes, especialmente Piero. Al parecer su hermana también sentía que ese sabio emanaba un aura diferente.

Con la imagen de Piero en su mente Riu apretó sus manos y preguntó.

— ... ¿Piero es su líder? ...

— Hummm Sip, él nos pidió que le hagamos caso para sobrevivir o algo así. Si no fuera por él creo que no hubiéramos llegado tan lejos, jejeje... —Inclinó su cabeza un poco avergonzada.

Las palabras de Fii asombraron a Riu.

— ... ¿Tiene tanto poder un sabio?...

— ... Hummm. Nop. —Negó con la cabeza.

— ... ¿No tiene, tanto poder?... —Esta vez fue confusión.

— Como podría explicarlo...

Detuvo su movimiento y se sentó a su lado, esto la asustó, pero no se quejó y permaneció inmóvil.

— Todos dicen que los sabios son muy poderosos, pero Piero lo duda, así que creo en él.

— ... ¿Pero tú no eres un sabio?

— ... Jeje pero no recuerdo nada. —Sonrió avergonzada mientras se rascaba la cabeza.

— ... Si no recuerdas ¿Entonces por qué confías en él? ...

Fii la miró un poco confundida, pero después de un tiempo respondió.

— Hummm... No sé cómo explicarlo, él siempre se ve serio y callado, pero cuando hablo él siempre me contesta.

— ... Dijiste eso antes ...

— Jeje sí. —Sacó la lengua y se golpeó la cabeza— Pero, parece que le gusta hablar con nosotros, no solo responde, él nos escucha, es muy atento con nosotras y nos cuida mucho, parece mi hermana... Como un hermano mayor.

— ...¿No son familia?...

— Nop. —Se paró repentinamente asustando a Riu— Pero lo quiero como a mi hermana, o quizás un poco menos no me decido... Cuando no tengamos más problemas le pediré que sea mi hermano, jeje. —Fii rascó su mejilla un poco avergonzada.

La sabio que estaba frente suyo era alguien a quien no podía entender, todas las palabras que decía parecían salir de ella sin ser filtradas, como si hablara sin pensar... Como si hablara con total sinceridad. Riu apartó la mirada, ella sabía a quién querer y a quienes no, su hermana es lo único que le quedaba y no puede imaginar querer a un desconocido tanto como a su hermana. La sabio delante de ella no podría comprender la situación en la que estaba, ¿Qué podrían saber esos sabios que solo piensan en ellos mismos?

— Sabes no he visto a más de nosotros de nuestra edad eres la primera a la que encuentro, ¡Ya sé!

Mientras Riu se sumergía en recuerdos tristes la sabio delante de ella seguía soltando palabras, siendo indiferente a lo que ella sentía. Era obvio que no habría más niños de su edad ya que ellos... Todos los niños a excepción de ella... Ella solo apartó la mirada como si algo hubiera llamado su atención, no quería que la sabio se enojara con ella y su hermana termine pagando.

— ¡Seamos amigas!

— ¿Huum?

Repentinamente la sabio desplegó sus garras y agarró sus patas para luego entrelazar las con las suyas.

— ¡Desde hoy eres mi primer amiga!

— ... ¿"A mi ga"?...

— ¡Síp! Amigos, son los que se cuentan cosas a escondidas, los que siempre se disculpan cuando discuten, los que están en los momentos felices y tristes, son los que se ayudan cuando están en problemas. Eso es ser un amigo.

Riu la miró sorprendida. Lo que se le vino a la mente era la imagen de su hermana.

— ... No sabía esa palabra...

— Jeje yo tampoco la recordaba. —Sacó la lengua— Pero cuando te vi ayer lo recordé, jeje, creo que también me llega esa información de la que tanto habla Piero.

_ ... Yo, cumpliré cualquier ordene suya-

— ¡No! Así no son los amigos, así no se hace.

— Di-disculpe yo-

— Jum —Infló sus cachetes y cruzó sus brazos.

De repente la sabio había hecho una propuesta que no pudo entender y cuando trató de aclarar que ella la obedecería fielmente, terminó haciéndola enojar, Riu tembló por el resultado, sintió que su pequeño cuerpo se quedaba sin sangre y que sus pequeñas patas no le funcionaban correctamente. El recuerdo de su hermana llenó su cabeza.

— ¡Y-yo me disculpo por favor-

— Está bien.

— No le hagas nada... A... ¿Hug?

Planeaba arrodillarse y pedir perdón como su hermana le había enseñado, pero antes de siquiera arrodillarse la sabio dijo que estaba perdonada.

— ... ¿Me perdonaste?...

— Sip, ¿lo dije, no? Los amigos siempre se perdonan.

Y así de rápido la expresión enojada, que antes había tenido aquella sabio, cambió a una brillante sonrisa.

— Como somos amigas llámame Fii, no sabio o eso... ¡Ya sé!

Y allí estaba otra vez, aquella sabio decía palabras sin sentido, y ahora parecía estar a punto de soltar algo absurdo.

— ¡Hay que jugar!

— ... ¿Ju gar?...

— ¡Sí! tú fingirás ser un sabio, y yo una persona normal... "Persona" ... ¿Qué es una Persona? Bueno no importa, yo fingiré ser alguien que no es un sabio.

Fii le mostró una gran sonrisa, sin saber la magnitud de sus palabras.