C I N C O
Cuarto mes.
—... Empezaremos con un calentamiento normal y rutinario. Teniendo en cuenta que no hemos tenido las prácticas necesarias debido a ataques de villanos al plantel, no hemos completado el programa en sí. Para ello, hoy nos veremos con la obligación de realizar cada uno de los trabajos. Uno de ellos se enfoca en el combate cuerpo a cuerpo. Para evitarnos problemas de que decidan con quién, he realizado una lista y en sorteo tendrán a su respectivo compañero. —Aizawa suspira, está cansado. La noche anterior había tenido una pequeña disputa con Toshinori, su compañero de trabajo aunque este estuviera más ausente debido a su salud más que nada—. Yaoyorozu Momo y Mina Ashido. —Las nombradas dan un paso al frente. Se saludan como buenas amigas, haciéndose a un lado—. Todoroki Shōto y Bakugō Katsuki. —Este había sido plan con maña. Les había puesto la atención suficiente como para saber que algo ocurría entre ellos y la idea de que ambos se llevaran bien, le facilitaba las cosas a la hora de ponerle una pareja a Bakugō. No siempre sería Kirishima porque se acostumbraría al ataque cuerpo a cuerpo y el estilo de este. Necesitaba movilizarlo más y dar más experiencia a su alumno.
Aún así, también quería experimentar. La idea de que la pequeña lista de amigos de Bakugō crecía, era motivo de su interés. No sabía cuándo había empezado ese pequeño interés en él pero necesitaba sacarlo de su cabeza. No era nada romántico, en lo absoluto.
Todoroki Shōto, por su parte, lo había pillado observando atentamente a Bakugō en varias y distintas ocasiones. Lo ha visto seguirlo con la mirada, verlo de arriba a abajo e, incluso, sonrojándose tenuemente por la cercanía de Bakugō. Necesitaba saber qué había entre esos dos.
No solo con él. Sabía que Bakugō estaba ocasionando reacciones con otros compañeros, tales como Midoriya, quien no paraba de buscar la atención de Bakugō al punto de pedirle abiertamente que fueran amigos.
Aizawa reconocía que Midoriya era un ser social y amigable. Pero temía que Bakugō le hiciera algo. De todas formas, algún día experimentaría con ambos. Sabía lo suficiente como para saber qué tipo de relación mantenían en el pasado. Y vaya que le sorprendía aún. Era justamente esa clase de relación que intriga a cualquiera, después de todo, ¿quién siquiera lo hubiera imaginado?
—¡¿Ah?! —escucha la queja de Midoriya—. Pe-pero ellos no se llevan muy bien que digamos. Se tornaría una pelea de verdad y...
—Midoriya y Kirishima —habla Aizawa importándole tres kilómetros de verga pura su comentario. Quiero decir, importándole poco.
—Cielos, esto es nuevo también para mí —habla Kirishima tratando de ser amable con Midoriya, después de todo, la idea de no hacer bina con Bakugō es algo que todavía no comprende. Desde el primer año, básicamente habían estado juntos como un equipo.
Por otro lado, llegando de nuevo con nuestros primerizos protagonistas, estaban nerviosos. La cercanía del uno con el otro en parejas de trabajo era algo en lo que tenían que tener una buena experiencia para que en el momento en que sean legítimos héroes, sea más sencillo.
—Bastardo, no me hagas quedar mal. —un insulto para poder tapar todos sus sentimientos hacia él. Katsuki necesita saber manejar bien la situación, después de todo hablamos de su novio de casi un año.
"Casi un año."
Eso es justamente lo que piensa. Sus mejillas se tornan levemente rojas. En un mes y cuatro días tendrían su primer aniversario. Aquello lo agita. Tiene una sorpresa para su novio, cómo no. Ha trabajado en su regalo desde hace dos semanas. Cree que el romántico y estúpido de su novio también le tiene algo preparado, después de todo, el nueve de abril se acerca. Y siente que ya mero llega.
Y es que sí. Una extraña alegría lo envuelve. Un año. Un jodido año de novios.
Aizawa vuelve a hablar, interrumpiendo sus pensamientos—. Empezaremos con algo básico.
El "calentamiento fácil y sencillo" se volvió tedioso en el punto justo cuando empezaron a hacer mariposas con las piernas. Estar con las piernas flexionadas, abriéndolas para hacer llegar la rodilla al suelo repetidas veces es difícil.
Como a Todoroki, quien Katsuki empuja su rodilla hacia abajo con insistencia.
—¿Cómo vergas no vas a poder? —pregunta Katsuki empujando su pierna—. Hasta yo puedo hacerlo y sin hacer mucho esfuerzo.
—Bakugō, tú eres muy flexible —se queja Shōto tratando de abrirse más. Katsuki refunfuña.
—Se hace así. —Se coloca en posición y hace una mariposa bastante llegada al piso. Shōto sabe hasta dónde más puede llegar Katsuki, pero prefiere no pensar en eso.
—Kat- Bakugō —corrige Shōto a tiempo. Se supone que no se tienen ese tipo de confianzas. Menos los apodos, claro—. ¿Podemos continuar?
—Bien, jodido tablón. —Endereza las piernas y toca la punta de sus pies con los dedos, Shōto se ubica detrás tratando de impulsarlo a más abajo. Sabe que si quisiera podría abrirse de piernas y poner hasta la frente en el piso pero se vería muy extraño de su parte—. ¿Por qué eres tan rígido?
—¿Por qué eres tan flexible? —pregunta de vuelta Shōto—. Algunos nacimos para otras cosas —susurra cerca de su oído haciendo reír débilmente a Katsuki.
Aquello no pasó desapercibido por el dúo de Kirishima y Midoriya. Aquellos dos andaban viéndolos fijamente. Un poco más a Katsuki, claro.
—¿Ellos... Se llevan bien? —pregunta en un susurro Izuku sin entender lo que sucede. Aquello le sigue pareciendo extraño. Katsuki riéndose de algo que ha dicho Shōto.
¿Serán amigos?
¿Serán cercanos?
¿Qué tanto?
¿Qué tanto comparten en común?
¿Acaso él será la persona que le gusta a Katsuki?
No. Izuku no podría darse respuestas precipitadas. No podría. Su pequeño corazón no podría. Después de todo, vive enamorado de Katsuki desde siempre. Aquel pequeño desliz le hizo pagar caro. Y vaya que sí. Saber que gusta de otra persona... Le duele.
—Bakugō, ¿estás inflamado? —pregunta Shōto en un susurro, tratando de no verse muy involucrado con su novio y compañero de clase.
—Algo, no entiendo qué sucede. Tal vez necesito hacer más ejercicio para bajar esta "panza". —Rueda los ojos. De un tiempo para acá, ha notado que su vientre se ha extendido. Una pequeña bola. No le duele, lo cual descarta que sea alguna especie de notificación de su cuerpo de que alguno de sus órganos esté fallando.
Quizá está a una diarrea de aliviarse.
—¿Has ido al médico de nuevo? —Hace una flexión al igual que el resto. Han dejado los estiramientos para iniciar con lo "rudo".
—No es necesario —susurra—. No md ha dolido de nuevo el estómago aunque no sigo del todo la receta que me dió. Tomo el omeprazol solo cuando de plano siento bastante dolor.
—Menos mal, no quisiera que te estés drogando con omeprazol, debió ser más específico.
—Pues estaba medio baboso y eso es decir poco. Jodido extra, menos mal no he tomado más de una diaria —se queja. De pronto, un dolor terrible en el estómago interrumpe su ejercicio, llamando la atención de Aizawa. Este se acerca de inmediato.
—¡Kacchan! —grita Izuku dejando caer en el piso a Eijirō debido a un empujón para poder llegar derecho a su amigo de la infancia. Este al ver a donde se dirige Midoriya, le sigue.
—¿Qué le pasa a Blasty?
—¿Qué sucedió? ¿Qué hicieron? —pregunta Aizawa agachándose para ver mejor a Katsuki quien se revuelca en el piso por el mismo dolor. Es insufrible, terrible—. ¡Bakugō, resiste!
—¡Iré por Recovery Girl! —grita Shōto, corriendo al instituto sin importarle la negativa de Aizawa. El resto de los alumnos se acercan preocupados, rodeando a Katsuki.
—¡Iré contigo! —grita Izuku poco después, yendo en la misma dirección que Shōto. Aizawa ya ni se molesta en decirle algo.
—¿Qué parte te duele, Bakugō? ¿Derecha? ¿Izquierda? —pregunta, tratando de ser paciente. No puede levantarlo porque tampoco sabe si se ha lastimado la espalda lo que sería contraproducente levantarle.
—El estómago... Joder, es la acidez. —se queja, aprieta la mandíbula—. En mi habitación hay omeprazol, sólo necesito la pastilla.
—Esto no parece que sea una simple acidez, Bakugō —dice Aizawa.
—Están tardando, lo mejor es que vaya a por Recovery Girl —dice Eijirō preocupado.
—No hace falta, ahí vienen. —Señala Mina igual de asustada.
—¡No encontré a Recovery Girl, pero...! —Shōto regresa, se pone de rodillas quedando del otro lado de Aizawa. Al diablo las apariencias, su novio está sufriendo. El hombre de bata ocupa el lugar que Aizawa poseía, revisándolo.
—Niño, te dije que siguieras mi receta. —El doctor le revisa tratando de ser lo más eficiente—. No puedo aquí, necesito estar en la enfermería, ahí están mis cosas.
—¡Por eso le dije que yo me las llevaba! —grita Shōto molesto, acariciando el rostro de Katsuki. Este le mete un golpe en el hombro con poca fuerza.
—Suelta, me estás apretando bastardo. —Se levanta aún sintiendo dolor en su vientre. Sabe que aquello no es solo el estómago.
—¿Te sientes mejor? —pregunta Aizawa.
—Puedo sobrellevarlo.
—¡No vuelvas a asustar así! —regaña Aizawa—. Ahora mismo, ve con el doctor, pero ya.
—Estoy bien, puedo sobrellevarlo.
—Ni hablar, yo mismo lo llevaré. —Shōto se mete. Las miradas están sobre él. Katsuki lo nota y sabe que están sospechando. ¿Desde cuándo tanta cercanía? Eso es justamente lo que deben de estar pensando.
—No, iré yo. —Se mete Eijirō—. Soy su mejor amigo, mi deber es de...
—¡Kacchan y yo somos amigos desde la infancia, debería ser yo!
—¿Qué clase de cuadrado amoroso es este? —susurra Mina a Yaoyorozu. Esta se limita a levantar los hombros en respuesta.
—No será necesario, Bakugō puede ir solo. —El médico lo toma del brazo y le hace caminar de vuelta al instituto. Este asiente.
Luego le explicaría a Shōto.
***
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