Capítulo 5. Ódiame.
Quiero hacer la anotación de que esta historia entrelaza hechos actuales con hechos pasados, espero que lo explique bien para que no se confunda el hilo :(
De igual forma lo marcaré con [...] kajsks
TW: DRUG USE
.
.
.
“¿Tú de donde eres?” Pregunta Hinata después de segundos largos de silencio.
“No creo que sepas dónde es” responde Kenma mirando el cielo “Es el mundo real”
Hinata se ríe al escucharlo: “Este es el mundo real también”
“No lo creo” Kenma apenas le dirige la mirada mirando las estrellas “Estoy seguro que me drogué y ahora no despierto del viaje”
“¿Usas eso que duerme tu cerebro?” curioso Hinata también se acuesta mirándolo con interés “Aquí no muchos lo hacen, pero he escuchado que algunos aquí tienen un pasado así. Todos lo cuentan como algo de lo que no deberías hacer, ¿por qué lo haces?”
“No quiero estar presente en ese mundo” responde Kenma con la voz apretada “No hay espacio para mí”
“Que mal” Hinata hace un sonido pensativo ahora mirando el mismo cielo que ve Kenma “Al menos ahora estás aquí, si vienes de tan lejos, supongo que encajarías mejor aquí”
Kenma no puede evitar soltar una risa seca “Casi pierdo mi vida hoy”
“Pero no lo hiciste”
Kenma suspira: “¿Cómo perdiste las tuyas?”
“Oh”
Kenma gira a ver a Hinata que ahora está mordiendo su labio dudando en contestar.
“En realidad, no recuerdo mucho” El pelinaranja juega con sus dedos, mirando todavía al cielo “Uno de los guías dice que la primera vez fui tontamente en contra uno de los guías… aparentemente me sentí lo suficientemente valiente para intentar matarlo”
Kenma se sorprende mirando lo inocente que luce al contarlo como si hablase del clima.
“Se dice que estaba tan abrumado y perdí el control al final. Y la segunda vez, fui tan lejos explorando hasta que me tope con una ninfa” El pelinaranja sonríe agriamente “Atsumu, uno de los guías, me dijo que tuve la mala suerte de toparme con una Esfinge, hice un trato con esa criatura final y perdí su acertijo”
“¿Una Esfinge? ¿En serio?” Kenma le dedica una mirada poco impresionada “Yo realmente estoy delirando a este punto”
“Sé que suena irreal, pero existen, así que debemos evitarlas. Atsumu dijo que nunca más volviera a cruzarme con ella” Hinata vuelve su mirada al teñido “Aparentemente ella se llevó mis recuerdos”
[…]
Kenma sabe qué día comenzó a consumir estupefacientes. Nunca estuvo orgulloso de eso, pero era su única forma para no sentir vivir en su propia piel. Sabe que no le hacían ningún bien, pero aliviaba, le aliviaba tanto.
Quedar inconsciente era la mejor parte de todo, había total silencio en su mente y se sentía en paz, aunque el vacío constante en su pecho era tan presente. Sus amigos intentaron muchas veces ayudarlo cuando lo encontraban en patéticos estados, pero en algún punto, incluso ellos se rindieron.
“Kenma, por favor, no hagas esto. Es un daño que solo te haces a ti”
“Entiendo lo que estás pasando, pero por favor entra en razón.”
“Odio ver a mi mejor amigo así, no hagas esto todo tu solo, estoy aquí. Eres como mi hermano, por favor sal.”
“Kenma… soy yo, ¿Podemos hablar? Solo quiero que nos veamos una última vez, yo… te extraño mucho. Kuroo y los demás han dicho que algo está malo está pasando, pero no quieren darme detalles… Si escuchas este mensaje, ¡Vamos al cine! Tengamos una linda tarde juntos como los viejos tiempos. Hay tantas cosas que necesito que hablemos, estoy seguro que podemos hacer algo al respecto, por favor, déjame verte.
Kenma… yo aún te quiero.”
[…]
Los ruidos de alguien caminando lo despiertan sobresaltandolo apenas adaptándose a la luz de alrededor, mirando a todos lados como un gato asustado mira hacia el sonido detrás del árbol mirando una mata naranja. En su estado somnoliento apenas puede ubicar en donde se encuentra, por lo que no duda en hablar.
“¿Sunshine…?”
La cabeza de Hinata se asoma detrás del tronco apareciendo con una sonrisa.
“Hey”
Kenma parpadea sintiendo una sonrisa comenzar a nacer en la esquina de sus labios, pero la niebla en su mente comienza a disiparse, aquella sonrisa se congela en el camino. La persona frente a él no es su Hinata, y menos es real, es la personificación de algo creado por su mente. Esa sonrisa cálida que le están dando no es real, aquella auténtica sonrisa ya no se dirige a él.
Kenma mira al pasto cerrando los puños frustrado. Se supone que debía realmente despertar y salir de este lugar que solamente le restriega en el rostro los pesares de su vida, y ya había lidiado sobre eso en su propio mundo para volverlo a vivir en este lugar. Ni siquiera entiende la explicación lógica para entrar a un mundo que luce como un juego barato y cliché.
“¿Estás bien?” el pelinaranja trata de tocar su hombro pero Kenma se aleja como si su contacto fuese a quemarlo.
“¡Aléjate! ¡Eres tan molesto y tan irreal!” Kenma se levanta saturado de tantas emociones en tan corto tiempo, siente su respiración comenzar a acelerarse con una presión en la garganta “Odio ver tu rostro, odio estar aun aquí, odio tanto toda esta situación y que ese maldito sol siga alumbrando” su voz sin poder evitarlo se quiebra mientras habla.
El pelinaranja retrocede mirando su mano para después llevársela al pecho con una mirada cargada de culpa: “L-lo siento, no quise molestarte”
Kenma se siente mal, todo es tan incorrecto en este momento.
“¡Me molestas con solo tu presencia!” Kenma está siendo irracional pero no puede parar, algo sobre esto se siente como si ya lo hubiese vivido antes. El rostro del pelinaranja cambia entre culpabilidad a tristeza, pero eso solo lo hace sentir aún más a la defensiva “¡Y no me veas así! ¡Es tu culpa por seguirme y…!”
Kenma siente que la respiración le falta cuando comienza a ahogarse, sus latinos suenan fuertes en sus oídos y pronto siente la humedad en sus mejillas. Su brazos abrazan su propio cuerpo comenzando a temblar tratando de encontrar aire, sin embargo falla recordando los ejercicios de respiración qué le enseñaron, su mente se ha bloqueado nuevamente y apenas pueda mantenerse de pie.
Cuando esta por dejarse caer al suelo algo lo sostiene, alguien.
“Estoy aquí, te ayudaré, dime que necesitas ” la voz del pelinaranja es distante a los oídos de Kenma quien podría desmayarse en cualquier momento, “ Hagamos esto juntos, nuestra atención en nuestra respiración, inhala, exhala” el pelinaranja hace lo que comienza a repetir cerca del oído de Kenma abrazándolo, haciendo los ejercicios de respiración.
Kenma trata de seguirlo mientras el pelinaranja le repite constantemente el ritmo y lo halaga cuando comienza a hacerlo, aunque muy tope. Le lleva tiempo poder seguirlo y en algún punto cuando parece estar mejorando, el pelinaranja comienza a hablar.
“Una vez me mordió una tortuga”
Kenma sigue inhalando y exhalando con los temblores aún recorriéndolo, sin embargo el pelinaranja le pide que lo mire amablemente.
“Fue antes de conocerte, fue extraño porque era una grande, y solo lo hizo para decirme que debía dejar de correr tanto” Hinata acaricia su espalda haciendo círculos “Me asusté porque había visto a muchos animales mágicos hablar, pero ¿una tortuga? ¡De locos!” Kenma escucha ahora más claro mientras mira a los ojos ámbar del pelinaranja “Entonces, me dijo que yo realmente debía dejar de ir a un ritmo tan aceleraron por la vida, que diera un respiro porque aún hay un largo camino por delante” su mirada transmite tanta paz y calma que incluso Kenma cree que no hay nada malo en todo a su alrededor “Gracias a dejar de ir en lugar en lugar pude finalmente tomar con calma toda mi rutina tanto que lo primero que hice fue encontrar una cabaña, hacer coronas de flores, cocinar, pescar sin perder la paciencia y… justo ese día te encontré”
Kenma lo observa ya sintiendo como su corazón comienza a tomar un ritmo normal junto a su respiración regular.
“Sé que es abrupto venir a este lugar, y probablemente te desagrado… soy ese tipo de persona que es ‘demasiado entusiasta’ para los demás” dice en el tono más compresivo que Kenma ha escuchado “Y aunque quisiera poder darte ese pequeño espacio que me pides, no puedo hacerlo. Acepté una misión que tengo que cumplir y… yo siento que tengo que estar ahí para ti” La mano libre de Hinata encuentra la suya “Intentaré no molestar y no hacer tanto ruido de ahora en adelante, ódiame si así lo deseas, pero permíteme quedarme”
No puedo quedarme… ¡pero ven conmigo! De esa manera estaremos siempre juntos, Kenma.
Kenma no dice una palabra bajando la mirada dejando apoyar su cabeza en el pecho de Hinata, fingiendo que las lágrimas que caen ahora son debido al cansancio.
Tiene que salir de aquí.
Este lugar está lleno de mentiras que le hubiese gustado escuchar hace mucho tiempo atrás.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top