Capítulo 13: Recuerdo

Cuando Speedy despertó descubrió que la habitación donde estaba había cambiado nuevamente. Antes había sido atrapada por otra hembra, ella no entendía cómo no se percató de ella, su sentido del olfato nunca le falló antes, pero ahora estaba atrapada. La hembra ató sus alas y la encerró en una caja oscura, para luego ser entregada a otro macho, que igual a los anteriores machos del pantano, su aroma era anormal.

Este macho le pinchó con una aguja muy filuda apenas se encontraron y poco tiempo después no puedo mover su cuerpo quedando inconsciente. Al final terminó despertando en este extraño lugar. Las paredes tenían colores tan uniformes que se le hacía extraño, las piedras deberían haber sido cortadas de una manera muy presida para lograr ese acabado.

Speedy ojeó el lugar y no encontró ninguna salida a primera vista, por lo que decidió buscar una rápido. Dió unos pasos para empezar a correr pero terminó golpeando algo.

Haber avanzado tan repentinamente solo para impactar con algo, dejó aturdida a Speedy por un momento. Sacudió su cabeza y miró su alrededor. Ella estaba sobre una de las muchas piedras cortadas, sin embargo no había nada que le impidiera avanzar. No entendía qué fue lo que golpeó.

Decidió avanzar despacio, pero el resultado fue el mismo, terminó golpeando algo que no podía ver. Dejó de intentar avanzar por el mismo lugar y corrió en otra dirección, sin embargo a cualquier dirección que corriera el resultado era el mismo. Había una extraña pared invisible que no le dejaba avanzar, ella estaba encerrada en ese lugar.

De pronto, el techo se abrió y su un tuvo cayó un polvo verde, llenando el reducido espacio que tenía.

Con el primer respiro sintió incomodidad, con el segundo su cuerpo se sintió pesado, algo no estaba bien con ese polvo, pero no pudo evitar respirar una tercera vez. Esta vez sintió que le faltaba el aire por lo que su pequeño cuerpo le exigió respirar más profundo. Evitó con todas sus fuerzas seguir respirando, solo debía esperar a que se asentara ese extraño polvo.

Pero sus intentos fueron en vano, la visibilidad empeoró por lo denso que se había vuelto el polvo, ocasionando que su ojo se irrite, hasta empezó a lagrimar, el ardor era insoportable. Su ritmo cardíaco aumentó exigiendo más oxígeno. Sabía que no debía respirar, si lo hacía algo malo le iba a pasar, pero ya no podía aguantar más.

Como había estado aguantando la respiración, su siguiente exhalación fue mucho mayor. En ese momento las consecuencias de respirar aquel polvo fueron peor.

Un dolor insoportable la invadió y su cuerpo empezó a tronar. Sus huesos empezaban a romperse mientras que sus venas reventaban, todo su cuerpo empezó a hincharse y su conciencia empezaba a ceder

Todos sus huesos se rompían y unían constantemente creciendo dolorosamente. Crecieron a tal punto que su piel no logró mantenerlos por más tiempo, desgarrándose con poca resistencia. Sus costillas y cráneo pasaron por lo mismo. La sangre que se suponía debía estar derramándose, sorprendentemente se coaguló al instante y permaneció suspendida en el aire durante un tiempo.

El constante dolor la mantenía despierta mientras pasaba por ese calvario. ¿Qué le estaba pasando? Ella no lo sabía. Pero había una criatura que sí, esta estaba sentada observando toda la escena. Con una larga bata blanca y varias pantallas al frente suyo, el gran sabio miraba con satisfacción su nueva creación.

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Parecía que el tiempo se había detenido, todos estaban aguantado la respiración mientras miraban la lanza ensangrentada. Cuando Camila cayó sobre sus piernas entendieron que el tiempo seguía corriendo.

El enojo se elevó dentro de Piero, tanto que apretó la lanza hasta romperla a la mitad. Ambas partes cayeron al suelo mientras que la sangre todavía era derramada desde su mano.

El arma había sido lanzada en dirección de Camila sin embargo, Piero logró detener su avance al atraparla en pleno vuelo, Camila terminó con un susto y él con un corte en la mano. El dolor era agudo y con la frialdad de la mañana el dolor era mucho peor. Sin embargo Piero dejó de lado el dolor y buscó al culpable, encontrándolo sobre la casa del gran sabio.

— ¡Oh! Me ha sorprendido sabio, sin embargo no tiene mi aprobación.

El atacante era una chica, tenía su grueso pelo recogido hacia atrás por una vincha que llevaba en la cabeza, lo cual hacía también que sus antenas se inclinen hacia atrás. Tenía una cuerda recorriendo su cintura, de este colgaban trozos de tela y algunos colmillos. Además la pañoleta con el símbolo de la aldea dibujado en esta. Tanto Rai y Riu llevaban esa pañoleta cuando las conoció.

Pero ahora no era momento de opinar sobre su vestimenta, Piero no prestó atención a lo que dijo, y de un salto subió al techo. Los espectadores se sorprendieron por el repentino salto, hasta Piero se sorprendió de su fuerza. Dejando de lado eso, Piero agarró por el cuello a la sorprendida atacante, o por lo menos eso quiso hacer. Estaba al frente de ella y estaba completamente vulnerable, él fácilmente podría atacarla y reducirla, sin embargo se abstuvo de atacarla. A pesar de que ella fue quien los atacó primero.

— ¡Hermana!

Piero escuchó el grito de Fii y volteó para ver la situación, al parecer todo había pasado tan rápido que Fii apenas estaba al tanto de lo que pasaba.

Piero regresó su atención al atacante y vió que se estaba marchando silenciosamente.

— Detente. —Habló con voz firme.

— No me dirijas la palabra tan fácilmente. —Siguió caminando.

Ver que se marchaba sin mirar atrás y sin ninguna pizca de arrepentimiento en su cara, lo enfureció mucho más. Quería golpearla por haber intentado matar a Camila, pero iniciar una pelea era lo último que quería antes de reunirse con el gran sabio. Sin embargo el enojo era mucho mayor, por lo que decidió utilizar un método que nunca quiso llevar a cabo.

— ¡Te ordenó a que te detengas!

Y era dar una orden directa, ejerciendo su supuesta "superioridad".

— ¡Tú no puedes darme ordenes!

El atacante giró rápidamente y respondió enojada. Piero pensó que si le ordenaba directamente ella se detendría o incluso pensó que dudaría en detenerse o no, pero el resultado fue inesperado. Ella había respondido de mala manera, además de ser una respuesta inmediata.

Piero fue tras ella al notar que sus intentos por retenerla no servían.

— P-Piero... ¿Dónde estas...? ¿Piero? Vuelve...

La aguda voz de Fii sacó de la confusión a Piero y lo trajo de vuelta a su sentido común. Él había dejado a Fii y Camila solas. La aldea no era tan segura como lo había pensado, no todos actuaba igual ante la presencia de un sabio, se había percatado de esto cuando conoció a Riu, ella en vez de tener miedo y respeto, mostraba miedo y curiosidad. Por otro lado estaba esta chica que los atacó sin razón alguna.

Decidió dejar ir a la chica, sin embargo si todo iba bien con el Gran sabio, reportaría esta situación para que reciba un castigo, giró su mirada para dar un último vistazo a la atacante, pero no pudo encontrarla por ninguna parte.

Dando la vuelta regresó al lado de Camila y Fii. Ellas estaban preocupadas al ser abandonadas por Piero, esto demostró qué tanto dependían de él. Piero anotó mentalmente entrenarlas para que se vuelvan autosuficientes.

Al ver a Piero volver, las dos se lanzaron hacia él pero las esquivó fácilmente. Provocando que se abrasen entre ellas.

— ¡Piero! ¿Piero? —Miró a Fii en su pecho.

— ... Estoy aquí.

— ¿Heeee?

Camila y Fii se miraron confundidas, ellas aseguraban que iban a abrazar a Piero, no a ellas mismas.

— Me salvaste, pero tu mano...

Camila miró la mano ensangrentada de Piero.

— ... No es grave, si lo mantengo limpio y no hago mucho esfuerzo se curará en una semana.

— ¿Por qué atacaron a mi hermana? —Preguntó Fii con lágrimas en sus ojos.

— ... No estoy seguro, por eso no quiero relacionarme mucho con ellos, hay algo en esta aldea que me inquieta.

Los tres se miraron en silencio hasta que repentinamente la cortina fue abierta por Rai, quien salió para avisar que podían entrar.

— La líder los espera dentro, la comida... ¿Está sangrado?

Viendo el camino de piedra salpicado con sangre Rai no pudo evitar sorprenderse y temer por la salud de Piero.

— ¿Qué pasó? ¡¿Cómo es posible?! —Se acercó y lo miró de distintos ángulos sin saber qué hacer.

— ... Nos atacó una de los suyos. —Le dió la lanza partida.

Luego la ignoró y entró a la casa acompañado de Fii y Camila, que lo seguían como una criatura recién nacida siguiendo a su madre.

Ya dentro fue recibido por otra criatura, era de la especie de Rai pero en su cuerpo había varios patrones pintados. Además llevaba puesto la cabeza de un insecto, no solo se limitaban a cráneos, también utilizaban las corazas vacías de los insectos. Piero se preguntó si en realidad pueden ver con eso. Mientras tenía esa pregunta en mente la criatura habló.

— Le doy la bienvenida, sabio, soy la líder de esta aldea, me llamo Dayana. El gran sabio no se encuentra ahora, pero puede hablar conmigo cualquier acuerdo que quiera hacer... —Bajó su mirada— Su mano...

Había estado hablando casi casualmente muy diferente a como los demás se comportaron.

"¿Ella nos ve como sus iguales?"

— Por favor sígame, limpiaré su herida.

Dando la espalda, la líder que se nombró "Dayana", empezó a caminar sin mirar atrás. Camila y Fii miraron a Piero un poco desconfiadas.

— Por ahora hay que seguirla.

Las tres caminaron al lado de Piero incluyendo a Rai que seguía preocupada por su herida.

— ¿Por qué crees que nos atacó la chica de antes? Nosotros no hicimos nada...

Camila, que todavía seguía asustada por lo sucedido le preguntó a Piero mientras miraba a todos lados.

— ... No lo sé, ciertamente nuestra interacción con ellos ha sido mínima hasta ahora, pero nuestra sola presencia ha sido impactante para ellos...

Piero llevó su mano ensangrentada a su mentón y empezó a pensar.

"Si hubiera sido enviada para matarnos por el sabio, significaría que el sabio teme por su posición o teme que su farsa quede expuesta"

— Es aquí.

El trayecto fue corto, solo habían pasado por un pasadizo hasta llegar a una de las puertas. Piero miró las paredes descubriendo que estaba construido con otro tipo de material. A diferencia de las paredes de madera de las demás casas, esta estaba construido con algún material moldeable, ya que la pared era muy lisa, pero no perfecta.

Entrando a la habitación todos quedaron asombrados, hasta Rai. La habitación era blanca y tenía varios accesorios de madera y piedra por todos lados, además de cosas que Piero desconocía su utilidad. En medio había un gran hueco rodeado por piedras al mismo nivel del suelo, fácilmente podrían caber echados dos de ellos es ese hueco. La habitación era iluminada por una piedra traslucida que dejaba entrar la luz del exterior.

— ... Esta habitación...

— Se llama baño, aquí podemos asearnos sin necesidad de ir a un río.

— ¿Y el agua?

Fii, que todavía se estaba aferrando a su hermana por el miedo, hizo una pregunta. Al parecer su curiosidad era mayor que el miedo que sentía.

— Sale por esta manguera.

Señaló una larga cuerda gris.

Piero tenía un termo que se llenaba con agua sin que él la llenara por lo que la idea de que el agua salga por esa delgada manguera no le parecía descabellado.

— ... Entiendo. Es similar a los depósitos de agua que tenemos, pero el agua no se puede consumir supongo...

— Siéntese aquí por favor. —Señaló un banco de piedra con una tela en la parte superior— Sobre la manguera, no es ningún artefacto del sabio, esto fue creado por nosotros, está hecho del intestino de una criatura que cazamos.

— ¿"Artefacto"? ¿Y no es del sabio?

Si bien todavía no entendía el funcionamiento de la manguera, pensó que si el sabio estaba involucrado entonces de alguna manera tendría una excusa. Pero lo habían refutado muy rápido.

— Él nos explicó cómo utilizarlo, el agua es almacenada en un tanque, que se encuentra en la parte superior de la casa, el agua se conecta a varios puntos de la casa, donde se necesita con mayor frecuencia.

Todo tenía sentido, aprovechaban que los objeto tendían a caer. Por lo que si se ubicaban debajo, el agua les caería. Sin embargo, había un inconveniente, el cual sería que deberías de cargar agua siempre que se vacíe, aunque no sea pesado, la cantidad que se transporte debe ser lo suficiente como para que no la necesites por un buen tiempo, en vez de eso sería más conveniente bañarse en un río.

Piero se sentó en el lugar indicado mientras seguía pensando en más desventajas sobre ese sistema. Lo cual le provocó dolor de cabeza nuevamente.

— Y el tanque es llenado por una "bomba de agua" —Cogió la manguera y se acercó a Piero.

— ¡Hug! —El dolor empeoró.

— La "bomba de agua" sí es un artefacto del gran sabio, esta bombea agua del río hasta el tanque, estoy bien informada sobre temas de sabios. También sé sobre-

— ¡Espera! —Sostuvo su cabeza.

El dolor de cabeza fue mucho más brusco que el día anterior, apenas comenzaba el día y el dolor había vuelto, esto no estaba de acuerdo con la anterior suposición que tuvo sobre la causa del dolor. Esta vez la información que consiguió fue menor comparada con el día anterior.

Piero no pudo soportar el dolor y gritó a Dayana, esta se sorprendió pero no fue intimidada como Rai, que cayó sobre sus pies y soltó un agudo grito.

— ¿Tienes una herida aparte de la de la mano?

Camila corrió a su lado pero no supo qué hacer por lo que lo miraba nerviosamente.

— ... Ahora, no lo sé.

— ¿Puedo ver su herida?

Dayana lo había estado viendo con desinterés, sin embargo después de presenciar su dolor parecía estar más atenta a él.

— ... No tengo ninguna herida en la cabeza, es solo en la mano. —Estiró su mano hacia Dayana.

El dolor disminuyó, tranquilizando a Piero, nunca había tenido ese tipo de dolor y no tenía idea de por qué le sucedía.

"¿Comenzaron cuando conocí a Rai y Fron? No... Fue desde más antes, después de conocer a Camila y Fii..."

Mientras intentaba recordar la fecha exacta desde que empezó a sentir el dolor de cabeza, Dayana le limpiaba la mano ensangrentada con el agua que salía de la manguera. Esta tenía de rojo al piso liso y después se escurría hacia el hueco del centro de la habitación. Terminando su recorrido en un hueco mucho más pequeño.

— ... Como lo pensé.

— ¿Qué pasa? —Preguntaron Camila y Piero a la vez.

— Mire.

Dayana le acercó su mano ahora limpia, sin embargo. Al ver lo que le señaló Dayana, no pudo evitar desconfiar de sus ojos. No se había confundido, estaba seguro que la mano que le había ofrecido era la mano lastimada, sin embargo al buscar su herida no pudo encontrarla. Por eso buscó en su otra mano, incrédulo de lo que estaba mirando, sin embargo tampoco pudo encontrar su herida.

— ... Mi mano... La herida de mi mano...

— ¿Querrá decir pata?

— Eso no importa, mi herida, una chica nos atacó en la entrada, por eso tenía la herida.

Al ver que la evidencia de acusar a la chica había desaparecido, rápidamente intentó acusarla. Aunque todavía le quedaba la lanza rota.

— Eso es normal, no todos, pero alguno de nosotros podemos regenerar heridas pequeñas rápidamente.

— Eso... No, yo no tengo esa habilidad. ¡Yo no me puedo curar tan rápido!

Nuevamente sus conocimientos se reescribían, parecía que daba un paso solo para retroceder dos.

— ¡Yo! ... Es cierto, tengo una cicatriz en mi espalda, no se pudo cerrar por completo. Todavía la siento no pudo haberse ido.

Mientras decía esas palabras Piero se quitó la mochila con el arma en su interior y la dejó a un lado. Camila y Dayana se ubicaron para ver la espalda de Piero.

Sin embargo no encontraron la cicatriz mencionada.

— ... ¡La cicatriz no está! —Sorprendida, Camila acarició la espalda de Piero en busca de la herida.

— ¿La herida que te hizo Speedy? —Fii corrió al lado de Camila evitando a Dayana— ¡No está!

— ¡¿Cómo?! ... Pero yo todavía la siento...

Piero se concentró para sentir su antigua herida, pero el rose de la mano de Camila empezó a desvanecer esa ilusión de tener una herida en la espalda.

— Entonces es por su edad, cuando llegas a cumplir los dieciocho años el cuerpo de los chicos tiene su segundo cambio. Un efecto secundario de esto es malestar en el cuerpo y una regeneración acelerada, muchas veces pierden esa habilidad después de unos meses, sin embargo hay la posibilidad de conservarla.

— ¿Esto es por la edad? Yo... —La respuesta a sus preguntas término siendo algo tan simple como el crecimiento, sin embargo todavía había algunos puntos que salvar— ¿Segundo? Espera... Regenerar... Dijiste dolor de cuerpo, pero no dijiste dolor de cabeza... El dolor principal es mi cabeza...

— ¿Sabe cuál es su edad?

La repentina pregunta golpeó fuertemente la cabeza de Piero, el dolor que casi se había desvanecido lo impactó sin piedad. Piero cayó sobre sus pies, mientras que sus sentidos se empezaban a apagar, todo empezó a sentir distante, las voces se distorsionaban, la habitación se retorcía, las figuras a su lado corrían hacia él, estas parecían hablar, sin embargo ya no podía escucharlas. Los brazos en los que se había apoyado al caer también perdieron fuerza y su cabeza golpeó el suelo, sin embargo el mismo dolor que le había provocado este estado había desaparecido, por lo que no sintió el impacto.

Lo último que pudo visualizar fueron escenas que no recordaba haber vivido.

Estaba en el suelo arrodillado, no distinguía su cuerpo pero sabía que era mucho más pequeño que su cuerpo actual. Al frente suyo había una figura que lo cogía de los hombros mientras le decía algo al oído pero no comprendió qué fue lo que dijo.

La escena cambió bruscamente, ahora su cuerpo era más grande, pero mucho más grande de su tamaño actual, lo cual no era posible. Esta vez lo que vio fue a una pequeña figura arrodillada, mientras que él lo cogía de los hombros y le susurraba al oído.

— Vive.

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